sábado, 31 de diciembre de 2022

El obsceno pájaro de la noche, de José Donoso

 1.

Qué libro complicado: cuando promediaba la lectura, pensé en crear esta entrada para decir eso. Este fue mi año de lector de Donoso, me volví fan del boomer chileno (ya me ganó el año pasado con la joya infinita que es El lugar sin límites) y después de tres hits infalibles (la mencionada, Este domingo y Coronación) me compré en noviembre, en Mar del Plata, la que muchos consideran su obra maestra. Que es este libro, El obsceno pájaro de la noche. Medio que lo empecé de inmediato, y si bien durante su primer tramo me compró totalmente, en un momento me empezó a perder. Creí que Donoso estaba meando fuera del tarro. Por supuesto perseveré, un poco porque no me gusta abandonar los libros y otro poco porque necesitaba saber qué pasaba, y lo bien que hice, porque ya estoy adentro de nuevo, fan de Donoso como el que más. Me di cuenta que vengo leyendo a Donoso en orden cronológico o casi, así que ya me compré en la plataforma del macrismo virtual, el quinto libro que vendría a ser Tres novelitas burguesas.

2.

El problema con El obsceno pájaro de la noche pasa por dos lados. Por un lado, es un libro de 456 páginas (el doble que cada uno de los anteriores) pero en el que casi todo el tiempo somos víctimas de una catarata de monólogos internos en los que los punto y aparte se hacen desear. Onda El entenado de Saer. Entonces la lectura es densa como dulce de leche, las 456 páginas parecen 1112 (hay momentos de diálogos, pero no son los más) y todo requiere una inversión de tiempo muy abigarrada, que contrasta con lo fácil que se leen los tres libros anteriores, que tienen la liviandad de un folletín. Este es un problema práctico, no estético. Creo que la forma correcta de leer este libro es en largas sentadas de a muchas decenas de páginas por ves, en lo posible de a capítulos enteros, lo que la hace más apropiada para largos viajes en transporte público o para lánguidas tardes de reposera frente al río Salado que para lecturas en el baño (mis preferidas) o en cortos traslados subterráneos a Plaza de Mayo (mis habituales).

3.

El otro problema sí es estético, y es que por momentos decís "No entiendo nada". No porque no se entienda la historia, a pesar de que tiene un millón de capas, sino porque no se entiende la cronología, y ahora que la terminé puedo afirmar que es debido a que está rota, reventada, imposibilitada de defenderse. Las más fuertes incoherencias en la cronología, y sin explicación, son: el Mudito encontrándose con Boy en la comisaría a las 200 páginas, cuando Iris lo echa a la calle -pero después pareciera no haber salido nunca de La Rinconada-; Azula y Emperatriz por Santiago pensando en irse a Suiza y encontrándose con el Mudito hacia el final, cuando en teoría ya habían creado su sanatorio en Suiza; y claro, la parte del sanatorio, cuando el Mudito está o cree estar internado. Muchas cosas están fuera de orden pero al final encajan, y muchas otras no. Sin embargo, no importan, les aviso ahora. Y hay algo que dice Donoso en un texto posterior, que se incluye en mi edición del libro, que le da el derecho a todo: 

"Un universo construido sobre la falsa premisa de la paralógica tiene la clara ventaja de ser autosuficiente. No tiene que rendir homenaje a la realidad, sino que vive por sí mismo y de sí mismo: no tiene que 'funcionar' en relación con cosa alguna, sino sólo de acuerdo a reglas establecidas en el universo postulado de la novela (...) un reconocimiento a la dinámica de lo inconsciente, capaz de producir una coherencia que, me gustaría creerlo, yace más allá -y quizás detrás- del tiempo, fraccionada y reconstruida en un todo".

4.

Contar la trama es un bolonqui y además para qué, pero créanme que es espectacular. Hay de alguna manera tres mundos en la novela, y para mí el mejor lejos es el de la Casa de Ejercicios Espirituales de  la Encarnación de la Chimba (y también para Buñuel, que casi hace la película pero sólo le interesaba esa parte). Lo que sí me parece copado contar acá es cómo llegué a este libro: por un lado, porque vengo leyendo a Donoso y es todo bueno, pero en este caso me interesé en este en particular cuando escuché a Mariana Enríquez charlando con Rebord. Decía la Enríquez que en Latinoamérica tenemos una tradición de escribir terror sobre mitos europeos (lobos, vampiros) y que está poco explorada la mitología de por acá. Que por ejemplo al imbunche lo encontró primero en La cosa del pantano de Moore, cuando es un mito mapuche. Que en literatura latinoamericana sólo lo había visto en El obsceno pájaro de la noche de Donoso. Así que por el imbunche llegué a este libro. Qué miedi.

miércoles, 14 de diciembre de 2022

Disparen al humorista, de Darío Adanti

 1.

Mar del Plata, mesa de saldo, reconozco el nombre del autor como uno de los entrevistados en el podcast Comedia -es un humorista español de larga trayectoria, una especie de Dolina ibérico por lo que intuí en la entrevista-. El libro en cuestión se trata de una historieta, así que, no se hable más, me la compré junto con otros dos libros que probablemente nunca lea para llegar al valor promocional. 

2.

Sin embargo, ahora que la leí, entiendo por qué la mesa de saldo. O sea: está bien, no está mal, pero tampoco es para que Planeta imprima 3000 ejemplares en Buenos Aires. El libro lleva el subtítulo de "Un ensayo gráfico sobre los límites del humor", y es eso que se indica. El problema que tiene es que, si bien este señor dibuja y pinta muy bonito (el estilo me hizo acordar mucho a Liniers cuando usa pinceles, onda tapa del disco de Kevin Johansen), casi no está aprovechado el asunto gráfico, las más de las veces las páginas muestran a dos personajes teniendo un diálogo en el que se baja la data ensayística, y para eso bien podíamos leer un texto que es más fácil. Tiene algunas cosas historietísticas, pero no terminan de justificar la decisión. Después, lo que es el ensayo en sí, un poco reiterativo. Me gustó el final, la idea de que para salvar al humor de la corrección política hay que convertirlo en una religión. Y también me gustaron las páginas con retratos de filósofes.


3.

Lo que más me molestó fue la traducción parcial del castizo al argentino. El ejemplar que compré yo dice estar impreso en la Ciudad Autónoma, por lo que me imagino que es la edición argentina de un libro español -aunque no está indicado-, y bastante rápido te encontrás con que un personaje utiliza el vocablo "boludazo": desde el vamos, prefiero si estoy leyendo a un autor español que el personaje diga gilipollas, pero más aún me enoja que me traduzcas gilipollas por boludazo si después en vez de cáscara de banana me encuentro con una piel de plátano, estamos todos locos o el "traductor" se durmió a mitad de su trabajo. Me cache en dié. 

lunes, 5 de diciembre de 2022

Todas las bicicletas que tuve, de Power Paola

 1.

La leí dos veces seguidas. La primera lectura, muy lento, con mucho intervalo entre los capítulos. Y después de terminar, de inmediato la empecé de nuevo, porque si bien hay capítulos (que son las bicis, claro está), es una novela gráfica con una continuidad, dentro de su estructura deforme. La segunda lectura fue en dos sentadas. Quería que fuera en una, pero no llegué. El libro está precioso. Aguanten Power Paola y andar en bici.




sábado, 26 de noviembre de 2022

Robin Wood: una vida de aventuras, de Diego Accorsi, Julio Neveleff y Leandro Paolini Somers

1.

La biografía autorizada del guionista de historietas (quizás) más prolífico del mundo. Creador de una lista absurdamente larga de personajes que incluye a Nippur de Lagash, a Dago, a Gilgamesh el Inmortal (a este en realidad lo creó la mitología sumeria pero bueno). Un tipo a quien, por vía paterna, leí en mi infancia y adolescencia, creyendo o que no se llamaba así, o que era un nombre que englobaba a varios autores. Bueno, no: Robin Wood se llamaba así en el documento, era paraguayo descendiente de escoceses y australianos, y su vida fue una aventura del estilo de las de sus personajes, o así eligió narrarla. Se crió en una colonia socialista. Fue pobre. Tuvo un golpe de suerte con un guión de historietas y cuando la pegó se fue a viajar por el mundo con una máquina de escribir, mandando sus guiones desde los lugares más inesperados del globo a la ahora extinta editorial Columba, que le publicaba todo, muchos títulos al mismo tiempo. 

2.

En este libro, impreso de puta madre y lleno de fotos y tapas y cuadritos, los autores decidieron cederle la palabra al biografiado, así que no sé si con textuales de entrevistas o parafraseando, el que habla es Wood. Lo supieron hacer entretenido, aunque por momentos las anécdotas se pisan y se vuelve redundante. Lo que más me flashó fue enterarme de la posición política de Wood (supuestamente apolítico, anarquista, en los hechos opuesto a los historietistas politizados de izquierda de nuestro país como Oesterheld, Prat, Trillo y Saccomanno). Parece que una grieta se ciñó en el mundo de la historieta a comienzos de los '80s, entre las historietas "intelectuales" y las historietas "populares", de las que Wood era el principal referente. Las intelectuales onda revista Fierro se imprimían en tiradas más cortas y eran obviamente más elaboradas. Las populares se publicaban en revistas largas, eran muchas veces la misma historia, pero te duraban más, y las leía mucho más público. Hoy, cuando las historietas sólo se compran en formato libro, casi exclusivamente se consiguen en ferias o locales y sitios especializados  y las grandes revistas y editoriales de historietas duermen el sueño de los justos debajo de los escombros del neoliberalismo, todo esto me suena a utopía. Ojalá tuviéramos el problema de la grieta entre historietas populares o intelectuales.

3.

De más está decir que debe estar llena de mentiras la biografía esta, pero qué más da. 

4.

Me despido con un deseo, aunque la vea difícil: que con el mismo amor con que la editorial El Ateneo publicó esta biografía, se ponga a reeditar las series de Columba, todas, hasta el último número, con los títulos que sólo salieron en Italia y todo. Dejo mi súplica flotar en el ciberespacio.

lunes, 14 de noviembre de 2022

La vuelta al perro, de Cynthia Rimsky

 1.

