domingo, 5 de julio de 2020

Sueño de una noche de verano, de William Shakespeare

 1. 

Atenas, viernes, cinco de la tarde. Teseo, duque de Atenas (en la mitología griega era rey, no sé por qué Guillermito lo bajó en el escalafón), se va a casar dentro de cuatro lunas con Hipólita, reina de las Amazonas, a la que venció en batalla (sí, por eso se van a casar). Están ahí, arreglando todo con su wedding planner Filóstrato, cuando entran Egeo, su hija Hermia, y los enamorados de Hermia: Demetrio y Lisandro. Resulta que Egeo prometió a Hermia en matrimonio con Demetrio, pero ella ama a Lisandro. Egeo le pide a Teseo que haga cumplir la ley: si su hija no se casa con quien él quiere, debe morir. Teseo ofrece una amable alternativa: el convento. Cuestión que Hermia y Lisandro deciden huir al bosque, llegar fuera de la jurisdicción de Teseo, y casarse. En eso aparece Helena, que ama a Demetrio (que no la ama a ella porque ama a Hermia), y para que se quede tranquila de que su objeto de deseo estará pronto disponible, Hermia y Lisandro le cuentan que se van a fugar. Pero Helena, que es una chica mooy sacrificada, en lugar de quedarse con el dato va y le cuenta a su amado Demetrio, en un acto de amor desinteresado y estúpido,  que su amada Hermia se va a fugar, para que la siga. MIENTRAS TANTO, seis proletarios de Atenas montan una obra de teatro que parece una parodia de Romeo y Julieta para ver si ganan la licitación de representarla en la boda de Teseo e Hipólita. Son bastante tontos y ocupan el rol de alivio cómico de la comedia cómica. Los proletarios deciden que la van a ensayar en el bosque para que nadie les robe la idea. 

2.

Así que, todes parten al bosque, donde, SEGUNDO ACTO, habitan criaturas mágicas. El duende Puck charla con un bolo mayor y nos revela que Oberón, el rey de las hadas, está divorciado de Titania, la reina de las hadas. En eso entra Oberón (sale bolo mayor) y detalla sus objetivos y su plan: resulta que quiere quedarse con un chico (turbio) que pertenece al séquito de su ex esposa, y su plan para lograrlo es hechizarla de modo que se enamore de algún animalito (un jabalí, un mono, una buena víbora), de modo que ella le implore que la des-hechice, a cambio de entregar al chico. Oberón le manda a Puck que haga el teje, y que ya puesto en eso, hechice a un ateniense que vio por ahí rechazando a una pobre mujer. ¿Me siguen hasta acá? Puck hechiza al ateniense equivocado, que cambia la orientación de todo el cuadrángulo amoroso: por su culpa ahora Lisandro y Demetrio aman a Helena, y odian a Hermia (porque acá si no te aman te odian, nada de medias tintas, a los tibios los vomita Dios). Titania, a todo esto, está dormida, y se va a enamorar del primero que vea cuando despierte.  

3.

Entonces, TERCER ACTO, justo mirá qué casualidad los proletarios que llegaron al bosque para ensayar en secreto se ponen a hacerlo al lado de la reina de las hadas dormida. Puck, que es un jodón, le pone cabeza de burro a uno, y no va que Titania lo ve y se enamora de él. Los demás huyen despavoridos. Puck le cuenta a Oberón lo que hizo y éste lo reprende: "¡Pero qué haz hecho, Puck! Pifiaste mal", a lo que Puck responde la cita más conocida de la obra: "Mira el drama de sus males, ¡qué locos son los mortales!". Aparecen los enamorados en reversa, los varoncitos se quieren batir a duelo por el amor de la dama Helena, Puck los marea en las tinieblas y todxs se duermen en el piso. 

4.

Por la mañana, ACTO CUARTO, Teseo e Hipólita que habían sacado a pasear a los sabuesos espartanos, se encuentran a les enamorades tirades por el suelo, les despiertan con trompetas (re mala onda) y como Demetrio no está más enamorado de Hermia, sino que ama sólo a Helena (mientras que Lisandro, pasado el hechizo, vuelve a amar a Hermia), Teseo decide que habrá tres bodas simultáneas. Todxs los hechizados piensan que fueron presas de un delirio colectivo. 

5.

Finalmente, y esto quizás es lo más lindo, ACTO QUINTO, los proletarios ganan la licitación para actuar frente a los nobles y hacen su obra, Píramo y Tisbe, teatro dentro del teatro, que es tan mala que pega la vuelta, convirtiéndose Shakespeare en un teórico del consumo irónico (dice Teseo de la obra que están por ver: "Observaremos sus incorrecciones, tal será nuestro juego; pues aquello que el humilde deber no puede hacer el criterio del noble lo pondera no por sus logros sino por su esfuerzo": una línea que une a Sueño de una noche de verano con Un buen día, el Ecce Homo de la Señora Cecilia y la Tigresa del Oriente bailando).

6.

La obra es de 1594 o 1595, Shakespeare la escribió para ser representada en la boda de unos nobles, y la traducción que leí yo -y que está re bien, cero castiza- es de Idea Vilariño para Losada. Es una gran obra para versionar, y pide a gritos una versión queer en la que gracias a la pócima Lisandro y Demetrio se enamoren el uno del otro, Titania de Hermia, que la cabeza de burro sea un cinturonga y etcétera, etcétera. Capaz alguien ya lo hizo, dudo estar siendo original, pero para originalidad hablen con Guillermito.

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