Mostrando entradas con la etiqueta Roberto Bolaño. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Roberto Bolaño. Mostrar todas las entradas

sábado, 20 de enero de 2024

Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce seguido de Diario de bar, de Roberto Bolaño y A. G. Porta

 1.

Desbloqueo mágico de domingo de este blog inmundo listos preparados ya. 

2.

Leí este libro en enero, estamos en setiembre (fines de). Igual me lo acuerdo bastante, me quedaron sus imágenes y sus climas. Lo más extraño de la cosa es que tuve mi época de fanatismo por Roberto hace una década, cuando leí casi todo lo que pude de este capo del mundo, y en esa época también fue que me robé este libro.* Pero no lo leí. Lo acopié. Lo amarroqué. Quizás no me atraía que hubiera sido escrito a cuatro manos con otro sujeto que no tenía de nada. A la vez, qué bueno que te quede un Bolaño por leer. A mí me debe quedar alguno de los póstumos seguramente. Y la poesía, no leí la poesía completa. 

3.

Consejos de un discípulo... es todo lo que podés esperar de una primera novela de Bolaño. Que es, como ya dijimos en algún lado de este blog, uno de los escritores que mejora novela a novela, como Dostoievski. Uno que se dedicó a pulir su estilo hasta el fin (y por eso 2666 es la mejor novela de Bolaño, como Los Karamazov para Fiódor). Sin embargo, Never Deleuze, esto que digo no convierte a Consejos... en la peor novela de, sino que la convierte en la más "boceto de lo que será". Boceto de Los detectives salvajes, de Una novelita lumpen

4.

Cuenta la historia de una pareja de lúmpenes, justamente, que se entregan al crimen casi que porque pueden, y van avanzando en su raid criminal como los amantes de True Romance hacia un final trágico -creo, el final no me lo acuerdo tanto-. La historia incluye una femme fatale latinoamericana hot, el protagonista es un proto García Madero, hay trolos y referencias a la cultura pop. Y noches sórdidas de bares. Y drogas. La verdad es que está buenísima la novela.

5.

En el mismo libro hay otro coso que se llama Diario de bar, y del que, a ocho meses de su lectura, no recuerdo nada. También hay un muy bonito y muy interesante prólogo del otro autor de ambos textos, el barceloneto A. G. Porta, donde cuenta lo que recuerda del método de escritura, del trabajo con Bolaño. a cuatro manos. Fin de la reseña.

viernes, 26 de julio de 2019

La literatura nazi en América, de Roberto Bolaño

1.
Resulta que tengo más huecos en mi cultura boloñesa de los que creía: acabo de chequear y La literatura nazi en América es la tercera novela de Roberto (después de Consejos de un discípulo de Joyce a un fanático de Morrison, que no leí, y de La pista de hielo, que sí leí), que se publicó originalmente en 1996 y no una de estas cosas póstumas que están sacando porque Bolaño es el mejor aún después de muerto. Buena noticia para mí, que veo que no leí ni por asomo todo lo que hay para leer de este señor que es uno de los cuatro más capos del mundo.

2.
Es muy raro que alguien llame novela a este libro de biografías falsas de escritores inventados, dividido en capítulos y sub-capítulos y que incluye glosarios varios. Pero como novela la publicó el propio Roberto, vaya uno a saber. Probablemente como novela la pensó. Parece que es un remedo de otro libro que no leí, el de la Historia universal de la infamia de Borges. Hay pocas relaciones entre los relatos, salvo los que están agrupados juntos a propósito (como las biografías de la familia Mendiluce Thompson), y casi todos se aferran a la tercera persona necesaria en una biografía. El esquema se rompe con la última biografía, la de Carlos Ramírez Hoffman, que es una versión corta de lo que luego sería la novela Estrella distante, o su punto de partida. En esa biografía el relato pasa sorpresivamente a la primera persona del narrador. Y luego está el otro denominador común, el de la literatura nazi, que es como un hoax gigantesco: algunos de los biografiados imaginarios son filonazis, pero en muchos casos la referencia a lo nazi es lateral y en algunos casos no existe.

3.
No todos los relatos son geniales, Bolaño también es un autor que mejora, e incluso alguno me pareció medio ganso, pero bueno.

sábado, 27 de octubre de 2018

Amuleto, de Roberto Bolaño

1.
Esta es una reseña irresponsable porque estamos en agosto de 2019, el libro lo leí en octubre de 2018 (en el aniversario de la muerte de Néstor chiques) y era prestado y lo devolví, así que es como una aproximación a una reseña. Que capaz es más real (she served such a reseña realness), porque sólo puedo hablar de lo que me acuerdo, o sea lo que me quedó, el emblema audiovisual de la reproducción que mi cabeza generó de las imágenes literarias que Roberto Bolaño imprimió en su novela de 1999. Lo que me quedó, así como primera imagen, es la escena del mafioso homosexual y su cautivo no cautivo, el joven marica de clase alta debilitado y yacente en la habitación de motel desde la que el rey de la noche dirige su operación. Ella, la protagonista, cuyo nombre no podré recordar y me niego a buscar en la Internet pero de quien tengo bien presente la imagen que me representé de la descripción que la novela ofrece, que si mal no recuerdo es la óptica subjetiva del personaje narrador (es interesante porque es posible que esté inventando todo o parte de lo que estoy diciendo) y que para mí es una cosa entre la Chilindrina, Marla Singer de la película de Fight Club o más bien la chica con cáncer de la misma película o las dos, y la Maga -esa para mí la puso Bolaño a propósito-, ella, decía, entrando a rescatar al joven seguramente poeta, que lo único que tiene que hacer es levantarse y salir de ahí pero que precisa ser rescatado, y argumentando. Eso me acuerdo. Y después me acuerdo la escena de la represión en la Universidad, la misma escena que aparece en Los detectives salvajes no sé si protagonizada por la misma protagonista. Ella en el baño, mientras afuera reprimen y secuestran. Ella saliendo muchas horas después del baño, la Universidad vacía. 

2.
Es maravilloso que Roberto Bolaño haya escrito tantos libros. No dejo de encontrarme con novelas de Bolaño que no sé por qué no había leído antes. Esta es de las fundamentales. Es mejor que muchas, para mí. Obviamente el podio lo llevan 2666 y Los detectives en ese orden: yo creo que mi tercer puesto personal es para Una novelita lumpen, y el cuarto para esta, Amuleto, que me prestó Defli, gracias Defli, te quiero un montón. 

miércoles, 13 de enero de 2016

El Tercer Reich, de Roberto Bolaño

1.
Como decía en la reseña de La hora de la estrella, hay escritores que mejoran con cada libro. Bolaño es uno de ellos. Y El Tercer Reich es una novela de 1989, así que, en mi opinión, es una novela menor, como lo es la colindante La pista de hielo. Es como si en cada libro estuviera entrenando para el próximo: en El Tercer Reich hay cosas de La pista de hielo, por ejemplo, y como siempre también de Los detectives salvajes y de 2666 (el mundo de los juegos de estrategia y sus convenciones se parece al de los críticos literarios y las suyas, por ejemplo). 

2.
Claro está que como Bolaño es uno de los más capos del mundo, decir que la novela es menor no significa decir que no es increíble. Porque es increíble. Tiene unos climas y unas imágenes alucinantes. Está el inolvidable personaje del Quemado. Y como todo lo que el tipo escribe, no lo pude dejar de leer nada. Eso sí, las primeras novelas son más convencionales, con personajes protagónicos que crecen y aprender a vivir y esas cosas. El protagonista de El Tercer Reich es Udo Berger, que es un poco como el Hans Castorp de La montaña mágica, sólo que unos años mayor, y exitoso en su rubro. Udo llega desde su Alemania natal al hotel Del Mar en España, que es un poco como el Sanatorio Internacional Berghof en Suiza de La montaña mágica. Y como Hans, por motivos que no revelaremos Udo se va a quedar bastante más tiempo del estipulado en el hotel. Los paralelismos siguen: podríamos decir por ejemplo que el marido de Frau Else es un poco como el gran Pieter Peeperkorn, el hombre postrado y poderoso. Pero eso se me acaba de ocurrir, capaz es mucho. En fin, está buenísima. Léanla.

miércoles, 14 de enero de 2015

Llamadas telefónicas de Roberto Bolaño

1.
La hago corta. Bolaño es el mejor, uno de los cuatro más capos del mundo, todo lo que escribe es bueno, no hay como pifiarle. Y como suele suceder, más garantía de confianza tienen sus libros cuando fueron editados en vida de Roberto: nos asegura que él consdieraba que esos textos eran buenos (o legibles, aunque creo que Bolaño sí sabía que era bueno, no me suena que fuera de esos con falsas modestias). Llamadas telefónicas es un libro de cuentos y se editó por primera vez en 1997.

