jueves, 5 de enero de 2023

El gato del rabino (volumen 2), de Joann Sfar

 1.

Hotel de las Ideas está publicando esta obra maestra el cómic francés a razón de un tomo por año. Hoy terminé de leer el que salió en 2022 y espero que el de 2023 no se haga esperar. Judíos argelinos, un gato que habla, comienzos del siglo XX. En este volumen hay dos historias. "El paraíso terrenal", protagonizado por el Malka de los Leones, tiene un epígrafe junto a las dedicatorias que dice: "Las anécdotas relatadas en esta obra son de una exactitud rigurosa, para nada exageradas, dado que me las contó mi abuela". Es un cuento sobre envejecer, sobre el antisemitismo, sobre ser un héroe, y tiene giro borgeano que me voló la peluca. La segunda es re lindísima también y se llama "Jerusalén de África". 

2.

En un momento aparece Tintín y me reí para afuera. Qué opa Tintín.

sábado, 31 de diciembre de 2022

El obsceno pájaro de la noche, de José Donoso

 1.

Qué libro complicado: cuando promediaba la lectura, pensé en crear esta entrada para decir eso. Este fue mi año de lector de Donoso, me volví fan del boomer chileno (ya me ganó el año pasado con la joya infinita que es El lugar sin límites) y después de tres hits infalibles (la mencionada, Este domingo y Coronación) me compré en noviembre, en Mar del Plata, la que muchos consideran su obra maestra. Que es este libro, El obsceno pájaro de la noche. Medio que lo empecé de inmediato, y si bien durante su primer tramo me compró totalmente, en un momento me empezó a perder. Creí que Donoso estaba meando fuera del tarro. Por supuesto perseveré, un poco porque no me gusta abandonar los libros y otro poco porque necesitaba saber qué pasaba, y lo bien que hice, porque ya estoy adentro de nuevo, fan de Donoso como el que más. Me di cuenta que vengo leyendo a Donoso en orden cronológico o casi, así que ya me compré en la plataforma del macrismo virtual, el quinto libro que vendría a ser Tres novelitas burguesas.

2.

El problema con El obsceno pájaro de la noche pasa por dos lados. Por un lado, es un libro de 456 páginas (el doble que cada uno de los anteriores) pero en el que casi todo el tiempo somos víctimas de una catarata de monólogos internos en los que los punto y aparte se hacen desear. Onda El entenado de Saer. Entonces la lectura es densa como dulce de leche, las 456 páginas parecen 1112 (hay momentos de diálogos, pero no son los más) y todo requiere una inversión de tiempo muy abigarrada, que contrasta con lo fácil que se leen los tres libros anteriores, que tienen la liviandad de un folletín. Este es un problema práctico, no estético. Creo que la forma correcta de leer este libro es en largas sentadas de a muchas decenas de páginas por ves, en lo posible de a capítulos enteros, lo que la hace más apropiada para largos viajes en transporte público o para lánguidas tardes de reposera frente al río Salado que para lecturas en el baño (mis preferidas) o en cortos traslados subterráneos a Plaza de Mayo (mis habituales).

3.

El otro problema sí es estético, y es que por momentos decís "No entiendo nada". No porque no se entienda la historia, a pesar de que tiene un millón de capas, sino porque no se entiende la cronología, y ahora que la terminé puedo afirmar que es debido a que está rota, reventada, imposibilitada de defenderse. Las más fuertes incoherencias en la cronología, y sin explicación, son: el Mudito encontrándose con Boy en la comisaría a las 200 páginas, cuando Iris lo echa a la calle -pero después pareciera no haber salido nunca de La Rinconada-; Azula y Emperatriz por Santiago pensando en irse a Suiza y encontrándose con el Mudito hacia el final, cuando en teoría ya habían creado su sanatorio en Suiza; y claro, la parte del sanatorio, cuando el Mudito está o cree estar internado. Muchas cosas están fuera de orden pero al final encajan, y muchas otras no. Sin embargo, no importan, les aviso ahora. Y hay algo que dice Donoso en un texto posterior, que se incluye en mi edición del libro, que le da el derecho a todo: 

"Un universo construido sobre la falsa premisa de la paralógica tiene la clara ventaja de ser autosuficiente. No tiene que rendir homenaje a la realidad, sino que vive por sí mismo y de sí mismo: no tiene que 'funcionar' en relación con cosa alguna, sino sólo de acuerdo a reglas establecidas en el universo postulado de la novela (...) un reconocimiento a la dinámica de lo inconsciente, capaz de producir una coherencia que, me gustaría creerlo, yace más allá -y quizás detrás- del tiempo, fraccionada y reconstruida en un todo".

4.

Contar la trama es un bolonqui y además para qué, pero créanme que es espectacular. Hay de alguna manera tres mundos en la novela, y para mí el mejor lejos es el de la Casa de Ejercicios Espirituales de  la Encarnación de la Chimba (y también para Buñuel, que casi hace la película pero sólo le interesaba esa parte). Lo que sí me parece copado contar acá es cómo llegué a este libro: por un lado, porque vengo leyendo a Donoso y es todo bueno, pero en este caso me interesé en este en particular cuando escuché a Mariana Enríquez charlando con Rebord. Decía la Enríquez que en Latinoamérica tenemos una tradición de escribir terror sobre mitos europeos (lobos, vampiros) y que está poco explorada la mitología de por acá. Que por ejemplo al imbunche lo encontró primero en La cosa del pantano de Moore, cuando es un mito mapuche. Que en literatura latinoamericana sólo lo había visto en El obsceno pájaro de la noche de Donoso. Así que por el imbunche llegué a este libro. Qué miedi.

miércoles, 14 de diciembre de 2022

Disparen al humorista, de Darío Adanti

 1.

Mar del Plata, mesa de saldo, reconozco el nombre del autor como uno de los entrevistados en el podcast Comedia -es un humorista español de larga trayectoria, una especie de Dolina ibérico por lo que intuí en la entrevista-. El libro en cuestión se trata de una historieta, así que, no se hable más, me la compré junto con otros dos libros que probablemente nunca lea para llegar al valor promocional. 

2.

Sin embargo, ahora que la leí, entiendo por qué la mesa de saldo. O sea: está bien, no está mal, pero tampoco es para que Planeta imprima 3000 ejemplares en Buenos Aires. El libro lleva el subtítulo de "Un ensayo gráfico sobre los límites del humor", y es eso que se indica. El problema que tiene es que, si bien este señor dibuja y pinta muy bonito (el estilo me hizo acordar mucho a Liniers cuando usa pinceles, onda tapa del disco de Kevin Johansen), casi no está aprovechado el asunto gráfico, las más de las veces las páginas muestran a dos personajes teniendo un diálogo en el que se baja la data ensayística, y para eso bien podíamos leer un texto que es más fácil. Tiene algunas cosas historietísticas, pero no terminan de justificar la decisión. Después, lo que es el ensayo en sí, un poco reiterativo. Me gustó el final, la idea de que para salvar al humor de la corrección política hay que convertirlo en una religión. Y también me gustaron las páginas con retratos de filósofes.


3.

Lo que más me molestó fue la traducción parcial del castizo al argentino. El ejemplar que compré yo dice estar impreso en la Ciudad Autónoma, por lo que me imagino que es la edición argentina de un libro español -aunque no está indicado-, y bastante rápido te encontrás con que un personaje utiliza el vocablo "boludazo": desde el vamos, prefiero si estoy leyendo a un autor español que el personaje diga gilipollas, pero más aún me enoja que me traduzcas gilipollas por boludazo si después en vez de cáscara de banana me encuentro con una piel de plátano, estamos todos locos o el "traductor" se durmió a mitad de su trabajo. Me cache en dié. 

lunes, 5 de diciembre de 2022

Todas las bicicletas que tuve, de Power Paola

 1.

La leí dos veces seguidas. La primera lectura, muy lento, con mucho intervalo entre los capítulos. Y después de terminar, de inmediato la empecé de nuevo, porque si bien hay capítulos (que son las bicis, claro está), es una novela gráfica con una continuidad, dentro de su estructura deforme. La segunda lectura fue en dos sentadas. Quería que fuera en una, pero no llegué. El libro está precioso. Aguanten Power Paola y andar en bici.




sábado, 26 de noviembre de 2022

Robin Wood: una vida de aventuras, de Diego Accorsi, Julio Neveleff y Leandro Paolini Somers

1.

La biografía autorizada del guionista de historietas (quizás) más prolífico del mundo. Creador de una lista absurdamente larga de personajes que incluye a Nippur de Lagash, a Dago, a Gilgamesh el Inmortal (a este en realidad lo creó la mitología sumeria pero bueno). Un tipo a quien, por vía paterna, leí en mi infancia y adolescencia, creyendo o que no se llamaba así, o que era un nombre que englobaba a varios autores. Bueno, no: Robin Wood se llamaba así en el documento, era paraguayo descendiente de escoceses y australianos, y su vida fue una aventura del estilo de las de sus personajes, o así eligió narrarla. Se crió en una colonia socialista. Fue pobre. Tuvo un golpe de suerte con un guión de historietas y cuando la pegó se fue a viajar por el mundo con una máquina de escribir, mandando sus guiones desde los lugares más inesperados del globo a la ahora extinta editorial Columba, que le publicaba todo, muchos títulos al mismo tiempo. 

2.

En este libro, impreso de puta madre y lleno de fotos y tapas y cuadritos, los autores decidieron cederle la palabra al biografiado, así que no sé si con textuales de entrevistas o parafraseando, el que habla es Wood. Lo supieron hacer entretenido, aunque por momentos las anécdotas se pisan y se vuelve redundante. Lo que más me flashó fue enterarme de la posición política de Wood (supuestamente apolítico, anarquista, en los hechos opuesto a los historietistas politizados de izquierda de nuestro país como Oesterheld, Prat, Trillo y Saccomanno). Parece que una grieta se ciñó en el mundo de la historieta a comienzos de los '80s, entre las historietas "intelectuales" y las historietas "populares", de las que Wood era el principal referente. Las intelectuales onda revista Fierro se imprimían en tiradas más cortas y eran obviamente más elaboradas. Las populares se publicaban en revistas largas, eran muchas veces la misma historia, pero te duraban más, y las leía mucho más público. Hoy, cuando las historietas sólo se compran en formato libro, casi exclusivamente se consiguen en ferias o locales y sitios especializados  y las grandes revistas y editoriales de historietas duermen el sueño de los justos debajo de los escombros del neoliberalismo, todo esto me suena a utopía. Ojalá tuviéramos el problema de la grieta entre historietas populares o intelectuales.

3.

De más está decir que debe estar llena de mentiras la biografía esta, pero qué más da. 

4.

Me despido con un deseo, aunque la vea difícil: que con el mismo amor con que la editorial El Ateneo publicó esta biografía, se ponga a reeditar las series de Columba, todas, hasta el último número, con los títulos que sólo salieron en Italia y todo. Dejo mi súplica flotar en el ciberespacio.

lunes, 14 de noviembre de 2022

La vuelta al perro, de Cynthia Rimsky

 1.

Una pequeña joyita chiquitita y monona este libro que me regaló la señora Laura Preger por mi natalicio de este año que se acerca a su cenit. De verdad, me sorprendió tremendamente la prosa aguda y contundente de esta otra señora, Cynthia Rimsky que, ¿dónde estaba? ¿por qué no la había sentido nombrar? ¿se debe sólo a mi ignorancia?

2.

Por el nombre, obvio, pensé que era yanqui, y por el diseño del libro (muy monono) de la editorial Tenemos las máquinas pensé que sería una pendeja. O sea, pensé que era una pendeja yanqui, quizás moderna. Pero no, es una señora hecha y derecha, nacida en 1962, cuatro años más joven que mis xadres. Y es chilena, de origen judío europeo, afincada en Argentina desde hace una década en algún lugar que por el libro deduzco queda cerca del Partido de la Costa, Villa Gesell o similar. Y tiene más libros, que habré de buscar.

3.

La vuelta al perro se presenta como un libro de ensayos sobre arte, o por lo menos está incluido en una colección que se presenta como de libros de ensayos sobre arte, aunque para mí es un libro de crónicas. Crónicas que muchas veces abordan cuestiones relacionadas con el arte, o con la filosofía del arte, pero no siempre. Son crónicas pandémicas de la vida de Cynthia y "la carpintera" (muy tarde entendí que el personaje de la carpintera es obviamente la pareja de la escritora) viviendo en un pueblo bonaerense, en una casa a la que aún queda mucho por hacerle. Se habla de la casa, de los y las vecinas. Algunos textos tienen un párrafo, otros varias páginas. Algo me hace acordar a la prosa de los ensayos de Forn. Algo a Tamara Tenenbaum, ese estilo para entretejer relatos en uno solo pasando de un al otro sin solución de continuidad. Para mi sorpresa, hay un capítulo donde se habla del Talmud (amé), otro sobre Pesaj. Hay un cuento (un texto, un ensayo, una crónica) un poco de terror que creo que es el mejor ("Calle sin salida"). 

4.

Es un libro para regalar. Yo ya tengo una amiga en mente a la que le va a encantar.

martes, 8 de noviembre de 2022

La ciudad, de Mario Levrero

 1.

Hace muy fácilmente 12 años, puede que 15, María Rosa la mamá de Darío tenía en su biblioteca esta cajita de Debolsillo con tres novelas de Levrero que estaban agrupadas como la "trilogía involuntaria". Me acuerdo que fue ahí que la vi y la deseé, y seguramente gracias a algune de mis amigues empleades de librería fue que me la compré con descuento. La cuestión es que nunca los leí, ninguno de los tres libros, hasta ahora, fines de 2022 en la ciudad de Mar del Plata, durante el viaje en micro y los primeros días del Festival Internacional de Cine de ídem. Siguiendo con la vida de los objetos, no soy el primero que lee este libro (este ejemplar en particular) porque recuerdo que Mariano lo leyó, diría que en un viaje, hace muchos muchos años, así que no estaba ahí esperando tristemente su turno. Porque para mí los libros son como los juguetes de Toy Story, están esperando que los lean. 

2.

Little did I know un par de cosas sobre esta novela. Primero, que es la primera de este autor, Jorge Mario Varlotta Levrero. La publicó en 1970. La escribió con 26 años. Y las otras dos novelas de la cajita, París y El lugar, son sus segunda y tercera novelas. Ahora me vengo a enterar. Segundo: que es Levrero jugando a Kafka. Según el prólogo, explícitamente. Dice Ignacio Echeverría en el prólogo que Levrero leía El castillo de Kafka y escribía La ciudad al mismo tiempo.  Así que es como un remix uruguayo de El castillo. Nunca leí El castillo pero sí El proceso y se nota la cuestión kafkiana. 

3.

De la trama no hay nada que decir, porque mejor no decir nada. Con lo de Kafka ya estamos hechos. Puedo aclarar que es más gracioso que angustiante, difícil de encasillar en un género literario, entretenido, neurótico en su prosa, divertido, un plato.

4.

Este es el octavo libro de Levrero que aparece en este blog,. Acabo de releer mis reseñas anteriores y en 2019 me dejé una nota a mí mismo que ahora replico en 2022: "No te olvides de leer a Levrero para siempre".

lunes, 24 de octubre de 2022

Estrechamente vigilados por la locura, de Héctor Anabitarte

 1.

Hermoso. El libro y todo lo que lo rodea: el autor, la publicación original, la reedición, la época que narra y de la que se yergue como testimonio (se yergue, :-) ) Podría haber sido que lo interesante era el contexto y punto, onda valor de documento histórico, pero no, por suerte el libro también se sostiene sólo, sin contexto, como un hermoso cúmulo de cuentitos, cartas, poesía, anécdotas, deseo sexual, frustración ídem, militancia, ridículo, exilio, fiesta, todo mezclado. Hablando de eso, me dieron ganas de leer Baños, fiestas y exilios, del que este libro es fuente en grado sumo según pude saber. 

2.

Cuál es el contexto, la hago corta: el autor es uno de los fundadores del FLH, Frente de Liberación Homosexual, una de las primeras (creo que la segunda) organización por los derechos LGBT en Argentina y la más prominente, de la que formaron parte un montón de nombrazos como Perlongher, Matamoro, Puig y el ahora detestable Sebreli. Creo que incluso Anabitarte estuvo en la primera de todas, de la que el FLH fue heredero. Debido a su militancia comunista, sindical y por los derechos de los homosexuales, se dio al exilio cuando el golpe del '76, y publicó este libro, Estrechamente vigilados..., en Barcelona en 1982. Se agotó, se volvió inconseguible, y ahora se reeditó gracias a De parado, una editorial que viene construyendo un catálogo solidísimo que con este libro abre para otro lado (y cambia el color de sus tapas). 

3.

El prólogo de Alejandro Modarelli, bastante largo, suma bocha. Hay muchas cosas que sin la explicación previa se me hubieran escapado, por cuestiones epocales y del estilo, con lo que su lectura previa al libro mejora la experiencia, lo que no es muy común (por lo general, odio los prólogos, y más los largos). 

4.

Y después, el libro en sí, se compone de 117 micro relatos o textos de máximo tres carillas, a veces de un párrafo solo, a veces graciosos, a veces trágicos, a veces hot. Es difícil leer uno solo, pero se presta a la lectura mega fragmentada. En fin, me gustó mucho. 

5.

Subrayé esto:

Intentaré ser prudente. Salvar al menos la bandera. Con ella podré vestirme, soñar o colgarme de un árbol.

viernes, 14 de octubre de 2022

El diario de la princesa, de Carrie Fisher

 1.

Hay un famoso libro de Leonard Nimoy que no leí pero es famoso y se titula "No soy Spock". Es la autobiografía del actor, y en ella cuenta -tengo entendido- su vínculo con el personaje de Star Trek que lo hizo conocido y del que nunca más se pudo despegar, al punto que más adelante sacó otro libro, con el título "Soy Spock". Todo esto tiene un chiste de Los Simpson:





El diario de la princesa es, entre otras cosas, el "Soy/No soy Spock" de Carrie Fisher con su alterego sideral, la princesa Leia Organa. Ella tampoco pudo despegarse de su personaje más conocido, con el agregado de que al ser una mujer, su imagen famosa y sexualizada se fue alejando de su imagen real como una persona que crece y abandona los cánones de belleza de esta sociedad del horror. Así que un poco cuenta eso, y también cómo cuando pasó los 40 empezó a trabajar de firmar autógrafos en convenciones de ñoños, práctica a la que llama lap dance. Cuenta su relación con el cine antes de Leia (había hecho una sola película, pero su madre, Debbie Reynolds, era una famosísima estrella de Hollywood, protagonista de Cantando bajo la lluvia, por ejemplo) y algo del rodaje en Inglaterra, algo de la fama posterior y coso.

2.

Lo otro que cuenta y que es el boom del libro es su affaire, durante el rodaje en 1978 de la primera película de la saga (cronológicamente hablando), con Harrison Ford, que en ese entonces estaba casado y que además le llevaba 16 años. BOOM. Sin embargo, el hecho no tiene más sustancia que el dato, o sea, ya está, ya lo saben. Carrie no hace un descargo ni habla mal del susodicho Han Solo, sólo recuerda lo confundida que estaba siendo tan joven e inexperta en ese vínculo secreto que ella vivía como toda una postadolescente. El capítulo en el que habla del tema es largo y un poco me aburrí. El título del libro tiene que ver con la inclusión, en medio del tomo, de una transcripción del diario que Carrie llevaba en ese entonces, un diario lleno de poemas adolescentes y cursis que en un momento decidí saltear. 

3.

El dato más divertido del libro es que en el casting para Leia, Carrie Fisher también audicionó para ser Carrie en Carrie de De Palma, pero no quedó. O sea: estaban De Palma y Lucas tomando casting a la vez, y todas las chicas que pasaban por el proceso podían quedar para una película o la otra. Carrie podría haber sido Carrie en Carrie. Ja.

4.

La traducción es castiza y espantosa, creo que Fisher es divertida y escribe bien, pero el libro me pareció intrascendente. Ella tiene mucho más para contar que el hecho de haber sido Leia: fue alcohólica, y además fue la hija de dos famosísimas estrellas de Hollywood, y de todo eso creo que habla en otros libros. Este no reviste mayor interés. Tiene fotos, eso es lindo.

jueves, 13 de octubre de 2022

La muerte de un viajante / Incidente en Vichy, de Arthur Miller

1.

Si no fuera por la famosa frase de Rosario Bléfari, diría que por qué no leer sólo clásicos. Los clásicos vienen con garantía de confianza de la humanidad. Me sorprendo de mí cuando me sorprendo de lo bueno que es un libro sobre cuya calidad hay un consenso de décadas: obvio que va a ser bueno. Aunque capaz me sorprendo de lo mucho que me gusta a mí. Me pasa con José Donoso, como hablaba en la reseña pasada, y me pasó ahora con Arthur Miller, a quien nunca había leído. ¡Qué bueno que es, Adoní! 

La frase de Rosario es un posteo:

2.
Hace poquito vi y estudié Sinécdoque Nueva York de Charlie Kaufmann (una peli que es un 10 pero para mucha gente es un 2) y La muerte de un viajante tiene un rol interesante. Es que es tan depresiva la obra como la peli de Kaufmann. También hay una peli de Asghard Farhadi que trata de un grupo de teatro iraní poniendo la obra, pero no la vi aún. Les cuento esto pues porque me place.

3.
La que me sorprendió en grande fue la otra, la obra que viene como de yapa en este pequeño volumen húmedo y podri que rescaté de la biblioteca en la que trabajaba hace ya muchos años. Son un grupo de personajes en una sala de detención, en Francia, durante la República de Vichy, es decir la ocupación nazi de una parte del país -incluyendo París, como recordarán si vieron Bastardos sin gloria. No saben por qué los detuvieron, ni que se espera de ellos, pero pronto sabremos que están por pedirles los papeles para constatar si son judíos. Una obra que sucede en un solo lugar, en una sola escena, con un muestreo de personalidades y posturas frente al fascismo. Absolutamente brillante. Bien ganados todos sus premios. Lástima que la machiruleó a la Marilyn.

lunes, 3 de octubre de 2022

Coronación, de José Donoso

1.

La novela de 2022 -por lo menos de los diez primeros meses- es de 1968 y se llama Coronación. Y eso que es el tercer libro que leo de Donoso y no es el que más me gustó de los tres.

2.

Es también el hit de Donoso, el libro más fácil de conseguir en librerías y plataformas usureras de compraventa, en múltiples ediciones. No es su "obra cumbre", porque ese título se le adjudica a otra novela, El obsceno pájaro de la noche, que empecé a leer hace unos días.  Pero sí es quizás el más leído y seguro el más adaptado a cine (en dos películas, una mexicana de 1976 y otra chilena de 2000). 

3.

