jueves, 26 de agosto de 2021

Terrestre, de Juan Vegetal

 1.

Este es un libro de Editorial Paradojas que reúne dibujos e historietas del gran Juan Vegetal, autor de Felices los ñoños (el hit agotado de Galería Editorial) y del magnífico Ciber City (Wai Comics). Mientras los anteriores eran quizás más narrativos, aunque el segundo de una forma rizomática y alternativa, Terrestre tiene más la forma del cuaderno de dibujo. Hay, sin embargo, personajes y situaciones: el hombrecito que vive adentro del aire acondicionado, tururú, el espiral 🌀 (mi favorito). Y también hay un mundo, más bien verde, medio paraguayo en su frondosidad, en el que conviven aliens con skaters y refes de Pokémon, Dragon Ball (amé las varias apariciones de la Kame House), Harry Potter (hay un Dobby, yo lo vi), Mortal Kombat y las aventuras gráficas. Mucho de lo que vendría a ser mi generación.


2.

Otra forma de ver Terrestre es como manual para pintar con marcadores. Me voy a comprar marcadores.



lunes, 23 de agosto de 2021

Penales, de Feli Punch

 1.

Nuevo lanzamiento y segundo título de este autor en Galería Editorial, la mejor editorial del mundo que este año cumple 10 idems. Reúne los chistes de este rosarino en torno al tema de los penales -¿será que inventó un género con esto, como lo es el del náufrago en la isla desierta?-, y como el libro tiene muy pocas palabras este post también. Re lindo libro, re.

jueves, 12 de agosto de 2021

Fantasía, de Alejandro Zambra

1.
Es un cuento, ni más ni menos, que está publicado solo e ilustrado en una edición bilingüe español-inglés por editorial Metales pesados de Santiago de Chile. Empieza así:

2.
Fue en 1996, cuatro o cinco meses después de la muerte de mi padre. Tal vez es mejor que empiece por esa muerte, por ese final. No lo sé. En ese tiempo mi padre era mi enemigo. Yo tenía veinte años y lo odiaba. Ahora pienso que odiarlo era injusto. Mi padre no merecía ese odio. No sé si merecía amor, pero estoy seguro de que no merecía ese odio.

3.
Muy Casas. Muy Bellatin también en el tono. En una época más adolescente hubiera dicho algo malo de la extensión, pero maduré.

domingo, 8 de agosto de 2021

Alienígena, de Femimutancia

 1.

Tenía un buen stash de historietas sin leer, pero ya me estoy poniendo al día. Esta me la regaló Gonza para celebrar que por fin, a mis 35 años, tengo una biblioteca sólo de historietas. Little did he know que el mismo día me había comprado yo a mí mismo el último libro de estx autorx, Banzai, que sigue en la lista. Alienígena es el primero y Banzai el tercer libro publicado por Femimutancia. En el medio sacó Piedra Bruja, que espero conseguir eventualmente.

2.

Alienígena es una novela gráfica protagonizada por unx chicx que a veces se siente solx. Se encuentra con gente, coje, va a ver a Lana del Rey (en esta historieta actúa Lana del Rey), convive con una gata, pero igual se siente solx. Hay otros mundos en Alienígena, mundos oníricos, mundos ficticios dentro de la ficción, pero también está este mundo en el que vivimos, rodeadxs de machirulos. Y Alienígena es un relato sobre la interacción de esos mundos, sobre la posibilidad de que los otros mundos nos salven de este. Es un buen libro. Mi biblioteca se regocija en acogerlo.




viernes, 6 de agosto de 2021

Las aventuras de Recontrapoder, de Luis Felipe Noé y Nahuel Rando

 1.

Un libro que me regaló Tuti cuando se volvió a sus pagos patagónicos, y que frente a la propuesta ultra críptica con la que arranca, colgué. Lo dejé sin leer un par de años, raro para una historieta en mi poder. Sonia lo leyó antes que yo, no me acuerdo por qué azares del destino, y me dijo que estaba buenísimo: igual me tomé mi tiempo hasta que le di curso. 

