1.
Bueno, viene pegada de la anterior. Esta es la tercera entrega de las aventuras y desventuras del comisario Lascano, ahora ex-comisario. Esta novela es más larga y más oscura que las dos anteriores. Dos elementos se mantienen incolumnes: el propio comisario Lascano, héroe argentino; y su historia de amor desencontrado con Eva Napolitano (¿ese era el apellido? chequear). Hay por ahí un personaje que había aparecido en Crimen pero no en Delincuente: el juez Marraco. Por lo demás, la novela está poblada por personajes nuevos, en un caso también nuevo y, como sucede en las dos novelas anteriores, autoconclusivo. Esta vez, una mujer de la high le pide a Lascano que averigüe qué pasó con su hija, asesinada hace muchos años, y con su nieta, desaparecida desde entonces. Todo parece estar vinculado con una red de trata de mujeres, que opera en Mar del Plata. No digo más.
2.
Digo más oscura por el tema. Mientras el tema del primero es el de los grupos de tareas de la dictadura (que se podría considerar histórico), y el del segundo es, en parte, el de los chorros organizados (mucho más liviano que los otros dos), el tema de la trata no sólo es presente, sino que es una de las cosas más terribles que pasan hoy en día. Las historias de pibas secuestradas con mentiras o por la fuerza para prostituirlas contra su voluntad, me parecen de un nivel de violencia absoluto. Se me hace sólo comparable con una cosa como el tráfico de esclavos de siglos pasados. Bueno, así que está eso. Y digo más larga por una cuestión objetiva, pero ni ahí me pareció "larga": es tan droga como las demás. Así que vuelvo a recomendar.
3.
El final del libro es el final de la saga: gran final de saga, Ernesto. Y me refiero al final final. ¿Lo habrá sabido desde siempre? I am looking forward to leer otros libros suyos.
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