miércoles, 30 de mayo de 2018

Yo contra el mundo, de Esteban Podetti

1.
Los 10 pesos mejor gastados del 2018. En algún momento del verano me compré, en una librería que está en Santa Fe y Ecuador, muy vieja, toda de usados, este libro de Podeti que estaba en la mesa de los saldos más saldos de todos, a diez pesos (¡diez pesos! a comienzos de 2018). Casi me compro también uno tipo La dueña (el libro de Wiñazki, no la novela con la Señora) por el mismo precio pero decidí que no. Cuestión que había varios. Búsquenlos antes de que vaya yo a comprar todos para ponerlos en Mercado Libre a 20 o quizás incluso a 25.

2.
Podeti es un humorista gráfico dibujante autor no sé cómo preferirá ser denominado. Hace todos chistes buenos y si no saben quién es googleen. Resulta que tiene un blog, que nunca había leído, y que en 2012 una editorial le editó (es lo que hacen las editoriales) un libro físico de papel con una selección del mencionado blog. Como yo no sabía que existía, y es mucho mejor leer en papel que en la compu, y además me salió 10 pesos, y Podeti hace todos chistes buenos, entonces yo re gané y ustedes no.

3.
Me compré ejemplares para vender, hay inflación, están 100 pesos. ESTO ES POSTA, si quieren uno me lo piden. Bye. 

sábado, 19 de mayo de 2018

Nunca seré millonario, de Antolín

1.
En 2010 descubrí este blog de 2008 en el que Antolín posteó 11 poesías (o poemas, ¿cuál es la palabra que no se usa y por qué?) y yo escribí más que una reseña, una recomendación, acá. Este libro que ahora reseño, editado por Pánico el Pánico, es de 2012 e incluye textos de otros cinco libros o fanzines, entre otros el mencionado. Ahora yo lo leo en 2018. Alguien que haga numerología con todo lo que dije.

2.
Antolín es un artista de esos que hacen todo bien, y ahora cada vez menos tapado, aunque nunca llegue al mainstream (no sé si querrá, aunque se lo merecería). El tipo hace sus canciones, escribe hermoso, y también dibuja (vénase las tapas de sus discos en el link anterior), y en todas las ramas de su producción artística mantiene una coherencia estilística notable. Le falta filmar. Algún tiempo atrás, los El mató a un policía motorizado, esos chicos que Spotify no quiere que no escuches y que los chongos cantan en sus bicicletas después de jugar al futbol, es decir esa banda mainstream, covereaban a Antolín, capaz lo siguen haciendo. Con esto quiero significar, sin perjuicio para El mató, que Antolín podría apuntar a las grandes ligas del reconocimiento pero no sucede, no sé si no quiere o no pasó aún. También está detrás del gran hit de Galería Editorial, como dibujante de todo el libro suceso ¿Dónde está Perón?, que yo aún no pude adquirir por la macrisis pero que pronto espero tener.

3.
El librito este que leí yo ahora, que no sé si se conseguirá, es muy bueno. O sea, Antolín es muy bueno escribiendo. Me gustó especialmente el último subtítulo, que en la nota de apertura se menciona como "Quiero ser millonario" y en el subtítulo del índice como "Nunca seré millonario" (interesante furcio editorial), porque los poemas se vuelven textos en prosa, casi cuentos, aunque lo que prima en ellos es la construcción de mundo antes que las acciones o los personajes. Me dieron ganas de que Antolín escriba una novela, sería hermosa.

4.
Acá más poemas de Antolín.

jueves, 17 de mayo de 2018

Si una noche de invierno un viajero, de Italo Calvino

1.
DESBLOQUEO MÁGICO DEL BLOG LISTOS YA
Este lo terminé de leer en mayo de 2018 y ya estamos terminando marzo de 2019, es el eje de todos los males de este blog y lo voy a reseñar ya, como me acuerde, sin ninguna responsabilidad intelectual o de forma: Italo Calvino es un tipo que no te defrauda, vos agarrás un libro de Italo Calvino y sabés que va a ser mínimo un 8.50. No sé por qué tardé tantos años en leer este libro con este hermoso título que compré en la calle en Chile en el año 2013, pero bueno, yo soy así, tardador como podemos observar. Leí esta novela creo que en su totalidad en viajes en tren hacia y desde el partido para nada facho de San Miguel, y toda la novela tiene algo de ferroviaria, empezando por el dibujito de la tapa claro. La novela empieza diciendo que "estás a punto de empezar a leer la nueva novela de Italo Calvino, Si una noche de invierno un viajero. Relájate. Concéntrate. Aleja de tí cualquier otra idea. Deja que el mundo que te rodea se esfume en lo indistinto". Resulta que en este caso, el insoportablemente ingenioso escritor italiano fallecido decidió escribir toda su novela en segunda persona del singular (o sea te habla a vos, o en realidad a tí, todo el tiempo). Empieza así como les digo, primero en imperativo, pero luego se acomoda a un pretérito imperfecto que permite que la novela sea una novela, pero sin dejar la segunda persona. Re Cortázar, Calvino. Re Calvino, Cortázar. Abro un paréntesis - ( - para decir que el noruego Karl Ove Knausgard -imaginen un circulito encima de la segunda a - en un momento de su segunda novela dice que a alguien le gustaban autores como "Calvino, Borges, Cortázar" y yo me emocioné de compartir mi opinión con ese gran escandinavo, - ) - cierro paréntesis. La novela se trata de que el lector -o sea tú- se compró la novela de Calvino y la empezó a leer, pero en determinado momento se da cuenta de que le vendieron otro libro, con la misma tapa, el libro equivocado -e inconcluso-. Fascinado con el libro que compró por error, busca desesperadamente el título original para encontrar un ejemplar completo y poder leerlo, pero con el siguiente libro pasa lo mismo: consigue un segundo libro equivocado disfrazado como el verdadero primer libro equivocado (¿me estoy explicando? Yo no soy el complicado, fue Calvino). Esta incansable búsqueda del libro verdadero habilita una concatenación de relatos interrumpidos, porque en la novela de Calvino tenemos la historia del lector y a su vez cada historia -en reported speech- dentro de cada nuevo libro errado, que siempre se interrumpe en un punto de giro. Yo adivino que Mariano Llinás tomó de acá, de esta propuesta de relatos que se terminan donde deberían seguir -convirtiéndose de principios de novelas en cuentos con final abierto-, la idea para la película La flor. Pero capaz no, ni idea la verdad. Yo la tiró, total.

