domingo, 17 de septiembre de 2017

Carrie, de Stephen King

1.
En Santiago de Chile, en los puestos de la feria que está junto a la Universidad de Chile, cruzando la Alameda, venden libros truchos. Ediciones piratas de libros que se venden bien. Están los Harry Potter, los de George Martin, pero también los de Pedro Lemebel por ejemplo, y también están todos los de Estebancito Rey. Muy baratos. Lo cierto es que a primera vista parecen originales (además no se me había ocurrido que hubiera puestos enteros de libros truchos en la cara de los pacos, a los que evidentemente no les importa o son parte del negocio), pero cuando los abrís te das cuenta de todo. El problema principal es que la encuadernación es mega berreta, el papel también, y en algunas partes los márgenes son cualquier cosa. En fin, ya me lo había comprado cuando me di cuenta, lo iba a leer igual. Y además estaba a un cuarto del precio del original.

2.
Como es fácilmente comprobable, vengo leyendo a Stephen asiduamente. De hecho, a esta novela la leí pausando la lectura de otro libro suyo mucho más largo, que más tarde también terminé (Tommyknockers). Carrie es la primera novela publicada por King (en 1974), habla mucho de ella en Mientras escribo, y yo tenía muchas ganas de leerla. Ahora lo que quiero es conseguir It, acepto préstamos.

3.
A esta altura del partido de la humanidad occidental, todos debéis saber que Carrie es la venganza macabra del bullying: la chica discriminada que, frente a la ultimate joda en la prom, revienta a todes sus compañerites en un maelstrom de sangre y fuego. Múltiples versiones, citas, parodias, alusiones, y ahora, memes, tienen que, necesariamente, haberles hecho llegar el recado. La película, dirigida por Brian De Palma en 1976, ya es un clásico y sus imágenes seguramente son más famosas que la trama y que la novela (véanse, de nuevo, los memes), y además en 2013 hicieron otra peli más. Yo también ya sabía, yo también ya había visto la película, así que leí la novela como seguramente todos los lectores desde hace décadas, esperando el momento de la masacre en la prom, esperando el momento del fin del bullying, del happy ending de la venganza con el que todes, dejémonos de joder, nos podemos identificar. Carrie es probablemente un éxito por diversos motivos, obvio, pero el de la catarsis personal del lector no ha de ser el menor de ellos. ¿Quién no quiso hacer la de Carrie en el secundario?

4.
El libro tiene un formato particular que no es trasladable al cine: el relato clásico con narrador omnisciente se interrumpe casi en un 50% por supuestos fragmentos de notas periodísticas, investigaciones científicas y memorias de testigos que analizan, en el futuro de la narración, lo que pasó en Chamberlain, Maine alrededor de la figura de Carrieta White y la masacre del baile de fin de curso. El cambio constante de tono le da al libro un trasfondo de ciencia ficción (la búsqueda de explicaciones científicas a los poderes telekineticos de Carrie) que en la película de terror no está. También hay en la novela de King un especial énfasis en el origen fundamentalista católico de Carrie y su personalidad freaky. En Mientras escribo King cuenta que el personaje está basado en una compañera de su secundario, que iba a la escuela con ropa hecha en su casa, y que tenía en su living -en el living de la casa de su madre, en realidad- un crucifijo gigante con un Cristo agonizante terrorífico.

5.
La novela es, mínimo, un gran entretenimiento, pero además tiene un poder de síntesis catártica popular que la vuelve muy recomendable, y muchas imágenes memorables. Si la tienen a mano no lo duden.

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