sábado, 25 de julio de 2015

La muerte de Iván Ilich, de León Tolstoi

1.
Este libro, el número 79 de la colección ochentera CLUB Bruguera, contiene tres cuentos: el del título, "El padre Sergio" y "Después del baile". El primero es el más conocido, y el resumen es así:

2.
Un juez, funcionario estatal de la Rusia zarista y engranaje de la burocracia, se muere. Sus conocidos sólo piensan en los movimientos jerárquicos que esta muerte pueda provocar. Su mujer sólo piensa en cómo engrosar la pensión por viudez. Acto seguido, nos trasladamos al comienzo de la vida del juez Iván Ilich: en lo que sigue de la novela corta, el relato remonta los hechos de la biografía de Iván Ilich, aparentemente felices, hasta el momento en el que empieza a ser consciente de que va a morir y de que quizás no era tan feliz. "La muerte de Ivan Ilich" es como un cuento new age decimonónico ruso.

3.
"El padre Sergio" está mucho mejor que "La muerte de Ivan Ilich". Stepán Kasatski es un joven oficial cercano al Zar que se entera de que su prometida es aún más cercana al monarca, y por el honor, deja la carrera militar y se hace monje. Ese es sólo el comienzo: capítulo a capítulo van pasando los años y de pronto el ahora padre Sergio es un tipo grande, vive en una eremita, y no saben lo que le pasa. Lo que le sucede al padre Sergio los dejará boquiabiertos (ah re video viral). Es como un cuento cristiano hippie gore decimonónico. Como con Bashevis Singer, me gusta que de pronto la lógica correcta pueda ser el pensamiento mágico.

4.
Por último: "Después del baile", un cuento mucho más breve, sobre un joven noble que en el baile de enamora perdidamente de una muchacha y más luego el recuerdo de ella se le mezcla para siempre con algo insoportable de recordar. Es como un cuento... no sé qué adjetivos ponerle, pero gore calza de nuevo en este. Capaz Tolstoi es re gore siempre. Es la primera vez que lo leo.

5.
Creo que era Casas, en La Supremacía Tolstoi, que decía algo así como que, como pasa con Bolaño, con Tolstoi hay que leer las novelas mastodónticas tipo La guerra y la paz o Anna Karenina antes que las novelas breves o los cuentos. Que frente a las mencionadas (como con Los detectives salvajes y 2666) todo lo breve cuenta como ejercicio. Yo creo que debe ser cierto, y me propongo leer alguno de los ladrillos estos, pero simplemente no los tenía y por algún lado hay que empezar. Me dice mi amigo librero que La guerra y la paz en castellano sólo se puede (o debe) leer en la edición de Mario Muchnik que sale como 70 euros (titulada Guerra y paz), porque las demás traducciones son del francés y no del ruso directo, y porque además Mario Muchnik descubrió que en ese traspaso del francés al castellano se habían perdido (lost in translation) tres capítulos enteros de la novela rusa y por lo tanto, no hay más discusión. Así que seguramente lea Anna Karenina que tiene una edición de Clarín re tobara. No la tengo, regálenmela.

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