Una pequeña joyita chiquitita y monona este libro que me regaló la señora Laura Preger por mi natalicio de este año que se acerca a su cenit. De verdad, me sorprendió tremendamente la prosa aguda y contundente de esta otra señora, Cynthia Rimsky que, ¿dónde estaba? ¿por qué no la había sentido nombrar? ¿se debe sólo a mi ignorancia?

2.

Por el nombre, obvio, pensé que era yanqui, y por el diseño del libro (muy monono) de la editorial Tenemos las máquinas pensé que sería una pendeja. O sea, pensé que era una pendeja yanqui, quizás moderna. Pero no, es una señora hecha y derecha, nacida en 1962, cuatro años más joven que mis xadres. Y es chilena, de origen judío europeo, afincada en Argentina desde hace una década en algún lugar que por el libro deduzco queda cerca del Partido de la Costa, Villa Gesell o similar. Y tiene más libros, que habré de buscar.

3.

La vuelta al perro se presenta como un libro de ensayos sobre arte, o por lo menos está incluido en una colección que se presenta como de libros de ensayos sobre arte, aunque para mí es un libro de crónicas. Crónicas que muchas veces abordan cuestiones relacionadas con el arte, o con la filosofía del arte, pero no siempre. Son crónicas pandémicas de la vida de Cynthia y "la carpintera" (muy tarde entendí que el personaje de la carpintera es obviamente la pareja de la escritora) viviendo en un pueblo bonaerense, en una casa a la que aún queda mucho por hacerle. Se habla de la casa, de los y las vecinas. Algunos textos tienen un párrafo, otros varias páginas. Algo me hace acordar a la prosa de los ensayos de Forn. Algo a Tamara Tenenbaum, ese estilo para entretejer relatos en uno solo pasando de un al otro sin solución de continuidad. Para mi sorpresa, hay un capítulo donde se habla del Talmud (amé), otro sobre Pesaj. Hay un cuento (un texto, un ensayo, una crónica) un poco de terror que creo que es el mejor ("Calle sin salida"). 

4.

Es un libro para regalar. Yo ya tengo una amiga en mente a la que le va a encantar.

martes, 8 de noviembre de 2022

La ciudad, de Mario Levrero

 1.

Hace muy fácilmente 12 años, puede que 15, María Rosa la mamá de Darío tenía en su biblioteca esta cajita de Debolsillo con tres novelas de Levrero que estaban agrupadas como la "trilogía involuntaria". Me acuerdo que fue ahí que la vi y la deseé, y seguramente gracias a algune de mis amigues empleades de librería fue que me la compré con descuento. La cuestión es que nunca los leí, ninguno de los tres libros, hasta ahora, fines de 2022 en la ciudad de Mar del Plata, durante el viaje en micro y los primeros días del Festival Internacional de Cine de ídem. Siguiendo con la vida de los objetos, no soy el primero que lee este libro (este ejemplar en particular) porque recuerdo que Mariano lo leyó, diría que en un viaje, hace muchos muchos años, así que no estaba ahí esperando tristemente su turno. Porque para mí los libros son como los juguetes de Toy Story, están esperando que los lean. 

2.

Little did I know un par de cosas sobre esta novela. Primero, que es la primera de este autor, Jorge Mario Varlotta Levrero. La publicó en 1970. La escribió con 26 años. Y las otras dos novelas de la cajita, París y El lugar, son sus segunda y tercera novelas. Ahora me vengo a enterar. Segundo: que es Levrero jugando a Kafka. Según el prólogo, explícitamente. Dice Ignacio Echeverría en el prólogo que Levrero leía El castillo de Kafka y escribía La ciudad al mismo tiempo.  Así que es como un remix uruguayo de El castillo. Nunca leí El castillo pero sí El proceso y se nota la cuestión kafkiana. 

3.

De la trama no hay nada que decir, porque mejor no decir nada. Con lo de Kafka ya estamos hechos. Puedo aclarar que es más gracioso que angustiante, difícil de encasillar en un género literario, entretenido, neurótico en su prosa, divertido, un plato.

4.

Este es el octavo libro de Levrero que aparece en este blog,. Acabo de releer mis reseñas anteriores y en 2019 me dejé una nota a mí mismo que ahora replico en 2022: "No te olvides de leer a Levrero para siempre".

lunes, 24 de octubre de 2022

Estrechamente vigilados por la locura, de Héctor Anabitarte

 1.

Hermoso. El libro y todo lo que lo rodea: el autor, la publicación original, la reedición, la época que narra y de la que se yergue como testimonio (se yergue, :-) ) Podría haber sido que lo interesante era el contexto y punto, onda valor de documento histórico, pero no, por suerte el libro también se sostiene sólo, sin contexto, como un hermoso cúmulo de cuentitos, cartas, poesía, anécdotas, deseo sexual, frustración ídem, militancia, ridículo, exilio, fiesta, todo mezclado. Hablando de eso, me dieron ganas de leer Baños, fiestas y exilios, del que este libro es fuente en grado sumo según pude saber. 

2.

Cuál es el contexto, la hago corta: el autor es uno de los fundadores del FLH, Frente de Liberación Homosexual, una de las primeras (creo que la segunda) organización por los derechos LGBT en Argentina y la más prominente, de la que formaron parte un montón de nombrazos como Perlongher, Matamoro, Puig y el ahora detestable Sebreli. Creo que incluso Anabitarte estuvo en la primera de todas, de la que el FLH fue heredero. Debido a su militancia comunista, sindical y por los derechos de los homosexuales, se dio al exilio cuando el golpe del '76, y publicó este libro, Estrechamente vigilados..., en Barcelona en 1982. Se agotó, se volvió inconseguible, y ahora se reeditó gracias a De parado, una editorial que viene construyendo un catálogo solidísimo que con este libro abre para otro lado (y cambia el color de sus tapas). 

3.

El prólogo de Alejandro Modarelli, bastante largo, suma bocha. Hay muchas cosas que sin la explicación previa se me hubieran escapado, por cuestiones epocales y del estilo, con lo que su lectura previa al libro mejora la experiencia, lo que no es muy común (por lo general, odio los prólogos, y más los largos). 

4.

Y después, el libro en sí, se compone de 117 micro relatos o textos de máximo tres carillas, a veces de un párrafo solo, a veces graciosos, a veces trágicos, a veces hot. Es difícil leer uno solo, pero se presta a la lectura mega fragmentada. En fin, me gustó mucho. 

5.

Subrayé esto:

Intentaré ser prudente. Salvar al menos la bandera. Con ella podré vestirme, soñar o colgarme de un árbol.

viernes, 14 de octubre de 2022

El diario de la princesa, de Carrie Fisher

 1.

Hay un famoso libro de Leonard Nimoy que no leí pero es famoso y se titula "No soy Spock". Es la autobiografía del actor, y en ella cuenta -tengo entendido- su vínculo con el personaje de Star Trek que lo hizo conocido y del que nunca más se pudo despegar, al punto que más adelante sacó otro libro, con el título "Soy Spock". Todo esto tiene un chiste de Los Simpson:





El diario de la princesa es, entre otras cosas, el "Soy/No soy Spock" de Carrie Fisher con su alterego sideral, la princesa Leia Organa. Ella tampoco pudo despegarse de su personaje más conocido, con el agregado de que al ser una mujer, su imagen famosa y sexualizada se fue alejando de su imagen real como una persona que crece y abandona los cánones de belleza de esta sociedad del horror. Así que un poco cuenta eso, y también cómo cuando pasó los 40 empezó a trabajar de firmar autógrafos en convenciones de ñoños, práctica a la que llama lap dance. Cuenta su relación con el cine antes de Leia (había hecho una sola película, pero su madre, Debbie Reynolds, era una famosísima estrella de Hollywood, protagonista de Cantando bajo la lluvia, por ejemplo) y algo del rodaje en Inglaterra, algo de la fama posterior y coso.

2.

Lo otro que cuenta y que es el boom del libro es su affaire, durante el rodaje en 1978 de la primera película de la saga (cronológicamente hablando), con Harrison Ford, que en ese entonces estaba casado y que además le llevaba 16 años. BOOM. Sin embargo, el hecho no tiene más sustancia que el dato, o sea, ya está, ya lo saben. Carrie no hace un descargo ni habla mal del susodicho Han Solo, sólo recuerda lo confundida que estaba siendo tan joven e inexperta en ese vínculo secreto que ella vivía como toda una postadolescente. El capítulo en el que habla del tema es largo y un poco me aburrí. El título del libro tiene que ver con la inclusión, en medio del tomo, de una transcripción del diario que Carrie llevaba en ese entonces, un diario lleno de poemas adolescentes y cursis que en un momento decidí saltear. 

3.

El dato más divertido del libro es que en el casting para Leia, Carrie Fisher también audicionó para ser Carrie en Carrie de De Palma, pero no quedó. O sea: estaban De Palma y Lucas tomando casting a la vez, y todas las chicas que pasaban por el proceso podían quedar para una película o la otra. Carrie podría haber sido Carrie en Carrie. Ja.

4.

La traducción es castiza y espantosa, creo que Fisher es divertida y escribe bien, pero el libro me pareció intrascendente. Ella tiene mucho más para contar que el hecho de haber sido Leia: fue alcohólica, y además fue la hija de dos famosísimas estrellas de Hollywood, y de todo eso creo que habla en otros libros. Este no reviste mayor interés. Tiene fotos, eso es lindo.

jueves, 13 de octubre de 2022

La muerte de un viajante / Incidente en Vichy, de Arthur Miller

1.

Si no fuera por la famosa frase de Rosario Bléfari, diría que por qué no leer sólo clásicos. Los clásicos vienen con garantía de confianza de la humanidad. Me sorprendo de mí cuando me sorprendo de lo bueno que es un libro sobre cuya calidad hay un consenso de décadas: obvio que va a ser bueno. Aunque capaz me sorprendo de lo mucho que me gusta a mí. Me pasa con José Donoso, como hablaba en la reseña pasada, y me pasó ahora con Arthur Miller, a quien nunca había leído. ¡Qué bueno que es, Adoní! 