2.

La cosa es algo así: en 1974, Luis Felipe "Yuyo" Noé, joven neofiguracionista de 41 años, escribe una novela y la publica bajo el siguiente título: Códice rompecabezas sobre Recontrapoder en cajón desastre. Como la palabra "códice" indica, la novela tomaba la forma de un relato sagrado, épico, para contar el devenir en clave delirante-psicoanalítica de un sujeto, un argentino, Adrián Nevares, desde que nace hasta que entiende cuál es su lugar en el mundo, o en la historia, o en la lucha de clases o algo así. El libro tenía algunos dibujos de Noé, mucho espíritu de época (peronista, revolucionario, místico en la línea de Jodorowsky y del Don Juan de Castaneda) y final abierto. Desconozco qué repercusiones generó en su momento. Noé tiempo después se exilió y estuvo afuera del país diez años, entre el comienzo de la dictadura y mediados del alfonsinismo. Regresa, sigue pintando y rompiéndola toda, y en los 2000 encara el proyecto de reversionar su novela, pero esta vez como historieta y en tándem con un muy joven dibujante, Nahuel Rando (n. 1980). El resultado se publica en 2003 bajo la mismo sello de Ediciones de la Flor, tapa dura, gran formato y nuevo título, el que vemos suprascripto. 

3.
Parece ser, por lo que leo en esta reseña de Sasturain, que las palabras son prácticamente las mismas. También dice esto: "Son 190 páginas de historietas dibujadas sin red ni previa anestesia que, si se proponían de alguna manera hacer más accesibles las complejidades del original, desde ya cabe advertir que, saludablemente, no lo han logrado". En realidad no es un libro difícil de entender: como dice Sasturain, el tema es el acceso. Una vez que te ponés en ritmo es todo muy fluido, sobre todo si abandonás la pretensión de estar "traduciendo" todo el tiempo las metáforas a ideas llanas y te dejás llevar. La historia es buenísima, pero lo mejor es la parte gráfica, porque lo que hicieron Noé y Rando fue mezclar sus estilos en las páginas, en un mismo lodo todos manoseados, y además ponerle mucha cabeza al diseño de las páginas. 


4.
Lo que sí cambia es el final, porque entre el libro y la historieta ocurrió la dictadura. El final ya no está abierto: a Adrián Nevares lo van a desaparecer. Esto no es espoiler, creo que es una buena manera de entrar a esta aventura: los últimos cuadritos se convierten en foto novela, y Yuyo Noé y Nahuel Rando sostienen el siguiente diálogo: 
Noé:-  Adrián Nevares desapareció durante la dictadura. Fue un tipo que nunca supo lo que es la realidad. 
Rando:- ¿Y qué es la realidad?
Noé:- Donde desapareció Adrián Nevares.


Me acuerdo y otros autorretratos, de Joe Brainard

 1.

¡Lo bien que la pasé con este libro! Un poco me enamoré de Joe Brainard. 

2.

Lo dije en reseñas pasadas, pero el Me acuerdo (I Remember) de Brainard, inventor del formato (o género), es mucho mejor que el más famoso Me acuerdo (Je me souviens) de Perec. Más lindo, más interesante, más sincero. El de Perec es muy sociocultural y muy francés, parece un muestrario de referencias. Este es más diario íntimo, y por eso quizás más universal. Y además es gay. 

3.

(El público se renueva, así que me repito: hay un Me acuerdo argentino, el de Martín Kohan, está muy bien también).

4.

El tomo en el que está publicado en castellano este Me acuerdo, incluye también otros textos de Joe Brainard, que es o fue un artista visual (ilustrador, diseñador gráfico, collagista, pintor) yanqui, nacido en 1942 y fallecido en 1994, muy gay y muy fachero (y muy lulu). Algunos de esos textos son fragmentos de diarios, otros son mini-ensayos, hay también algún cuento y algunas historietas. Además de todo, hay un prólogo de Paul Auster. La verdad, la pegué con esta compra, es un librazo recontra lindo y cuando lo compré (a fines del 2020) estaba agotado. Se los vendo por cien mil pesos.

