1.
Sí, ahora leo sobre el Holocausto por placer (o sea, no por obligación). Qué hacemos con eso.
2.
Ya el hecho de que lea Historia en lugar de Ficción, sin que nadie me obligue, es raro. Pero como suele suceder, la realidad supera a la ficción. Ni Bret Easton Ellis te escribe los testimonios de los reservistas del Batallón Policial 101.
3.
Aquellos hombres grises (Ordinary Men, en el original, 1992) es un libro del historiador estadounidense Christopher Robert Browning, y según varias opiniones que me fueron vertidas en persona por humanos tangibles, es una de las mejores investigaciones alrededor del tema del Holocausto: más interesante, más original, mejor escrito. Browning investigó las declaraciones de 210 alemanes que fueron juzgados en los '60s y que durante la Segunda Guerra Mundial habían pertenecido al Batallón de Reserva Policial 101, destacado en la Polonia ocupada. El Batallón en cuestión estaba formado por hombres en su mayoría de mediana edad -algunos rondaban los 50-, que en épocas de paz eran comerciantes, peluqueros y otros tipos de pequeños burgueses, y que por lo tanto habían sido destinados en tanto reservistas a la llamada Policía del Orden (y no a una fuerza específicamente militar). Además, una muy baja proporción de ellos pertenecía al Partido Nazi, y de esos, la mayoría se habían afiliado después del '38, muy pocos lo habían hecho antes del '33 (lo que indica que probablemente se hubieran afiliado por motivos de conveniencia laboral más que por cuestiones ideológicas). Es decir, en su mayoría eran unos viejos con poco entrenamiento militar, poco interés en hacer carrera en la policía, y "poco nazismo", que sin embargo, como miembros del Batallón y también individualmente, fueron responsables directa o indirectamente del fusilamiento de 38.000 (treinta y ocho mil) personas, casi todas judías, entre julio de 1942 y noviembre de 1943, y de la deportación a campos de exterminio -es decir de subirlos y encerrarlos en los trenes, es decir del asesinato indirecto- de 45.200 (cuarenta y cinco mil doscientas) personas más. Así que ahí está la cuestión planteada, más o menos por sí misma: ¿cómo se convierten estos ordinary men en un batallón genocida, en individuos que con sus dos manos disparan durante horas en la nuca de hombres, mujeres y niños para que caigan dentro de fosas comunes?
4.
El libro está estructurado en 17 capítulos breves que reconstruyen, a partir de contrastar los testimonios, la historia pormenorizada del Batallón 101 y sus masacres, un capítulo largo final que analiza las posibles hipótesis sobre cómo se convierte a 500 burgueses de clase media en asesinos masivos, y un epílogo también largo que se inscribe en el llamado Debate Goldhagen*. Se lee rapidísimo, está muy bien escrito, y es súper terrible. La conclusión a la que arriba Browning está emparentada con los descubrimientos del Experimento de Milgram sobre autoridad, resistencia a la autoridad y presión del grupo de iguales. Aquí transcribo los dos párrafos finales del último capítulo:
El comportamiento de todo ser humano es, por supuesto, un fenómeno muy complejo, y el historiador que trata de "explicarlo" se está permitiendo un cierto grado de arrogancia. Cuando casi 500 soldados están implicados, asumir cualquier explicación general de su comportamiento colectivo es todavía más arriesgado. ¿Qué se debe concluir entonces? Más que nada, uno sale de la historia del Batallón de Reserva Policial 101 con una gran desazón. Esta historia de hombres grises no es la historia de todos los hombres. Los policías de reserva tuvieron opciones, y la mayoría cometió actos terribles. Pero aquellos que mataron no pueden ser absueltos por la idea de que cualquiera en la misma situación hubiera hecho lo mismo. Porque, incluso entre ellos, algunos se negaron a matar y otros dejaron de hacerlo. La responsabilidad humana es, en última instancia, una cuestión individual.
Sin embargo, al mismo tiempo, el comportamiento colectivo del Batallón de Reserva Policial 101 tiene unas implicaciones muy perturbadoras. Existen muchas sociedades aquejadas de tradiciones de racismo y que están atrapadas en la mentalidad de asedio de la guerra o de su amenaza. En todas partes la sociedad condiciona a las personas a tener respeto y deferencia por la autoridad y en realidad apenas sí podría funcionar de otra manera. En todas partes las personas buscan un ascenso en su carrera profesional. En toda sociedad moderna, la complejidad de la vida y la burocratización y especialización resultantes atenúan el sentido de la responsabilidad personal de aquellos que ejecutan la política oficial. Dentro de prácticamente cualquier colectivo social, el grupo de iguales ejerce una presión enorme sobre el comportamiento e impone normas morales. Si los miembros del Batallón de Reserva Policial 101 pudieron convertirse en asesinos bajo esas circunstancias, ¿qué grupo de hombres no lo haría?
5.
Viene del *: Te lo resumo así nomás, el Debate Goldgahen. Daniel Goldhagen, otro historiador yanqui, publicó en 1996 un libro intitulado Los verdugos voluntarios de Hitler,
éxito de ventas, en el que defiende la desopilante hipótesis de que
TODXS lxs alemanxs eran básicamente antisemitas eliminacionistas, es
decir que querían, fervientemente, exterminar a los judíos. No sólo defendía esa hipótesis, sino que la defendía "científicamente", y acusaba a los demás historiadores del Holocausto de truchos, Browning incluído. Básicamente, Browning plantea que la mayoría de los alemanes que apoyaban a los nazis no eran antisemitas (y por lo tanto los genocidios ocurren más por los que no hacen nada para impedirlo, o siguen la corriente por miedo o presión social o conveniencia, que por los perpetradores), y Goldhagen plantea lo contrario. El epílogo de Aquellos hombres grises ocupa un cuarto del tomo y es de 1998.
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