2.
Hay cuentos con temática estadounidense, hay uno muy argentino. Hay uno que tiene elementos de La pista de hielo. Mis cuentos favoritos fueron los dos con temática rusa ("La nieve" a la cabeza, seguido de "Otro cuento ruso"), y el de la actriz porno, "Joanna Silvestri". Ese me encantó. Es un capo. Todos me gustaron, igual.

sábado, 11 de octubre de 2014

La pista de hielo, de Roberto Bolaño

1.
Como es inevitable, aunque uno sea uno de los cuatro más capos del mundo no se puede tener todos libros igual de capos y en mi ranking personal de su obra y supongo que en el de otros lectores de Bolaño también es difícil que este libro esté en el top tres. Comparado con otros libros, este es peor. Por ejemplo, el final está a años luz de los finales increíbles de otras novelas y de sobre todo varios cuentos. También es posible afirmar, en línea con lo que venimos planteando en otras reseñas de los cuatro más capos del mundo, que Bolaño (como Dostoievsky) es un escritor que mejora, sus libros son entrenamiento para sus próximos libros, y por lo tanto La pista de hielo (1993), tan atrás en la biografía de Roberto, no tiene oportunidades contra sus sucesores. Varios de los recursos de La pista de hielo (siendo el principal el del relato coral, que creo que también está en su primera novela, que leeré próximamente) están más y mejor explotados y hasta subvertidos en Los detectives salvajes (1998). Incluso, una frase hermosa de La pista de hielo está casi igual en Estrella distante:
El helado estaba casi derretido pero igual nos lo tomamos. La vieja agradecía esos detalles pellizcándome el brazo o poniéndome apodos. Para Caridad era como ver una película en el cielo. (La pista de hielo, página 52)
Sin embargo...

2.
...La novela tiene algunas cosas que no encontré en otros libros de Bolaño, modos y recursos que no retomó iguales y que están muy bien. Partimos de la base de que todos los cosos de Bolaño están buenos (menos el cuento "Jim" que es una mierda). La pista de hielo es, hasta este punto de mi lectura, la novela policial más tradicional de este autor. Los personajes recorren arcos argumentales completos y casi no hay -o no hay del todo- cabos sueltos: esa es una flor de novedad. Por otro lado, mientras Remo Morán y Gaspar Heredia son típicos personajes bolañanos más o menos alteregos del autor, el gordo y catalán Enric Rosquelles me pareció un caso completamente atípico -y claro, muy bien logrado-.

3.
A ver Bolaño, hacete un solo:
El aire era tan denso que si alzaba un brazo tenía la sensación de estar penetrando algo vivo, semisólido; el brazo mismo parecía aprisionado por cientos de pulseras de cuero, húmedas y cargadas de electricidad. Si uno adelantaba los dos brazos, como los señalizadores de los portaaviones, tenía la sensación de estar dándole simultáneamente por el culo y por el coño a un delirio atmosférico o a un extraterrestre.


domingo, 22 de junio de 2014

Nocturno de Chile, de Roberto Bolaño

1.
Muchos dicen o escriben que esta es una de las mejores novelas cortas de Roberto, cabeza a cabeza con Estrella distante. Es posible que también sean ambas dos sus novelas más chilenas.

