jueves, 16 de enero de 2020

Los peligros de fumar en la cama, de Mariana Enriquez

1.
Me compré una edición que dice en su portada que no tiene valor comercial porque pertenece a una escuela del Ministerio de Educación. Recórcholis. Encima me la compré en una feria anarquista. Soy boludo o qué.

2.
Mariana Enriquez, ya hablamos de cuánto la amamos en reseñas pasadas, voy camino de leer todos sus libros. Este es el tercero que sacó, después de Bajar es lo peor y de Cómo desaparecer completamente, y es el primero de cuentos de terror, hermano mayor del mega hit Las cosas que perdimos en el fuego, que por cierto ha sido liberado en esta cuarentena por su editorial Anagrama, corran a descargarlo en su kindle amigo. Los peligros de fumar en la cama es un libro de 2009, que contiene 12 cuentos terroríficos. Lo leí en un par de días en la estancia de Magda, bastante aislado, a veces de noche, con tormenta eléctrica, apagón y luz de vela, me cagué en las patas.

3.
Leer los cuentos de terror de la Enriquez a los 33 es un poco como leer los cuentos de terror de la Bornemann a los 12. Hay pocas autoras así. Quizás por esa remisión a la experiencia pre-adolescente sea que me (nos) gusta tanto la Enriquez. Aguante Socorro 10

4.
Hay un cuento que lleva el título del tomo, que nuevamente no es mi favorito, pero está muy bien como todos los del libro. Mis favoritos probablemente hayan sido "El carrito" (horror social), "Ni cumpleaños ni bautismos" (horror audiovisual) y "Chicos que faltan" (superproducción). "Rambla Triste", ambientado en Barcelona, es espectacular, y también me encantó "El aljibe", el de la curandera correntina: desolador. 

5.
La Enriquez sacó un libro hace poco, una novela de muchos cientos de páginas, que pronto será mía. Muy pronto. 

miércoles, 15 de enero de 2020

Cuatro obras, de Piel de Lava

1.
Hace muchos años vimos con Mariano la obra Tren, en ese teatro de Venezuela y la que allá ya no se llama Billinghurst. Una obra súper increible en la que las cuatro actrices del grupo hacían varios personajes cada una, mujeres que viajaban sobre rieles a un encuentro evangélico en no sé dónde. La escenografía eran los camarotes de un vagón de tren (un camarote, en realidad, que hacía de varios apagón mediante) y una pantalla que hacía de ventana y por la que corría el paisaje pampeano. Construída en escenas, las primeras correspondían al antes del encuentro, y la última al después, y en el vagón final de la escena final se mezclaban personajes de las escenas iniciales. Fue una de las mejores obras que vi, ever. Ellas (Pilar Gamboa, Elisa Carricajo, Laura Paredes y Valeria Correa -PiEl de LaVa-) son muy capas, y de ahí en más traté de ver todo lo que han hecho. Este tomo publicado por Entropía incluye las cuatro primeras obras que hicieron: Colores Primarios -quizás la más común de todas, muy emparentable con otras obras del teatro independiente porteño tanto en tema como en estructura*, Tren y Museo. Falta el hit del momento, Petróleo, un obrón que si no vieron les recomiendo que no se pierdan -post cuarentena-, apta tanto para esnobs como para abuelas. Volviendo al libro, las cuatro obras son muy buenas, los textos garpan, me cagué de risa, y la pasé re bien. Y sobre todo estuvo bueno leer las que ya no voy a ver por eso de lo efímero del teatro y bla.

* No sé si se dieron cuenta pero hay una estructura que se suele repetir en las obras de directores como Kartún, Cappa, Ajaka, y otros, que también se da en algunas de las de Piel de Lava: presentación del mundo, conflicto, MOMENTO ONÍRICO ORGIÁSTICO -muchas veces implica máscaras y estupefacientes, cambia la luz, aparece la música- final)-, Neblina (la primera en la que actúan las cuatro, incluye coreo, qué mal que no la vi)

Bolivia + Perú, de Gonzalo María Beladrich

1.
Son dos novelas. La primera, Bolivia, junto con su prólogo a cargo del mejor uruguayo -Dani Umpi-, se publicó originalmente en 2008 por editorial Tierra del Sur. La segunda, Perú, se publica por primera vez en esta edición de Saraza, junto con el epílogo del buen chileno Alberto Fuguet (no sé si el mejor, diría que lo facho le resta varios puntos, aunque lo puto le suma otros tantos). Bolivia y Perú tienen dos elementos en común: el formato de diario de viaje, y el personaje protagonista, que pareciera ser el mismo, aunque no podríamos estar seguros si no fuera por el hilo conductor que ofrece Alberto Fuguet.