La frase de Rosario es un posteo:

2.
Hace poquito vi y estudié Sinécdoque Nueva York de Charlie Kaufmann (una peli que es un 10 pero para mucha gente es un 2) y La muerte de un viajante tiene un rol interesante. Es que es tan depresiva la obra como la peli de Kaufmann. También hay una peli de Asghard Farhadi que trata de un grupo de teatro iraní poniendo la obra, pero no la vi aún. Les cuento esto pues porque me place.

3.
La que me sorprendió en grande fue la otra, la obra que viene como de yapa en este pequeño volumen húmedo y podri que rescaté de la biblioteca en la que trabajaba hace ya muchos años. Son un grupo de personajes en una sala de detención, en Francia, durante la República de Vichy, es decir la ocupación nazi de una parte del país -incluyendo París, como recordarán si vieron Bastardos sin gloria. No saben por qué los detuvieron, ni que se espera de ellos, pero pronto sabremos que están por pedirles los papeles para constatar si son judíos. Una obra que sucede en un solo lugar, en una sola escena, con un muestreo de personalidades y posturas frente al fascismo. Absolutamente brillante. Bien ganados todos sus premios. Lástima que la machiruleó a la Marilyn.

lunes, 3 de octubre de 2022

Coronación, de José Donoso

1.

La novela de 2022 -por lo menos de los diez primeros meses- es de 1968 y se llama Coronación. Y eso que es el tercer libro que leo de Donoso y no es el que más me gustó de los tres.

2.

Es también el hit de Donoso, el libro más fácil de conseguir en librerías y plataformas usureras de compraventa, en múltiples ediciones. No es su "obra cumbre", porque ese título se le adjudica a otra novela, El obsceno pájaro de la noche, que empecé a leer hace unos días.  Pero sí es quizás el más leído y seguro el más adaptado a cine (en dos películas, una mexicana de 1976 y otra chilena de 2000). 

3.

Donoso es quizás el escritor más interesante con el que me topé en los últimos años, al punto que termino de leer un libro suyo y busco comprarme otro, porque descubrí en este escritor a alguien que me asegura diversión y asombro. Sus tramas son truculentas, melodramáticas, oscuras. Hay buenos y malos, pero los buenos sufren y los malos también. Hay mucha cuestión de clases, algo que tiene seguramente que ver con el origen burgués y chileno de Donoso. Hay relaciones de poder, abuso de poder, sexo, patetismo, pero sobre todo una maestría descomunal en el uso de la focalización, o de la voz narradora, o no sé cómo llamarlo que es muy propia de su época -Donoso es parte, medio de costado, del boom- pero que para mí él hace como nadie. 

4.

Coronación es la historia de una casa señorial, y de los últimos representantes de una familia otrora importante: el jovato y solterón Andrés Ábalos y su nonagenaria abuela Elisa Grey de Ábalos. El personaje de la abuela es como de Dostoievski: postrada y poderosa, medio loca (¿o del todo?) y temible. Y el de Andrés, un poco también, ahora que lo pienso. Pasa de ser un abandonado de la vida, concentrado en hacer nada y vivir de su herencia, a un dechado de nervios por el deseo (¿el amor?) que le genera Estela, la nueva mucama, una adolescente, una campesina, una chola. Hay otro personaje, Mario, un adolescente pobre, con el que la novela se va a ir hasta Valparaíso, siguiendo a su hermano malandra, catalizador de un clímax que no por anunciado desde el título deja de tener una fuerza espectacular. 

5.

Donoso te amo, nos veamo nos besemo.

sábado, 17 de septiembre de 2022

Cometierra, de Dolores Reyes

 1.

Dolores Reyes... qué nombre.

2.

Leí esta novela prestada y con poca data previa. Sabía de una polémica en torno a su inclusión como lectura obligatoria en un secundario en Neuquén, donde la calificaron de pornográfica. Y no mucho más. Un poco la polémica fue mi disparador. Pero después, leyéndola, la verdad no era lo importante. Qué pelotudez las polémicas y qué pelotuda la gente, alguna, a veces. Bastante seguido. Bastante gente. En fin.

3.

Sin contar la trama, tiro algunos descriptores: es una primera novela, pero de una autora que la publicó con casi 40 años de edad. Dolores Reyes es docente, militante feminista y de izquierda, conurbana, madre de 7 hijes. Sin embargo, la edad de la Reyes no cambia el hecho de que la novela tenga rasgos de primera novela, que no sé bien en qué los noto pero están, le dan un tono punk, un desprejuicio. Quizás no son consecuencia de su carácter de benjamina, sino buscados y recontra laburados -es una novela muy tallereada parece, con Selva Almada y con Julián López- pero hay algo "sencillo" en la prosa, que también le da un tono de novela juvenil -que explica su inclusión como lectura en escuelas-. Lo que le quita ese tono y dio lugar a la polémica son algunas escenas de sexo explícito. Dice pija. Pero dale, es una palabra escrita. Volvemos a lo de la gente es pelotuda.

4.

Otro descriptor: sobrenatural. Capaz, en el orden del realismo mágico, pero sucio, contemporáneo. Realismo mágico y sucio. No quiero contarles en dónde está la cuestión mágica y les deseo que agarren la novela sin saber nada de su trama.

5.

Último: me hizo acordar a Una novelita lumpen, en el clima, y en el joven dúo de hermanes sin padres, con la casa sola, rebuscándosela. La rutina sin obligaciones. Un clima de siesta. El olor a birra.

sábado, 3 de septiembre de 2022

Late un corazón, de I Acevedo

 1.

Quería leer cuentos, así que escaneé mi biblioteca en busca de libros de cuentos sin leer y elegí este. Al autor lo tenía de otro libro, firmado en ese entonces bajo el nombre de Inés Acevedo que leí hace lo que siento como muchos años aunque este blog me avisa que fue en 2017, Jajaja (no me estoy riendo, se llama así, titulazo). ¿Cuándo pasó que 2017 se convirtió en hace mucho?

2.

Cuestión que primero me decepcioné, porque pensé: "No son cuentos". En rigor, son textos en primera persona, escritos para ser leídos en público. Resulta que a I Acevedo cuando lo llaman para leer, en vez de elegir de lo que ya escribió, se obliga a escribir algo nuevo, o así lo hizo durante un período que ahora este libro de la hermosa editorial Rosa Iceberg congela para el porvenir. Así que eran algo así como discursos, o cartas, que además en muchos casos o en todos están dedicados a una persona en particular, lo que los convierte en cartas privadas que si efectivamente fueron leídas en público frente a la destinataria, qué vergüenza ser la destinataria (varias son declaraciones de amor). NEVER DELEUZE, ¿qué es un cuento? Acevedo empieza a nombrar a esos textos, a lo largo de los mismos, como cuentos. Dice "este cuento". Y a la larga me convenció: son unos cuentos muy deformes, epistolares, autobiográficos (para Piglia y para Acevedo, lo autobiográfico es lo único que no está copiando otra cosa), pero cuentos al fin. Cuentos alcohólicos (o alcoholéxicos), emo, románticos. Y los re disfruté. Este es uno de esos libros que voy a comprar para regalar (a lesbianas). 

3.

Lo otro que hay para decir es que es un libro en transición: da la impresión de que los textos fueron escritos durante la transición de Acevedo de mujer lesbiana a varón trans hetero, y es como si estuviéramos acompañando (como lectorxs) ese proceso, ese devenir. Y eso. Saludos.

4.

Otra cosa: ESTA ES LA RESEÑA #700 DE ESTE REDUCTO BLOGUERO. wtf.

jueves, 1 de septiembre de 2022

Contra la cinefilia: historia de un romance exagerado, de Vicente Monroy

1.

Vicente Monroy nos dio una charla virtual, durante la pandemia, a las y los seleccionados del Buenos Aires Talents  2021, y fue no sólo lo mejor sino lo único interesante de esa semana de ocho horas diarias de Zoom durante las cuáles estaba en mi habitación encerrado con coronavirus. Este libro, Contra la cinefilia, aún no existía en Argentina, pero sí se había publicado en España, a un precio privativo para sudacas. En la charla un poco nos habló del tema que también desarrolla el libro: su particular idea de que la cinefilia es una enfermedad, que se revela como tal cuando alguien en una discusión se enoja con otra persona por gustarle o no gustarle una película o une autore. Y que es particularmente fuerte en la adolescencia o primera juventud, época que Monroy recuerda por la soberbia con la que defendía sus posturas cinéfilas frente a los demás. Estoy parafraseando y tergiversando, pero la cosa va por ahí. Me refiero a una enfermedad como lo es el enamoramiento en Barthes. 

2.

Luego ocurrió que apareció la edición argentina, con un prólogo específico, y fui y me lo compré raudo y feliz y con un descuento (gracias Mati). Así que acá debería hablar de lo que dice el libro, propiamente dicho. Pero como no lo tengo acá, porque es primero de enero y estoy en General Belgrano, provincia de Buenos Aires, apelo a mi memoria y a lo que me quedó de una lectura que ocurrió en agosto. Primero me acuerdo, porque lo conté a otrxs, que el libro empieza por enumerar todas las veces que alguien dijo que una película no era cine. La cinefilia como la costumbre de calificar aquello que no agrada como no-cine. Resulta que -si no me acuerdo mal los quienes- el bueno de Jean-Paul Sartre decía que el Ciudadano Kane no era cine, porque apelaba a recursos de la literatura. ¿No es hilarante? Que el cine debe ser puro presente, y que entonces, por su uso de los flashbacks, El Ciudadano no lo era. A lo que le respondió la pandilla de Cahiers du Cinema con la famosa "Política de los Autores". El primer capítulo del libro empieza por ahí y llega, claro, al último episodio de la discusión sobre qué es cine, que es Martín Scorcese y su calificación de las películas de superhéroes como "entretenimiento audiovisual".

3.

Lo otro que me quedó es la idea de que la crítica de cine es un peligro. Se narra el caso de un cineasta, creo que polaco -todos los nombres los he olvidado-, que hizo en una película sobre el Holocausto, un travelling, y de un crítico -creo que francés- que calificó a dicho travelling de "inmoral", arruinando una carrera que no necesariamente merecía ser arruinada. Y lo otro que me quedó, es una parte en que se enumeran casos de cinéfilos famosos que tuvieron problemas para distinguir vida y cine, o en todo caso estados depresivos relacionados con comparar vida y cine. Y no me acuerdo nada más. Pero es un lindo libro. De más está decir que es un libro cinéfilo. Creo que Monroy es en este momento, además de joven y apuesto, el director de la cinemateca de Madrid, o algo por el estilo.

