lunes, 5 de agosto de 2024

Colonia Mauricio, de Marcos Alpersohn

1.
Tengo un vínculo intenso con este libro, que excede el espacio de esta reseña. Acá voy a tirar unas ideas y unos datos más bien sucintos, que se ampliarán en otro lado.

2.
Primero que nada contar que el autor, Marcos Mordejai ben Israel Alpersohn, es mi trastatarabuelo. O sea, soy su chozno. O sea, es el tatarabuelo de mi mamá, o sea el bisabuelo de mi abuela, el abuelo de mi bisabuela, etc. Nació en 1860 en Lantzkroin (Kamenetz-Podolsk, Rusia) y en 1891 llegó a la Argentina con su mujer (mi trastatarabuela, cuyo nombre me falta, más sobre esto después) y algunos de sus hijos a través de la Jewish Colonization Association del Barón Mauricio de Hirsch. Se instaló en Colonia Mauricio, lo que más tarde sería Carlos Casares (PBA). Murió en Buenos Aires el 24 de julio de 1947.

3.
Este libro de memorias, que Marcos escribió y publicó en idish a comienzos de los años '20, narra la llegada de un grupo de inmigrantes (exiliados) judíos europeos a la Argentina de 1891, y cómo pasaron de ser comerciantes, artesanos, estudiosos, obreros o lúmpenes a los famosos "gauchos judíos" que vivían de la agricultura y la ganadería en este país perdido de la mano del Señor. Marcos era uno de los pocos intelectuales de su camada (no todos sabían leer y escribir), y según deja entrever su relato, esto le dio muchas veces un lugar de preeminencia entre sus vecinos, ocupando lugares de vocero, redactor de cartas al lejano Barón, entre otras. Así que en sus memorias, escritas veinte años después de los hechos narrados, Marcos habla desde ese punto de vista, el de quien a veces fue testigo y otras protagonista. 

4.
La otra característica del libro, y lo que para mí le da el verdadero interés, es que no es un libro complaciente sino todo lo contrario: es un libro opositor, una denuncia contra la JCA y sus burócratas, filántropos y mandamases, con excepción del Santo y mistificado Barón tan bueno en sus intenciones y tan mal entornado (el Barón en la prosa de Alpersohn parece el Perón de los '70s para Montoneros, ochenta años antes y en idish). Como dice el capo de Eliahu Toker, traductor y comentarista del libro en su prólogo a la primera edición en castellano, "Alpersohn es el anti-Gerchunoff; su libro está escrito con furia; sus protagonistas no son idealizados 'gauchos judìos' sino inmigrantes de carne y hueso, colonos desgarrados en la dura lucha con una tierra, con un país y con una estructura nada piadosos".

5.
También según Toker, "Colonia Mauricio es, para algunos de los principales críticos de la literatura idish argentina, la obra más importante escrita en esa lengua en estas latitudes". No tengo mucho punto de comparación (creo que Gerchunoff era quizás mejor escritor, y hasta ahí llega mi conocimiento del tema) pero es verdad que este libro más allá de su valor histórico funciona como novela, y te digo más, como novela épica. El barco cruzando el Océano, el cautiverio sanitario en el Hotel de Inmigrantes, el choque de culturas, ¡la tormenta que destruye el campamento! (estoy escribiendo esto el 26 de diciembre: reviso el capítulo titulado "La primera catástrofe en Mauricio" y descubro que hoy es el aniversario del pampero destructor), por mencionar algunas imágenes. Tiene asesinatos, dictadorzuelos, revoluciones, ¡bígamos!, debates talmúdicos... Además tiene eso de novela decimonónica onda folletín, con capítulos que terminan con cliffhanger. No es entretenida todo el tiempo, pero tiene puntos muy altos.

6.
Un par de ideas/datos sueltos:
- El lugar de las mujeres en esta historia: hay muchas, pero rara vez tienen nombre. El colmo es el personaje de la esposa de Marcos, por ende mi trastatarabuela, que aparece todo el tiempo y nunca con nombre. Lo voy a tener que averiguar por otro lado.
- Colonia Mauricio es el primer tomo de una trilogía, según Toker es el tomo divertido (no dice así pero entendí eso). Tengo que comprar los otros dos. Están publicados por Editorial Prometeo
- Tengo que ir a conocer Carlos Casares. Parece que se puede visitar la casa de Marcos.

7.
Lo último que voy a decir, por si algún inversor de riesgo lee mi blog, es que ando en búsqueda de quién me financie la adaptación de Colonia Mauricio a guión de largo. Les prometo una peli carísima tipo Killers of the Flower Moon de Scorsese, con un toque de Las uvas de la ira de John Ford.


Marcos Alpersohn, mi trastatarabuelo.

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