2.
Son dos novelas pero vamos a considerarlas como pieza única, y como pieza única Bolivia + Perú funciona como una construcción colectiva y de capas: el prólogo de Dani Umpi le confiere un sentido previo a Bolivia, y los hechos narrados en Bolivia le confieren a su vez sus presets a Perú, que sin embargo podría parecer una pieza incompleta si no fuera sucedida por el epílogo de Fuguet. Si algo tiene de magistral la intervención de Fuguet, más que la prosa, es el prestarse al juego que propone Beladrich, y subir la apuesta. El epílogo termina de hilar Bolivia con Perú y redobla el tenor del par realidad/ficción, porque justifica la decisión a priori arbitraria del formato epistolar de la segunda novela (los capítulos o entradas suelen empezar con el apelativo "Alberto," que sobra, y buscan por momentos una segunda persona que parece innecesaria: incluso si las entradas realmente fueran mails enviados a Fuguet, hubiera parecido una mejor decisión eliminar el destinatario). Fuguet se toma la libertad de agregar hechos no narrados a la novela, a las dos novelas, y decía que hasta el hilado de una con la otra se da sólo gracias a que en el epílogo Fuguet establezca que el personaje que en la primera conoce al director chileno en La Paz (en Bolivia en Bolivia), sea el mismo que en la segunda se mailea con él (y también se toma la libertad de ponerle nombre: el nombre del autor).

3.
Gonzalo María me contó que una vez, cuando trabajaba en Yenny, le dijo a una compañera de trabajo que se tenía que ir al cumple de su papá. Y ella, indignada, "¿Cómo que al cumpleaños de tu papá? ¿No sé murió tu papá?". Ella había leído Bolivia en modo literal. 

4.
Otra característica de estas novelas es que tanto Bolivia como Perú están intervenidas por un segundo modo textual, el de las crónicas periodísticas que el personaje escribe y envía a una revista porteña, y que en el mundo real fuera del libro fueron efectivamente publicadas en medios como la Revista Mu o el sitio de la Agencia Paco Urondo. La más linda es la que Gonzalo María también publicó como fanzine, El conquistador de lo inútil, una crónica que habla de Iquitos y de su encuentro con Huerequeque, el actor peruano de la película Fitzcarraldo de Werner Herzog.

5.
Me estaría faltando todo lo que sería una sinopsis, ¿no? Bolivia es un diario de viaje ficcional. Comienza en Buenos Aires, en un tiempo pasado con CDs y diskmans y cybers y Roma de Aristarain en el cine, y sigue, mochila al hombro, por el norte argentino y por Bolivia hasta el lago Titicaca, un viaje que muchos hicimos y con el que me fue muy posible identificarme. El personaje, innominado, renuncia a su trabajo y se va por tiempo indeterminado, conoce mujeres amigables y varones ambiguos, lugares turísticos y sitios históricos, y tiene algunos encuentros sexuales pero menos de los que éste escriba esperaba. Perú, por su parte, es otro diario de viaje ficcional, pero cada entrada de diario es a la vez un mail, destinado al escritor chileno Alberto Fuguet. En esta otra novela, el personaje parece más arisco -le pasaron cosas-. A la vez, coge más (B''H). Todo el conjunto se lee muy rápido y fluido, de los paratextos ya hablé bastante, cómprenlo, léanlo, saluditos.




domingo, 12 de enero de 2020

Reflejos en un ojo dorado, de Carson McCullers

1.
Mi lesbiana favorita (de mediados del XX, de las de ahora es la Loba chicxs), mi escritora favorita de la colección Club Bruguera, Carson corazón, acá tenés lxs pibxs para la liberación.

2.
Hace tres añitos leí El corazón es un cazador solitario, ópera prima, masterpiece, long seller, pluscuamperfecta como se observa en mi apasionada reseña de ese entonces. Dije en ese momento que la novela del año 2017 era de 1940, y sí, la verdad que sí, repaso lo que leí ese año y ningún otro libro le llega a los talones. Este que leí ahora, Reflections in a golden eye en el título original, es su novela siguiente, de 1941, y empieza así:
Hay una base en el Sur donde hace pocos años se cometió un asesinato. Los personajes de esta tragedia fueron: dos oficiales, un soldado, dos mujeres, un filipino y un caballo.
Sí, ya sé, parece la famosa placa de crónica, pero banquen con el progresismo un toque que el libro es de 1941, Carson es sureña, y el libro es mucho más progre de lo que parece a primera vista.

3.
La novela está dedicada a Annemarie Schwarzenbach, una cronista suiza que Carson acababa de conocer cuando terminó la novela, y de quien parece que se enamoró perdidamente, sin reciprocidad. Carson, recordemos, tenía 23 años. Según mis cálculos la suiza tenía 10 más. A todo esto, haber escrito esas dos novelas antes de los 23, qué ídola.

4.
Como dice la sinopsis escrita por alguien en los cuarteles centrales de Bruguera en 1980, la novela "trata el siempre difícil y polémico tema de la homosexualidad". Es cierto, hay uno que es puto, un capitán, muy en el clóset, inclinado a la autolaceración para reprimir sus impulsos homosexuales. Pero no diría que es una novela sobre la homosexualidad. Los seis personajes mencionados (el caballo no cuenta) tienen sus propios recorridos, sus miserias bien miserables, todas ocasionadas por vivir en una sociedad conservadora y represiva, machista, racista e hija de yuta. O en realidad, me corrijo, cinco tienen padeceres sociales, y el sexto es un psicópata, pero como Carson nos cuenta esto en un momento que a ella le parece que es el propicio, yo no voy a andar espoiléandole el laburo que tanto le costó. Vayan y averigüen cuál es el psicópata. 

5.
Es muy buena esta mujer. Hace algo con la construcción del relato que logra enfocar en distintos momentos a cinco personajes que resultan igual de protagonistas, igual de importantes para la trama, pero que en realidad no saben para nada las mismas cosas, no ven ni oyen las mismas cosas, cada uno está en la suya pero todo se conecta con todo y lo magistral es que Carson NO CORTA, logra una suerte de plano secuencia literario donde lxs lectorxs venimos con uno, en una, y de golpe nos vamos con otro, cruzamos la calle y nos vamos a la otra casa y por eso digo que el libro es droga, lo leí en dos días (estoy de vacaciones, pero igual, 217 páginas) y me pareció impresionante.

6.
Carson baja línea, claro, pero no mucho desde el narrador. Este es un momento en que sí, por ejemplo:
Hay ocasiones en que la mayor necesidad de un hombre es tener a quien amar, un punto en el que centrar sus emociones difusas. También hay oportunidades en que las iras, frustraciones y temores de nuestra vida, inquietos como espermatozoides, deben ser expulsados en forma de odio. El infeliz capitán no tenía a quien odiar y durante los últimos meses se sentía desgraciado.
"Inquietos como espermatozoides", qué linda comparación.

viernes, 10 de enero de 2020

La conquista, Iris y Construcción, de Sergio Bizzio

1.
Este me lo regaló Ampi con una hermosa dedicatoria. Son tres cuentos, los tres del título, aunque en otro orden. "La conquista" es un cuento chino, que transcurre en china, con personajes chinos y magia china. Muy Aira. "Construcción", el segundo, transcurre en Paraguay, aunque los personajes no sé si serán paraguayos, y magia no hay. Muy Levrero (onda "El sótano"). El tercero se llama "Iris", transcurre en la República Argentina aunque no sabemos bien dónde, y es muy argentino. Tampoco hay magia. Aunque sí hay chinos. Este último no me hizo pensar en ningún otro autor, aunque también es muy Aira y un poco Levrero. La letra es ridículamente grande. Los tres cuentos están muy bien, el conjunto fue leído en dos sentadas, ningún animal fue herido en la redacción de esta reseña.

jueves, 9 de enero de 2020

Otra vez me alejo, de Luis Othoniel Rosa

1.
Publicado por Entropía hace unos cuantos años, este libro hace juego con otro de la misma editorial, y arriesgo sin fijarme, de la misma época, Las teorías salvajes de Pola Oloixarac. Uno en Puan, otro en Princeton (vaya diferencia), ambos incluyen conspiranoia y academia y amor romántico. El de Pola me gustó más.

2.
En nueve capítulos titulados "alejamientos" (del primero al noveno), el protagonista, homónimo del autor, cuenta la historia de su amigo y roomate Alfred Dust (Alfredo Polvo), de su amor (del de ambos) por Trilcinea, una mujer puertoriqueña de dudosa existencia, de su antepasado pirata, del Guano Islands Act (que permite que cualquier estadounidense declare suelo estadounidense cualquier cosa con guano encima, es decir, caca de gaviota), del tráfico de marihuana en la universidad y de los problemas de la ficción. Tiene algunas frases de antología, y se deja leer (aunque algún capítulo pretendidamente ingenioso se me hizo cuesta arriba), pero no me voló la peluca, me la dejó en su lugar. Vale decir que Luis Othoniel Rosa (Puerto Rico, 1985) publicó esta novela con escasos 27 años. Vale decirlo así que lo digo.

martes, 7 de enero de 2020

Los grandes proyectos, de Fernanda Laguna

1.
Este libro de poesía me acompañó
en el tránsito del 19 al 20.

2.
Me encantó el libro, que reúne en su interior otros libros (los poemarios de Laguna: creo que el último, Control o no control, sólo parcialmente). Me ampararé en mi regla autodecretada de que puedo no reseñar los que son de poesía, para dar por concluida esta reseña. Lo de abajo es una cita.

3.
Cuando pienso en el amor
me imagino una isla segura preparada para hacer pruebas peligrosas
me imagino la estructura metálica que sostiene a un cohete
me imagino 150 personas monitoreando
que todo salga bien.