martes, 26 de julio de 2022

Opus Gelber: retrato de un pianista, de Leila Guerriero

 1.

¿Por qué es tan adictivo un libro como este? Desde que lo agarré, hará cuatro, cinco días, no lo pude soltar, y hasta reemplacé la serie nocturna para seguir leyendo. ¡Ni que fuera George R. R. Martin! Y sin embargo, el efecto era ese. ¿Por qué tan droga?

2.

Bruno Leonardo Gelber es un pianista argentino nacido en 1941, uno de los cien pianistas más importantes del siglo XX a nivel mundial y un personaje a quien yo no tenía prácticamente de nada. Sin exagerar, mi única referencia era esta parodia del ranking de Todo x $2, que ni siquiera es de las buenas. Si bien en el mundo de la música clásica no dejó de tener vigencia, sospecho que en los '80s y quizás '90s tenía una presencia en los medios que lo convertían en una figura pública y hasta popular, y que aflojó desde entonces. Hoy -siempre hablando de la gente que no curte música clásica- muchos lo tienen meramente como un invitado a los almuerzos de la señora Legrand, de la que era muy amigo hasta que "se distanció". En 2021 tocó Beethoven en el CCK y el inefable Tristán Bauer le dio una placa como para tener la foto, pero yo me entero recién ahora googleando. En el video tiene barbijo, serias dificultades para caminar y un aspecto poco saludable (no olvidar que está por cumplir los 80) pero cuando se pone a tocar el piano con sus deditos gorditos y sus manitos arrugadas es el mismo crack de siempre.  

3.

Me está costando escribir esta reseña, porque me cuelgo mirando tanto videos de Bruno tocando o en entrevistas, como de Leila Guerriero contando sobre el libro. Estoy tratando de encontrar qué dijo Bruno sobre el libro, pero no aparece. Es muy posible que no haya dicho nada en público al respecto. Sí encuento que Leila y Bruno se siguieron viendo (buena señal).

4.

Opus Gelber es un perfil (un retrato, como dice el subtítulo) del pianista, que es como decir una biografía sin tanta investigación bibliográfica ni tanta búsqueda de archivo (aunque igual hay bocha) y en la que la periodista/cronista/escritora aparece, ella misma, mucho. No por nada el libro abre con un epígrafe de El adversario de Carrère, maestro de -entre otras cosas- escribir sobre otros partiendo de sí mismo. Leila no llega a los niveles de Carrère en ese sentido, igual (por suerte): tiene cierto pudor que la hace llegar nomás hasta ahí. El libro incluye muchas cosas que irían en una biografía (su infancia, su familia, el origen de su vínculo con el piano, su llegada a la cima y etc.) así como otras del mundo de lo chismográfico, y todo está escrito con una tremenda calidad literaria. Creo que es el primer libro de Leila Guerriero que leo de pe a pa, y por ende no sé si es su estilo el de partir de un yo cronista o será esta la primera vez. El libro empieza con esta frase: "Avenida Corrientes derecho, hasta Pueyrredón.  Siempre al atardecer. Durante casi un año, ese fue el camino para ir a ver a Bruno". La Guerriero cuenta en entrevistas que para ella ese comienzo plantea el talante de peregrinación que la cuestión tuvo mientras hacia el perfil, y queda clara la fascinación con la que Bruno la envolvió durante ese año que fue a visitarlo a su casa de la Torre Saint (¡Bruno Gelber vive en Once!), que tal vez explique las 333 páginas que tiene el libro y la fascinación que también nos transmite a los lectores. Yo les digo en serio: hace una semana que escucho a Gelber tocando Rachmáninov (🕸). 

5.

Lo que nos permite cerrar esta reseña con la pregunta del inicio: ¿qué hace que este libro resulte tan adictivo? Si no tiene cliffhangers. No tiene ni siquiera capítulos. Es todo un mismo río de Gelber, y tal vez está  misma condición de fluidez (que además es una fluidez circular, donde el libro, como Bruno, repite historias cambiando los detalles) sea la que hace que uno quiera leer un poquito más, y otro poquito, y así hasta que como se terminó te ponés a googlear en busca de más fafafa literaria. Qué sé yo, estoy re loca.

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