sábado, 30 de noviembre de 2013

Mi vida sin tí, de Miju Lee

1.
Miju Lee es una coreana que se fue a vivir a Barcelona. Es diseñadora gráfica creo. Esta es su foto de perfil:


Miju Lee dibujó y escribió un librito muy chiquito que tiene Sonia en exposición en su biblioteca y que se intitula Mi vida sin tí. Consiste en una serie de situaciones ilustradas, en las que Miju sufre su soltería y su soledad. Es muy lulu porque escribe en un español muy imperfecto, y porque está todo dibujado así


y así

"No pasa nada, vengo para ver la peli" / "(No! Aún me queda postre!)"

y así.

"Mi vida está inestable" / "¡Mi vida está a punto de hundirse! HELP!"

2.
En un punto la empezás a putiar a Miju, porque si efectivamente hubiera estado TAN sola y efectivamente no conociera a NADIE, no hubiera publicado un libro en una editorial de Barcelona (Belleza Infinita). También la putiás por querer un novio rubio. Y también la putiás por tener tantos deseos de conocer a alguien para tener una relación de dependencia total (es lo que parece por lo desesperada, aunque también puede ser que la exageración sea parte de la idea del libro, y no lo que le pasa a ella en realidad). 

3. 
Es muy lindo el librito. Si lo ven en alguna librería lo pueden leer de dorapas junto al anaquel que es un toque y vale la pena. Besi.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Una línea, de Ayax Barnes

1. 
No lo iba a reseñar, porque lo leí a las apuradas en una parrilla, rodeado de gente (lo saqué de la mochila de Lercha, la señorita maestra, y lo leí de un saque). Pero cuando busqué en Internet me di cuenta de que este Barnes es el ilustrador de la primera edición de Un elefante ocupa mucho espacio (1975) que es la que leí (me leyeron) de pequeño y aún conservo. Y que además, es el ilustrador de un montón de otros libros de cuentos que leí o me leyeron de pequeño. Así que sólo voy a compartir el link de otra página, donde hay imágenes de Barnes. Esta es la página. Y acá hay una biografía. Y a continuación les dejo una de las ilustraciones del "Cuento gigante" (el que habla del gigante de ojos azules que amaba a una mujer pequeña), del mencionado libro de Elsa Bornemann. Siempre me pareció fabuloso este dibujo (es una página completa). Me sigue pareciendo. 


miércoles, 27 de noviembre de 2013

Clasismo homo, de Ioshua

1.
Lamento lo que voy a decir, pero el libro es una cagada. Se supone que es un libro-manifiesto, o una colección de manifiestos publicados por Ioshua en diferentes lados, sobre el -por él llamado- clasismo homo. Los problemas son varios: primero y principal, la palabra clasismo está mal usada. Incluso, en la entrevista hecha a Ioshua por el editor, que forma parte del libro, el entrevistador intenta acercar una descripción clasista del concepto de clasismo homo, y Ioshua la rechaza. Es como que eligió usar la palabra clasismo, que es muy fuerte, sólo porque le sonaba bien. Todo el concepto de Ioshua es que el Estado y la sociedad no tienen que opinar nada de nada, ni por sí ni por no, acerca de la sexualidad de las personas. Ni matrimonio igualitario, ni nada. Me parece una pavada. Pero, al margen, digamos que es una posición válida: no tiene nada que ver con el clasismo. Hay como unas tímidas referencias a la relación entre ser homosexual y ser pobre, que es para donde yo pensé que se iba a ir; era eso o plantear a los homosexuales como una clase explotada (difícil pero planteable), pero no, no arranca para ningún lado. En otros órdenes de cosas, todos los textos contenidos en el libro son más o menos iguales, sumamente retóricos, y no aportan nada a la discusión. Me sorprende, negativamente. Para tirar una de arena, sigo y seguiré ponderando Pija birra faso como uno de los mejores y más auténticos libros de poesía argentina que haya leído.

viernes, 22 de noviembre de 2013

La mafia del hidrógeno, de A. Salcedo

1.
Para que vean que no miento cuando digo que quiero procurarme y leer un libro determinado (viene de aquí). No sólo me lo compré, sino que además una mala mujer me cagó cinco pesos al vendérmelo en el CCM. 

2.
Poesía de ciencia ficción. Ya me predispusiste bien con eso solo. Un poema: 

II
La cabina estaba en llamas
“Capitán, la cabina está en llamas”
dijo la voz de la nave
Afuera, la velocidad era verdad
pero dentro, la cabina estaba en llamas
“Capitán, fuego en el sector 1”
El sistema de sobreoxigenación no funcionaba.
La temperatura rozaba el millón de ºK.
No era una simple combustión ígnea.
El capitán observaba a través de la ventana,
a sabiendas de la instantánea muerte
que hubiese significado acercarse
a un agente de la Mafia.
La cabina estaba en llamas.
“Capitán, sugiero evacuación absoluta”
Afuera el tiempo era puro
pero dentro la cabina estaba en llamas.

