1. Primero hay que decir que no lo leí por placer, sino por informarme, y que sin embargo, salvo algunas partes más arqueológicas, no la pasé tan mal. El libro se llama Buenos Aires Negra: Arqueología histórica de una ciudad silenciada, y como su nombre lo indica, habla de los afrodescendientes (los esclavos africanos y sus hijos y nietos y generaciones subsiguientes) en Argentina y en particular en Buenos Aires. El autor es arqueólogo (como Indiana Jones pero sin látigo: yo cuando era chico quería ser arqueólogo) y el cariz de todo el libro es arqueológico. Se habla de dónde, cuándo y cómo vivieron los negros en Buenos Aires a partir de hallazgos en excavasiones. La parte más interesante es la del principio, en la que repasa y rebate lo que nos contaron en la escuela y es opinión popular: que los negros en Argentina no existen más porque los mató la guerra de la Independencia, la del Paraguay y después en San Telmo la peste amarilla. Lo cierto es que los negros (o los afrodescendientes o afroargentinos, como es políticamente correcto llamarles) no desaparecieron. Lo cierto también es que sí disminuyó mucho su número en el siglo XX respecto del siglo XIX cuando eran, al comienzo, un tercio de la población. Lo que pasó se llama invisibilización: los afrodescendientes fueron invisibilizados por un discurso europeizante -el que todos conocemos, el de Civilización o Barbarie y la revista Billiken- que dura hasta hoy. Respecto de la disminución de la población afro, Schávelzon dice que lo que pasó fue "un lento suicidio colectivo que implicó reducir al mínimo la reproducción biológica". En su opinión, fue una forma de resistencia. La idea es interesante, y obviamente la desarrolla más de lo que lo estamos haciendo ahora, pero para más información lean el libro (o busquen en internet, no debe ser Schávelzon el único con esta hipótesis).
2. A lo largo de esta primera parte del libro, Schávelzon va demostrando con distintas fuentes (pinturas, escritos) la fuerte presencia y la marcada autonomía cultural de los afrodescendientes todo a lo largo del siglo XIX: habla de religión propia, de ceremonias, de lugares de reunión, de naciones. Luego sí, el libro se vuelve arqueológico y el autor habla del descubrimiento arqueológico de la cultura afro en la Argentina. Esa parte no deja de estar bien escrita, aún para neófitos, pero tampoco deja de ser un poco demasiado específica para un libro de divulgación. Igual está bien, a otro le puede gustar más que a mí. En los dos últimos capítulos, el libro vuelve a reflexionar acerca de la emancipación y la "extinción" de los afros, en un final emotivo con poesía y todo.
3. Viene con fotos, eso está bueno. Algunos de los objetos hallados que describe no se entendería sin ellas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario