1.
En mesa de saldo en Mar del Plata, noviembre 2021: ¡200 pesos! No me lo explico. La librería se llama Milki (tampoco me lo explico) y queda en la peatonal. Corran.
2.
Conozco la historia de los Modlin primero por el mediometraje documental, Una historia para los Modlin, de Sergio Oksman, 2012. Lo vimos en la clase de Andrés Di Tella y nos enteramos también en la misma situación de la existencia de un libro, escrito por el descubridor original de los archivos de la familia Modlin, y de la desavenencia entre director del docu y autor del libro. Cosas que pasan. Leyendo el libro, cuando se hace referencia al docu, este Oksman queda como un garca (Gómez lo buscó para que dirija el documental sobre los Modlin que él mismo no podía hacer por impericia audiovisual, y Oksman lo excluyó de los créditos del mismo) pero habría que ver si hay otra campanada a ser oída.
3.
La gracia del libro, igual que la de la película, es atravesar como lector/espectador la misma experiencia de descubrimiento que Gómez cuando encontró las enigmáticas fotos de los Modlin en un volquete madrileño. ¿Quiénes eran estas personas tan bizarras, que tenían fotos con figuras públicas y otras en poses mefistofélicas? Recomiendo no saber nada. Siempre no saber. La película es más efectiva en su juego con el misterio: el libro revela más cosas más rápido, pero también llega más lejos (la historia de la conductora de noticiero es buenísima y no está en el filme). Por otro lado, el libro es mejor por su contenido que por su prosa: no es pésima pero tiene algo un poco amateur. Levanta mucho que sea un libro con fotos.
4.
Para quienes ya conocen a los Modlin, les doy una buena noticia: en 2016 hubo una muestra de la obra de Margaret.
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