lunes, 24 de octubre de 2022

Estrechamente vigilados por la locura, de Héctor Anabitarte

 1.

Hermoso. El libro y todo lo que lo rodea: el autor, la publicación original, la reedición, la época que narra y de la que se yergue como testimonio (se yergue, :-) ) Podría haber sido que lo interesante era el contexto y punto, onda valor de documento histórico, pero no, por suerte el libro también se sostiene sólo, sin contexto, como un hermoso cúmulo de cuentitos, cartas, poesía, anécdotas, deseo sexual, frustración ídem, militancia, ridículo, exilio, fiesta, todo mezclado. Hablando de eso, me dieron ganas de leer Baños, fiestas y exilios, del que este libro es fuente en grado sumo según pude saber. 

2.

Cuál es el contexto, la hago corta: el autor es uno de los fundadores del FLH, Frente de Liberación Homosexual, una de las primeras (creo que la segunda) organización por los derechos LGBT en Argentina y la más prominente, de la que formaron parte un montón de nombrazos como Perlongher, Matamoro, Puig y el ahora detestable Sebreli. Creo que incluso Anabitarte estuvo en la primera de todas, de la que el FLH fue heredero. Debido a su militancia comunista, sindical y por los derechos de los homosexuales, se dio al exilio cuando el golpe del '76, y publicó este libro, Estrechamente vigilados..., en Barcelona en 1982. Se agotó, se volvió inconseguible, y ahora se reeditó gracias a De parado, una editorial que viene construyendo un catálogo solidísimo que con este libro abre para otro lado (y cambia el color de sus tapas). 

3.

El prólogo de Alejandro Modarelli, bastante largo, suma bocha. Hay muchas cosas que sin la explicación previa se me hubieran escapado, por cuestiones epocales y del estilo, con lo que su lectura previa al libro mejora la experiencia, lo que no es muy común (por lo general, odio los prólogos, y más los largos). 

4.

Y después, el libro en sí, se compone de 117 micro relatos o textos de máximo tres carillas, a veces de un párrafo solo, a veces graciosos, a veces trágicos, a veces hot. Es difícil leer uno solo, pero se presta a la lectura mega fragmentada. En fin, me gustó mucho. 

5.

Subrayé esto:

Intentaré ser prudente. Salvar al menos la bandera. Con ella podré vestirme, soñar o colgarme de un árbol.

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