1.
Aparentemente, fue hace mucho que leí los otros libros de Martín Rejtman, Literatura y otros cuentos y Rapado. No aparecen reseñados acá, y este acá ya tiene unos seis años -los mismos que mi trabajo en la biblioteca, mmh-. Hace mucho también fue que con los chicos fuimos fanáticos de Silvia Prieto y de Los guantes mágicos, y un poco menos enfáticamente de Rapado. (Estoy casi seguro de que fue durante los estertores del VHS, o más bien de la era Blockbuster -porque los estertores del VHS en realidad fueron después, cuando sólo quedaban los videoclubes de barrio con viejos VHS, algunos DVDs originales, y temporadas "pirateadas" de series como Lost-. Todavía quedan videoclubes, pero sobreviven gracias a los estudiantes de cine y a los reacios a la Internet, y ya funcionan como locales de culto, un poco como funcionan las comiquerías -en el sentido de que los usan pocas personas con cierta especialización cultural, no sé, profesionales jovatos, o mi tía que mira pelis francesas o iraníes contemporáneas y que igual creo que ya se hace bajar las pelis por mi primo-). Hace menos fue que vi Copacabana, y también la fabulosa Entrenamiento elemental para actores, en la medida en que fueron saliendo. Todo esto para decir que Martín Rejtman es para mí uno de los contemporáneos más capos, lejos, y que lo corroboro en este libro. Es más: lo recuerdo con este libro, porque un poco me había olvidado de lo mucho que me gusta lo que hace y lo capo que me parece. Agarré el libro más porque me pareció que lo iba a leer rápido, a lo droga, porque recordaba su virtud de ser literatura liviana, que por el otro motivo menos particular, más general y abarcativo, de ser re capo. Qué capo.
2.
Es tan capo que hay un montón de cosas de la vida que son "muy Rejtman". Por ejemplo, pensé en un momento, si me roban la bici me voy a sentir en un cuento de Rejtman. (Toco madera y me toco un huevo). O el otro día, cuando fui en un remis al Luna Park y el remisero resultó ser pastor evangélico y no paró nunca de hablar, fue muy Rejtman.
3.
Tres cuentos es el libro que salió este años. Los tres cuentos son muy buenos, y están ordenados en sentido creciente. El primero me gustó mucho, el segundo me gustó más, el tercero es fabuloso, fantástico, magnífico. Sería una gran película de Rejtman, pero necesita mucho presupuesto. En un flash tiene algo de El año del desierto también. O sea no, pero vieron que yo relaciono todo con El año del desierto. Quiero decir que tiene elementos fantásticos -en el sentido del género- y eso me sorprendió en grado sumo. Ahora, AHORA, voy a leer Velcro y yo.
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