4.

Y ahora por qué sí, por asociación libre o nacional, les dejo esta canción de Berlanga y un besito.

miércoles, 31 de agosto de 2022

Federico Fellini, una biografía, de Hollis Alpert

 1.

¡Holis! Holis, Alpert.

2.

Me compré una biografía de Fellini para preparar una serie de clases sobre el cine del susodicho. Es una edición española por la que me cobraron 5000 pesos -es mucho para este momento, no lo será cuando leas esto-, y como me cobraron 5000 pesos me molestaron mucho los 5000 errores de tipeo, vergüenza, montonero editor español renuncie. 

3.

El Holis fue un crítico estadounidense, fana del riminés, que publicó esta biografía en 1986, cuando Fellini acababa de estrenar Ginger y Fred y yo estaba naciendo, o gestándome, o babeando y haciéndome caca sin poder decidir cuándo. Es decir, no llega a desarrollar los últimos proyectos de Fellini (faltan Entrevista y La voz de la luna) y además es una biografía un poco pacata, seguro por la época, y capaz también por el pudor de estar escribiendo sobre alguien vivo. Falta bastante escándalo, aunque un poquito se mencione.

4.

Un resumen de la vida de Fellini podría ser: qué difícil es conseguir productores.

miércoles, 24 de agosto de 2022

Yilé, de Matías Muzzillo

 1.

Buenísima. Gran personaje. Gran construcción de mundo. Todo lo gráfico un gol. Necesito la secuela ya, intravenosa.




sábado, 13 de agosto de 2022

El viento que arrasa, de Selva Almada

 1.

¡Qué librazo este! Impecable, inapelable. Cuatro personajes (o cinco, con el perro Bayo), un paisaje, el clima. Me hizo pensar mucho en John Steinbeck y en especial en De ratones y de hombres. No sé si será así, pero algo de los nombres (el Reverendo Pearson, Leni) empieza por des-geolocalizarte, no se entiende dónde sucede la historia hasta que aparecen los nombres de localidades litoraleñas, chaqueñas, entrerrianas, santafecinas, y después igual el no lugar de esa casa en el medio de la ruta y algo del lenguaje límpido en extremo te mantiene esa sensación de extrañamiento. 

2.

Sería una gran película, en buenas manos. La transposición a guion está bastante servida.

miércoles, 3 de agosto de 2022

McKosher + Shloishim + El sabio de Sión, de Brian Janchez

 1.

Tres libros en uno, más un apéndice, a un monto más propio de otro momento inflacionario (500 pesos en agosto '22), una verdadera ganga. Son tres historietas autobiográficas aparecidas originalmente en 2009 (Shloishim), 2011 (McKosher, que se serializó en la extinta revista La Mano), y 2013 (El sabio de Sión), en las que Brian cuenta respectivamente sobre su padre y la muerte del mismo; sobre su semana como empleado del McDonald's Kosher del Abasto; y sobre un viaje a Israel en 2009 en el que se tuvo que lavar los calzoncillos. El apéndice que mencioné es un diario del mismo viaje, suerte de complemento sin dibujitos de El sabio de Sión. Me reí. Y además, las dos historias que suceden en la segunda mitad de la primera década de este siglo me gustaron por esa cosa de nostalgia ridícula que me hicieron sentir, porque yo también estuve en ese ruidoso y mosaico país en esa misma época.

2.

McKosher está online en la web del autor y la pueden leer acá.

lunes, 1 de agosto de 2022

Creciendo en público, de Ezequiel García

 1.

Algunos años después de Llegar a los 30, el historietista y editor Ezequiel García publicó este libro que es una suerte de continuación programática del anterior, pero subiendo la apuesta: más páginas, más grande el diseño (es un libro cuadrado, alto y ancho de esos que te desconfiguran la biblioteca), publicado por un conjunto de sellos editoriales -independientes, en este caso, a diferencia de la anterior que había aparecido por Emecé-, con dibujos realistas más detallados -en general, está mejor dibujado, premio aparte para la tapa/contratapa-, más refes, más todo. Continúa en la línea de la historieta autobiográfica, con una trama amorosa -doble-, pero también con una trama acerca de la Ciudad de Buenos Aires y su falta de políticas arquitectónicas patrimoniales, que me gustó más. Especial interés me produjo encontrar en viñetas a un sujeto que conocí en persona, el historiador y guía Ricardo Watson, que está igual. Muy loca la sensación de "a este lo conozco" y que sea un dibujo. Buen libro, aprobado.

Hagan zoom.


viernes, 29 de julio de 2022

Poppers, de Ralf König

 1.

A mi me gustan las novelas gráficas de König. Este es de tiras cortas, casi tiras cómicas, y para mí no es lo mejor que hace. Es como un total desaprovechamiento de potencial. No porque lo largo sea mejor que lo corto, pero para mí la maestría de König está en cómo trata temas heavys y construye relatos chistosos pero profundos: no alcanza esa profundidad en las tiras. Capaz le tengo que quitar el título de Quino trolo alemán que le puse en reseñas pasadas. 

2.

Tiene una tira por el comienzo que bordea la cancelación -obvio que no voy a cancelar a König, pero más de unx se tiraría de lleno a esa pileta con esa tira-. Es una que jode con la idea tan Mirtha de que las parejas de homosexuales no deberían criar hijos porque. Háganse una idea. Lo bueno es que es graciosa, pero qué borde tío.

miércoles, 27 de julio de 2022

Junto al piano, de David Leavitt

 1.

Y continuando con nuestra sub-sección "Pianos y trolos", este libro cuyo título original es The Page Turner, o sea El pasador de páginas, publicado en inglés en 1998. Es una casualidad muy curiosa que lo haya terminado a la vez que a Opus Gelber, porque este lo empecé hace meses y lo leí de forma homeopática, cuando al otro lo devoré. Son tan tan de la misma familia que si no los hubiera leído prestados los pondría juntos en la biblioteca.

2.

Junto al piano es una novela de ficción, con capítulos y cliffhangers, sobre un jovencísimo pasador de páginas que conoce y se engancha con un pianista de fama mundial: se metejonean, se enamoran, y luego todo se va al carajo. Es un poco una comedia de puertas: hay una madre metida en el medio, que no entiende nada y da pie a los enredos, hay una casualidad caprichosa que justifica el centro del relato (que Paul juuusto esté saliendo con un actor que vive en el mismo edificio que Jospeh, pero qué justo, igual todo bien David te banco), hay chistes (me reí en voz alta en el bondi vacío), escenas de sexo elididas y otras no tanto, y un final emotivo y bien pensado. Todo muy precioso, aunque a la vez ligero como una pluma.

martes, 26 de julio de 2022

Opus Gelber: retrato de un pianista, de Leila Guerriero

 1.

¿Por qué es tan adictivo un libro como este? Desde que lo agarré, hará cuatro, cinco días, no lo pude soltar, y hasta reemplacé la serie nocturna para seguir leyendo. ¡Ni que fuera George R. R. Martin! Y sin embargo, el efecto era ese. ¿Por qué tan droga?

2.

Bruno Leonardo Gelber es un pianista argentino nacido en 1941, uno de los cien pianistas más importantes del siglo XX a nivel mundial y un personaje a quien yo no tenía prácticamente de nada. Sin exagerar, mi única referencia era esta parodia del ranking de Todo x $2, que ni siquiera es de las buenas. Si bien en el mundo de la música clásica no dejó de tener vigencia, sospecho que en los '80s y quizás '90s tenía una presencia en los medios que lo convertían en una figura pública y hasta popular, y que aflojó desde entonces. Hoy -siempre hablando de la gente que no curte música clásica- muchos lo tienen meramente como un invitado a los almuerzos de la señora Legrand, de la que era muy amigo hasta que "se distanció". En 2021 tocó Beethoven en el CCK y el inefable Tristán Bauer le dio una placa como para tener la foto, pero yo me entero recién ahora googleando. En el video tiene barbijo, serias dificultades para caminar y un aspecto poco saludable (no olvidar que está por cumplir los 80) pero cuando se pone a tocar el piano con sus deditos gorditos y sus manitos arrugadas es el mismo crack de siempre.  

3.

Me está costando escribir esta reseña, porque me cuelgo mirando tanto videos de Bruno tocando o en entrevistas, como de Leila Guerriero contando sobre el libro. Estoy tratando de encontrar qué dijo Bruno sobre el libro, pero no aparece. Es muy posible que no haya dicho nada en público al respecto. Sí encuento que Leila y Bruno se siguieron viendo (buena señal).

4.

Opus Gelber es un perfil (un retrato, como dice el subtítulo) del pianista, que es como decir una biografía sin tanta investigación bibliográfica ni tanta búsqueda de archivo (aunque igual hay bocha) y en la que la periodista/cronista/escritora aparece, ella misma, mucho. No por nada el libro abre con un epígrafe de El adversario de Carrère, maestro de -entre otras cosas- escribir sobre otros partiendo de sí mismo. Leila no llega a los niveles de Carrère en ese sentido, igual (por suerte): tiene cierto pudor que la hace llegar nomás hasta ahí. El libro incluye muchas cosas que irían en una biografía (su infancia, su familia, el origen de su vínculo con el piano, su llegada a la cima y etc.) así como otras del mundo de lo chismográfico, y todo está escrito con una tremenda calidad literaria. Creo que es el primer libro de Leila Guerriero que leo de pe a pa, y por ende no sé si es su estilo el de partir de un yo cronista o será esta la primera vez. El libro empieza con esta frase: "Avenida Corrientes derecho, hasta Pueyrredón.  Siempre al atardecer. Durante casi un año, ese fue el camino para ir a ver a Bruno". La Guerriero cuenta en entrevistas que para ella ese comienzo plantea el talante de peregrinación que la cuestión tuvo mientras hacia el perfil, y queda clara la fascinación con la que Bruno la envolvió durante ese año que fue a visitarlo a su casa de la Torre Saint (¡Bruno Gelber vive en Once!), que tal vez explique las 333 páginas que tiene el libro y la fascinación que también nos transmite a los lectores. Yo les digo en serio: hace una semana que escucho a Gelber tocando Rachmáninov (🕸). 

