martes, 23 de febrero de 2021

Adiós a Hollywood con un beso, de Anita Loos

 1.

Este libro me ha dado mucho de comer últimamente, porque estuve dando unas clases de cine, hablando del Hollywood clásico, de Marilyn y de Citizen Kane, y el diario de Anita Loos tiene letra para todo eso, porque Anita Loos es una chismosa y además es una de las mujeres más importantes para el Hollywood de los años '20 y hasta los '40, por mucho tiempo la única guionista mujer en un mar de chongos horribles. Como suele suceder, eso no la hizo feminista sino lo contrario: uno se encuentra mucho con el discurso onda Moria de a mí nunca me pasó nada porque yo soy fuerte... Lo más curioso en el caso de Anita es que en este libro, que son sus memorias en forma de chismografía, el hilo conductor del relato de su vida es la manipulación a la que fue sometida por su mucho menos exitoso marido, y cómo se tuvo que dedicar casi más a protegerle el ego a él que a triunfar ella en su carrera. Obvio que si lo sé es porque lo cuenta ella, y si lo cuenta ella es para dejarlo al otro -muerto y enterrado cuando escribe y publica este libro en los '70s- en evidencia. Pero su forma de contarlo es atajando todo el tiempo la posibilidad de que alguien haga una interpretación en clave de patriarcado de su historia personal. No deja de ser una venganza retorcida contra un muerto, pero pareciera que se lo tenía merecido.

2.

Anita Loos (1889-1981) fue una actriz, escritora y guionista, conocida sobre todo por la novela Los caballeros las prefieren rubias, y su continuación, Pero se casan con las morenas, ambas leídas y reseñadas por mi en el futuro, más exactamente en mayo, y lo sé porque en este blog el tiempo es una ilusión, este libro lo terminé de leer en febrero y el otro en mayo pero esta reseña la estoy escribiendo en octubre, de memoria, en el Día de la Lealtad. Además de escribir ese libro que es considerado uno de los primeros best sellers de la historia, escribió los guiones de muchas películas (especialmente en la época previa al sonoro, especialmente para que las protagonizara Douglas Fairbanks, que supo ser un famoso galán del cine mudo, miren qué churro), fue actriz y se codeó con millonarios de la talla de William Randolph Hearst, el ciudadano Kane original, y lo cuenta todo en este libro. Entre otras cosas también le saca el cuero a Francis Scott Fitzgerald, que parece que era un borracho violento y llorón.

3.

Es un librazo, mucho más divertido e interesante que su famosa novela, si se lo cruzan no dejen de robarlo, o si prefieren lo compran. Está publicado por Tusquets en una edición que tiene holograma en la tapa, o no sé cómo se llama, brishitos. Les dejo una foto de la churra de Anita, y saludos a la patrona.

lunes, 1 de febrero de 2021

Le viste la cara a Dios, de Gabriela Cabezón Cámara

1.

Después de La virgen cabeza, y antes de todo lo demás, Gabriela Cabezón Cámara publicó este libro, Le viste la cara a Dios, en una editorial independiente y artesanal, La Isla de la Luna, y en una colección que se lanzaba con ese título pero por lo que rastreo en Internet también terminó ahí, Incidencias, dirigida por Ana Longoni. Parece que primero había sido un e-book, y que después fue reeditado por otras editoriales y también convertido en novela gráfica, con el título Beya (le viste la cara a Dios) y con dibujos de Iñaki Echeverría. 

2.

La edición original, que es la que leí yo y que se reseña en esta nota, es una preciosura, impresa con una letra enorme y tipos móviles, y tiene en la tapa una serigrafía que representa una especie de Santa Jorge matando al dragón. Las 62 carillas de la pequeña novela se devoran al ritmo trepidante de páginas sin puntos, y aunque lo que se cuenta es horrible, no se puede dejar de leer. Beya, así la apodaron por la durmiente en el prostíbulo donde está secuestrada y esclavizada, sufre todas las torturas posibles, mientras busca no estar, no ser, hasta que encuentra otro camino, una suerte de satori muy de la literatura de Cabezón Cámara, que le permite hallar la fuerza de San Jorge. El horror se nombra sin eufemismos, pero gracias a la literatura lo podemos tragar, y también gracias a la literatura, hay redención. La mención de Kill Bill en la misma novela lo dice todo antes de que pase. Un poco me acordé de la historieta "La sombra del altiplano" (recomiendo fuerte) de Sukermercado.