martes, 21 de noviembre de 2023

Cualquier lugar es bueno para morir, de Gonzalo Pardo

 1.

Extraordinario (léase con voz de Víctor Hugo Morales) el primer libro de mi amigo el Oso Gonzalo Pardo. La rompió. Toda. Hizo, en un mismo movimiento, varias cosas que son muy difíciles de hacer. Primero: escribir un libro. Eso ya es directamente imposible. Pero plusquamimposible me parece lograr una novela de acción con el nivel de tensión y suspenso de la que nos ocupa. Pocos lo consiguen (y viven para contarlo). El Oso lo hizo sin despeinarse. Con muy pocos elementos se mandó una especie de western pampeano distópico -en la onda Last of us pero sin zombis- que me saco el sombrero.

2.

No quiero espoilear nada pero wait for el gay twist. (Ah re).

3.

Me junté a charlar con el Oso sobre su proceso, y esto fue lo que me dijo:

OSO: Cuando empecé, que fue con el primer capítulo -que salió de un tirón-, yo creía que estaba escribiendo un cuento o algo así. En ese momento sí que no tenía idea de nada más que esto de la General Paz cerrada, y alguien que se estaba escapando de eso "ruralmente" [Nota del bloguero: El Oso y yo somos fanáticos del Canal Rural]. Sabía que había una guerra, algo del escenario político, y que el protagonista estaba yendo a buscar a alguien. No sabía si iba a ser una antigua pareja, o una relación a distancia con la que de pronto por la guerra se habían desconectado, o lo que terminó siendo, que es [otra cosa que no podemos decir]. Después trabajé con una estructura muy gruesa: sabía por ejemplo que quería que aparezca un antagonista, pero todo lo otro fue apareciendo mientras escribía. 

RESISTIRSE ES FÚTIL: ¿Y cuándo decidiste que se volviera una buddy movie

OSO: El personaje de Dani apareció cuando lo escribí, hasta ese momento no sabía que iban a ser dos los que escapan.

RESISTIRSE: Bueno. Te hago preguntas con espoiler, y después si querés no las pongo.

OSO: Dale.

RESISTIRSE:

OSO:

(Un rato de charla censurada después...)

OSO: La primera mitad del libro la escribí en un poco menos de dos años, y la segunda mitad la escribí en tres meses. La laburé con Paula Puebla (que tiene dos novelas muy buenas que te recomiendo, La vida en presente y El cuerpo es quien recuerda: es una capa). Yo empecé a escribir esto en un taller con ella y con Mariana Skiadaressis, y cuando ya empezó a ser una novela seguí sólo con ella. Teníamos un encuentro cada tanto donde charlábamos del avance, y me acuerdo que cuando iba más o menos por la mitad me dijo algo que me dio mucha tranquilidad que fue: "A esta altura, el que está leyendo ya está encariñado con los personajes. Ahora la cuestión es cómo se resuelve". Y yo sabía que todavía faltaba que la pasen muchísimo peor. 

4.

Algo muy curioso de Cualquier lugar... es la forma en que se maneja la relación figura/fondo. La aventura de Pablo y Dani se enmarca de forma directa pero también lejana en un contexto distópico que se anuncia ya desde los paratextos del libro: la autopista que hoy llamamos General Paz y que en nuestra realidad circunvala la Capital, en la novela fue derribada y convertida en barricada bélica, que separa como el Muro de Berlín. Sin embargo, no hay ningún narrador omnisciente que nos cuente la guerra entre la Capital y el Interior, sus motivos y circunstancias. 


OSO: El narrador en algún punto sólo sabe lo que sabe Pablo. En un momento tenía la tentación de meterme mucho más en el trasfondo político y me empecé a enquilombar. Empecé a querer armar un escenario político que se iba complejizando y que se alejaba de la historia, y un poco lo que me sostuvo fue eso: el narrador sabe lo que Pablo sabe. Y Pablo sabe lo que escuchó en las noticias, lo que alguien le contó, lo que supuso, pero no más que eso. Con la otra novela de la editorial, El Coloso Justicialista, pasa un poco lo mismo: lo que anuncia la contratapa y parece que va a ser central pasa al principio, y después la novela se va por otros lados inesperados. Es un poco un bait. No es sobre eso específicamente.