5.

Lo que nos permite cerrar esta reseña con la pregunta del inicio: ¿qué hace que este libro resulte tan adictivo? Si no tiene cliffhangers. No tiene ni siquiera capítulos. Es todo un mismo río de Gelber, y tal vez está  misma condición de fluidez (que además es una fluidez circular, donde el libro, como Bruno, repite historias cambiando los detalles) sea la que hace que uno quiera leer un poquito más, y otro poquito, y así hasta que como se terminó te ponés a googlear en busca de más fafafa literaria. Qué sé yo, estoy re loca.

lunes, 25 de julio de 2022

Sin coordenadas, de Martín Vitaliti

 1.

Un libro grande, pesado, 272 páginas en papel creo que ilustración, cuya portada es una nada blanca con un punto negro en el medio. Jugada. No llega al límite de no decir nada más: en el lomo se leen título, autor y editorial (Trenenmovimiento) y en contraportada hay sinopsis y comentario a cargo de Ezequiel García, que también es el editor. No creo que me lo hubiera comprado sin referencias previas, pero me lo recomendaron en la FED '21 y tomé el riesgo. 

2.

Después de semejante introducción, quisiera decir que me deslumbró esta novela gráfica, pero no fue así. Tiene tanta cosa, tanta capa y tanto rebusque estético que me quedé un poco afuera. Es una novela inteligente, que utiliza el lenguaje y las convenciones del cómic para romperlo y reutilizarlo de modos nuevos, con mucho raccord de imagen (donde de un cuadrito a otro cambia todo menos las posiciones de las figuras), salto del presente al pasado y de lo "real" a la imaginación, muchas iteraciones y repeticiones y un diseño gráfico impactante, pero la historia, que la hay, o las historias, me dejaron a mitad de camino. A mí me gusta que me cuenten una historia. Me hubiera hecho más feliz si lo formal hubiera estado más en función de lo que se cuenta, pero hay como una tercera capa en toda la cosa (lo del faro, las gaviotas, el hombre que mira para arriba) con una suerte de dimensión poética que el autor decidió que subyugue a lo demás, y entonces acá estoy, con gusto a mucho y a poco al mismo tiempo. Es indudable que tiene un MONTÓN de laburo la historieta, pero bueno, para que te voy a mentir, para que te voy a decir una cosa por otra.

3.

Acá hay otra reseña, más bien admirativa del libro, por si quieren otra campanada.

martes, 19 de julio de 2022

La sed, de Marina Yuszczuk

 1.

Hace poquito me pidieron una recomendación infalible, y el primer libro que se me vino a la mente fue este. Seguido por El viento que arrasa de Selva Almada. Seguro hay más, pero fueron los primeros que pensé. La sed, de Marina Yuszczuk, habitante permanente de este blog a estas alturas, lo tiene todo: ritmo y sustancia. No lo digo yo sólo, lo dijo un jurado -integrado por Ana María Shua, Federico Falco y María Teresa Andruetto- que le otorgó el premio "Sara Gallardo" el año pasado. Pero también lo digo yo.

2.

Para empezar, es de vampiros. No estoy espoileando nada. Es más: es de vampiras. Y por ende es un poco de terror, tiene unas imágenes muy macabras, pero también es muy hot, tiene unas escenas muy hot y Marina Y. se consagra como una gran escritora de garches, algo que me parece dificilísimo y que también hace increíble Gael Policano Rossi, ¿se leerán, mutuamente?

3.

La sed es también una novela histórica, en el sentido de que buena parte transcurre en la Buenos Aires del siglo XIX (en particular la de la epidemia de fiebre amarilla), y la reconstrucción de época es impecable. Por ese lado de tomar lo histórico para trabajarlo con otros fines me hizo juego con una de mis novelas favoritas de todos los tiempos, El año del desierto de Pedro Mairal. Y a la vez, no es sólo histórica, porque -como sabemos desde el vamos- también hay una trama contemporánea. Y el modo en que todo se conjuga es lo mejor y no quiero revelarlo así que vayan y lean. 

4.

Hay un nivel de análisis más profundo que se podría hacer, que gira en torno de los géneros literarios, porque La sed es una novela gótica que deviene una novela contemporánea, o es una reversión de lo que significa el gótico en literatura, pero como no sé no opino. Yo lo único que les voy a decir es que la pasé bárbaro, me la morfé. Y eso que llegué tarde, porque la leí en 2022, año en que la bahiensé Yuszczuk publicó una nueva novela, esta vez de fantasmas, a la que pronto me abocaré.

miércoles, 13 de julio de 2022

FOREVER BUTT, de Butt Magazine

 1.

¿Vieron que casi siempre los libros hermosos y gigantes son más para tener, mirar o mostrar que para leer? Por ejemplo, El vértigo de las listas de Umberto Eco, es quizás el más lindo que tengo y lo traté de leer, pero es imposible. Está pensado para consulta, o para ojearlo, no para leerlo de pe a pa. Bueno,  el libro de la revista BUTT es la excepción a esa regla: acabo de terminar de leer sus 530 páginas con sus más de ¿100? entrevistas, y fue un viaje de placer, negocios, autoconocimiento y arqueología homosexual. 

2.

Todo empezó porque fuimos con Gonza a ver Todo a la vez, documental de Alberto Fuguet sobre una pareja que hace la revista Kink en España, y Gonza me dijo "Es como la BUTT". Ahí descubrió con azoro que yo nunca había oído nombrar a la revista BUTT. ¿Es tan extraño? En fin, no sé si todo el mundo trolo la conoce, pero bien que valía la pena conocerla, y en un acto heroico Gonza consiguió este kilo de libro que sacó Taschen en 2014 y me lo regaló. 

3.

La revista BUTT (de ahora en más, CULO) salió en EEUU y Europa entre 2001 y 2011. Era una revista de entrevistas y fotografía, que según el número llevó el subtítulo de Fag Mag, Lo espectacular de la revista CULO es que por un lado había recortado su objeto a las entrevistas (con sus fotos) -es decir, no tenía crónicas, notas de opinión, etc., sólo entrevistas y fotos o a lo sumo dibujos-, y por el otro, en su monoformato, buscaba y lograba una diversidad máxima en los sujetos entrevistados, y no una diversidad en la gama Benetton o en el arco LGBTTIQ+, ni siquiera en el arco ideológico, sino en el estatus de fama de los entrevistados. Podía tener en el mismo número a Marc Jacobs o a Gore Vidal, y a la vez a un croto (literal) con una parafilia por la mugre o al mozo de un boliche gay de Londres, porque sí. O más bien, porque lo que los igualaba como entrevistados válidos era la experiencia y el deseo homosexual. 

4.

Hay algo en la forma de entrevistar de CULO y sus hacedores que es excelente y muy libre, si fuera periodista trataría de sacarles el yeite. Las fotos son bárbaras, a veces son desnudos y a veces no y en muchos casos son del zarpado fotógrafo Wolfgang Tillmans. El libro propiamente dicho, FOREVER BUTT (Por siempre culo) es una selección de las entrevistas de los 29 números de BUTT, ordenadas en orden alfabético según nombre del entrevistado (desde AA Bronson, artista canadiense, hasta Your Big Dick Host, un muchacho de Brooklin que hace una fiesta en su sótano) con sus fotos, impreso todo en papel rosa, tapas duras, una joya. La pasé bárbaro, conocí bocha de artistas y personajes que no tenía de nada, y viajé a la primera década del 2000, con la que nuestro mundo ya tiene poco en común. Para mi sorpresa, fue todo más interesante que hot. Mis entrevistas favoritas fueron las que les hicieron a Aiden Shaw (actor porno devenido poeta), Andy Butler (el de Hercules and the Love Affair, parece que le cabe el cruising), Bruce LaBruce (después miré su peli Hustler White, buenísima), Buck Angel (un actor porno trans -the man with the pussy- que estuvo a su vez casado con una actriz porno que también era dominatriz de un club de sadomaso en Hollywood al que iban los Wachowski antes de ser las Wachowski: resulta que esta mujer dejó a Buck Angel por uno de los Wachowski, y se casaron, y después transicionaron, y cuando leí esta entrevista me metí en un vórtex de leer basura sobre las Wachowski, cuidado con la Internet, hay un artículo muy largo de Rolling Stone al respecto pero parece un foro de conspiranoicos), Dennis Cooper (después leí su novela Un cabo suelto), Edmund White (tengo para leer su novela About a boy), Gore Vidal (increíble personaje), John Waters (qué decirte), Perez Hilton (un Rial internacional, una persona horrible, también me dediqué a googlearlo después, porque las entrevistas son de hace una década y media vistesss), Rosa von Praunheim (!), Slava Mogutin (ruso exiliado, fotógrafo, gran historia), Stephin Merrit (el de Magnetic Fields, está chapa). Pero en fin, me gustó todo. Lo leí en inglés, y me duró como medio año. Buena amortización.

viernes, 8 de julio de 2022

Canciones, de Dani Umpi

 1.

La manija que tuve cuando me enteré que iba a salir este libro. Para mí, uno de los acontecimientos editoriales más copados del 2022. Se presentó una noche de invierno en un sótano céntrico: ¿cuántas veces hicieron pogo en la presentación de un libro? Yo calculo que sólo una.

2.

De Dani Umpi ya dije mucho en este blog, porque lo leo más o menos desde la misma época en que lo  empecé a escuchar, año 2006 o 2007. Dani es músico y escritor, además de artista plástico, duende y vaya uno a saber cuántas cosas más, y es bárbaro porque hace todo bien. No sé si me gusta más como músico o como escritor, pero con este libro pareciera venir a decir que no son mundos taaan separados. 

3.