2.
Bolaño no decepciona nunca. No obstante, habiendo ya leído la antedicha, más las dos moles que son Los detectives salvajes y 2666, la que nos ocupa queda un poco abajo en el podio. En tren de polemizar: los acontecimientos o episodios están desconectados ostensiblemente y no tienen repercusiones los unos en los otros (¿o sí?); al episodio de las iglesias y los halcones le falta bastante magia bolañesa (¿dónde está la sensación de inminencia, dónde la sensación de significado oculto que uno siempre sospecha que puede ser sólo sensación pero que también puede ser un hecho -en la que se esconde, por su parte, buena parte del motivo por el que Bolaño es uno de los cuatro más capos del mundo: producir en el lector una sensación que tiene dentro otra sensación?). (Lo asombroso es que no inventó él el mecanismo por el que lo logra -si no que fue Borges -o lo difundió antes-: ¿este escritor existió o es inventado?, etcétera- pero sí que le aportó el elemento visceral, y uno siente que sin esfuerzo, que le salió solo: "Sordel, Sordello, ¿qué Sordello?"); e incluso al episodio tercero no despliega todo su potencial ni mucho menos (el de las clases de marxismo: cabe aclarar que estoy evitando contar las cosas importantes y esta reseña no lleva spoiler alert; si quieren que alguien les cague la trama vayan a la enciclopedia libre que en este caso no demuestra piedad alguna).

(Algún día tenemos que hablar del hecho de que escribo las reseñas influenciado estilística e inconscientemente por la cosa reseñada, es decir por lo que acabo de leer)

3.
Aparentemente disiento con las interpretaciones generales que se han hecho de esta novela: estoy en desacuerdo con tomar al joven envejecido, al río bordeado por manglares, a los señores Oido y Odiem y a la frase final de la novela como metáforas de algo concreto, porque es la opción más aburrida, así como la más ramplona. Prefiero tomar todos esos elementos como ciertos, y seguir no entendiendo qué carajos (what the fuck). Del mismo modo, hubiera preferido que Sordello no fuera nadie, pero no.

4.
A saber (Recomendaciones de uso): Nocturno de Chile dura 150 páginas con letra grande y no tiene puntos suspensivos. Manejadlo. Probablemente la mejor opción sea un micro de larga distancia o un avión o un día con fiebre (que fue como leí de corrido Estrella distante ahora que me acuerdo).

5.
Se reafirma mi teoría de que 2666 es a Bolaño como Los hermanos Karamazov es a Dosto, favor de dirigirse aquí, punto tres (3), for ferder informeishon.

sábado, 5 de abril de 2014

El gaucho insufrible, de Roberto Bolaño

1.
Ahorrémonos el aplauso, que va de suyo.

2.
Así como Los detectives salvajes es el libro más mexicano de Bolaño, y Estrella distante y Nocturno de Chile los más chilenos (y Una novelita lumpen el más italiano), El gaucho insufrible es el libro más argentino de todos. Por un lado, por temática: dos de los cuentos centrales ocurren en Argentina. Pero también,y más que nada, por notorias influencias argentinoides. Al mismo tiempo, es el libro más intertextual (por concentración de intertextualidades; por cantidad no podría serlo, pero eso por su extensión, no por otra cosa).

3.
El primer cuento del tomo se llama "Jim" y es el peor cuento de Bolaño que haya leído. Como es muy corto, "Jim" deja la misma impresión que este corto que no es de Haneke sino una parodia pero que muchos compu-espectadores creyeron auténtico. De todos modos, como siempre, me pregunto si el estilo a Bolaño le salía solo o cómo cazzo hacía.

3.
El segundo es "El gaucho insufrible" (dedicado a Rodrigo Fresán, a quién mencionamos recientemente en relación con Bolaño en la reseña de 2666). En la contratapa, el anónimo reseñista-publicista de Anagrama menciona respecto de este cuento "los efluvios nada santos de Macedonio Fernández y Gombrowicz". No leí a ninguno de los dos (me avergüenzo), pero me sorprende que mencione a Macedonio y a Gombrowicz antes que a los dos enormes elefantes en la habitación: el elefante ciego, Borges y el elefante tímido, Cortázar. El cuento es prácticamente una versión de "El sur"; los conejos de este cuento recuerdan, y no creo que de casualidad, a los de "Carta a una señorita en París", que dicho sea de paso fue el primer o segundo cuento que leí de Julio allá por mis años de adolescencia y fanatismo cortazariano. También quiero decir sobre "El gaucho insufrible" que me descolocó y encantó a la vez la circunstancia de diciembre de 2001 para la situación de la historia: me hizo sentir muchísimo más cerca de la obra de Bolaño que nada antes nunca. Por cierto: lamentablemente, Bolaño no pudo haber leído El año del desierto por una cuestión biográfica, pero es posible que Pedro Mairal haya leído este cuento; ¿tendrán algo que ver?

