The friends of the neighbourhood might desapear
1.
Hechos históricos:
Nathan Englander, que por la solapa del libro sabemos que es un neoyorkino nacido en 1970, se enteró de alguna forma de estos dos hechos/datos históricos y decidió hacer un engendro. Así que se documentó, se documentó, se documentó (como si eso fuera suficiente para lograr el verosímil) y una vez que se sintió bien documentado leyó El proceso de Kafka, agarró su guía turística de Buenos Aires y escribió la novela The Ministry of Special Cases.
2.
Kadish Poznan nació en la Argentina. Su madre había sido una puta de la Zvi Migdal, y por ende, Kadish es un hijo de puta. Estamos en el '76, y gobierna Isabelita. Kadish está casado con Liliana, y juntos tienen un hijo de 19 años que se llama Pato.
Kadish, como pueden observar, se llama Kadish: un nombre que nadie tiene en la Argentina. Además de eso, quizás algunos no lo sepan, ningún judío se llama Kadish en ningún lado: Kadish es el nombre del rezo por los muertos, es el nombre de un rezo como si fuera Padrenuestro o Ave María. Bueno, como dije, Englander está bien documentado, y el libro está lleno de esas cosas que están siempre justificadas por algún dato, o bien de la cultura judío, o bien de la cultura argentina.
En la novela (no sé si en la historia también) hubo en su momento un enfrentamiento entre los judíos "honestos" de las "Congregaciones Unidas" (seudónimo de la AMIA) y los de la Sociedad de Socorros Mutuos (es decir, la mafia esta, la Zvi Migdal). Los primeros excluyeron a los segundos del judaísmo, y esta separación se marcó en el cementerio judío, donde a los de una organización y de la otra se los enterró separados por un muro construído por los "honestos" (esto ya es el plano de la ficción, aunque conflictos con el cementerio hubo seguro, siempre hay). Kadish, hijo de puta reivindicado, se dedica a entrar en el cementerio trepando por el muro y, por encargo, borrar los nombres de las lápidas de los criminales para así limpiar el pasado de los descendientes, ahora ciudadanos más o menos honestos que no quieren que los gobiernos los relacionen con el judaismo y/o la mafia.Ni siquiera el nombre de Kadish le había sido puesto por su familia; el joven rabino lo había elegido y esa amabilidad a medias era lo máximo que le habían ofrecido los judíos honestos. Enfermizo, débil y por puro instinto de supervivencia, Kadish consiguió pasar su primera semana de vida a duras penas. Su madre -una mujer creyente- pidió que llamaran al rabino a la casa de José Talmud para salvarlo. El rabino no cruzó el umbral. Parado al rayo del sol en la calle Ombú, vislumbró en el vestíbulo al bebé en brazos de Favorita. Su juicio fue instantáneo:
- Que su nombre sea Kadish para alejar al ángel de la muerte. Un truco y una bendición. Que este niño sea el que llora y no el que es llorado.
Kadish y su hijo Pato se llevan muy mal. Pato es un chico rebelde que tiene el pelo largo, estudia sociología en la UBA (con una "profesora Schuster"), tiene libros zurditos., fuma porro y va al recital de Invisible, donde
Spinetta cantaba con la boca pegada al micrófono; su larga melena le enmarcaba la cara, rodeada de un halo plateado de saliva y sudorPato y Kadish se pelean y Pato se va a vivir a lo de un amigo. Kadish mientras tanto cumple un encargo, borra un nombre, pero el que se lo pidió no lo puede pagar. Es un cirujano plástico, y le ofrece a Kadish operar las enormes narices judías de los tres miembros de la familia Poznan. Pato vuelve a la casa pero ante la locura de sus padres que quieren narices nuevas, se vuelve a ir. Pato cae preso en una razzia. Lo sueltan y vuelve a su casa, donde Kadish está quemando sus libros peligrosos. Tienen una gresca, que se termina porque llega un grupo de tareas que se lleva a Pato.
Ahora Pato es un desaparecido, y la novela, que venía siendo al decir de la solapa "tremendamente divertida", se vuelve insoportable.
3.
Lo que sigue es la búsqueda desesperada de Liliana y Kadish. Sigue y sigue. Hay un inventado Ministerio de Casos Especiales donde no se resuelve nada y los padres de los desaparecidos hacen filas interminables no se sabe muy bien para qué. Mientras Liliana decide que Pato sigue vivo, Kadish decide lo contrario, y cada uno sigue su propia búsqueda. Pato no aparece. Tampoco te enterás si lo mataron. El final es una mierda.
4.
Desde el vamos, como argentino, agarrar esta novela escrita por un yanqui que nada que ver, me producía un poco de resquemor. Al principio, como dije antes, la zafa y hasta con elegancia. No por lo de Spinetta, eso ya me parece una grasada, podía decir "una banda de rock", "el cantante", y listo. Sí por otras cosas: facturas con el mate, algunos comentarios sobre el peronismo que no son cualquier cosa. Con el tema judío la zafa mejor que con el tema argentino. Por ejemplo: resulta que en la festividad judía de Pesaj hay una canción que se llama "Daieinu". El título significa "Nos bastaría". Dice algo así como "Si sólo nos hubieras sacado de Egipto, nos bastaría; pero además hiciste" tal otra cosa, y con esa nos bastaría, pero además... y así. Entonces en una parte de la novela en la que Kadish y Pato se pelean dice:
...¡Está bueno! Pero ta, después no. Cuando el hijo está desaparecido, y ellos quieren respuestas, y van a este ministerio y el tipo que los podría atender se está comiendo un sangüich y es como medio kafkiano medio burlesco, capaz para un yanqui puede ser divertido, gracioso, no sé. A mí me resultaba terrible, estoy seguro de que en la vida real, en un ministerio real, un funcionario se debe haber comido un sangüich ante la desesperación de una madre. Así es como esta novela se vuelve peor que la Viva. Sigue estando bien escrita. La traductora, es para felicitarla, una española que se dignó a utilizar el voseo en su traducción del inglés (como observaran en las citas). Hasta diría que hay las mejores intenciones de rigurosidad y todo. Pero bueno, no.- Sos un holgazán. Sos un fracaso. Nos impedís progresar. Nos hacés pasar vergüenza. Me cortaste el dedo. Arruinaste mi vida.
En la gran tradición judía del daieinu, era una lista de las deficiencias de su padre, cada una basada en su antecesora. Y la idea de que cada acusación, de haber sido la única falla de Kadish, no obstante habría bastado para condenarlo es central para esta fórmula.
5.
Ahora, después de terminar la reseña, googlié. Cosas para agregar: Englander es judío, por eso la zafa por ahí. De hecho era ortodoxo en una época de su juventud. Por si el estimado lector de esta reseña está muy al pedo y/o muy interesado, van tres buenos links relacionados:
2 comentarios:
kadish no es como que se llame santo?
no, eso sería kadosh
la raíz de la palabra es la misma pero kadish es sólo el nombre del rezo
Publicar un comentario