1.
Buenos Aires, 1969. En el transcurso de dos semanas, el jovato protagonista Isidoro Vidal sobrevive a "la guerra del cerdo", una suerte de cacería de viejos llevada adelante por "los jóvenes" (también llamados "los Jóvenes Turcos") ante la indiferencia del conjunto, como si de judíos y nazis se tratara en la Alemania anterior a las Leyes de Núremberg. La idea de la novela es, por supuesto, formidable. Por algo tiene su fama y trascendencia. Y Bioy es bueno en lo que es bueno. Sin embargo, de las novelas suyas que leí es la que menos me gustó. Amplío:
2.
La novela es mejor mientras más misteriosa, o sea, es mejor al comienzo. Y también es mejor mientras más se ocupa de lo verdaderamente importante de la historia: la tendencia humana (o argentina) a la negación. Los personajes se dedican constantemente a bajarle el precio a lo que está pasando, aunque se trate de asesinatos gratuitos en plena calle. Como si fuera lejano, no fuera con ellos, ya pasara, fueran travesuras de unos locos sueltos. Todo muy argentino. Lo mejor es que los personajes, un grupo de viejos jubilados que se juntan a tomar sol en la plaza, buscan autoconvencerse de su juventud para mitigar el miedo, en lugar de discutir la arbitrariedad de "la guerra al cerdo". Creo que esa parte es la más interesante del asunto. Y también es interesante la idea del líder (Farrell le puso, qué sutil), de los Jóvenes Turcos, la ideología contra los viejos.
3.
Hay un diálogo, brillante, en el que los personajes siempre están cambiando de tema o hablando solos aunque estén en grupo. Mejor página de la novela. La busco, no la encuentro, les juro que existe, prosigo.
4.
Lo peor: por un lado, la resolución, incoherente (¿todo se termina sólo, por qué?) y por el otro, que la novela misma pareciera por momentos entrar en el proceso de negación en el que están sus personajes. Se convierte en una especie de novela de amor que a la vez parece una consumación de fantasías bioycasarísticas (el viejo al que lo siguen persiguiendo las mujeres jóvenes). La gravedad de los hechos (¡a un viejo lo tiran desde la tribuna del Monumental en pleno partido!) se disuelve en la nada. ¿Y el protagonista está preocupado por ponerla, mientras le matan a los amigos?
5.
Hay una película sobre la novela, de Torre Nilsson, con guión de Beatriz Guido, el susodicho director y uno más -y dirección de sonido del Bebe Kamin, después no conozco a nadie más ni del elenco ni del equipo-. Es de 1975 y está entera en YouTube en una calidad bastante buena. Habiéndola visto, opino que es, como película, pésima; como adaptación, demasiado literal. Incluye desnudo femenino gratuito (increíblemente gratuito), actuaciones mediocres, y una escena en el Museo de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia que la emparenta exóticamente con El aura de Bielinsky. Por fuera del documento de época -hay algunos exteriores- no reviste interés alguno.