viernes, 8 de julio de 2022

Canciones, de Dani Umpi

 1.

La manija que tuve cuando me enteré que iba a salir este libro. Para mí, uno de los acontecimientos editoriales más copados del 2022. Se presentó una noche de invierno en un sótano céntrico: ¿cuántas veces hicieron pogo en la presentación de un libro? Yo calculo que sólo una.

2.

De Dani Umpi ya dije mucho en este blog, porque lo leo más o menos desde la misma época en que lo  empecé a escuchar, año 2006 o 2007. Dani es músico y escritor, además de artista plástico, duende y vaya uno a saber cuántas cosas más, y es bárbaro porque hace todo bien. No sé si me gusta más como músico o como escritor, pero con este libro pareciera venir a decir que no son mundos taaan separados. 

3.

Canciones reúne 69 letras de ídem (si conté bien), que según Dani son todas sus canciones (si no se le pasó alguna). Son las que están en sus discos Perfecto (2005), Mormazo (2011), Hijo Único (junto a Sofía Oportot y Nacho Redard, 2012), Lechiguanas (2017), los dos discos de lados B de Lechiguanas, Box 1 y Box 2 salidos en 2019 y 20 (que para mí deberían haber salido como discos en sí mismos, nada de lados B, se la re bancan), Umpi/Coghlan (junto a Coghlan y Joaquín Taba, 2021) y el próximo a salir Guazatumba (2023), que en la solapa del libro ya figura, en un acto mágico de futurismo. Lo más interesante del libro, sin embargo, son los tres textos que hacen de prólogo, en los que Dani muestra la cocina de la cuestión, revela todos sus secretos, es gracioso y es generoso. Se llaman "Las canciones leídas", "Las canciones fermentando" y "Las canciones comentadas", y son de esos textos que, para mí, le harían bien a cualquiera que se dedique a escribir o crear lo que sea. Tengo ganas de que los lean un montón de amigues, así que probablemente regale mucho este librito. Y después, por supuesto, están las canciones. Paso al punto cuatro.

4.

Dani Umpi se pregunta si será muy pronto para publicar un libro así, y un poco espero que sí, que todavía vengan 69 canciones más. Por el momento voy a jugar a elegir mis favoritas y a hacer una clasificación vaga y antojadiza. Por ejemplo, uno de los tipos de canciones que hace Dani y que me fascinan son las que podríamos llamar literarias: canciones que cuentan una historia. De esas me gustan "Porvenir" (¿narrador omnisciente en segunda persona?) y "Nunca más regreso al pueblo" (¡narradora protagonista!). "Sambayón" también tiene algo de cuento, igual que "Levante": un relato con inicio, nudo y desenlace ("Levante" tiene remate, como un chiste o un cortometraje, me encanta). Mormazo al final es un disco muy de cuentos. "Niteroi", de Lechiguana, también contiene un relato y es una de mis canciones favoritas de Dani (y creo que objetivamente es de sus mejores, si es posible afirmar tal cosa). 

Otro tipo de canciones muy de Dani son las que agarran un tema o un mundo y juegan con el doble sentido, el ingenio y la velocidad: estoy pensando en "Atracción" y "Campeonato", que serían los ejemplares puros de la raza, pero creo que también son parientes bastardas "Tres pasos" o "Mucho para dar" (¿o esas son de otro orden, canciones del chongeo?). 

Una muy deforme y que amo es "Punta 92 2002". Lo tiene todo: el clima, el punchi, el relato, y algo como escondido detrás de todo eso, algo oscuro pero a la vez deseable, como una melancolía. Y "Tebas", esa también la amo. Con estas no estoy siendo especial: son todo lo que un hit tiene que ser y deben ser las favoritas de más de una. Por eso, para hacerme la rara, mi verdadera favorita es "Canción del Cajero", que está en el primer lado B de LechiguanasBox 1. Esa canción de verdad lo tiene todo, hace todo, habla de todo. Es impresionante. Empieza en un supermercado ("Es el láser verde que descifra / el código de acceso a mi camisa"). La voz que habla se enamoró. El monólogo, o diálogo imaginario, empieza como un levante ("ríndete a mis brazos en el galpón") pero de golpe se pone meta ("qué fácil que me dictas las rimas de esta canción") y luego se pone místico ("si logro organizarme invento una religión") aunque es una mística del levante ("orando a tus patillas cortadas al ras / diezmando moneditas del cambio que me das"). Por fin el chamuyo resulta ("un uber hacia un telo / yo te hablo de vos y vos me hablás de tú"), y entonces la canción cambia. La mística se pone bíblica. "Hágase la luz y el firmamento". La canción sube y sube, pero al final vuelve al contrapunto: toda la creación del mundo tiene por destino "dejarte un like en tu foto de perfil". Y después, casi en una coda, haciéndo pie en lo más sublime, volvemos al supermercado: "tanteo los límites humanos / y tus promociones de frutas en el verano". Guau.

5.

Una de las cosas tristes de la extinción de los formatos físicos fue la muerte de los libritos que los acompañaban. Sobre todo los de los CDs, que eran mucho más maniobrables que los de los cassettes (cuántas veces se rompían esos en la dificultad de doblarlos). Este libro Canciones tiene algo de eso, de librito de CD. Leer la letra de canciones que conocés te lleva un poco inevitablemente a cantarlas para adentro. Y cuando no las conocés, como pasa con las inéditas, la experiencia se parece a la de leer un poema. Hace pocos días salió "La mitad", el primer corte del disco nuevo, y mientras lo escuchaba me puse a leer la letra en el libro, re nerd.

6.

Algo mágico que pasa en el libro, cosa de duendes como diría Dani, es que para que no se notaran las épocas o etapas decidió mezclar todas las canciones y ordenarlas alfabéticamente. Así resultó que la última de todas las canciones del libro es la primera canción de su primer disco, "Yo me haré a un lado". ¿No es fantástico? 


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