martes, 28 de septiembre de 2021

Banzai, de Femimutancia

 1.

Este es el tercer libro de estx autorx, y primero en la nueva editorial que por lo que entiendo también fundó, Feminismo Gráfico. El segundo se puede leer en ISSUU, y el primero, Alienígena, fue publicado por Hotel de las Ideas. Esta historieta habla de ser no binarix, de la depresión, de psicología y de animé. Como en Alienígena, hay otros mundos, que en este caso son los del sueño. Como en Alienígena, los mundos son permeables. Algo hermoso es lo reconocible de los espacios y los objetos cotidianos en el dibujo de Femimutancia: las estaciones del subte, Retiro, el Museo de Ciencias Naturales, la cajita de Altoids, la pava eléctrica nos remiten a un mundo que es este, y el sueño nos lleva al cine de Miyasaki o a la peli Akira, también referencias claras pero para fines oscuros. Es un libro muy lindo, ahora a leer Piedra Bruja.

2.

Esta nota me llevó a comprarme el libro, para más información pasar por ahí.

domingo, 26 de septiembre de 2021

Siesta, de Pablo Boffelli

 1.

Feli Punch se sacó el seudónimo y sacó un libro con Aguinaldo, editorial nueva que publica hace dos años una revista homónima (que sale, claro, cada seis meses). Por primera vez, Pablo Boffelli nos ofrece un relato secuencial, o sea, es esto quizás acaso una novela gráfica???????? (signos de pregunta). Yo voto que sí. PERO, es una novela gráfica muda, o casi muda. Silente. Es un libro que no se lee, se mira (se observa). Y como (casi) no tiene texto, vamos dejando por acá. Cierro con un consejo: leerla (o sea, mirarla, consumirla, recorrerla) de una vez. Alto viaje.



miércoles, 22 de septiembre de 2021

Este domingo, de José Donoso

 1.

Qué capo este señor. Este lo leí por lo mucho que me gustó El lugar sin límites, y lo bien que hice. Me dan ganas de decir cosas reaccionarias como que ya nadie escribe así, que con los boomers latinoamericanos estábamos mejor. 

2.

¿Por qué tan capo? Porque hace todo: va del presente al pasado haciéndose el Proust chileno, siguiendo el aroma de unas empanadas, construye personajes femeninos y masculinos y de todas las edades y de todas las clases sociales y todos parecen tener profundidad y dimensiones y personalidad y vida, además te los hace narradores y después cambia el foco y te cambia la imagen del personaje que ya te había presentado, encima le mete sexo, violencia, mentiras y melodrama al mango (como si fuera una novela que se maneja con una consola: el switch del melodrama al mango y no acopla). Y el final es espectacular, cinematográfico (¿pero cómo lo podrías filmar? Capaz Ripstein...) y encima tiene otro final después que es también espectacular, poético, arrasador.

3.

Paso de narrar el argumento, sólo notar las similitudes con El lugar sin límites: la espera de Maya como la espera del Pancho Vega (y entre ellos tienen cosas en común, pero no por eso son el mismo personaje: lejos estoy de decir eso; sin embargo, podríamos pensar que cumplen la misma función en la estructura); el tópico melodramático del amor prohibido; la tematización de la diferencia de clases en Chile (pero esta es una historia urbana, la otra es rural). Un paper ahí (que seguro ya existe). 

4.

Denle el premio. Y regálenme Coronación, que es su novela más conocida y no la tengo.

jueves, 9 de septiembre de 2021

El gran sueño del paraíso, de Sam Shepard

 1.

