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jueves, 5 de mayo de 2022

Yo soy esta tormenta, de Gael Policano Rossi

1.

Qué hermosooooo

Pero qué hermosooooo

Exclamé solo en mi departamento vacío.

El último poema es para leerlo en voz alta y que se te quiebre la voz.

2.

Cuando fui a la librería a comprarle a Macha la Metodología de la dispersión de Chuca me encontré con este libro de Gael Policano Rossi, rubricado con su alias para la fama virtual Astromostra, lo tarjetié al instante y hace unos días lo vengo leyendo. Mientras lo leía pensaba: GPR está muy arriba, su módica fama no corresponde con su notable talento. Tal vez esto se deba a su versatilidad (como dice la contratapa de Machito): que yo sepa, GPR tiene: dos novelas porno espectaculares publicadas por De parado, un libro con su obra como dramaturgo (que todavía no leí pero ya tengo en cola, y que no sé si es obra completa), este libro de poesía que me voló la peluca (y no sé cuántos más tiene, pero estimo que deben haber otros: por lo menos me consta que existe uno más, que se llama Romain et moi y que yo leí hace casi diez años), y los dos libros de astrología. No debe haber muchos lectores suceptibles a todas estas facetas al mismo tiempo. Yo mismo, que creo que un libro de Gael es un éxito seguro, no me acerqué todavía a su veta de astróloga, creo que porque pienso que no voy a entender nada.

3.

Aunque su talento me parece inobjetable, capaz su tono y temática tan Ciudadano Toto no toque a todx lector de la misma manera. Este no es el libro para regalar a tu mamá. Pero a mí, A MÍ, me interpela jodido. Honra y loor.

4.

El señalador con el que marqué este libro durante su lectura es una carta dorada que me regaló el Timmy, dice "Cosmos", tiene como un simbolito dorado y debajo dice "Oro. ¿Has sentido alguna vez la Fuerza del Universo recorrer hasta la última célula de tu cuerpo? Utiliza el Cosmos para pagar el coste de las distintas cartas de Caballeros del Zodíaco".

jueves, 14 de octubre de 2021

Machito, de Gael Policano Rossi

 1.

Parte de mi botín de la última Feria de Editores, segunda novela de Gael y segunda publicada en De Parado, la editorial más puto de la Argentina, la leí en tres días y me dejó algo perturbado. No por lo porno, ni por la premisa, sino más bien por lo forro que es el protagonista, el cariz de su última fechoría y su destino ulterior como personaje impune. Hablo todo raro porque no les quiero espoilear la trama, pero si me lo encuentro a Gael tengo algo que preguntarle en tanto demiurgo que toma las decisiones.

2.

Por fuera de esa cuestión, muchos elogios: el libro ya me tenía en su bolsillo desde que leí la contratapa, que termina declarando a GPR "uno de los autores más versátiles de la literatura argentina" (You had me at hello, diría Renée Zellweger). Ambientada en 2009-10, narra las aventuras y desventuras de Adolfo, un pasivo enamorado de un colombiano lejano -denominado solamente "el amor de su vida"- que ahora viene y surge la pregunta: ¿será también pasivo? Frente a la ansiedad que le produce ese posible, funesto escenario, Dolfi decide cambiar: hacerse activo. Obviamente, el lector quisiera cachetear a Dolfi: la premisa misma de la novela se sostiene sólamente porque Adolfo es un ser deleznable que se arma ese conflicto en su cabeza, y lo lleva de una cabeza a la otra. Y también obviamente, la premisa funciona. 

3.