RESISTIRSE: ¿Y ya estás escribiendo otra cosa?

OSO: Hice un intento de empezar a escribir unos cuentos como en el mismo universo, medio spin-offs, raros, pero no me enganché mucho. Es una idea que la ponemos a dormir ahí a un costado. Y ahora ya encontré otro personaje y otra historia, quizás en el mismo mundo pero proyectado al futuro. Tengo ganas. Me quedé manija.

4.

Cualquier lugar es bueno para morir es la primera novela del Oso Pardo y la segunda publicación de la editorial independiente El Panda. La consiguen exclusivamente por acá.

sábado, 11 de noviembre de 2023

The Buenos Aires Affaire, de Manuel Puig

 1.

Bueno bueno bueno. BUENO BUENO BUENO. Te calmás Manuelito estás muy sacado.


2.

The Buenos Aires Affair. Es la tercera novela de Puig, la siguiente al hit que lo había vuelto una celebridad nacional en 1969 (Boquitas pintadas), y la que lo va a condenar a la condición de paria en la Argentina conservadora del consenso homofóbico. Resulta que hay una escena, primero hot, después horrible, en un descampado, entre uno de los protagonistas y un yiro que básicamente se lo levanta en un bondi. Demasiado explicita y anal para la primavera camporista de 1973. También hay otras escenas de sexo, que aunque pakis igual deben haber sido demasiado pornográficas para la época, así como unas buenas pinceladas de gore, casi giallo literario. A esto le sumemos referencias explícitas al contexto político argentino de la década del '40, con el nombre de Juan Domingo Perón escrito clarito, negro sobre blanco, y si bien lo que se cuenta no me pareció en absoluto antiperonista, sí se lo pareció a los muchachos de la Triple A, que decidieron amenazar de muerte a su autor. El combo fue demasiado. Puig se exilió en México, y no volvió nunca, nunca más. No tengo pruebas pero tampoco dudas de que lo que le pareció gorila a los fachos del peronismo no fue otra cosa que la homosexualidad desembozada de Manuel. 


3.

Sinopsis: The Buenos Aires Affaire cuenta la historia de Leopoldo Druscovich, desde su infancia abusada hasta su adultez violadora y asesina, y también la historia de Gladys Hebe D'Onofrio, la última víctima del susodicho. Leo es crítico de arte y curador. Gladys es artista conceptual involuntaria. Hay un ir y venir entre el presente de la narración, que los reúne, y el pasado de cada uno, TODO lo que les pasó desde que nacieron hasta que llegamos a ese presente. El libro se la agarra con: el mercado del arte, el psicoanálisis, la moral burguesa, la violencia estatal, el patriarcado. Y se construye, como era la usanza del autor en su primera época, en forma de collage con transcripciones de películas, monólogos internos, notas periodísticas, informes forenses, un narrador omnisciente pesadísimo que juega a la descripción densa, y seguro me estoy olvidando cosas. Es seguramente y ante todo una novela policial, con una cuota importante de cinismo (como un humor negro solapado) que la vuelve una parodia del  género noir.


4.

Con Gonza vimos esta serie de la manito: Un loco deseo de belleza, la traición de Manuel Puig. La produjo Canal Encuentro, la conduce el gran Sergio Pángaro, cuenta en ocho capítulos de media hora la vida y obra del querido Puig (que se lee Puch). Resulta que no escribió tantas novelas Puig, son ocho, y con ese dato en mente, ahora quiero leer todas. Vengo bastante bien (aunque peor de lo que creía: me acabo de dar cuenta de que nunca leí El beso de la mujer araña -novela- pero creía que sí porque leí la obra de teatro y vi la peli-). En fin, es un objetivo que puedo llegar a cumplir antes del sapukku ritual que me practicaré por la deshonra de tener un presidente subnormal y fascista. Gonza me regaló la novela que motiva esta reseña para mi cumpleañito de dos mil veintitrés, la leí, y ahora me resta un 50%.