No había leído nada de Shepard. Volví a ver París, Texas (Wim Wenders, 1984, que pedazo de peliculón) y agarré este librito a ver qué onda. No sé si es lo mejor para encarar Shepard: es una selección de un libro de cuentos de 2003 (Shepard murió en 2017, nació en 1943, este libro es más cercano al arpa que al violín) y capaz lo mejor que haya hecho lo hizo de joven, me da esa impresión. Me pareció un Carver con más humor y menos efecto. Entre los doce cuentos del tomito de la colección Anagrama de Página 12 los que más me gustaron fueron "El hombre que curaba a los caballos", "Coalinga a medio camino" y, de lejos el mejor, "El ojo parpadeante", sobre una mujer que lleva las cenizas de su madre en un auto por la ruta -charlándole, al jarrón- cuando redepente se encuentra un águila herida y decide ayudarla, la mete en el coche, gran clímax.

miércoles, 8 de septiembre de 2021

Limónov, de Emmanuel Carrère

 1.

Es un libro de dimensiones considerables, casi 400 páginas, y al principio entré como por un tubo, las primeras 50 se leen en un tris y me envalentoné con que estaba leyendo el mejor libro de Carrère. La operación ya la conocía: hace la biografía de un personaje con una historia de vida interesante ("...una vida apasionante. Una vida novelesca, peligrosa, una vida que ha arrostrado el riesgo de participar en la historia"), pero hablando por momentos desde una primera persona del cronista, estableciendo un paralelismo entre la biografía relatada y la del propio autor. El adversario comienza con algo de ese estilo: mientras uno llevaba a los hijos al jardín, el otro asesinaba a su familia. Acá es parecido: empieza desde el yo de Carrère (el autor participa de una manifestación en Moscú y atisba a Limónov entre la multitud) y antes de meterse a desandar nacimiento, infancia y juventud del biografiado en la URSS de la posguerra, cuenta el encuentro entre ellos en el presente de la narración, en 2006. El libro está estructurado en capítulos que son los de la vida de Limonóv: nace en Ucrania, emigra a Moscú a los veintipico, a Nueva York a los treinti, a París en los años '80, y en cada ciudad tiene otra identidad: poeta, maleante, sastre, lumpen, mayordomo de un millonario, escritor... Todo es espectacular hasta París (en especial, el capítulo de Nueva York, que es el capítulo queer) pero en París el autor hace algo muy francés, que es ponerse a hablar de cosas que sólo van a entender cinco parisinos, a describir el mundillo de los intelectuales de derechas de los ochentas en París, y para colmo, se pone más autorreferencial y hasta se olvida de Limónov, cuenta sus veinti, su estadía asiática y un encuentro con Herzog, todo podía estar bien pero creo que no sale bien, desciende mucho el nivel de interés en los lectores de cualquier otra parte del mundo que no sea París y hay que aguantar y seguir leyendo. Para colmo de males, cuando vuelve a Limónov se vuelve a olvidar de Limónov: cae el muro de Berlín, cae la URSS, y Carrère hace algo que está bien y le agradezco que es que cuenta los pormenores, nos explica el fin de la URSS, quién es quién, etc., todo necesario pero a la vez eso: necesario para que se entienda lo que se supone que nos quiere contar, la vida de Limónov, que en la Rusia post soviética se convierte en una suerte de revolucionario de derechas pero que representa a los nostálgicos de la URSS, un militante pro-serbio en la guerra de los Balcanes (donde de nuevo se nos explica toda una historia geopolítica, quizás hasta más necesaria que la anterior porque menos trajinada) y luego un opositor a Putin (con estadía en la cárcel y todo). Se hace cuesta arriba la parte de los noventa. Pero Carrère no es ningún boludo, y remonta bárbaro en los últimos capítulos, vuelve a ser apasionante y tiene un gran final. 

2.

Conclusión: gran libro, ojalá uno pudiera escribir un libro así, muy bien diez felicitado, acá desde Resistirse es Fútil ratificamos los tres premios franceses que figuran en la tapa (Prix des Prix 2011, Premio Renaudot, Premio de la Lengua Francesa), pero seguimos bancando más, mucho más, los otros dos títulos leídos que leímos hasta ahora de este capo, El adversario y El bigote. Un besito mayestático.