De alguna manera, Machito y Gualicho parten del mismo caldo de cultivo: la contraposición cultural entre macho (sea hetero o sea gay activo) y puto, que se sustenta en la máxima de que puto es sólo el que no hace palmas y por ende se deja se deja o bien se sienta en el pelado. En Gualicho era un varón paki el que, debido al gualicho del título, adquiere el deseo desenfrenado e involuntario de ser culeado: en Machito, Adolfo (nickname: "PAS BUSCANDO ACT") hace el camino inverso, y se convierte por fuerza de voluntad en alguien a quien "eso no le va" y que ya no es él, sino otro, el Machito del título. Es una novela porno, y Gael se luce como escritor de garches (es realmente notable), pero para mí el quid de la cuestión no está en esas escenas bien escritas ni en el quantum de calentura que generen en xl lectorx, sino más bien en la progresiva tranformación del personaje, y ahí hay otro punto de contacto con Gualicho: el arco narrativo a partir de ese personaje que cambia, en los dos casos en acciones y en sentimientos. En la más clásica tradición del clasiquísimo relato clásico, pero ahora con pijas y culos. 

4.

Una diferencia con Gualicho que marca quizás un paso adelante respecto de esa otra novela en la literatura de Gael es la aparición del contexto social-histórico-político: Adolfo se transforma en Machito pero a su alrededor hay un mundo (el de Buenos Aires en el año del Matrimonio Igualitario: hasta tiene un cameo la Rachid), además de otrxs personajes con sus propias subtramas (notable el capítulo solitario de la Chancle, curioso, y el cambio de foco hacia Martín cuando sucede). Gualicho era un artefacto más cerrado sobre sí mismo, y aunque quizás eso la hace una novela con los bordes mejor cincelados, también hace a Machito más audaz en su intención.

5.

Y por si faltaba algo, además Machito es graciosa. Me reí, para afuera, algunas veces. O sea, hay un capítulo con remate, eso es espectacular. Lean a Gael, os lo recomiendo encarecidamente. 

martes, 10 de marzo de 2020

¡Vivan los putos!: primera antología de literatura trash, de Facundo R. Soto (comp.)

1.
Según el compilador y prologuista Facu R. Soto, "el género trash rompe con el concepto de familia judeocristiana y su heteronorma": ese es el criterio con el cual están reunidos los cuentos y poemas de este libro, editado en dos tomos por Eloísa Cartonera en el año 2013 y que devoré en tres días tras tardar mes y medio en el de Grossman que precede esta reseña.

2.
Hay dos cuentos que ya había leído en sus respectivos libros de origen (Bejerman y Pérez), trece cuentos de putos, dos cuentos de tortas (uno es el de Bejerman, "Esa troncha trenza de cana"), un cuento sobre una chica trans, algunas violaciones, un poco de humor y un poco de pena. Me gustaron mucho el cuento de Diego Trerotola (que también hizo el dibujo de la portada), de quien no había leído ficción nunca jamás en la vida hasta ahora, el de Gael Policano Rossi, que me parece alto escritor y lo confirma cada vez de nuevo, y el de Martín Villagarcía, "El ruso", quizás el que más me calentó y perturbó a un tiempo. Porque se trata de skinheads. Skinheads neonazis. Buen cuento. 

3.
También estuvo bueno leer a Gustavo Escanlar, uruguayo re trash ya fallecido del que no había sentido ni el nombre (los cuentos son "Contestador automático", excelente; "El baño del control", olvidable; "Grone", otro perturbador y que me hizo pensar en "El niño proletario" de Lamborghini). Googleo y descubro que Fuguet sacó un libro sobre la vida de este señor. Quiero leer más.

4.
Otra mención que quiero hacer en esta entrega de diplomas es para el cuento de Germán Weissi, "A cien mil watts", escrito así medio a ritmo de slam, que en una parte dice que
no te gustan ex tumberos ni cumbiancheros que se agujerean la cara con cualquier clavo oxidado o se tatúan en el pecho mamá los redondos xeneize pasión Jesús te parece de negro decirle coca a la merca tus amigas drag queens con extensiones y corsets a lo maría antonieta son más sofisticadas y la llaman rapé esta noche vas free pass drinks a un show de dani umpi en Niceto adentro bailás y das soporte físico a tus amigos virtuales todas mariconas alcoholéxicas descalificadoras se burlan de tu aliento a pizza y olor a chivo hace algunos años todos los de esta noche no eran tus amigos no venían a esta fiesta a bailar electropop estos fashion eran grasas eran fans de ricky martin a la merca le decían maría y en bariloche copiaban el pasito de baile estúpido de todo el resto
Está bueno, ¿no?

