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miércoles, 31 de enero de 2024

Un hombre ridículo y otros cuentos, de Fedor Dostoievski

 1.

Fedor o Fiódor Mijailovich Dostoievski, qué grande sos, mi escritor decimonónico favorito, cuánto vales. Uno de los cuatro más capos del mundo (según un ranking falopa que establecí en los albores de este blog, hace más de mil años), hace tanto que no te leía. Hace diez años, exactamente. Seguís tan depresivo como siempre, pero a la vez, qué chistoso.

2.

Este tomito de ediciones Terramar, sin corrección alguna (muchos errores de tipeo y quizás de traducción) incluye tres cuentos: el del título, otro más bien largo que se llama "Era cariñosa y humilde" (como ésta), y uno último más cortito (como ésta) intitulado "Bobok (Narración Fantástica)". 

3.

"Un hombre ridículo" empieza como muchas historias de Fiódor, con un protagonista que se desprecia a sí mismo y nos quiere contar una historia. Resulta que el tipo es un miserable, nada le importa del mundo, y decide acabar con su vida. No va de que, frente a la decisión de suicidarse, entra en un colapso filosófico: si me voy a morir dentro de breves instantes, entonces no debería importarme el mundo, que acaba cuando acabo yo; sin embargo, ¿por qué siento cosas por esa niña pobre y descalza en la nieve que me pidió ayuda hace una hora, y a quién desprecié? En esas cavilaciones, se duerme, y casi todo lo que sigue es un sueño: el tipo en el sueño se mata, pero no muere, su alma transmigra por el espacio exterior (medio 2001 Odisea del espacio) y llega a un mundo sin pecado, en el cual vive muchos años (siempre en el sueño) y al que llega a pervertir, porque él trae el pecado. Cuestión que ese mundo, que es a la vez la Tierra pero otra, se termina por convertir en esta misma Tierra. Al hombre ridículo lo condenan por sus pecados, que son los de todos, se jesusiza digamos, y entonces despierta. Ya no quiere suicidarse. Ahora es un profeta errante, convencido de que su sueño no fue tal. Como cuento no es muy bueno, como alegoría cristiana no sé. Qué cristiano que era Fiódor.

4.

"Era cariñosa y humilde" también incluye un suicidio, el de una jovencísima esposa. El narrador es el marido, un típico protagonista que se desprecia a sí mismo, que empieza a contarnos la historia de su matrimonio mientras contempla el cadáver inmaculado de su difunta. Tiene muchos mini capítulos, y dos partes. Como cuento, es buenísimo. Lástima la edición.

5.

El último cuento es muy chistoso: un protagonista que no se desprecia a sí mismo pero que sin embargo es un borracho y quizás un loquiloqui, sale a pasear y recala en el cementerio, donde de casualidad están velando a un pariente suyo. Aburrido de la misa, sale a pasear entre las lápidas, y por motivos que desconocemos, empieza a escuchar la conversación que entre sí mantienen los muertos en sus tumbas. Es bastante chistoso, me reí un poquito para afuera en la Línea B.

6.

Fiódor corazón te amo nos veamo nos besemo.

sábado, 20 de enero de 2024

Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce seguido de Diario de bar, de Roberto Bolaño y A. G. Porta

 1.

Desbloqueo mágico de domingo de este blog inmundo listos preparados ya. 

2.

Leí este libro en enero, estamos en setiembre (fines de). Igual me lo acuerdo bastante, me quedaron sus imágenes y sus climas. Lo más extraño de la cosa es que tuve mi época de fanatismo por Roberto hace una década, cuando leí casi todo lo que pude de este capo del mundo, y en esa época también fue que me robé este libro.* Pero no lo leí. Lo acopié. Lo amarroqué. Quizás no me atraía que hubiera sido escrito a cuatro manos con otro sujeto que no tenía de nada. A la vez, qué bueno que te quede un Bolaño por leer. A mí me debe quedar alguno de los póstumos seguramente. Y la poesía, no leí la poesía completa. 

3.

Consejos de un discípulo... es todo lo que podés esperar de una primera novela de Bolaño. Que es, como ya dijimos en algún lado de este blog, uno de los escritores que mejora novela a novela, como Dostoievski. Uno que se dedicó a pulir su estilo hasta el fin (y por eso 2666 es la mejor novela de Bolaño, como Los Karamazov para Fiódor). Sin embargo, Never Deleuze, esto que digo no convierte a Consejos... en la peor novela de, sino que la convierte en la más "boceto de lo que será". Boceto de Los detectives salvajes, de Una novelita lumpen

4.

Cuenta la historia de una pareja de lúmpenes, justamente, que se entregan al crimen casi que porque pueden, y van avanzando en su raid criminal como los amantes de True Romance hacia un final trágico -creo, el final no me lo acuerdo tanto-. La historia incluye una femme fatale latinoamericana hot, el protagonista es un proto García Madero, hay trolos y referencias a la cultura pop. Y noches sórdidas de bares. Y drogas. La verdad es que está buenísima la novela.

5.

