domingo, 28 de abril de 2019

Cuentos en verso para niños perversos, de Roald Dahl

1.
Soy muy fan de Roald, pero no sabía (hasta hoy) que es el creador de los Gremlins. Los de la peli de 1984 están basados ligeramente en los que concibió Dahl, en realidad, que son los protagonistas de un libro infantil de 1943 ambientado en la guerra.

2.
Dahl es como King (Stephen), diversión asegurada. Tengo una fijación por el autor escandinavo-británico: cuando veo un libro suyo en la biblioteca de quien sea tengo el impulso inevitable de pedirlo en préstamo, lo pongo más o menos arriba de todo en la lista de prioridades y me lo como (con los ojos) (figurativamente). Este del que hablaremos en nuestro programa de hoy se llama en realidad Revolting Rhyms, o sea rimas revulsivas, pero no sin tino quien tradujo se lo cambió por este otro título en la misma sintonía, Cuentos en verso para niños perversos. Todo el libro está en verso, y cuando un libro está en verso traducirlo es prácticamente escribirlo de nuevo, así que no sé quién es le traductore porque no me llegué a fijar y ya lo devolví, pero chapeaux. Igual quisiera leerlo en inglés.

3.
Revolting Rhymes reúne versiones dahlescas de cuentos clásicos como Caperucita Roja, Los tres chanchitos, USW, con un giro macabro o chabacano y narrados en rima. Ni más ni menos. Caperucita le pega un tiro en la frente al Lobo, Rizitos de Oro es ajusticiada por los osos por usurpación de morada, Blancanieves y los enanitos se hacen millonarios pidiéndole al espejo que dice la verdad los resultados de las carreras de caballos. 

4.
Todos los libros de Dahl están ilustrados por Quentin Blake. En este video aquí abajito está el cuento de los chanchis, narrado por alguien, y animado con las imágenes de Blake. Viva Roald Dahl. 

miércoles, 24 de abril de 2019

Sobredosis, de Alberto Fuguet

1.
No estaba preparado para un libro tan bueno. Este lo tomé prestado en casa de Shirly Pamela porque no puedo con mi genio y quiero leerlo todo. Vi Fuguet, vi que era un libro viejo y noventoso y supuse que estaría bien y que sería entretenido, pero fue mucho más que eso, fue como leer a Bolaño te diría, un Bolaño también chileno pero cheto y adolescente de los '80s. El ejemplar que leí yo es de 1998, pero el libro es de 1990 y los cinco cuentos son de la segunda mitad de la década anterior, están ambientados en el Chile de los últimos estertores del régimen pinochetista explícito (después vino el implícito), escritos en un slang increíble, chilenísimo y en desuso (el descueve para decir la raja), todos tienen un ritmo trepidante y adictivo -una vez más, droga en la etiqueta de esta reseña corresponde al ritmo de lectura, no al tema del libro, aunque también- y un clima de la San Puta. 

2.
El mejor, lejos, es "Pelando a Rocío". Pelar en chileno es hablar mal de alguien, sacarle el cuero. En primera persona, en una noche de copas en un bar la narradora cuenta con muchos excursus a su interlocutora la historia de Rocío, que era su mejor amiga, poto y calzón, y lo que fue de ella. Aprendí la expresión "te cagái en tres tiempos", mi nueva favorita. 

Todo así, muy en chileno. Medio prohibitivo para quien no cacha nada de chileno.


El cuento lo tiene todo, estilística y contenidísticamente, es tremendo relato enmarcado (y reenmarcado) y no les quiero espoilear nada pero te cagái en tres tiempos. Muy Puig todo. (Y a Puig lo menciona en el cuento siguiente).



