miércoles, 25 de febrero de 2015

La jornada de un escrutador, de Ítalo Calvino

1.
En Turín funciona un Cottolengo. Cuando después de la guerra se instauró la democracia en Italia, el Partido Comunista tenía muchos potenciales votantes, casi la mitad del país. Los muchachos de la cristiandad (los democristianos) impulsaron una ley de voto universal, tan universal que hasta votaban los discapacitados del Cottolengo: electorado cautivo de los democristianos. No me queda claro qué peso real podía tener ese dato en la elección, pero simbólicamente es aberrante. La jornada de un escrutador es una novela corta en la que un miembro del Partido Comunista, Amerigo Ormea (Amerigo, Italo, ¿cachaí?) tiene que ir a ser fiscal de mesa (escrutador) en el Cottolengo de Turín, en la elección de 1953. 

2.
Como siempre, Calvino no puede ser más crack. A diferencia de otras cosas suyas, esta es un poco más densa de leer, con algunas partes netamente reflexivas, pero al igual que las otras es muy divertida, tiene algunas imágenes increíblemente bellas (el principio, caminando bajo la lluvia en Turín; el campesino y su hijo) y un manejo de las escenas que me saco el sombrero. Dice Calvino que tardó diez años en escribir esta novela (la idea se le ocurrió el 7 de julio de 1953, cuando fue candidato del PC y visitó el Cottolengo de Turín por diez minutos) y que, además del asunto político, trata en ella los temas de la infelicidad natural, el dolor y la responsabilidad de la procreación, temas que nunca se había atrevido a tratar antes. También dice que la novela es de la familia de La nube de smog y de La especulación inmobiliaria (la primera la amo, la segunda aún no tuve el placer).

lunes, 23 de febrero de 2015

El camino de la luna, de Pablo Ramos

1.
Me había dicho que este libro (de cuentos, el último que publicó Ramos hasta ahora) me iba a gustar menos que el otro libro de cuentos del autor (Cuando lo peor haya pasado). No fue así.

2.
Mis cuentos favoritos fueron los protagonizados por chicos (bah, por Gabriel Reyes, alterego de Ramos). Ratifico que Ramos es un gran gran autor de literatura juvenil y que me quiero comprar su novela específicamente juvenil (por la que ganó ese premio en Alemania), El sueño de los murciélagos. En este libro, los cuentos con chicos son "La historia de la música" y "Nadar en lo profundo". También me gustó mucho "La chica del pelo verde". Alto corto sería. Debería filmarlo. "Elefante muerto" es muy hermoso, igual que "Castañas asadas". Y también me gustó, aunque me pareció un poco más pasatista (me costó elegir esta palabra, pero es más descriptiva que sencillo o simple) "Wunderbare katastrophe", sobre un episodio vivido por Pablo R. en su estadía en Berlín -a donde fue por una beca de escritor, creo-. Los dos primeros me parecieron los peores -o menos interesantes- (aunque el segundo, "La fría oscuridad del universo", tiene una imagen muy buena: la del escritor cuarentón acostado en un colchón en un living, de noche, atrapado entre cuerpos de adolescentes durmiendo o haciendo ruidos a su alrededor. Es difícil de contextualizar lo que estoy diciendo, tienen que leer el cuento.

3.
Muy buena la tapa:

miércoles, 18 de febrero de 2015

Evita vive y otros relatos, de Néstor Perlongher

1.
Me lo compré por 40 pesos en la mesa de saldos de Santiago Arcos frente a Puán. Los primeros tres relatos solos, que son los incluidos bajo el título "Evita vive", amortizan el costo. Dice Perlongher en una nota al final del tercero:

...Los peronistas usaron la consigna "Evita vive", con diferentes aditamentos: "Evita vive en las manifestaciones populares", "Evita vive en las villas", "Evita vive en cada hotel organizado" (slogan del Movimiento de Inquilinos Peronistas). 
Estos textos juegan en torno a la literalidad de esa consigna, haciendo aparecer a Evita "viviendo" situaciones conflictivas y marginales.
Es decir, son tres relatos en los que Evita, que había muerto, reaparece frente a una persona o a un grupo de personas, como una muerta viva o una no muerta, y el registro es fantástico, no hay explicaciones y los testigos a los que se les aparece Evita (aparece como la Virgen, un poco), parecen confundidos pero no horrorizados ni maravillados. Y son profundamente maricas, los tres cuentos. Son muy breves. Yo sólo conocía el primero de los tres, porque Noelia Prieto hizo de él un monólogo en un Sucede. Me parecieron fascinantes y como decía al principio, justifican la compra del librito por sí mismos.

2.
En el tomo también hay un prólogo y cuatro otros textos de Néstor. El prólogo es infumable, de esos que están tan mal escritos, tan enrevesados -aunque seguramente el autor del prólogo cree que eso es escribir "académicamente"-, que no se entiende nada de lo que quiere decir (ojo, a lo mejor tiene ideas brillantes sobre la obra de Perlongher, no sé porque no entendí nada). "Azul", el segundo texto del libro (después del tríptico de Evita), es un experimento con el lenguaje, a mi entender poesía; y el siguiente, "Chola, o el precio", también, aunque en ese texto Perlongher propone algo más parecido a una trama y además trabaja una temática -la familia, el perdón-. "El sabra" me resultaría muy difícil de describir. Es una narración, es un falso texto de investigación histórica, tiene dibujitos, tiene imágenes muy horribles y tiene humor. Me gustó. Me pareció rarísimo también. Supongo que es una experimentación en relación con los géneros literarios pero no puedo pensar tanto y un análisis de ese texto requiere pensar más de lo que este blog puede permitirse en este momento y con este calor. "El informe Grossman", que es el último, contiene tres partes también. La temática general es la guerra de Malvinas, y el abordaje general es ultra queer. El primero de los componentes tiene forma de investigación y empieza así:

Un manifiesto del desaparecido Ejército de Liberación Homosexual de las Malvinas (en el exilio), propalado en junio de 1982, revelaba un aspecto poco conocido de esa remota guerra. Según denunciaba la organización, la invasión de las islas por 40.000 soldados argentinos e ingleses, colocaba a las 8 maricas nativas (kiers, en kelper) ante un desmesurado imperativo: satisfacer los apremios sexuales de la tropa.
Y los otros dos textos son falsos testimonios de colimbas movilizados a las islas. Tienen humor (un humor muy oscuro) y mucho mucho sexo.

3.
El perfil del autor tiene todo que ver con lo que escribía pero esta es una de esas ocasiones en que los remito a Wikipedia y me voy discretamente por esta pequeña puertita.