1.
Maus es una de las novelas (gráficas) más importantes y más mejores que haya leído nunca, y siempre me sorprendo cuando alguien no la conoce. Obviamente, mucha gente no conoce y ni siquiera oyó hablar de Maus, y menos de Art Spiegelman. Yo leí Maus de chico, como a los 12 calculo, y después una y otra vez en esos años en que releía las historietas sin parar (las de mi papá -los Asterix, los Lucky Luck, las Tintín, las de Robin Wood...- y las nuestras -las Dragon Ball de Planeta Agostini, las Ranma 1/2 de Ivrea...-). De mis lecturas juveniles me acuerdo que me impactaba sobre todo cuando, en medio del libro habitado por ratones, aparecía inserto el breve cómic Prisionero en el Planeta Infierno, que no sólo es protagonizado por personajes humanos sino que además incluye una fotografía de Art con su madre. La historieta era impactante de por sí (hay una madre que se suicida, en un cuadrito la vemos muerta en la bañera), pero creo que mayor era la impresión que me causaba la irrupción del rostro humano en el verosímil ratonil.
2.
De qué va Maus: Art Spiegelman entrevista a su padre, Vladek Spiegelman, como insumo para su proyecto de hacer una historieta que cuente la historia de vida del susodicho. El susodicho, por su parte, fue prisionero y es sobreviviente del campo de concentración de Auschwitz. Maus es entonces una historieta sobre la historia del holocausto, y una historieta sobre hacer una historieta, y una historieta sobre la relación entre un padre y un hijo que se llevan bastante mal y que tienen entre ambos la presencia fantasma de una madre suicida. A todo esto, los judíos son representados como ratones, los alemanes como gatos, los polacos como cerdos, los yanquis como perros, los franceses como ranas, etc. Se publicó en Estados Unidos entre 1980 y 1991 en una tal revista Raw, editada por el autor, y después en dos tomos traducidos a un chingo de idiomas. Y ganó el Pulitzer.
3.
Ahora bien, el libro que leí en esta ocasión no es Maus, sino Metamaus. Como su nombre lo indica, Metamaus es un libro sobre Maus. Por algún error en la Matrix, el coso de tapa dura y páginas a todo color, con DVD incorporado, se conseguía en librerías a 120 pesos (whaaaat) y como un nabo me lo perdí, ya no creo que se consiga. El grueso del libro es una larga entrevista de una señora Hillary Chute a Art Spiegelman, enfocada en tres grandes preguntas que se descomponen en otras tantas: ¿por qué el holocausto?, ¿por qué ratones? y ¿por qué un cómic?. A partir de estos ejes, Spiegelman habla de la su vida, de su padre, de las conversaciones que grabó para el libro y de la investigación para documentarse correctamente, de las reprecusiones, y etcétera. Todo adobado con muchas muchas ilustraciones, que incluyen bocetos, páginas descartadas, otras historietas suyas, algunas realizadas ad hoc, fotos, imágenes ajenas que funcionaron como referencias para el trabajo, entre otras cosas. El libro también contiene tres breves entrevistas a la mujer de Spiegelman (que también es un personaje de Maus) y a sus dos hijos, y al final de las entrevistas, en hoja de otro color, una serie de anexos que debo confesar que, contra mi propia normativa, no leí: la desgrabación de las entrevistas a Vladek en las que se basó Maus, una investigación de Art contemporánea a Maus en la que entrevistó a mujeres que habían conocido a Anja (la madre) en los campos de concentración nazis, una cronología de Maus y un índice analítico. Es exclusivamente un libro para fans de Maus, y no tiene sentido leerlo sin antes leer la obra original, pero una vez superado eso, es también, independientemente, un libro muy interesante sobre la memoria del holocausto, sobre la producción artística "basada en hechos reales", e incluso sobre el dibujo en particular.
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