Donoso es quizás el escritor más interesante con el que me topé en los últimos años, al punto que termino de leer un libro suyo y busco comprarme otro, porque descubrí en este escritor a alguien que me asegura diversión y asombro. Sus tramas son truculentas, melodramáticas, oscuras. Hay buenos y malos, pero los buenos sufren y los malos también. Hay mucha cuestión de clases, algo que tiene seguramente que ver con el origen burgués y chileno de Donoso. Hay relaciones de poder, abuso de poder, sexo, patetismo, pero sobre todo una maestría descomunal en el uso de la focalización, o de la voz narradora, o no sé cómo llamarlo que es muy propia de su época -Donoso es parte, medio de costado, del boom- pero que para mí él hace como nadie. 

4.

Coronación es la historia de una casa señorial, y de los últimos representantes de una familia otrora importante: el jovato y solterón Andrés Ábalos y su nonagenaria abuela Elisa Grey de Ábalos. El personaje de la abuela es como de Dostoievski: postrada y poderosa, medio loca (¿o del todo?) y temible. Y el de Andrés, un poco también, ahora que lo pienso. Pasa de ser un abandonado de la vida, concentrado en hacer nada y vivir de su herencia, a un dechado de nervios por el deseo (¿el amor?) que le genera Estela, la nueva mucama, una adolescente, una campesina, una chola. Hay otro personaje, Mario, un adolescente pobre, con el que la novela se va a ir hasta Valparaíso, siguiendo a su hermano malandra, catalizador de un clímax que no por anunciado desde el título deja de tener una fuerza espectacular. 

5.

Donoso te amo, nos veamo nos besemo.

sábado, 17 de septiembre de 2022

Cometierra, de Dolores Reyes

 1.

Dolores Reyes... qué nombre.

2.

Leí esta novela prestada y con poca data previa. Sabía de una polémica en torno a su inclusión como lectura obligatoria en un secundario en Neuquén, donde la calificaron de pornográfica. Y no mucho más. Un poco la polémica fue mi disparador. Pero después, leyéndola, la verdad no era lo importante. Qué pelotudez las polémicas y qué pelotuda la gente, alguna, a veces. Bastante seguido. Bastante gente. En fin.

3.

Sin contar la trama, tiro algunos descriptores: es una primera novela, pero de una autora que la publicó con casi 40 años de edad. Dolores Reyes es docente, militante feminista y de izquierda, conurbana, madre de 7 hijes. Sin embargo, la edad de la Reyes no cambia el hecho de que la novela tenga rasgos de primera novela, que no sé bien en qué los noto pero están, le dan un tono punk, un desprejuicio. Quizás no son consecuencia de su carácter de benjamina, sino buscados y recontra laburados -es una novela muy tallereada parece, con Selva Almada y con Julián López- pero hay algo "sencillo" en la prosa, que también le da un tono de novela juvenil -que explica su inclusión como lectura en escuelas-. Lo que le quita ese tono y dio lugar a la polémica son algunas escenas de sexo explícito. Dice pija. Pero dale, es una palabra escrita. Volvemos a lo de la gente es pelotuda.

4.

Otro descriptor: sobrenatural. Capaz, en el orden del realismo mágico, pero sucio, contemporáneo. Realismo mágico y sucio. No quiero contarles en dónde está la cuestión mágica y les deseo que agarren la novela sin saber nada de su trama.

5.

Último: me hizo acordar a Una novelita lumpen, en el clima, y en el joven dúo de hermanes sin padres, con la casa sola, rebuscándosela. La rutina sin obligaciones. Un clima de siesta. El olor a birra.

sábado, 3 de septiembre de 2022

Late un corazón, de I Acevedo

 1.

Quería leer cuentos, así que escaneé mi biblioteca en busca de libros de cuentos sin leer y elegí este. Al autor lo tenía de otro libro, firmado en ese entonces bajo el nombre de Inés Acevedo que leí hace lo que siento como muchos años aunque este blog me avisa que fue en 2017, Jajaja (no me estoy riendo, se llama así, titulazo). ¿Cuándo pasó que 2017 se convirtió en hace mucho?

2.

Cuestión que primero me decepcioné, porque pensé: "No son cuentos". En rigor, son textos en primera persona, escritos para ser leídos en público. Resulta que a I Acevedo cuando lo llaman para leer, en vez de elegir de lo que ya escribió, se obliga a escribir algo nuevo, o así lo hizo durante un período que ahora este libro de la hermosa editorial Rosa Iceberg congela para el porvenir. Así que eran algo así como discursos, o cartas, que además en muchos casos o en todos están dedicados a una persona en particular, lo que los convierte en cartas privadas que si efectivamente fueron leídas en público frente a la destinataria, qué vergüenza ser la destinataria (varias son declaraciones de amor). NEVER DELEUZE, ¿qué es un cuento? Acevedo empieza a nombrar a esos textos, a lo largo de los mismos, como cuentos. Dice "este cuento". Y a la larga me convenció: son unos cuentos muy deformes, epistolares, autobiográficos (para Piglia y para Acevedo, lo autobiográfico es lo único que no está copiando otra cosa), pero cuentos al fin. Cuentos alcohólicos (o alcoholéxicos), emo, románticos. Y los re disfruté. Este es uno de esos libros que voy a comprar para regalar (a lesbianas). 