5.
Sigo entregando galardones. A Facundo Soto, compilador del tomo, tampoco lo había leído nunca, y eso que es un prolífico escritor de literatura homosexual. Su cuento "Esperma" está muy pero muy bien también. O sea, el nivel de todo el libro es muy arriba. Quizás los que menos me hayan gustado hayan sido Glauco Matosso, un brasilero bastante nasty que habla de fetichistas de los pies sucios y que me hace acordar un poco a Copi y otro poco a Cucurto (quien además lo menciona en unos de los poemas que aparecen en esta misma compilación) y el cuento que abre el libro, "Rojaijú", de Peter Pank, que me parecía muy adolescente en su planteo y en su escritura pero que igual mientras lo leía me fue convenciendo. 

domingo, 7 de mayo de 2017

Gualicho, de Gael Policano Rossi

1.
Primer libro en papel de la editorial De Parado y primera novela del poeta, actor, dramaturgo, astrólogo, seguramente algo más y ahora también novelista Gael Policano Rossi. De Parado lleva como subtítulo: "La editorial más puto de la Argentina". Gualicho lleva como subtítulo "La chancha que tenés adentro". Todo promete.

2.
Pero mejor que prometer es realizar y Gualicho, si algo hace es cumplir. A qué me refiero: a que Gualicho parte de una premisa (ensayo una formulación yo: un joven heterosexual engualichado que siente una irrefrenable necesidad por ser penetrado) y no la suelta nunca, le busca los recodos, se hace cargo de los peros. Daniel, el protagonista, tarda una buena, verosímil cantidad de páginas (todo lo que sería el primer acto, pienso ahora) en entender y sobre todo aceptar que su malestar se soluciona con una pija en su recto. Y para mejor, la premisa no se pierde en ese primer punto de giro, porque la palabra clave en la premisa sería "irrefrenable". Con una pija no alcanzaba.

3.
El otro motivo por el que la novela está buenísima, a mi entender, es la prosa. No es fácil escribir un libro pornográfico, en el que como su nombre lo indica hay que describir el garche en detalle, sin caer en tópicos insulsos. Copiaría un fragmento acá pero la verdad ahora que lo veo todo funciona en sistema. Debería transcribir un garche completo, porque no sólo está bien cada frase o cada párrafo, está muy bien la progresión.

4.
Más temprano que tarde mi calentura de lector devino en espanto, y ese es un tercer mérito de Gualicho: el género (literario). El porno no sé si es un género, pero Gualicho cuenta un gualicho (una maldición, traduzco para mis imaginarios lectores no argentinos), y un gualicho busca cagarle la vida al engualichado, como le sucede a Daniel. Así que en un momento ya no me calentaba más, quería que pare. No les cuento como termina la historia. Léanla. Ah, a todo esto, son 114 páginas. Se lee en una sentada.

sábado, 23 de marzo de 2013

Romain et moi, de Gael Policano Rossi

1.
El prólogo, de Lolo y Lauti, es un link de youtube.

2.
Romain et moi es un librito editado y encuadernado de forma muito bonita por una tal editorial Capicúa, de forma muito independiente, que contiene un poema largo y bilingüe español/francés de Gael Policano Rossi, escritor, dramaturgo, director y actor (en, por ejemplo, Plan V, con una gran escena para el recuerdo en el primer capítulo de la segunda temporada). Dice mi amiga Maia que la obra que está por estrenar, Saturnalia, está buenísima. Veré. Romain et moi me gustó.