4.
Luego sigue "El policía de las ratas": top one. Es un spin-off de un cuento de Kafka. "Josefina la cantora". Puede leerse completo en internet, por ejemplo en este blog de sicotizante diseño.

5.
"El viaje de Álvaro Rousselot" se sitúa en el mundillo literario porteño de los '50, en el porteñismo afrancesado de muchachos como los de la revista Sur (nótese el nombre francentino del héroe) y tanto a mí como al (corroboro ahora) reseñista-publicista de Anagrama nos hizo acordar a Bioy Casares. Es un buen cuento. En relación con la obra anterior de Bolaño (anterior en mi cronología de lecturas) para mí es de la familia de cuentos depresivo-contemplativos como el que se llama "Gómez Palacios", de Putas asesinas.

6.
"Dos cuentos católicos". Ovación de pie con contractura.

7.
Y después siguen, para cerrar el tomo, dos ensayos literarios que fueron conferencias: "Literatura + enfermedad = enfermedad", y "Los mitos de Cthulhu". (Me encantaría verlo a Bolaño leyendo alguno de los dos textos, pero por lo pronto no está en youtube). Son muy conocidos ambos textos. El primero era citado por todo el mundo en los suplementos culturales cuando salieron esas notas sobre Bolaño hace pocos meses por no sé qué aniversario. (Debe haber sido el año pasado, por la década de muerte de Roberto). Está buenísimo, es un poco confuso, está escrito en parágrafos que recuerdan al modo poético y confuso de Walter Benjamin. También me recuerda al amigo George Perec. El segundo texto no es sobre Lovecraft, a pesar de su título: se trata de una suerte de panorama de la literatura en español, en el que Bolaño hace un poco de quilombo y bardea un poco a todo el mundo. Una sola cosa quiero resaltar: Bolaño empieza estableciendo un paralelo entre Pérez Reverte y Vázquez Figueroa. En relación con esto véase: yo, mi reseña a la novela gráfica de Limpieza de sangre, donde establezco una comparación similar. Me siento profundamente legitimado.

viernes, 21 de febrero de 2014

2666, de Roberto Bolaño

1.
Cuando estaba en sexto grado de la escuela primaria, un día le mentí a la maestra. Le dije que había leído El Hobbit, de Tolkien, cuando en realidad recién había leído 10 páginas de "Una tertulia muy inesperada", de las que no había entendido demasiado, y que fueron las únicas que llegué a leer en esa ocasión. Se ve que por algún motivo me quedó esa anécdota en la memoria -la culpa por el libro no leído-, porque sin venir a cuento me acordé de ella ahora que acabo de terminar de leer 2666, de Bolaño, por casi segunda vez. La primera lectura había sido inconculsa y se había desarrollado de la siguiente manera: entre enero y marzo-abril de 2012, transcurrió desde el principio, todo derecho, hasta "La parte de los crímenes", que logré terminar; luego leí el comienzo de "La parte de Archimboldi", a la que llegué agotado, y al poco tiempo abandoné. La segunda lectura fue conclusa, pero parcial: lo que pasó fue que cuando en diciembre pasado quise retomar desde donde había abandonado, no pude conmigo mismo, y para recordar qué sabíamos de Benno von Archimboldi en la parte de los críticos empecé todo de nuevo; una cosa llevó a la otra y a fin de cuentas leí todo otra vez. Excepto por los asesinatos, de la parte de los crímenes. Sabiamente -me congratulo de mi decisión- en esta segunda lectura saltié los párrafos forenses de la cuarta parte, emulando a Adonai, que saltió las puertas de los judíos en Egipto. En vez de una marca de sangre, mis señales eran los principios, casi siempre del tipo de "se encontró el cadáver de", y los finales, casi siempre de la especie de "el caso quedó sin resolver y al poco tiempo se archivó".
El Hobbit lo leí dos años después del primer intento, en primero del secundario.