Qué churro.

martes, 3 de agosto de 2021

Los machos se duermen primero, de Rodolfo Omar Serio

 1.

Un libro raro, que promete y cumple dos cosas distintas al mismo tiempo: fan fiction peronista y novela homosexual. ¿Estamos ante un Juan Diego Incardona gay? Dicho así pareciera que la novela va del romance de Juan Domingo con un joven Tomás Eloy, o de sumisión y desenfreno con el dentista Héctor José, o algo así, pero no, y por eso decía lo de las dos promesas distintas: los relatos peronista y gay no son el mismo relato, sino dos distintos, entrelazados astutamente, como el sueño y la vigilia. 

2.

Está bien escrito, tiene capítulos cortos y precisos, es gracioso, es interesante. Tiene algunas falencias también, quizás por ser novela de novel escritor: las tramas se deshilachan (¿qué pasó con el tema del no poder soñar que se plantea al comienzo como si fuera a ser el conflicto?), algunas secuencias emergen de la nada de manera harto confusa (¿cuándo, por qué se fue a Mar del Plata, qué está pasando aquí?). A la trama onírica no le critico nada porque el código permite todo, y porque además está bien y tiene varios chistes buenos (le podría criticar la similitud en la operación con la de Incardona en El campito pero en realidad, no veo un problema en eso). Lo mejor: la sutil y necesaria fusión entre los dos mundos de la novela. 

3.

El prólogo de Cabezón Cámara es confuso y espoileante a la vez, recomiendo leerlo al finalizar la novela. Jaja salu2.

domingo, 1 de agosto de 2021

Antártida: 25 días encerrado en el hielo, de Federico Bianchini

 1.

Gonza me la recomendó hace 20 meses, pero necesité un segundo estímulo, la nota que anunciaba que este libro de crónicas estaba por ser llevado al teatro con el propio cronista en escena.

2.

Bianchini (se pronuncia Bianquini) estuvo menos de un mes en la Antártida, en el verano de 2014. Más específicamente, en la isla Shetland del Sur, más específicamente en la base argentina Dr. Alejandro Carlini, la más científica de todas y la única que no lleva el nombre de un milico. Tenía que quedarse una semana, pero hay algo que se llama "la ventana climática", que una vez que estás allá decide si te vas a poder ir o no, y para este cronista parece que fue "no" por unas cuantas semanas. Hay casos peores, incluso lo cuenta él en el libro, pero para Bianchini la demora funcionó como una suerte de hilo conductor de su relato, una excusa para ir hilvanando capítulos que se centran en personas. Una científica que investiga aves, un carpintero que una vez se perdió en una tormenta de nieve, un buzo que se enfrentó a un leopardo marino son algunos de los personajes. La gracia del libro estriba en que Bianchini escribe muy bien, es un gran cronista con bastante experiencia previa, y usa con maestría una estructura tipo cliffhanger: te llevo hasta un momento de vida o muerte y te clavo alto flashback (años atrás, en el continente, se vislumbra el germen del deseo del personaje por viajar a la Antártida, o se recibe un consejo que será decisivo en el presente de la narración). Buen recurso. Y también, claro, en el continente antártico y sus pecualiaridades, aunque está demostrado que las mismas no alcanzan para que un libro/película/serie sea interesante. Una de las imágenes del libro que más me gustan se la cuenta a Bianchini un veterano con muchas campañas antárticas a cuestas: en los noventa, antes de Internet, cuando las condiciones climáticas impedían salir a trabajar y todos los habitantes de la base se tenían que quedar adentro días y días, se reunían alrededor del televisor de la sala común y uno por uno le mostraban a todos los demás los videos caseros que las familias les mandaban por correo. Horas de VHS de los hijos de otros, los tíos, los padres, etc. 

3.

El libro está publicado por Tusquets en una colección dirigida por Leila Guerriero, y en Mar del Plata estaba en mesa de saldo no me explico por qué, en la librería de la peatonal que está al lado de la catedral. Si están por ahí aprovechen.