3.

Lo otro que hay para decir es que es un libro en transición: da la impresión de que los textos fueron escritos durante la transición de Acevedo de mujer lesbiana a varón trans hetero, y es como si estuviéramos acompañando (como lectorxs) ese proceso, ese devenir. Y eso. Saludos.

4.

Otra cosa: ESTA ES LA RESEÑA #700 DE ESTE REDUCTO BLOGUERO. wtf.

jueves, 1 de septiembre de 2022

Contra la cinefilia: historia de un romance exagerado, de Vicente Monroy

1.

Vicente Monroy nos dio una charla virtual, durante la pandemia, a las y los seleccionados del Buenos Aires Talents  2021, y fue no sólo lo mejor sino lo único interesante de esa semana de ocho horas diarias de Zoom durante las cuáles estaba en mi habitación encerrado con coronavirus. Este libro, Contra la cinefilia, aún no existía en Argentina, pero sí se había publicado en España, a un precio privativo para sudacas. En la charla un poco nos habló del tema que también desarrolla el libro: su particular idea de que la cinefilia es una enfermedad, que se revela como tal cuando alguien en una discusión se enoja con otra persona por gustarle o no gustarle una película o une autore. Y que es particularmente fuerte en la adolescencia o primera juventud, época que Monroy recuerda por la soberbia con la que defendía sus posturas cinéfilas frente a los demás. Estoy parafraseando y tergiversando, pero la cosa va por ahí. Me refiero a una enfermedad como lo es el enamoramiento en Barthes. 

2.

Luego ocurrió que apareció la edición argentina, con un prólogo específico, y fui y me lo compré raudo y feliz y con un descuento (gracias Mati). Así que acá debería hablar de lo que dice el libro, propiamente dicho. Pero como no lo tengo acá, porque es primero de enero y estoy en General Belgrano, provincia de Buenos Aires, apelo a mi memoria y a lo que me quedó de una lectura que ocurrió en agosto. Primero me acuerdo, porque lo conté a otrxs, que el libro empieza por enumerar todas las veces que alguien dijo que una película no era cine. La cinefilia como la costumbre de calificar aquello que no agrada como no-cine. Resulta que -si no me acuerdo mal los quienes- el bueno de Jean-Paul Sartre decía que el Ciudadano Kane no era cine, porque apelaba a recursos de la literatura. ¿No es hilarante? Que el cine debe ser puro presente, y que entonces, por su uso de los flashbacks, El Ciudadano no lo era. A lo que le respondió la pandilla de Cahiers du Cinema con la famosa "Política de los Autores". El primer capítulo del libro empieza por ahí y llega, claro, al último episodio de la discusión sobre qué es cine, que es Martín Scorcese y su calificación de las películas de superhéroes como "entretenimiento audiovisual".

3.

Lo otro que me quedó es la idea de que la crítica de cine es un peligro. Se narra el caso de un cineasta, creo que polaco -todos los nombres los he olvidado-, que hizo en una película sobre el Holocausto, un travelling, y de un crítico -creo que francés- que calificó a dicho travelling de "inmoral", arruinando una carrera que no necesariamente merecía ser arruinada. Y lo otro que me quedó, es una parte en que se enumeran casos de cinéfilos famosos que tuvieron problemas para distinguir vida y cine, o en todo caso estados depresivos relacionados con comparar vida y cine. Y no me acuerdo nada más. Pero es un lindo libro. De más está decir que es un libro cinéfilo. Creo que Monroy es en este momento, además de joven y apuesto, el director de la cinemateca de Madrid, o algo por el estilo.

4.

Y ahora por qué sí, por asociación libre o nacional, les dejo esta canción de Berlanga y un besito.

miércoles, 31 de agosto de 2022

Federico Fellini, una biografía, de Hollis Alpert

 1.

¡Holis! Holis, Alpert.

2.

Me compré una biografía de Fellini para preparar una serie de clases sobre el cine del susodicho. Es una edición española por la que me cobraron 5000 pesos -es mucho para este momento, no lo será cuando leas esto-, y como me cobraron 5000 pesos me molestaron mucho los 5000 errores de tipeo, vergüenza, montonero editor español renuncie. 

3.

