María Luque es una ilustradora y autora argentina, nacida en Rosario y residente en Buenos Aires, que la viene rompiendo en el universo. Pueden ver muchas cosas que hace en su página, que es acá. La mano del pintor es su primera novela gráfica, editada por Sigilo en 2017. Ahora ya salió otra, que se llama Casa transparente, por la que ganó el Premio Novela Gráfica Ciudades Iberoamericanas y que se la editó Sexto Piso de España. La viene rompiendo, como les digo. Su trabajo aparece tanto en el libro Informe: historieta argentina del siglo XXI, como en Distinta: nueva historieta argentina, ambas antologías reseñadas en este mismo blog más arriba más arriba (la de Distinta, próximamente).
2.
Con su trazo alguno diría que naïf, La mano del pintor cuenta la historia de Cándido López, el pintor manco de la Guerra del Paraguay sobre el que se hicieron ya varios trabajos en cine y TV y literatura (muy buena la película Cándido López - Los campos de batalla, del capo de José Luis García) pero sobre el que hasta ahora no se había hecho ninguno en cómic. La historia está enmarcada: la propia María (representada ahí en la tapa como la veis) conoce al fantasma de Cándido por una coincidencia familiar, y a través del encuentro conoce la historia de su vida. Tenemos dos tiempos de la narración: el presente de la enunciación, en el que María y Cándido pasean o van al chino, y el pasado evocado de la vida de Cándido, su participación como soldado y pintor en la Guerra de la Triple Alianza, la pérdida de su mano, el aprendizaje para poder pintar con la otra los cuadros que había bocetado en la guerra y que hoy cuelgan de las paredes del Museo Nacional de Bellas Artes. Aludía yo al trazo naïf, porque el relato de la guerra no lo es para nada: con ese mismo trazo vemos páginas repletas de soldados convalecientes, o de cadáveres descuartizados, decapitados, humeantes. Gore con marcadores y lápices de colores.
3.
Un tiempo después de leer este libro pero un tiempo antes de estar yo ahora en este momento escribiendo esta reseña (y bastante antes de que ustedes la estén leyendo, todxs ustedes) leí La patria equivocada (1991), de Dalmiro Sáenz, cuya reseña también encontrarán aquí arribita (próximamente). La coincidencia hace que en la novela histórica ésta también aparezca Cándido López. Bastante, más que bastante totalmente distinto al de María Luque. El de Dalmiro Sáenz es una especie de Cándido-Batman gaucho, rarísimo, pero bueno, cada artista hace de su culo una flor.
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