Canciones reúne 69 letras de ídem (si conté bien), que según Dani son todas sus canciones (si no se le pasó alguna). Son las que están en sus discos Perfecto (2005), Mormazo (2011), Hijo Único (junto a Sofía Oportot y Nacho Redard, 2012), Lechiguanas (2017), los dos discos de lados B de Lechiguanas, Box 1 y Box 2 salidos en 2019 y 20 (que para mí deberían haber salido como discos en sí mismos, nada de lados B, se la re bancan), Umpi/Coghlan (junto a Coghlan y Joaquín Taba, 2021) y el próximo a salir Guazatumba (2023), que en la solapa del libro ya figura, en un acto mágico de futurismo. Lo más interesante del libro, sin embargo, son los tres textos que hacen de prólogo, en los que Dani muestra la cocina de la cuestión, revela todos sus secretos, es gracioso y es generoso. Se llaman "Las canciones leídas", "Las canciones fermentando" y "Las canciones comentadas", y son de esos textos que, para mí, le harían bien a cualquiera que se dedique a escribir o crear lo que sea. Tengo ganas de que los lean un montón de amigues, así que probablemente regale mucho este librito. Y después, por supuesto, están las canciones. Paso al punto cuatro.

4.

Dani Umpi se pregunta si será muy pronto para publicar un libro así, y un poco espero que sí, que todavía vengan 69 canciones más. Por el momento voy a jugar a elegir mis favoritas y a hacer una clasificación vaga y antojadiza. Por ejemplo, uno de los tipos de canciones que hace Dani y que me fascinan son las que podríamos llamar literarias: canciones que cuentan una historia. De esas me gustan "Porvenir" (¿narrador omnisciente en segunda persona?) y "Nunca más regreso al pueblo" (¡narradora protagonista!). "Sambayón" también tiene algo de cuento, igual que "Levante": un relato con inicio, nudo y desenlace ("Levante" tiene remate, como un chiste o un cortometraje, me encanta). Mormazo al final es un disco muy de cuentos. "Niteroi", de Lechiguana, también contiene un relato y es una de mis canciones favoritas de Dani (y creo que objetivamente es de sus mejores, si es posible afirmar tal cosa). 

Otro tipo de canciones muy de Dani son las que agarran un tema o un mundo y juegan con el doble sentido, el ingenio y la velocidad: estoy pensando en "Atracción" y "Campeonato", que serían los ejemplares puros de la raza, pero creo que también son parientes bastardas "Tres pasos" o "Mucho para dar" (¿o esas son de otro orden, canciones del chongeo?). 

Una muy deforme y que amo es "Punta 92 2002". Lo tiene todo: el clima, el punchi, el relato, y algo como escondido detrás de todo eso, algo oscuro pero a la vez deseable, como una melancolía. Y "Tebas", esa también la amo. Con estas no estoy siendo especial: son todo lo que un hit tiene que ser y deben ser las favoritas de más de una. Por eso, para hacerme la rara, mi verdadera favorita es "Canción del Cajero", que está en el primer lado B de LechiguanasBox 1. Esa canción de verdad lo tiene todo, hace todo, habla de todo. Es impresionante. Empieza en un supermercado ("Es el láser verde que descifra / el código de acceso a mi camisa"). La voz que habla se enamoró. El monólogo, o diálogo imaginario, empieza como un levante ("ríndete a mis brazos en el galpón") pero de golpe se pone meta ("qué fácil que me dictas las rimas de esta canción") y luego se pone místico ("si logro organizarme invento una religión") aunque es una mística del levante ("orando a tus patillas cortadas al ras / diezmando moneditas del cambio que me das"). Por fin el chamuyo resulta ("un uber hacia un telo / yo te hablo de vos y vos me hablás de tú"), y entonces la canción cambia. La mística se pone bíblica. "Hágase la luz y el firmamento". La canción sube y sube, pero al final vuelve al contrapunto: toda la creación del mundo tiene por destino "dejarte un like en tu foto de perfil". Y después, casi en una coda, haciéndo pie en lo más sublime, volvemos al supermercado: "tanteo los límites humanos / y tus promociones de frutas en el verano". Guau.

5.

Una de las cosas tristes de la extinción de los formatos físicos fue la muerte de los libritos que los acompañaban. Sobre todo los de los CDs, que eran mucho más maniobrables que los de los cassettes (cuántas veces se rompían esos en la dificultad de doblarlos). Este libro Canciones tiene algo de eso, de librito de CD. Leer la letra de canciones que conocés te lleva un poco inevitablemente a cantarlas para adentro. Y cuando no las conocés, como pasa con las inéditas, la experiencia se parece a la de leer un poema. Hace pocos días salió "La mitad", el primer corte del disco nuevo, y mientras lo escuchaba me puse a leer la letra en el libro, re nerd.

6.

Algo mágico que pasa en el libro, cosa de duendes como diría Dani, es que para que no se notaran las épocas o etapas decidió mezclar todas las canciones y ordenarlas alfabéticamente. Así resultó que la última de todas las canciones del libro es la primera canción de su primer disco, "Yo me haré a un lado". ¿No es fantástico? 


lunes, 20 de junio de 2022

Esta ciudad es hermosa, de Marcos Krivocapich

 1.

Marcos Krivocapich (26) es actor, director, dramaturgo, performer, titiritero y escritor. Yo le vengo siguiendo la carrera teatra, soy bastante bastante fan (dos veces bastante) -este año hizo Dirección desconocida, y el año próximo regresa Quiero pertenecer, no se la pierdan-, y también le sigo la carrera como escritor (¿pero hacia dónde corre?): leí en su momento Pedir amor a gritos, que reseñé debidamente a pesar de no tener lomo, y ahora terminé de leer, en la lancha de Sturla Viajes que te trae de regreso desde la isla Martín García, esta TREMENDA novela de ciencia ficción (o ficción científica), distopía, depresión, drogas, sexo, gore, risitas y cultura pop, que se titula Esta ciudad es hermosa. Ahí me tocó timbre Marcos. (Esto es cien por ciento real, literatura documental)*. Es que se me ocurrió que en vez de hacer una reseña como siempre, lo podía entrevistar, y de esa manera robarle todos sus secretos, mi verdadero móvil.

2.

Móvil que por cierto revelo inmediatamente.

RESISTIRSE: Me dieron ganas de hacerte esta entrevista, un poco para robarte todos tus secretos.

MARCOS: Yo no puedo ser mago, porque develaría todo. 

R: Mi duda principal tiene que ver con cómo hiciste, cómo fue el proceso de escribir, cómo hacés para escribir una novela de 260 páginas que tiene tanto marco. Porque no es que inventaste un personaje y le van pasando cosas: inventaste un mundo, que para mí es la gracia y la dificultad de las novelas distópicas, o de ciencia ficción en general, y también inventaste un personaje al que le pasan cosas, y también la interacción entre ese mundo y ese personaje... pensaba, cuánta estructura que se necesita para lograr eso.

Antes de proceder, una pequeña sinopsis: En un futuro cercano, en una ciudad perfecta en la que una generación de adolescentes internacionales pasa sus días sin ninguna obligación y con todas las opciones de ocio, nuestro joven protagonista tiene una trieja con B y con K, un chip en la cabeza que cumple las funciones de un celular, la incapacidad de hablar y un caso severo de apatía. ¿Cómo llegaron allí todos esos jóvenes? ¿Dónde está la ciudad? ¿Qué tamaño tiene, en realidad? ¿Qué hay afuera? ¿Y por qué todos parecen estar en otra?

LA CRONOLOGÍA

M: La idea de la novela yo la tengo hace un montón de tiempo. De hecho, primero iba a ser una serie de obras de teatro. La idea era tipo manga: un grupo de adolescentes encerrados en una ciudad perfecta, en el marco de una crisis mundial. Y la lógica de cómo se llega a eso es esta: Crisis mundial >>> ¿Cuál es la solución a la crisis mundial? >>>> Eliminar población. Los organismos internacionales dicen "tenemos que eliminar una generación entera". A los adultos no, porque son parte de este sistema, así que tenemos que concentrarnos en las próximas generaciones, las que tienen 12, 13 años. Tenemos que eliminar del mundo la generación de jóvenes que ya están intoxicados por este mundo y que si siguen creciendo van a seguir reproduciendo estructuras de consumo, de poder,  que ya están arcaicas y están llevando al fin del mundo. Entonces la forma de rebootear a la humanidad sería eliminando una generación entera. ¿Y cómo hacés? La sacás, la llevás a otro lado. Post Holocausto ya no se puede matar a nivel mundial. No los podés matar, porque me idea era que hoy en día un genocidio etario... bueno, Bifo cree que está sucediendo un genocidio etario de gente vieja, pero un genocidio etario en mi mente en ese momento me parecía inconcebible a nivel de la moral de la política internacional, del consenso.

R: El problema del verosímil.

M: Claro. 

LOS FILÓSOFOS DE LA SOSPECHA

M: Por otro lado, en esa época yo estaba recién entrando en la facultad y la flashié mucho con Hegel y San Agustín. En realidad, la flashié con la dialéctica. Platón, San Agustín, Hegel y después los que se llaman los filósofos de la sospecha, Marx, Kierkegaard y Nietzsche. Para San Agustín, en su hipótesis dialéctica de la historia, venimos del paraíso, nos echaron del paraíso, y la historia avanza en la guerra entre las dos ciudades, la ciudad eterna y la ciudad de Dios, en la vuelta del humano hacia el paraíso. Y después Hegel, con la idea de esta Gran Conciencia, que es el Espíritu, todos somos consciencias dentro de la Consciencia, que su camino es la auto-consciencia y en el camino de la autoconsciencia llega el Espíritu, y la llegada del Espíritu es la trascendencia, volver al paraíso. Y ahí llegamos a Marx: ¿cómo se vería en términos materiales la vuelta al paraíso? No en términos espirituales o místicos. 

Hay una frase que me gusta mucho y que creo que uso en casi todo, que es de Monólogo de un padre a su hijo de meses, de Enrique Lihn, en donde en un momento el padre le dice al hijo: Vivís en un mundo embelesado con su propio fin. [Nota de este bloguero: el poema dice "No hay tiempo que perder en este mundo embellecido por su fin tan próximo"].  Siempre me quedó mucho esa idea, desde que leí el poema a los 16, y siempre leí mucha ciencia ficción, a mi mamá le gusta mucho así que también mamé de ahí, y algo del mundo distópico y de ese verso se articuló. Entonces con todo ese bagaje, cuando surgió la semilla de la novela, pensaba: Un mundo embelesado con su propio fin, en búsqueda de saltearlo o anularlo, le regala a una generación entera, en su idea de reseteo, para eliminarla, el paraíso. Esa es la idea base de la novela. 