2.
2666 es lo más. No hay con qué darle. Bien lo dijo Fresán (quien por cierto, hace -sin duda- un cameo en la novela) en éste artículo. Lejos estoy de haber leído todo Bolaño, pero leí mucho y puedo arriesgar que 2666 es EL libro del tipo. Aún más lejos estoy de haber leído toda la literatura universal, pero lo mismo puedo decir que 2666 es una de las mejores novelas del universo. Y lo digo impunemente, porque no hay nada más impune que la crítica literaria amateur.

3.
Como saben, los cuatro más capos del mundo son (y seguimos con la impunidad) Bolaño, Dostoievski, Bukowski y Cortázar. Entonces, en tren de comparar, 2666 es a Bolaño como Los hermanos Karamazov es a Dostoievski. Ambas novelas son la última novela del autor, ambas parecen reunir los temas recurrentes, ambas novelas son monumentales. (Ambas las leí de vacaciones). (Pregunta para la reflexión: ¿entonces Los detectives salvajes es a Bolaño como Crimen y castigo a Dosto? Aún no leí Crimen y castigo). Igualmente, 2666 es a Bolaño como Pulp es a Bukowski: es la última y es la mejor. Cortázar no tiene su 2666, porque El libro de Manuel es muy inferior a Rayuela, que a su vez se parece más a Los detectives que a 2666.

4.
El año pasado se cumplieron diez años de la muerte de Bolaño, y en los medios culturales salieron muchas notitas. Me acuerdo que en una se hablaba del mito Bolaño en EE.UU.: parece que allá inventaron un Bolaño que les gusta más, que escribía así porque era heroinómano, trolo y etcéteras. Una gilada. La nota de Jonathan Letham (premio nacional en EEUU, uno de esos autores inflados por Ophra e incluso por Obama) para el New York Times goza de una increíble falta de veracidad biográfica. Primero, dice que Bolaño murió (a sus 50) de una enfermedad que pudo haber sido originada por el uso de heroína cuando joven: primera vez que leo eso. Después dice que los últimos diez años de su vida se dedicó a escribir vorazmente (cierto), acechado por la pobreza (not, por lo menos los últimos años de su vida eso ya no es cierto). Después insiste con la heroína ("the low truths he knew as rebel, exile, addict": la verdad que el sabía en tanto rebelde, exiliado, adicto"... ¿whaaaat?). Más allá de estas cuestiones, cuando habla del libro, lo que dice Letham es interesante. Obviamente, son todos elogios. Me llamó mucho la atención la referencia a Cortázar: 
Bolaño has been, because of his bookishness, compared to Jorge Luis Borges. But from the evidence of a prose always immediate, spare, rapturous and drifting, always cosmopolitan and enchanted, the Bolaño boom should be taken as immediate cause for a revival of the neglected master Julio Cortázar. (Cortázar’s name appears in “2666,” but then it may seem that every human name appears there and that Bolaño’s book is reading your mind as you read it. 
Bolaño ha sido, debido a su -¿libresquisimo? ¿meta-literaturidad? algo así-, comparado con JLB. Pero, frente a la evidencia de una prosa siempre inmediata, libre, extática y a la deriva, siempre cosmopolita y encantada, el boom Bolaño debería funcionar más bien como una causa inmediata para un revival del olvidado maestro Julio Cortázar. (El nombre de Cortázar aparece en 2666, pero igualmente pareciera que cada nombre humano aparece en 2666, y que el libro de Bolaño te lee la mente mientras lo leés).
Después Letham se mete a reseñar cada parte por separado. A "La parte de los crímenes" y su mecanismo la compara con Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, de Murakami. Todavía no la leí, la está leyendo Marian y la tengo en gatera hace años. 

5.
En Breves apuntes de autoayuda, Casas dice que a "La parte de Amalfitano" le falta "una horneada más". Mmmh. Puede ser. Mi parte favorita es la de Fate. Sería una excelente película.