2.
Si una noche de invierno un viajero es entonces: muy divertida, muy subrayable, un poco despareja pero a prueba de balas, otra novela de Italo Calvino. 

viernes, 11 de mayo de 2018

Querido Nicolás, de Pablo Pérez

1.
Voy tan retrasado con las reseñas que hoy es 2 de enero y este libro lo terminé de leer el 11 de mayo (!). Es una catástrofe, una desgracia, es el acabose. Pero RESISTIRSE ES FÚTIL ® se debe a su público inexistente, y yo me manejo mejor con deadlines, así que voy a tratar (voy a tratar) de entregar al ciberespacio las 29 reseñas acumuladas en el pozo vacante de este gordo de navidark con cara de dos mil dieciocho antes de que nos volvamos calabazas el mes dos de dos mil diecinueve.

2.
De Pablo Pérez la estadística me arroja que vengo leyendo un libro por año. En 2016 leí Un año sin amor, novela/diario en la que se basó Anahí Berneri para filmar su ópera prima, esa que me calentó tanto en mi juventud temprana. En 2017 leí El mendigo chupapija, a la respectiva reseña les remito. Y ahora en 2018 (ahora pero hace unos meses, hoy es 24 de diciembre) me zampé esta novela epistolar intitulada Querido Nicolás, editorial Blatt y Ríos, 268 páginas, 2016. Me acuerdo que en esa época borrosa de mi vida, mayo del 2018, yo estaba trabajando de encuestador en el partido de San Miguel, me ponía camisas a cuadros y me tomaba el tren San Martín, leía a Pablo Pérez y me hacía videoselfies en Instagram. Qué tiempos aquellos.

3.
Ya no sé qué es ficción y qué es realidad, pero esta novela empieza con una dedicatoria al querido Nicolás, por haber conservado estas cartas. Así que puede que todo sea cierto, o puede que no. Querido Nicolás consiste en una colección de cartas, todas escritas por Pablo Pérez (o un ficticio Pablo Pérez, que en todo caso es el mismo personaje de Un año sin amor) en París entre 1989 y 1992, y todas remitidas a su querido Nicolás en Argentina. El Pablo del libro viaja a París, sin un plan prefijado más que encontrarse con un amor, y se termina quedando, renuente a volver a la Buenas Aires de la hiperinflación. Se queda en París, que más luego será Madrid, buscando trabajos, viviendo en buhardillas, cojiendo con muchachos y escribiendo.

4.
Es un libro muy hermoso. El género epistolar, que en este caso es epistolar unilateral, le otorga al narrador la libertad de dejar historias inconclusas, temas en el aire, intrigas sin resolver, así como también de saltar de tiempo y espacio, de épocas en que el protagonista cuenta sus penurias a súbitas épocas de buena fortuna en el dinero y en el amor, sin puntos de quiebre o de giro como hay en la literatura o el cine pero no en la vida real de la realidad real. Por momentos recuerda a La montaña mágica, en las largas estancias hospitalarias del protagonista, en el tono de bildungsroman de toda la novela. Por momentos se vuelve cotidianista. Y por momentos se vuelve mega sexual y excitante, como en el episodio del peruano, uno para el recuerdo.

viernes, 4 de mayo de 2018

Siddharta, de Hermann Hesse

1.
Si bien se deja leer, el clásico universal del nobelizado Hermann Hesse es en gran medida un bodrio. Los giros de la historia son predecibles, Siddharta es siempre perfecto como un dios, y si bien la novela dice que Siddharta aprende cosas, no constan esos aprendizajes, ni se justifican las declaraciones de perfección que Hesse atribuye a sus personajes. La única mujer es una prostituta, aunque para ser justos con Hesse es una prostituta buena, y la relación de Siddharta con su amigo Govinda no puede ser más gay (siempre lo mismo con vos Hermann, sacá a tus personajes del clóset de una vez). Así que, en definitiva, una gilada la novela. Pero lo bueno es que leí un clásico así que me sube la barrita de cultura, además leí otra novela del nobelizado éste así que más aún porque Nóbel, y lo más importante, leí/taché otro volumen de mi colección COMPLETA de Club Bruguera y ahora estoy más cerca del Nirvana.