Después me pasó que, creo que no le conté nunca esto a Santi [Nader], si lee esto se va a enterar, Santi escribió Potrillo Ben, que sucede en un mundo distópico [Nota de este bloguero: obra de teatro a estrenarse en el TNC a comienzos de 2023] y cuando la leí pensé "Ah, mirá, se puede habitar una voz en un mundo así". Y eso me sirvió para organizarme un poco. 

LA NARANJA MECÁNICA y POTRILLO BEN

M: Yo ya había empezado a trabajar la estructura como hago cuando laburo teatro. Hago teatro desde que tengo 8, escribo teatro desde que tengo 18, 19, y siempre fue un laburo muy de la estructura, de saber el global, cómo termina la historia y qué tiene que pasar en cada escena, y después escribirlas. Y con la novela me pasó eso. El final como está ahora está escrito casi desde que empecé a escribir, incluso antes de escribir el segundo capítulo. Entonces, como yo ya sabía como iba a terminar, y cuál era el mundo que quería contar... 

Resulta que yo soy muy fan de La naranja mecánica, de ahí robo muchos secretos, y algo que siempre me flashió de esa novela es que en la edición original, la británica, hay 21 capítulos, que el último capítulo es cuando Alex DeLarge se da cuenta que creció. Algo de la metáfora de la novela es que la rebeldía adolescente es tiempo, no hay ningún tipo de acción gubernamental que se pueda hacer sobre esa energía más que dejarla pasar. Y el chiste para Burgess era también que el número del capítulo simbolizaba la mayoría de edad. A mi siempre me había gustado ese dato. Entonces originalmente mi novela tenía 18 capítulos, y el 18 era, como en La naranja mecánica el capítulo donde él finalmente regresa a su casa luego de estar en la Ciudad y se da cuenta de que creció. Después la novela no tuvo 18 capítulos sino muchos más, pero esa fue la estructura de origen. 

Algo que me gustó mucho de Potrillo Ben y que robé un toque es que la obra de Santi está muy marcada por los espacios. Entonces, cuando empecé a profundizar en Esta ciudad es hermosa, usé algo de eso: en una ciudad hay lugares, espacios de sociabilización, entonces elegí un lugar para cada capítulo. 

Por otro lado, yo siempre había querido escribir una novela. Y en uno de esos intentos, a los 14 años, había empezado a escribir una historia que ocurría en una Argentina distópica, en la que había una especie de éxodo al sur por el desierto. Yo voy al sur con mi familia desde muy chico, y siempre me gustó eso de que cuando atravesás el país, atravesás llanura, estepa, páramos desolados, pequeños pueblitos. Entonces entró esta idea de la novela que empieza en la Ciudad, con todos estos capítulos en lugares de la ciudad que se fueron poblando de personajes y situaciones, sigue en el Desierto y termina con la llegada a Casa.

Una vez que tenía todo eso, me senté a escribir. No fue adrede, salió así.

ESTRATEGIAS

Y siguiendo con la línea de los secretos, después fue generar estrategias. Por ejemplo, decidir que las oraciones fueran cortas como tweets que vayan moviendo la historia. Me ponía a escribir esos como tweets en mi celular, sin un orden, y después los tiraba en una drive y me fijaba dónde podían entrar. Y así fui llenando con texto un drive que al principio constaba de 18 capítulos vacíos. 

Por último, cuando ya existía eso, apareció el principio, que es mi frase favorita de la novela: "Mis amigues y yo somos la peor clase de mierda". Un día se me ocurrió, la anoté y quedó ahí macerando. Entonces otro día estaba en la facultad, en un práctico de sociolingüística, al pedo, cagado de embole, y tenía mi cuadernito Gloria. No había nada que hacer, y empecé a escribir. Y ahí escribí los primeros dos capítulos. En un práctico de sociolingüística. Recién ahí apareció la voz del personaje.

EL PROTAGONISTA: HÍPER-AUTO-FICCIÓN

R: Entonces, la idea base del mundo la tuviste mucho antes de saber a quién le pasaba qué.

M: Tardé en decidir que el protagonista era yo. O más bien una versión pesadillesca de mí. La peor versión de mí, en algún sentido. 2018 fue todo un año. Yo tenía 22, estábamos con el Sub23 [nota del bloguero: un dream team de jóvenes promesas del teatro under porteño que hacían obras espectaculares e imposiblemente complejas con la idea de nunca repetirlas. Llegaron a hacer funciones en el Caras y Caretas y en el ND Ateneo antes de superar la edad que los anulaba] y estaba en auge la cuestión del feminismo, poner al varón en un lugar diferente... El teatro en el que yo me formé está muy marcado por la violencia simbólica, por la pasivo-agresividad, por la manipulación. Ese año en el Sub23 yo repetí muchos de esos comportamientos aprendidos, y los repetía con mis amigos, porque era con quienes hacía el Sub23, que era un espacio donde éramos veinte y pico de personas, y nos organizábamos de modo asambleario, con comitivas, votaciones, etc. También con mi novia. Fue a partir de conversaciones con amigas y amigues que hice un proceso de reconocer esas cosas en mí, y de dónde venían esos comportamientos, que tienen mucho vínculo con mi relación con el teatro: la novela también fue una forma de purgar todo eso. De llevar esas actitudes que yo reconocí en mí y entendí cómo funcionaban, y hacerlas ficción. Como dimerizarlas extremadamente para arriba y hacer un personaje con toda esa mierda.

La pregunta para mí cuando estás haciendo una novela del tamaño que sea es cómo llenar la página. Cómo hago para que la página esté llena y tenga cosas de valor, aparte. Y ahí aparecen las experiencias personales. Una vez un amigo que se llama Nanu me dijo: "No hay que hacer auto-ficción, hay que hacer híper-auto-ficción". Y ese es un consejo que yo tengo muy presente. Tampoco es que lo inventó Nanu: Philip Dick laburaba así, sobre todo en sus últimas novelas, Valis y Ubik, que son la vida de él llevada al carajo a nivel ficción y creación de mundo.

En fin, esos son todos mis secretos.

LO ACONTECIMENTAL

R: Entonces, me contaste que para vos el personaje sos vos con tus peores aspectos dimerizados, y me llama la atención porque para mí no es tan mal pibe el chabón, son sus circunstancias. Por otro lado, todavía no me explicaste cuándo aparece en tu proceso lo más acontecimental de la novela: las cosas que pasan. Desde la primera idea de todas, que para mí es brillante, que es que el protagonista se quiso poner un chip en el cerebro para no tener que usar el celular con la mano, porque es un pajero, pero la operación salió mal y a raíz de eso no va a poder hablar en toda la novela, salvo con una persona a través de los comentarios en videos de YouTube. O el otro hecho que sabemos desde el principio, que es que el protagonista está en un vínculo con otras dos personas...

M: Yo sabía que era la historia de una trieja, y que el protagonista era la tercera rueda de esa trieja. 

R: Pero eso podría no pasar en una novela distópica. ¿Tenés dos ideas separadas y las juntás?

M: Sí. Son ideas. Lo de la trieja por ejemplo está desde el momento cero, también hubo algo conciente de pensar la novela como mi peor pesadilla, que es que mis amigues se alejen de mí, y esa es un poco la historia del personaje que ve cómo sus amigues no quieres compartir más tiempo con él. Lo del chip en el cerebro, esto es algo que muy poca gente me cree pero lo pensé antes de que Musk empezara con el tema, y fue un poco porque me gustó la idea de un personaje mudo también por la cuestión práctica de que es muy difícil escribir diálogos. Y lo de YouTube, en una noche de desolación, en la cuarentena, mirando un video de Will Ferrell encontré un comentario y pensé: "Esta persona podría ser mi amiga". Porque el comentario decía algo así como "¿Quién más está a las 3 de la mañana mirando todas las entrevistas de Will Ferrell?" y fue como "¡Yo! ¡yo estoy a las 3 de la mañana mirando todas las entrevistas de Will Ferrell!". Y ahí apareció el personaje de JustMe, que de hecho es un nombre de usuario real. O sea, híper-auto-ficción. 

3.

La charla con Marcos fue larga como esperanza de pobre. Me puse pesado con preguntas de método (sobre cuándo, cuánto y cómo escribir) cuyas respuestas les voy a ahorrar o escamotear según sea el caso. Baste decir que la escribió en un año y medio, aunque con bastante idea previa de para dónde iba la cosa. Que en determinado momento decidió sumar capítulos por fuera de la trama (llamados Cronología de la singularidad) para ir construyendo el mundo que lleva a la existencia de la ciudad. Que al principio el libro empezaba con el protagonista convertido en un cerebro en un jarro, recordando su historia, pero después eliminó el prólogo, así como un cameo de Julián Weich. Que la parte del desierto iba a ser un sólo capítulo y terminaron siendo once, aunque de escena única. Y otras cosas que no mencionaré porque contienen espoilers. 

Hablamos de la ciencia ficción predictiva, de La condición humana de Hannah Arendt y la vida contemplativa como infierno, de que Elon Musk es Luthor, del lugar del suicidio en la novela, de robar frases, de lo fácil que es aprender a hacer bombas en interné, y de la Biblia. Como en este blog adscribimos a la fe de Moisés y Miriam, cerremos con esta exégesis:

R: ¿Es premeditada la dimensión bíblica que tiene la historia?

M: Sí. Yo fui a un colegio católico, y aparte flasheo mucho con el universo literario de la Biblia. Por ejemplo, cuando en el desierto él habla con un Dios que lo abandonó y dice "Dios, por qué me has abandonado", con mi editor esa frase la tenemos desde tempranísimo en la novela. Y la idea de la peregrinación en el Desierto es una referencia al éxodo judío. 