6.
En la página 779, la diputada Azucena Esquivel Plata refiere un diálogo que tuvo con Loya, detective privado, del siguiente modo:
En México uno puede estar más o menos muerto, me contestó muy seriamente. Lo miré con ganas de abofetearlo. Qué tipo tan frío y reservado era ése. No, le dije casi silabeando, ni en México ni en ninguna otra parte del mundo alguien puede estar más o menos muerto. Deje de hablar como si fuera un guía turístico. O mi amiga está viva, y entonces quiero que la encuentre, o mi amiga está muerta, y entonces quiero a sus asesinos. Loya sonrió. ¿De qué se ríe?, le pregunté. Me ha hecho gracia lo del guía turístico, dijo. Estoy harta de los mexicanos que hablan y se comportan como si todo esto fuera Pedro Páramo, dije. Es que tal vez lo sea, dijo Loya. No, no lo es, se lo puedo, asegurar, dije yo.

martes, 19 de noviembre de 2013

Los perros románticos + Tres, de Roberto Bolaño


1.
Me acuerdo que lo compramos en unas vacaciones hace unos dos años ya en ese lugar jipi de Córdoba, y lo empecé a leer en la combi que te llevaba del pueblo al camping pero me detuve por miedo a terminármelo demasiado rápido. Y después lo colgué, estuvo dos años en la pila de los libros en estado de lectura actual
-que es lo mismo que decir estado de lectura en suspenso-, cuando lo agarraba para leer un poquito no entendía nada porque es un libro para leer con envión, hay que entrar en un clima -como pasa casi siempre con la poesía- y entonces lo volvía a colgar. Recién agarré y me forcé a leer todo lo que me quedaba de corrido: la pasé joya. Así que, aprendan de mis errores y léanlo todo junto, de una vez, y después quédense así, quietos, como hibernando, para ahorrar energías.

2.
Roberto Bolaño se mantiene en el podio de los más capos del mundo, y nadie lo sacará nunca de allí. Clap clap. Hace poco salieron notas sobre su persona por un aniversario, en Ñ y en Radar, y muchas eran una garcha. Ya hay gente que escribe sobre Bolaño en plan de desmitificarlo, de plantear una mirada crítica: pavadas. Para llamar la atención. Es bardear sólo porque te parece que todos deben ser bardeados un poco. No acuerdo. Bolaño corazón.

3.
Lo leí en esa edición semi independiente uruguaya que se consigue muy fácilmente y que no se si no es la única. Linda letra.

sábado, 18 de junio de 2011

Putas asesinas, de Roberto Bolaño

1. Este post está bloqueando el camino de los demás hace demasiado tiempo. Se ve que me da paja escribirlo. Lo resumo así seguimos: Putas asesinas, está buenísimo. Leelo. Me gustaron todos los cuentos menos el que es una lista. El mejor es el del negro que juega al fútbol, "Buba". El otro mejor es el que empieza así:
Tengo una buena y una mala noticia. La buena es que existe vida (o algo parecido) después de la vida. La mala es que Jean-Claude Villeneuve es necrófilo.
Ese se llama "El retorno". Roberto sigue siendo uno de los cuatro más capos del mundo. Fin.

martes, 30 de marzo de 2010

Estrella distante, de Roberto Bolaño

1. Todos ya saben que Bolaño es un capo, como especifiqué en este post, es uno de los Cuatro Jinetes de la literatura, los Cuatro Fantásticos de la literatura, los Beatles de la literatura, las Tortugas Ninjas de la literatura, los Tiburones del Asfalto de la literatura, los Motorratones de Marte no porque eran tres. Como Bolaño es uno de esos, no creo que me vaya a encontrar con un libro de él que me parezca malo o que no me guste. Este en particular me gustó, aunque menos que Los detectives salvajes o que Una novelita lumpen. Es como un grado evolutivo anterior a Los detectives..., ¿se entiende? como que Estrella distante es Píkachu y Los detectives salvajes es Raichu.

