domingo, 30 de julio de 2023

¿Qué hacemos con Menem? Los noventa veinte años después, de Martín Rodríguez y Pablo Touzon (comp.)

 1.

Todo empezó por una columna del poeta del periodismo político con nombre de prócer Martín Rodríguez en La Política Online. El título era "Menem: Un busto ahí", corría el año 2018 y el ex presidente surcaba una senaduría casi vitalicia en nombre de su provincia y un montón de entradas y salidas de terapias que todavía duraron unos años más. La columna en cuestión proponía, palabras más palabras menos, pensar el menemismo pero corriéndose de la pedagogía del anti-menemismo que fue y creo que todavía es hegemónica, no para reivindicarlo, pero sí por lo menos para entender qué lo sostuvo 10 años en el poder (y por las urnas). La conclusión, sin releer y de memoria, iba por el lado del "derecho al consumo" que el gobierno de Menem instauró sin satisfacer y luego el de Kirchner satisfizo en los años del viento de cola ("Frávega y derechos humanos" en palabras de Rodríguez). Los dos autores/compiladores ya firmaron juntos otro libro, La grieta desnuda: el macrismo y su época, que reseñamos debidamente. Éste se propone lo que su subtítulo indica, pero convocando a otras quince personas para que ensayen su firulete intelectual al respecto. O sea, es un libro de ensayos breves.

2.

Editado por Siglo Veintiuno junto a la revista Panamá, el libro reúne a doce autores y tres autoras, además de los textos de Rodríguez y Touzon que son uno de cada uno (abre Touzon, cierra Rodríguez) más un prólogo de ambos. Los nombres son más o menos los que uno encuentra en Panamá, pero algo que se nota (y destaca en el prólogo) es que no tienen lxs autores la misma ideología, ni la misma óptica sobre Menem y su gobierno y su época. Tampoco tienen todxs la misma edad. Y quizás lo más interesante, se ve que no les bajaron línea de los temas, porque hay de todo: el análisis de Natanson es puntualmente sobre el surgimiento de ANSES y AFIP, por ejemplo, mientras Borovinsky desgrana la teoría de Francis Fukuyama y el supuesto fin de la historia, Lorena Álvarez vincula Buenos Aires No Duerme con CQC y Matías Matarazzo se centra en la escena poética de Bahía Blanca. 

3.

Y después lo curioso del asunto es que es un libro-droga (un concepto de este blog), o sea tenía más ganas de leerlo que de scrollear instagram, hasta que lo terminé. Rarísimo en mí, que me pase eso con un libro de ensayos. Se lo adjudico quizás al formato de ensayos cortos: terminás uno y al toque querés ver de qué va el siguiente, y en dos sentadas lees el siguiente y ya entonces estás empezando el tercero en la segunda sentada y así. Buena falopa.

4.

El mejor es el de Semán, que pasa del análisis conceptual a la primera persona y de pronto Menem le habla (volví a leer para atrás, ¿Menem le habla, entendí bien? Sí) y se convierte en personaje.

miércoles, 26 de julio de 2023

El día que apagaron la luz, de Camila Fabbri

 1.

El famoso "libro sobre Cromañón" que muchas amigas y amigos de mi entorno leyeron en el último tiempo, y del que mucho se ponderaba el panorama de época -la identificación de mis congéneres con las menciones a Fotolog, los y las rolingas, el Locuras de Once, el Normal 1 y fumar porro enfrente, en Aguas Argentinas- primero no me hizo mella. Es un libro raro, tardé en entender el dispositivo (entre la ficción basada en hechos reales y la investigación con entrevistas, entre el periodismo y el discurso directo más literario) y mientras lo leía estaba más preocupado por entender qué era, si tenía cuatro patas y ladraba o más bien hacía cuac. Pero entonces, un día estuve como dos horas en una guardia, leyendo, y cuando Manuel se encuentra con su mamá en la esquina de la casa, a las 6 de la mañana, a medio vestir y con la cartera colgando porque lo estaba saliendo a buscar, lloré en el subsuelo del Italiano. Y dije ah, ok. De esto se trataba el asunto.

2.

No es un libro perfecto, es más bien imperfecto, o sea no te pega la cachetada literaria (salvo a veces, como en el caso que cuento, o en el capítulo del obstetra que me pareció el mejor), y además el final está más bocetado que logrado, pero es un buen libro, es auténtico (es decir, le creo, a ella, eso, lo que le pasa con Cromañón, lo que volcó en el libro) y se merece el alboroto. Creo que ahora quiero leer sus cuentos, porque es lo primero que agarro de Fabbri.

jueves, 13 de julio de 2023

En coma, de Alex Garland

 1.

Un libro bastante pavo y que se lee muy rápido merced a que tiene dibus (grabados) y mucha pausa activa, página en blanco, usw. Es una novela (pero si hubieran sido más estrictos con el uso del papel, sería una nouvellette) de este muchacho británico que primero fue sólo escritor (su primera novela es La playa, llevada al cine por Danny Boyle con Leonardo Di Caprio en la que según mi recuerdo es la inmediata posterior de Titanic), después también fue guionista (se estrenó en ese rubro con la buenísima Exterminio -28 Days Later- también dirigida por Danny Boyle) y finalmente empezó a dirigir además de escribir, con la también buenísima y libre de Dannys Boyles Ex Machina de 2015.

2.

Yo no sé cómo sueña la gente, pero el mundo onírico de En coma es el más aburrido posible. El tipo sueña con la vida, más o menos como es. Ta bien que un día sueñes algo verosímil, pero si hacés un libro donde el tipo no se puede despertar y se da cuenta que está en un sueño y empieza a recorrer escenarios, ¿algo, alguito más rari, no? ¿Una levitadita, algo por el estilo? Y en el mismo sentido: si todo tu libro sucede adentro de un sueño, ¿eso no afecta la forma en que está escrito? Tiene la prosa más ble posible, salvo quizás en la parte de la oscuridad, esa parte está mejor.

3.

Y no me hagan hablar del apartado "ciencia". Nada usó, siendo un libro con una premisa que lo permitiría. Ni una gotita de Freud. Ni siquiera alguna de esas reglas de los sueños de la ficción yanqui tipo Batman que indican que en los sueños no podés leer, o no podés mirarte las manos.

4.

Mi veredicto es: amenidad e intrascendencia. Que vivan Sandman y Randolph Carter. 

martes, 4 de julio de 2023

Sarna, de Carlos Trillo y Juan Sáenz Valiente

 1. 

Una historieta reeditada, que originalmente salió en 2004 como un encargo francés a Trillo para que ilustrara un jovencísimo Juan Sáenz Valiente, que según me dijo el comiquero, hacía con éste su primer trabajo. En formato enorme, a todo color y con un papel fantástico, con guión del mejor guionista de historietas que tuvimos y esos dibujos que parecen pinturas pero también el Day Of The Tentacle, esta historieta sería un must si no fuera porque todo lo que cuenta es tan sórdido y terrible que no sé si prestarsela a mi papá -perenne segundo lector de todas mis adquisiciones en cuadritos-.


Mansión Maniática II: Día del Tentáculo.

2.

Estuve toda la historieta esperando que el final me diera cierta satisfacción que compensara los malos tragos, pero -seguramente con verdad- no me la dio. Acá pueden encontrar una reseña mucho más sesuda que esta. Adiós.

Aldo Rico hace un cameo en una página iluminada como la san yuta.