1.
De las tres historietas que me leí al hilo de Ralf König (véanse los dos posteos de aquí abajo), esta es la más triste. Es una historia de 1997, y el título mega imbécil que le pusieron en castellano, en complicidad con la tapa mega imbécil de la edición española de este cómic, reemplazan una tapa y un título mucho más acordes a su contenido en la versión original alemana: Safere Zeiten ("Tiempos más safe", es decir "Tiempos más seguros", siendo "Safe" la palabra en inglés que corresponde al concepto de "safe sex"; a la vez es un juego de palabras que resuena en títulos como Tiempos modernos: Moderne Zeiten). Se ve que los editores españoles decidieron que un cómic sobre los vericuetos de usar forro en el momento de auge de la epidemia de sida no iba a vender.
2.
Al igual que Lisístrata y El regreso del condón asesino (si es para hacer chistes parece que sí vale hablar de forros desde la tapa), Safere Zeiten es un relato encuadrado, en este caso dentro de dos marcos. El cómic empieza con una serie de cuadros de dibujo entre realista y pop art en el que dos megachongazos se están garchando fuerte. Una carilla después, comprobamos que las imágenes corresponden a una película porno, que el personaje protagónico Lote -ahora sí en el estilo de dibujo caricaturizado de Ralf König- está proyectando en Súper 8 en la pared de su departamento. Lote es interrumpido en pleno plan masturbatorio por su amigo Klaus, que lo viene a buscar para ir al cumpleaños de Jörg. La visita de Klaus dispara el relato de Lote sobre la última fiesta de Jörg, antes de la época del Safe Sex y del terror al sida, una verdadera orgía en la que Lote copuló (lluvia dorada incluida) con el holandés Willem: el flashback ocupa casi la mitad del libro, y resulta ser el segundo relato encuadrado de la historia. Tras el relato dentro del relato, Lote y Klaus van a la fiesta de Jörg, en la que nada es como antes del sida. El reencuentro entre Lote y Willem no resultará como antes de los Safere Zeiten, y finalmente Lote terminará en la última página, viendo de nuevo porno en Súper 8. Toda la historia está teñida de nostalgia, es un lamento por las consecuencias del virus en la sociabilidad gay europea, y resulta bastante triste. La historieta está buena. Ralf König es un maestro de la narración, ultra sencillo por otra parte. Espero que me presten otros títulos porque en mercado libre los precios son ridículamente elevados (salvo para este, que se consigue por $130 en este instante).
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