3.
El último cuento, el más largo (tiene tres partes), "No hay nadie allá afuera", si bien es interesante y está bueno y todo, no deja de sonarme falso por lo siguiente: Fuguet es gay. O sea, capaz en bi, no es de mi incumbencia, y tampoco manejo su biografía, pero sus pelis (recientemente vi la muy mala y pretenciosa Siempre sí) y su libro No ficción  lo presentan a nosotrxs lxs lectorxs como un escritor gay. Me imagino, supongo, adivino, que no era públicamente gay en los años '80. Y los cuentos, especialmente el último, tienen un contenido gay solapado que en lugar de hacerlos más interesantes por el subtexto, los hace falsos, o por lo menos a este último. Yo, que había leído No ficción, estaba esperando que los viejos amigos reencontrandos en el baño de un aeropuerto de Panamá garcharan, porque era lo más lógico, hay una escena homoerótica (muy buena), que no está ahí por accidente, en la que ambos se secan sendos pares de sobacos con las máquinas secadoras, pensé que me estaba plantando algo ahí el Alberto pero no. Y no les espoileo nada, pero sepan que ni siquiera se hace cargo ni tantito el joven Alberto ochentoso del deseo homosexual de sus protagonistas. Igual el libro está la raja, bacano, chévere, el descueve.  

miércoles, 17 de abril de 2019

Un hombre afortunado, de John Berger

1.
Una cita brillante y aplicable a las clases obreras en general y a los grupos de hombres (varones) de cualquier extracción social:
La dificultad de expresión de los ingleses es objeto de muchos chistes y se suele explicar en términos de puritanismo o de esa timidez que es una característica nacional. Pero esta explicación tiende a ocultar algo más serio. La dificultad de expresión de una gran parte de la clase trabajadora y de la clase media inglesa es el resultado de una privación cultural sistemática. Se les ha privado de los medios para traducir lo que saben a ideas sobre las que puedan pensar. Carecen de ejemplos en los que las palabras clarifican la experiencia. Sus proverbiales tradiciones orales hace tiempo que desaparecieron, y, aunque están alfabetizados en el sentido estricto del término, no han tenido la oportunidad de descubrir la existencia de una herencia cultural escrita.
(...)
La forma de conversación más fácil -con frecuencia la única posible- es aquella relativa a la acción, aquella que describe la actividad desarrollada, ya sea como técnica o como procedimiento. (...) Dichas conversaciones pueden ser vehementes y cálidas y pueden dar lugar a amistades grandes y duraderas. La misma complejidad de los temas parece acercar a los interlocutores. Se diría que éstos se inclinan sobre el tema para examinarlo de cerca, hasta que, así inclinados, sus cabezas se tocan.
2.
Una cita re marxista y bonita:
Se suele creer que el sentido común es práctico. Pero sólo es práctico a corto plazo. El sentido común te dice que es una locura morder la mano que te alimenta. Pero sólo es una locura hasta el momento en que te das cuenta de que podrías estar mucho mejor alimentado. A largo plazo, el sentido común es pasivo, porque está basado en la aceptación de una visión periclitada de lo posible.
"Periclitar": estar en riesgo, en peligro. Decaer o declinar. Cito y googleo para ustedes porque RESISTIRSE ES FÚTIL es un servicio a la comunidad.

3.
No puedo parar de citar:
El sentido común constituye la ideología doméstica de aquellos a quienes se ha privado de unas enseñanzas fundamentales, a aquellos a quienes se ha mantenido en la ignorancia.
(...)
El sentido común es estático. Pertenece a la ideología de quienes son socialmente pasivos, de quienes no llegan a comprender jamás qué o quién ha construido y mantenido la situación en la que se encuentran. 
4.
A Fortunate Man es un libro originalmente publicado en 1966, es decir en otro mundo, en la Inglaterra de los años dorados, antes de la Crisis del Petróleo y el auge del neoliberalismo. John Berger hace un retrato literario y un ensayo de corte marxista-freudiano ligero sobre un médico rural, John Sassall, y su batalla de un hombre solo por mejorar la vida de una comarca atrasada de la campiña inglesa. Al principio del libro nos encontramos lxs lectorxs con una serie de crónicas sobre la labor de Sassall, encuentros con pacientes, diálogos, y con la fotos que sacó el fotógrafo suizo Jean Mohr (si fuera británico tendríamos un tercer John aquí). Todo muy lindo (de verdad). Pero suddenly, a la mitad de lo que parece fuera a ser una novela, el John Berger se pone a analizar, en profundidad, a la persona Sassall, a luz de muchas teorías psicoanalíticas y sociológicas, y se va por las ramas y el libro adquiere una nueva  profundidad que le da otro sentido y otro nivel. Me gustó mucho mucho. Es un gran libro para regalar a cualquiera.

5.
Cómo cambió el mundo de un tiempo a esta parte, eh. La sociedad capitalista de que la habla Berger en el '66 sólo fue de mal en peor. Todxs vamos a morir. Emoji de Sol.

domingo, 7 de abril de 2019

Antología del culo, de Adrián Melo

1.
"Textos de placer anal y orgullo pasivo" es el subtítulo de esta antología de fragmentos de prosa y poesía que se remonta a la Antigua Grecia y llega hasta la literatura argentina pasando por una buena variedad de lugares y fechas, bajo el leit motiv del sexo anal entre hombres. Más allá de algunas decisiones polémicas que procedo a criticar en el punto siguiente, el libro está buenísimo. Tiene como prólogo un ensayo erudito que analiza el lugar que ocupa el culo en las representaciones humanas ("Hay una característica común que enlaza las existencias de los gays con sus culos: en un principio es el insulto") y luego una selección muy bien surtida de autores clásicos y consagrados pero también de otros ignotos y traducidos en España, a muchos de los cuales no conocía, y el formato antología permite leer de corrido pero también de a un pedacito por vez: la pasás bien. Quiero conseguir El vampiro de la Colonia Roma de un mexicano Luis Zapata. También me interesó sobremanera lo que hay de un tal Hervé Guibert. Me hubiera gustado que de los autores dijera la nacionalidad, y también el año de escritura de los textos (en lugar de eso están los años de nacimiento y muerte y de edición de los libros en castellano, que no necesariamente son los años de escritura).

2.
Decisiones polémicas. Primera: en el ensayo erudito, que es erudito por registro y por citas de autor, al final hay un apartado en el que el autor (Melo) se pone romántico y recuerda a un ex. Innecesariamente autorreferencial, pero no me molestó. Sí me pareció más polémica, segundo, la decisión de incluir como anteúltimos textos de la antología dos de producción del propio autor, uno de los cuales no incluye sexo anal (rompiendo la decisión de la antología) y en el caso del otro, un cuento que aparece completo y que calca o plagia frases completas de un texto que aparece en la antología sólo algunas páginas antes (el de un tal Colm Toíbín). Yo venía leyendo de corrido y las copias se me hicieron evidentes. Todo bien con copiar pero que no se note tanto. Tercera decisión polémica, supongo que de la editorial: la foto gigante y pixelada del compilador en la última página del libro (la contra-contratapa, no sé cómo se llama). Nada grave, pero me hace ruido.

Prisión perpetua, de Ricardo Piglia

1.
Dos son las novelas cortas que componen este libro: Prisión perpetua, y Encuentro en Saint-Nazaire. Las dos a su vez están conformadas por muchos micro relatos que se cruzan y confunden. Ha de haber fanas de Piglia que leen a Piglia con la atención que requiere. Yo lo disfruté mucho pero creo que nunca podré contarle a alguien "de qué se tratan" estas dos/varias/múltiples historias.

2.
Hay evidentemente un mundo de escritores argentinos interrelacionados entre sí, no sé cúal sería la genealogía pero arriesgo que viniendo del inefable y nunca Nobelizado J. L. Borges pasamos por Piglia para llegar a por ejemplo el Fresán de La velocidad de las cosas, y más acá en el tiempo la señora Pola Oloixarac. Seguro que todes ustedes ya lo sabían a esto pero yo no lo tengo tan leído a Piglia, sólo había incursionado en Plata quemada pero está buenísimo pero es otra cosa, no es borgeano (en todo caso walsheano).