1. No está tan bueno. La velocidad de las cosas me gustó mucho más. Tiene cosas que zafan y cosas copadas, pero la mayor parte me pareció meada fuera del recipiente. A lo mejor no es el libro en sí sino mi gusto por Fresán que se habrá ido desgastando desde que leí La velocidad de las cosas.
2. Lo que sí me parece repudiable es tener un prólogo de infinitas páginas en el que un sujeto analiza tu libro como si fuera no sé, la Biblia de los '90, y que después no lo sea ni un poco.
3. No quiero decir más nada.
martes, 5 de julio de 2011
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