lunes, 25 de julio de 2022

Sin coordenadas, de Martín Vitaliti

 1.

Un libro grande, pesado, 272 páginas en papel creo que ilustración, cuya portada es una nada blanca con un punto negro en el medio. Jugada. No llega al límite de no decir nada más: en el lomo se leen título, autor y editorial (Trenenmovimiento) y en contraportada hay sinopsis y comentario a cargo de Ezequiel García, que también es el editor. No creo que me lo hubiera comprado sin referencias previas, pero me lo recomendaron en la FED '21 y tomé el riesgo. 

2.

Después de semejante introducción, quisiera decir que me deslumbró esta novela gráfica, pero no fue así. Tiene tanta cosa, tanta capa y tanto rebusque estético que me quedé un poco afuera. Es una novela inteligente, que utiliza el lenguaje y las convenciones del cómic para romperlo y reutilizarlo de modos nuevos, con mucho raccord de imagen (donde de un cuadrito a otro cambia todo menos las posiciones de las figuras), salto del presente al pasado y de lo "real" a la imaginación, muchas iteraciones y repeticiones y un diseño gráfico impactante, pero la historia, que la hay, o las historias, me dejaron a mitad de camino. A mí me gusta que me cuenten una historia. Me hubiera hecho más feliz si lo formal hubiera estado más en función de lo que se cuenta, pero hay como una tercera capa en toda la cosa (lo del faro, las gaviotas, el hombre que mira para arriba) con una suerte de dimensión poética que el autor decidió que subyugue a lo demás, y entonces acá estoy, con gusto a mucho y a poco al mismo tiempo. Es indudable que tiene un MONTÓN de laburo la historieta, pero bueno, para que te voy a mentir, para que te voy a decir una cosa por otra.

3.

Acá hay otra reseña, más bien admirativa del libro, por si quieren otra campanada.

No hay comentarios: