1.
Este es el libro más sesudo, trolo, poético y enrevesado que leí este año. Me llevó unas cuantas semanas, porque se lee lento, hay que prestar atención. Genet no te la hace fácil. Creo que la mejor manera de encararlo es leerlo en pocas y largas sentadas, porque hay que poder entrar en el mood necesario para que la prosa genetiana fluya y une no se pierda en el fárrago de la voz narradora. La novela cuenta un tiempo en la vida de Georges Querelle, marinero asesino y objeto de deseo, mientras el barco al que pertenece está amarrado en el puerto de Brest, ciudad realmente existente aunque primero pensé que no, en el extremo occidental de la República francesa. Y hay hechos, sin duda, pasan cosas que además se concatenan, pero por la forma en que está escrito con idas y vueltas en el tiempo, largas disquisiciones de la voz narradora que se identifica a veces como el autor y fragmentos del diario de uno de los personajes, si uno quiere leer de a dos o tres páginas el rompecabezas no se arma. Yo avancé en grande un día que tuve tres horas en una sala de espera, con niños chillando frente a sus inútiles xadres, a quienes les mando un cordial saludo.
2
No había leído nada de este señor, sólo lo conocía por sus textos dramáticos llevados a las tablas o al cinematógrafo (Las criadas vi alguna vez, con Paola Barrientos y Marilú Marini, obrón; y bueno, La voz humana por Almodóvar y Tilda). Querelle también tiene su versión cinematográfica, nada menos que por Rainer Werner Fassbinder en su último opus de 1982, pero todavía no la vi. Quien te dice que antes de cerrar esta reseña la haya visto y oh sorpresa el punto 4 hable de eso.
3.
La trama es algo así: Querelle desembarca en Brest, donde hay un burdel en el que vive su hermano idéntico, Roberto, que está ahí como amante de la patrona, Madame Lysiane. El burdel se llama La Feria y tiene también un patrón, Nono, que consiente que su esposa tenga amantes porque sin que ella lo sepa, primero se los culea, quitándoles así su valor de competidores. Al único al que no se cojió es a Robert. Cuestión que Querelle es un psicópata, y tiene un historial de asesinatos por todo el mundo sin que nunca lo hayan pescado. Lo que lo calienta es sentirse en peligro, sentirse culpable y buscar formas místicas de salir del peligro, por lo general entregando el rosquete o entregando a otros en sacrificio. Querelle trafica opio hacia Brest a través de Nono y de su socio en el crimen, el policía Mario, que a su vez tiene un joven amante, Dedé. Para hacerlo tiene un cómplice, otro marinero marica, y para callarlo lo mata. La policía busca al asesino pero no dan con Querelle. Meanwhile, en otro lugar de la ciudad, un joven albañil de nombre Gilbert Turko asesina a un viejo albañil que le hace constantes proposiciones sexuales de índole acosadora. Gil no quiere ser visto como un marica, y entonces lo mata y se esconde, con ayuda de un chico, Roger, que está enamorado de él. La policía sabe que Gil mató al viejo albañil porque todo sucede en pleno día y frente a muchos testigos, y por culpa de un encendedor encontrado junto al marinero le adjudican también el crimen de Querelle (no entendí de dónde sale lo del encendedor, ¿alguien me explica?). Querelle entonces busca a Gil y trata de usar la situación a su favor. A todo esto, hay un último personaje, el personaje solitario (todos los demás funcionan en tándem, ahora que lo pienso: Robert y Madame Lysiane, Gil y Roger, Mario y Dedé, Nono y Mario o Nono y Madame Lysiane...) que es el Teniente Seblón, jefe de Querelle, a quien ama, obvio, porque acá al final de cuentas todos aman a Querelle. O sea, es una novela con un amplio elenco de personajes varones, todos los cuales o son maricas asumidos (Seblon, Dedé, Roger) o putos atribulados, que se niegan su propio deseo o lo cumplen con subterfugios para no sentirse maricas. Y hay una mujer, Madame Lysiane, obsesionada con el parecido de su amante y su hermano. A medida que la novela avanza, se acelera (y la voz narradora, o Genet, lo explicita: "El ritmo de este libro debe acelerarse", y también "Este libro tiene demasiadas páginas y nos aburre", jajaj este Genet es un loco bárbaro), y todos los amores homosexuales reprimidos se desencadenan. Mucho sexo, gracias Genet.
4.
¡Oh, sorpresa! Vi la de Fassbinder. ¡Qué decepción! ¡Qué poronga, en el más amplio de los sentidos! Fassbinder agarró la novela (en realidad el guión que alguien había hecho en principio para otro director) y metió párrafos enteros como parlamentos de los personajes, a veces hablándose entre sí y a veces a la nada... Tomó escenas del libro y las llevó a un set súper artificioso y teatroso: un ejemplo deplorable es la escena de la pelea entre los hermanos, que da un cringe descomunal. El actor que hace de Querelle es pésimo, todos los intérpretes son mucho más viejos de lo que los personajes pedían, las escenas de sexo están filmadas como si fuera una peli de los '50 (aunque la escena en la que Querelle se deja culear por Nono está buena)... Todo un horror. Parece que primero los derechos los tenía otro director, Werner Schroeter, que quería hacer una película en blanco y negro con actores no profesionales en locaciones reales. Fassbinder hizo exactamente lo opuesto. Me encantaría haber visto la versión de Schroeter.
5.
Dos cosas paratextuales quiero agregar. Esta novela está espléndidamente traducida al argentino por Tununa Mercado, gran labor, ídola, maestra. En ocasión de esto salió está nota en la SOY que es mucho mejor que esta reseña. Esa es una. La otra es que la edición original de Querelle de Brest, aparecida anónimamente en 1947, incluía 29 dibujos de otro famoso trolo francés, Jean Cocteau, acá se pueden ver algunos y acá abajo les dejo uno.
1 comentario:
Muy buena reseña, dieron ganas de leerlo. Mil gracias
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