2. Es uno de los recomendados de Casas en Ensayos bonsai.

3. Empieza con un taller de poesía (as in The wild detectives) en la Chile de Allende. Hay un narrador protagonista que narra la historia de un poeta al que conoció, que se llama Alberto Ruiz-Tagle. Cuando la Chile de Allende se convierte en la de Pinochet, Ruiz-Tagle se convierte en Carlos Wieder, también poeta, pero turbio, muy turbio. Y después todo se mantiene turbio, y después sigue siendo turbio, y termina. Una diferencia entre Los detectives y esta novela es que no hay ningún personaje en esa que sea tan malo hijo de puta sorete mal formado como los que hay acá. Ahí hasta lo querés a Helmut el neonazi, pero acá no daría quererlo, al hijo de puta correspondiente. Es muy hijo de puta. Capaz me parece tan malo conchudo caca mierda porque es un chileno pinochetista el malo, y me resulta más cercano y más real. En una reseña que encontré dice algo sobre que el tema de la novela es el Mal absoluto; a mí no me pareció, más bien me pareció que pasa por los límites del arte en relación con la moral, qué vale hacer en nombre del arte. Ahora quiero leer La literatura nazi en América, pero no sé si es un libro de Bolaño que existe o es un título y nada más.

4. No es muy largo. Lo leí en un fin de semana con gripe y estuvo muy bien, mucho mejor que seguir mirando Lost y Weeds. (No tanto mejor que Weeds).

martes, 17 de noviembre de 2009

Una novelita lumpen, de Roberto Bolaño



1. Ahora vi que salió en formato conchet, pero yo la leí en una edición muy linda que mide 13,5cm x 10cm (la de arriba). Tardé en leerla porque la usé como lectura de salidas sin mochila. Pero es corta. Joni la leyó en dos días. Las conclusiones de Joni sobre Bolaño, que se basan en este libro, en Los detectives salvajes, y en Estrella distante, y que no están vinculadas entre sí, son las siguientes:
- Roberto es un hijo de puta.
- Roberto es el más capo.
- Roberto piensa que si a una mina se la cojen en la oscuridad, no le importa quién sea el que se la coje.

2. Los elogios exagerados que se hacen de Bolaño, esto de que permite seguir creyendo en la literatura, estas cosas que salen en las contratapas de los libros de Anagrama, se acercan en este caso bastante a la verdad. Bolaño está por ahí arriba en mi podio desde Los detectives..., compartiendo con Cortázar (que se ganó su lugar hace muuuucho y no deja de merecerlo aunque yo ya no lo lea), Dostoievski y Bukowski. Hay muchos otros favoritos, pero estos son la primera línea, los que si todos los escritores fueran a pelear a las Cruzadas, ellos cuatro irían a la vanguardia, gritando... no sé... "¡Muerte al infiel!", o ¡Pis y Caca!", por ejemplo. O si todos los escritores fueran a las guerras napoleónicas, ellos cuatro estarían en la retaguardia, fumando un "pitillo" (si los traducen en Anagrama). O si todos los escritores fueran a cruzar los Andes, ellos cuatro irían en camilla, cargados por otros escritores menos capos. Etc.


------------------------Bolaño



-----------------Cortázar en su época pendeviejo



-----------------------Fédor o Fiódor o Fídor



-----------------------el Carlo


3. Qué mal que se llevarían Charles y Julio. Julio es demasiado zurdito al final de su vida para el gusto de Charles.

4. En Una novelita lumpen hay dos hermanos que se quedan huérfanos. Ella consigue trabajo en una peluquería y él en un gimnasio. Miran mucha televisión. Alquilan películas porno y las miran sin calentarse. Un día él trae dos amigos a la casa: el boloñés y el libio (todo transcurre en Roma). Los amigos se quedan. Nadie tiene plata. Los amigos tienen un plan delincuente, que la implica a ella y a un señor llamado Maciste (que es un excelente personaje). La frase inicial de la novelita lumpen en buenísima también, por todo lo que dispara. Yo volví una y otra vez a leer la primera frase en muchos momentos de la novela. La frase es "Ahora soy una madre y también una mujer casada, pero no hace mucho fui una delincuente". Yo no sé mucho de esas cosas, pero seguro que cumple con un montón de parámetros académicos de estructura narrativa re dificiles de usar: bah, digo porque me dio una sensación de maquinaria perfecta todo el tiempo, como un cuento del ciego Borges.

5. Para leer sobre Bolaño, el capítulo en los Ensayos Bonsai de Fabián Casas te re ceba.