R: Claro. Esa es bastante explícita. Pero también me gustó pensarlo en relación con la interpretación que se hace del éxodo en la Torá, según la cual los judíos caminan por el desierto durante 40 años  -a pesar de que la distancia entre Egipto y Canaán no lo amerita- para que en el camino pueda morir la generación que fue esclava en Egipto y que los judíos que lleguen a la Tierra Prometida sean los nacidos en el desierto, sin "mentalidad de esclavos". Hay un paralelo más ahí, con el plan de eliminar a una generación para salvar a la humanidad.

M: Esa data no la tenía. Me gusta el link.

4.

Y hablando de links, pueden adquirir su ejemplar de Esta ciudad es hermosa en éste.

*Aclaración temporoespacial: La fecha de la entrada corresponde al día en que terminé de leer el libro. en la lancha de Sturla Viajes. La entrevista con Marcos fue el día 2 de agosto del corriente año en las oficinas centrales de Resistirse Es Fútil. La reseña la estoy terminando de escribir en panza el día 2 de diciembre del corriente. El fin del mundo tendrá lugar el día 14 de junio de 20xx.

jueves, 2 de junio de 2022

Sadbøi, de Berliac

 1.

Un hallazgo y una ganga que conseguí en la feria del MICA, este librazo corte manga argentino (¿pero es argentino?) tiene la virtud de ser auténticamente transnacional. No se entiende ni de dónde es el libro (en los créditos largos para un libro de historietas argentino figura un traductor, pero los nombres son de por estos lares y no hay título original del que deducir el idioma de publicación) ni qué país representa la ficción: es decir, claramente, ninguno, pero muchos a la vez. El dibujo y ciertos códigos remiten al manga japonés (así como unos kanjis en la tapa), hay textos diegéticos en inglés pero los escudos de las instituciones y las banderas parecieran más europeas, y los personajes hablan como en El marginal ("recatate con los pibes"). Se entiende, de todos modos, que es un país inventado del primer mundo, con una crisis inmigratoria. Puede ser que el libro haya sido publicado en origen en inglés por este autor argentino y que no haya misterio detrás (ahora googleo), pero a mí me gustó no entender el origen de lo que estaba leyendo, como los personajes de este país no entienden al niño inmigrante (refugiado) Sadbøi.

2.

Es una gran historia, y sería una gran película. Animada, me caigo de culo. Intenciono que el universo me de una película de Sadbøi y cierro esta reseña acá.

martes, 31 de mayo de 2022

domingo, 29 de mayo de 2022

Todas nuestras maldiciones se cumplieron, de Tamara Tenenbaum

 1.

Si como dicen algunxs Tamara Tenenbaum está hypeada, es por su propio mérito. Está bien: le suman su juventud (¡es más chica que yo! ergo ya no soy joven, ergo pronto moriré) y las circunstancias de su infancia, que le dan mucha tela para cortar, pero cuántas como ella no son escritoras. Me parece que viene sonando tanto (en el reducido mundo de la gente que lee) porque escribe bien (¿qué significa eso? no sé pero es un hecho) y porque su escritura surfea sin hacerse mucho los rulos entre lo autobiográfico y lo imaginario, la crónica y el cuento. Este libro es lo más cuentístico de ella que leí hasta ahora, después de la notable plaqueta de poesía Reconocimiento de terreno (¿ya les conté que odio la palabra plaqueta?) y el ameno pero olvidable (me gustó pero no sé qué decía) El fin del amor: querer y coger

2.

Los primeros cuentos me resultaron chatos, pero después empieza a jugar con algo que me parece que es la apuesta del libro, el dispositivo o el truco o como quieran llamarlo, que mientras más lo intensifica más me gustó: bajo un título polisémico pero opaco, te empieza a contar una cosa y medio sin que termine te empieza a contar otra, y después otra, y después el cuento termina y en un lugar de la mente del lector esas cosas con ese título se unifican en un aire de familia, pero sin que quede muy claro en qué: a esos relatos fragmentarios no los une un tema evidente sino algo más misterioso. Hay un par de cuentos en los que hay una trama principal que habilita otros relatos más breves: en "Insensatez e imprecisión" es un viaje a Chile con su madre y las amigas de ésta, en "Qué es una familia" es la compra de un departamento: esos son lindos y quizás menos posmo. Pero hay dos re posmo, donde el hilo está escondido, que fueron los más lindos: "Deberías aprender a manejar" y "Qué hay en Panamá". 

viernes, 20 de mayo de 2022

La Madriguera, de Femimutancia

 1.

Uno de los nombres más resonantes de la nueva novela gráfica argentina, Femimutancia (nombre de pluma de Julia Inés Mamone, también llamadx Jules) lleva tres libros publicados en papel por Hotel de las Ideas, uno más lindo que el otro. Y yo tengo todos. Firmado, el fan.

miércoles, 18 de mayo de 2022

La saga de Swamp Thing, de Alan Moore

 1.

Me compré y ahora poseo los seis tomos de La saga de Swamp Thing guionada por Moore, edición argentina, gracias Ovni Press por existir pero bajame los precios un poco. Si Ovni se funde tengo en los libros un reservorio de valor, ojo al piojo. Moore, para los incautos, no es Michael ni Roger, sino más bien el druida y escritor británico también conocido por ser el autor de Watchmen y V de Vendetta, ambas cumbres borrascosas del cómic universal que no fueron debidamente reseñadas en este blog porque no sólo las leí años ha sino que además las leí en PDF (el horror), así que no tenían lomo porque ni siquiera tenían forma física, eran puro concepto, puros bytes, y por ende no hubieran pasado la estricta vara que me permite (y me fuerza) a reseñarlas. Digamos de ellas solamente que Watchmen es insuperable, que la película es sólo un buen intento de adaptarla, y que la película de V de Vendetta lo hace mejor porque la actualiza, la historieta es muy ochentosa y anti tatcher/reaganiana y la peli con guión de las Wachowski la llevaba a algo más dosmilero y en su momento me encantó. Llegará el día en que me compre los libros antedichos: y será más temprano que tarde. Ese día también desembarcarán esos transatlánticos de cuadrinhos en este blog. En fin. Quién me preguntó, ¿no? Y siguiendo con lo que nadie me preguntó porque igual estoy solo en mi casa comiendo chocolate Águila y tomando cafecito, otro libro de Moore que leí pero sí reseñé es From Hell, una adaptación de la historia real de Jack el Destripador y sus víctimas, con un toque de magia lovercraftiana TERRORÍFICA. Altísimo libro que fue debidamente reseñado en estás páginas en 2014. Y ahora, el coso del pantano:

2.

Cuenta la leyenda que La cosa del pantano era una historieta de DC medio de horror medio de superhéroes malditos, que estaba bien pero ta. Apareció en los años '70s, sin pena ni gloria, o por lo menos no con la gloria que alcanzaría bajo el ala del británico Moore, que fue el guionista de la cuestión entre 1983 y 1987, refundando no sólo al personaje y su historia sino también la forma de hacer cómics adultos y de terror, con profundidad y coso. A lo largo de los muchos números que abarca la etapa Moore hay altos y bajos, pero los altos son altísimos. Cuando la Cosa del Pantano muere y reaparece en el espacio creo que se alcanzan los puntos más altos de la cosa, por lo menos para mí. Hay un número famoso que consiste solamente en el garche psicodélico entre Swamp Thing y su novia (que consiste en que ella muerda una fruta que le crece a él, y entren en un viaje místico y orgnásmico conjunto), que también es una locura. Después tiene el problema de DC, que es que para disfrutar en serio de los cómics de DC tenés que haber leído todo y conocer a todos los personajes -hay muchos capítulos que consisten en referencias a otros personajes y títulos, desde un encuentro con Superman muy bueno hasta unos personajes de los '50 que Moore rescata del arcón de los recuerdos- y la otra cuestión es que hacia el final parece que Moore está soltando el mando (porque estaba escribiendo Watchmen a la vez) y se nota. Pero todo está bien, fui feliz y me compraría la remera. Y el muñequito, re. Aguante Moore.

P.D.: A mi padre, con quien comparto mis historietas, le pareció demasiado dark y no quiso seguir. Así que está eso también, para tener en cuenta.

martes, 10 de mayo de 2022

Animales domésticos, de Guillermo Saccomanno

 1.

Después de Bajo bandera, en la misma colección Biblioteca del Sur de editorial Planeta que dirigía Juan Forn a comienzos de los '90s y que amenaza con convertirse en uno de mis fetiches, Saccomanno publicó este libro de cuentos. Los animales domésticos son, claro está, los humanos, como reza el epígrafe a cargo de uno de los pocos filósofos que le dieron la vuelta completa al espectro ideológico, Ernst Jünger: "Toda comodidad debe ser pagada. La condición de animal doméstico arrastra consigo la de bestia de matadero". 

2.

Hay un poco de todo en Animales domésticos: cuentos muy largos que son casi nouvelles ("Deje su mensaje después de la señal" y el que más me gustó, "Hoy es muy lunes"), otros más cortos pero divididos en capítulos, otros cortísimos y que de tan impresionistas son una foto, sin conflicto o sin remate, más bien un clima, un espíritu, como "Las figuritas de Federico", "La Tonina Blanca" o el que da título al tomo. También hay un poco de todo en esa suerte de muestrario humano que ofrece: hombres y mujeres solos o emparejados -o metejoneados-, jóvenes y viejos, gente que se muere o que mata, que se mea y se caga, que se masturba y que coje, que se droga o se escabia, que suda, que cuida, que prende fuego a algo o a alguien. Una muestra más dark que luminosa de la humanidad, aunque haya excepciones. Algunos cuentos envejecieron más o menos, otros muy bien. El cuento que decía que más me gustó podría ser un libro por su cuenta y tiene algo de Arlt (al final, en Parque Lazama, que también tiene algo de Bioy) y algo de Puig (en el relato del relato) y mucho de Saccomanno, y con el tiempo también tiene mucho de documento de época, de archivo histórico de una Buenos Aires que ya no existe más. La descripción de los cines de Lavalle es excepcional y ahora también es testimonial, como lo es la película Sábado a la noche, cine de Ayala o el libro de Cozarinsky Palacios plebeyos. También creo que hay un eco en algunos cuentos como el del contestador con los cuentos que por esa época había publicado el propio Forn en la misma colección, los de Nadar de noche.

3.

Le acabo de encontrar varios errores al índice pero no le digan a nadie.