martes, 20 de noviembre de 2018

Vida de Quinquela Martín, de Andrés Muñoz

1.
Anduve investigando a Quinquela Martín para un simpático programa de televisión que ahora está próximo a terminar de post producirse (realizado por NUDO Colectivo Audiovisual, persigan nos en las redes para más noticias) (me encanta porque me creo que este es un foro de actualidad y no el archivo de mis lecturas en el que bucearé cuando sea viejo, si sigo vivo, si sigue viva la Internet, si sigue vivo Blogger y si sigue vivo Google, B''H). Primero leí esta cronología y biografía de reciente publicación, y me mandé tremenda reseña, este no va a ser el caso así que vayan para allá.

2.
Y después, o mientras tanto, leí este otro libro, la autobiografía novelada que Quinquela aceptó escribiera en su nombre el periodista Andrés Muñoz en 1948, en la que el pintor habla en primera persona (es loco eso, pero parte de una justificación en un prólogo que sí firma Quinquela: "me animé a contar en sucesivas conversaciones lo que buenamente fui recordando; pero a condición de que fuera otro quien asumiera la responsabilidad de dar forma escrita a mis recuerdos, ya que obligarme a escribir a mí sería como si yo pretendiera obligarles a pintar a ellos"). Le quedaban unos veinte años de vida al pintor de La Boca que había nacido en 1890, pero es como si los hechos se terminaran para esta época. Lo que le quedó por hacer desde entonces y hasta su muerte en 1977 fue visitar provincias argentinas, fundar alguna cosa más, juntarse a comer fideos con sus numerosos amigos varones y sus escasas amigas mujeres, recibir premios a la trayectoria, casarse con la secretaria y morir. Así que la novela va desde su nacimiento hasta sus años de filántropo a orillas del Riachuelo, con un énfasis en su infancia y juventud pre-fama y en sus viajes de exitoso y meritocrático argentino en el exterior en sus numerosos viajes de los '20. Necesito un buen presupuesto y te hago alta peli con esos años de Quinquela. Pero tiene que ser algo así medio Gran Hotel Budapest.

3.
Mi edición es de 1966 (es una versión abreviada de la publicación original, que se había titulado Vida novelesca de Quinquela Martín) y viene firmada por el propio Quinquela en ese año de 1966 en el que tenía 76 años si mis cálculos no me fallan. La rúbrica del maestro no debe ser algo muy difícil de encontrar, porque el libro lo compré por módicos pesos en mediocre librería de usados a través de usuraria plataforma web. 

¿A Carlos Tesieri no le importó nada que se lo hubiera dedicado Quinquela, o fueron sus hijos que no tuvieron corazón?


4.

Hay muchas citas buenas en la novela, que de hecho está bastante bien escrita y reviste no poco interés, aunque le puede quedar un poco alejada a quien no dimensione el peso de quien probablemente haya sido el pintor más importante social y políticamente de la Argentina (no digo artísticamente porque ahí hay debate para rato y no creo que lo haya sido). Importante políticamente no por sus posturas políticas, como lo podría ser un Carpani o alguno así (o Luis Felipe Noé, o etc.), sino de hecho haciéndose el apolítico y siendo un poquito facho. Lo dejo acá porque da para largo, pero yo a Quinquela lo quiero aunque sea facho, mirá lo que te digo.

miércoles, 14 de noviembre de 2018

Historieta LGBTI, de la Editorial Municipal de Rosario

1.
Tercera antología de cómics que publica la Editorial Municipal de Rosario, después de las muy redituables (para lxs lectorxs digo: precio/calidad/cantidad) Informe y El volcán. Las otras dos habían sido editadas por José Sainz, y esta no, esta viene firmada por la Dirección de Diversidad Sexual de Rosario. Los diez cómic que componen el libro ganaron un concurso nacional y fueron seleccionados por un jurado integrado por Mariela Acevedo, el rosarino Max Cachimba y el periodista-crítico-figura pública Diego Trerotola, y lxs autorxs son casi todes argentines (menos, que yo sepa, La Watson, que es colombiana pero vive acá). 

2.
No sé si había orden de mérito, pero el que más me gustó fue el primero. Gana puntos por todo: guión, dibujo, cinematografía. Vieron que la historieta es muy parecida al cine: básicamente un storyboard es una historieta sin globitos. Y lo que emparenta las dos artes es la idea de encuadre. En esta historieta (la primera, "Fabulosa el Dorado", de Sukermercado, alias de Paula Suko), el encuadre lo es todo, y en especial en el gran final. La pueden leer entera, acá.