Más poemas de este libro en la página de nulu bonsai

miércoles, 20 de noviembre de 2013

La historia de mi máquina de escribir, de Paul Auster y Sam Messer


1.
Paul Auster eructa y le publican el efluvio. Este librito (64 p.) es en realidad más de Sam Messer (pintor, ilustrador) que de Auster.  El motivo real de publicación del coso son las pinturas y los dibujos que hizo Messer con el tema de la máquina de escribir de Auster y retratos del escritor, y los textos inanes e intrascendentes de Auster acompañan a éstos, y no son más que la excusa de publicación. En fin, se lee en una sentada (en el inodoro) y el ARTE "está gut", como dice un profesor que es un gomazo. Ejemplos:


martes, 19 de noviembre de 2013

Los perros románticos + Tres, de Roberto Bolaño


1.
Me acuerdo que lo compramos en unas vacaciones hace unos dos años ya en ese lugar jipi de Córdoba, y lo empecé a leer en la combi que te llevaba del pueblo al camping pero me detuve por miedo a terminármelo demasiado rápido. Y después lo colgué, estuvo dos años en la pila de los libros en estado de lectura actual
-que es lo mismo que decir estado de lectura en suspenso-, cuando lo agarraba para leer un poquito no entendía nada porque es un libro para leer con envión, hay que entrar en un clima -como pasa casi siempre con la poesía- y entonces lo volvía a colgar. Recién agarré y me forcé a leer todo lo que me quedaba de corrido: la pasé joya. Así que, aprendan de mis errores y léanlo todo junto, de una vez, y después quédense así, quietos, como hibernando, para ahorrar energías.

2.
Roberto Bolaño se mantiene en el podio de los más capos del mundo, y nadie lo sacará nunca de allí. Clap clap. Hace poco salieron notas sobre su persona por un aniversario, en Ñ y en Radar, y muchas eran una garcha. Ya hay gente que escribe sobre Bolaño en plan de desmitificarlo, de plantear una mirada crítica: pavadas. Para llamar la atención. Es bardear sólo porque te parece que todos deben ser bardeados un poco. No acuerdo. Bolaño corazón.

3.
Lo leí en esa edición semi independiente uruguaya que se consigue muy fácilmente y que no se si no es la única. Linda letra.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Velcro y yo, de Martín Rejtman


1.
Los remito a la reseña de acá abajo (salteando una). Leí Tres cuentos, me encantó, quise leer de inmediato el único libro que no había leído del capo de Martín Rejtman y acá estoy. Lo leí, me encantó. Este es un libro que salió originalmente en 1996, y se reeditó en 2011. Es muy noventoso en sus temas y alusiones. Se lee en dos patadas también. LEANLO. CORRAN A CONSEGUIRLO. Ah re.

martes, 5 de noviembre de 2013

Me verás volver, de Celso Lunghi


1.
¿Por qué todos los personajes, TODOS, "hunden" la mano en el picaporte? Qué raro.

2.
La novela está bien, es entretenida, es SUGERENTE... no da miedo, pero sí presenta algunas imágenes inquietantes. Y se lee en un periquete. O sea, droga es. Pero tiene mil problemas. MIL. Supongo que le dieron el premio por lo original, por lo joven del autor (igual Mairal era joven cuando ganó el premio Carlín con Sabrina Love y le rompe el toor), por ser el primer y único tipo que menciona a Beatriz Guido como influencia suya, y por lo ecléctico. Supongo eso para no suponer que no había un proyecto más a la altura. Todo bien igual con Celso eh. Lo recomiendo, a pesar de lo que digo. Pero me resultó predecible. Y no me gusta el título, que hace referencia directa a Soda Stereo sin tener nada que ver. En fin.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Tres cuentos, de Martín Rejtman


1.
Aparentemente, fue hace mucho que leí los otros libros de Martín Rejtman, Literatura y otros cuentos y Rapado. No aparecen reseñados acá, y este acá ya tiene unos seis años -los mismos que mi trabajo en la biblioteca, mmh-. Hace mucho también fue que con los chicos fuimos fanáticos de Silvia Prieto y de Los guantes mágicos, y un poco menos enfáticamente de Rapado(Estoy casi seguro de que fue durante los estertores del VHS, o más bien de la era Blockbuster -porque los estertores del VHS en realidad fueron después, cuando sólo quedaban los videoclubes de barrio con viejos VHS, algunos DVDs originales, y temporadas "pirateadas" de series como Lost-. Todavía quedan videoclubes, pero sobreviven gracias a los estudiantes de cine y a los reacios a la Internet, y ya funcionan como locales de culto, un poco como funcionan las comiquerías -en el sentido de que los usan pocas personas con cierta especialización cultural, no sé, profesionales jovatos, o mi tía que mira pelis francesas o iraníes contemporáneas y que igual creo que ya se hace bajar las pelis por mi primo-). Hace menos fue que vi Copacabana, y también la fabulosa Entrenamiento elemental para actores, en la medida en que fueron saliendo. Todo esto para decir que Martín Rejtman es para mí uno de los contemporáneos más capos, lejos, y que lo corroboro en este libro. Es más: lo recuerdo con este libro, porque un poco me había olvidado de lo mucho que me gusta lo que hace y lo capo que me parece. Agarré el libro más porque me pareció que lo iba a leer rápido, a lo droga, porque recordaba su virtud de ser literatura liviana, que por el otro motivo menos particular, más general y abarcativo, de ser re capo. Qué capo.

2.
Es tan capo que hay un montón de cosas de la vida que son "muy Rejtman". Por ejemplo, pensé en un momento, si me roban la bici me voy a sentir en un cuento de Rejtman. (Toco madera y me toco un huevo). O el otro día, cuando fui en un remis al Luna Park y el remisero resultó ser pastor evangélico y no paró nunca de hablar, fue muy Rejtman.

3.
Tres cuentos es el libro que salió este años. Los tres cuentos son muy buenos, y están ordenados en sentido creciente. El primero me gustó mucho, el segundo me gustó más, el tercero es fabuloso, fantástico, magnífico. Sería una gran película de Rejtman, pero necesita mucho presupuesto. En un flash tiene algo de El año del desierto también. O sea no, pero vieron que yo relaciono todo con El año del desierto. Quiero decir que tiene elementos fantásticos -en el sentido del género- y eso me sorprendió en grado sumo. Ahora, AHORA, voy a leer Velcro y yo.