El Holis fue un crítico estadounidense, fana del riminés, que publicó esta biografía en 1986, cuando Fellini acababa de estrenar Ginger y Fred y yo estaba naciendo, o gestándome, o babeando y haciéndome caca sin poder decidir cuándo. Es decir, no llega a desarrollar los últimos proyectos de Fellini (faltan Entrevista y La voz de la luna) y además es una biografía un poco pacata, seguro por la época, y capaz también por el pudor de estar escribiendo sobre alguien vivo. Falta bastante escándalo, aunque un poquito se mencione.

4.

Un resumen de la vida de Fellini podría ser: qué difícil es conseguir productores.

miércoles, 24 de agosto de 2022

Yilé, de Matías Muzzillo

 1.

Buenísima. Gran personaje. Gran construcción de mundo. Todo lo gráfico un gol. Necesito la secuela ya, intravenosa.




sábado, 13 de agosto de 2022

El viento que arrasa, de Selva Almada

 1.

¡Qué librazo este! Impecable, inapelable. Cuatro personajes (o cinco, con el perro Bayo), un paisaje, el clima. Me hizo pensar mucho en John Steinbeck y en especial en De ratones y de hombres. No sé si será así, pero algo de los nombres (el Reverendo Pearson, Leni) empieza por des-geolocalizarte, no se entiende dónde sucede la historia hasta que aparecen los nombres de localidades litoraleñas, chaqueñas, entrerrianas, santafecinas, y después igual el no lugar de esa casa en el medio de la ruta y algo del lenguaje límpido en extremo te mantiene esa sensación de extrañamiento. 

2.

Sería una gran película, en buenas manos. La transposición a guion está bastante servida.

miércoles, 3 de agosto de 2022

McKosher + Shloishim + El sabio de Sión, de Brian Janchez

 1.

Tres libros en uno, más un apéndice, a un monto más propio de otro momento inflacionario (500 pesos en agosto '22), una verdadera ganga. Son tres historietas autobiográficas aparecidas originalmente en 2009 (Shloishim), 2011 (McKosher, que se serializó en la extinta revista La Mano), y 2013 (El sabio de Sión), en las que Brian cuenta respectivamente sobre su padre y la muerte del mismo; sobre su semana como empleado del McDonald's Kosher del Abasto; y sobre un viaje a Israel en 2009 en el que se tuvo que lavar los calzoncillos. El apéndice que mencioné es un diario del mismo viaje, suerte de complemento sin dibujitos de El sabio de Sión. Me reí. Y además, las dos historias que suceden en la segunda mitad de la primera década de este siglo me gustaron por esa cosa de nostalgia ridícula que me hicieron sentir, porque yo también estuve en ese ruidoso y mosaico país en esa misma época.

2.

McKosher está online en la web del autor y la pueden leer acá.

lunes, 1 de agosto de 2022

Creciendo en público, de Ezequiel García

 1.

Algunos años después de Llegar a los 30, el historietista y editor Ezequiel García publicó este libro que es una suerte de continuación programática del anterior, pero subiendo la apuesta: más páginas, más grande el diseño (es un libro cuadrado, alto y ancho de esos que te desconfiguran la biblioteca), publicado por un conjunto de sellos editoriales -independientes, en este caso, a diferencia de la anterior que había aparecido por Emecé-, con dibujos realistas más detallados -en general, está mejor dibujado, premio aparte para la tapa/contratapa-, más refes, más todo. Continúa en la línea de la historieta autobiográfica, con una trama amorosa -doble-, pero también con una trama acerca de la Ciudad de Buenos Aires y su falta de políticas arquitectónicas patrimoniales, que me gustó más. Especial interés me produjo encontrar en viñetas a un sujeto que conocí en persona, el historiador y guía Ricardo Watson, que está igual. Muy loca la sensación de "a este lo conozco" y que sea un dibujo. Buen libro, aprobado.

Hagan zoom.


viernes, 29 de julio de 2022

Poppers, de Ralf König

 1.

A mi me gustan las novelas gráficas de König. Este es de tiras cortas, casi tiras cómicas, y para mí no es lo mejor que hace. Es como un total desaprovechamiento de potencial. No porque lo largo sea mejor que lo corto, pero para mí la maestría de König está en cómo trata temas heavys y construye relatos chistosos pero profundos: no alcanza esa profundidad en las tiras. Capaz le tengo que quitar el título de Quino trolo alemán que le puse en reseñas pasadas. 

2.

Tiene una tira por el comienzo que bordea la cancelación -obvio que no voy a cancelar a König, pero más de unx se tiraría de lleno a esa pileta con esa tira-. Es una que jode con la idea tan Mirtha de que las parejas de homosexuales no deberían criar hijos porque. Háganse una idea. Lo bueno es que es graciosa, pero qué borde tío.