En el mismo libro hay otro coso que se llama Diario de bar, y del que, a ocho meses de su lectura, no recuerdo nada. También hay un muy bonito y muy interesante prólogo del otro autor de ambos textos, el barceloneto A. G. Porta, donde cuenta lo que recuerda del método de escritura, del trabajo con Bolaño. a cuatro manos. Fin de la reseña.

viernes, 26 de julio de 2019

La literatura nazi en América, de Roberto Bolaño

1.
Resulta que tengo más huecos en mi cultura boloñesa de los que creía: acabo de chequear y La literatura nazi en América es la tercera novela de Roberto (después de Consejos de un discípulo de Joyce a un fanático de Morrison, que no leí, y de La pista de hielo, que sí leí), que se publicó originalmente en 1996 y no una de estas cosas póstumas que están sacando porque Bolaño es el mejor aún después de muerto. Buena noticia para mí, que veo que no leí ni por asomo todo lo que hay para leer de este señor que es uno de los cuatro más capos del mundo.

2.
Es muy raro que alguien llame novela a este libro de biografías falsas de escritores inventados, dividido en capítulos y sub-capítulos y que incluye glosarios varios. Pero como novela la publicó el propio Roberto, vaya uno a saber. Probablemente como novela la pensó. Parece que es un remedo de otro libro que no leí, el de la Historia universal de la infamia de Borges. Hay pocas relaciones entre los relatos, salvo los que están agrupados juntos a propósito (como las biografías de la familia Mendiluce Thompson), y casi todos se aferran a la tercera persona necesaria en una biografía. El esquema se rompe con la última biografía, la de Carlos Ramírez Hoffman, que es una versión corta de lo que luego sería la novela Estrella distante, o su punto de partida. En esa biografía el relato pasa sorpresivamente a la primera persona del narrador. Y luego está el otro denominador común, el de la literatura nazi, que es como un hoax gigantesco: algunos de los biografiados imaginarios son filonazis, pero en muchos casos la referencia a lo nazi es lateral y en algunos casos no existe.

3.
No todos los relatos son geniales, Bolaño también es un autor que mejora, e incluso alguno me pareció medio ganso, pero bueno.

sábado, 27 de octubre de 2018

Amuleto, de Roberto Bolaño

1.
Esta es una reseña irresponsable porque estamos en agosto de 2019, el libro lo leí en octubre de 2018 (en el aniversario de la muerte de Néstor chiques) y era prestado y lo devolví, así que es como una aproximación a una reseña. Que capaz es más real (she served such a reseña realness), porque sólo puedo hablar de lo que me acuerdo, o sea lo que me quedó, el emblema audiovisual de la reproducción que mi cabeza generó de las imágenes literarias que Roberto Bolaño imprimió en su novela de 1999. Lo que me quedó, así como primera imagen, es la escena del mafioso homosexual y su cautivo no cautivo, el joven marica de clase alta debilitado y yacente en la habitación de motel desde la que el rey de la noche dirige su operación. Ella, la protagonista, cuyo nombre no podré recordar y me niego a buscar en la Internet pero de quien tengo bien presente la imagen que me representé de la descripción que la novela ofrece, que si mal no recuerdo es la óptica subjetiva del personaje narrador (es interesante porque es posible que esté inventando todo o parte de lo que estoy diciendo) y que para mí es una cosa entre la Chilindrina, Marla Singer de la película de Fight Club o más bien la chica con cáncer de la misma película o las dos, y la Maga -esa para mí la puso Bolaño a propósito-, ella, decía, entrando a rescatar al joven seguramente poeta, que lo único que tiene que hacer es levantarse y salir de ahí pero que precisa ser rescatado, y argumentando. Eso me acuerdo. Y después me acuerdo la escena de la represión en la Universidad, la misma escena que aparece en Los detectives salvajes no sé si protagonizada por la misma protagonista. Ella en el baño, mientras afuera reprimen y secuestran. Ella saliendo muchas horas después del baño, la Universidad vacía. 

2.
Es maravilloso que Roberto Bolaño haya escrito tantos libros. No dejo de encontrarme con novelas de Bolaño que no sé por qué no había leído antes. Esta es de las fundamentales. Es mejor que muchas, para mí. Obviamente el podio lo llevan 2666 y Los detectives en ese orden: yo creo que mi tercer puesto personal es para Una novelita lumpen, y el cuarto para esta, Amuleto, que me prestó Defli, gracias Defli, te quiero un montón. 

miércoles, 13 de enero de 2016

El Tercer Reich, de Roberto Bolaño

1.
Como decía en la reseña de La hora de la estrella, hay escritores que mejoran con cada libro. Bolaño es uno de ellos. Y El Tercer Reich es una novela de 1989, así que, en mi opinión, es una novela menor, como lo es la colindante La pista de hielo. Es como si en cada libro estuviera entrenando para el próximo: en El Tercer Reich hay cosas de La pista de hielo, por ejemplo, y como siempre también de Los detectives salvajes y de 2666 (el mundo de los juegos de estrategia y sus convenciones se parece al de los críticos literarios y las suyas, por ejemplo). 

2.
Claro está que como Bolaño es uno de los más capos del mundo, decir que la novela es menor no significa decir que no es increíble. Porque es increíble. Tiene unos climas y unas imágenes alucinantes. Está el inolvidable personaje del Quemado. Y como todo lo que el tipo escribe, no lo pude dejar de leer nada. Eso sí, las primeras novelas son más convencionales, con personajes protagónicos que crecen y aprender a vivir y esas cosas. El protagonista de El Tercer Reich es Udo Berger, que es un poco como el Hans Castorp de La montaña mágica, sólo que unos años mayor, y exitoso en su rubro. Udo llega desde su Alemania natal al hotel Del Mar en España, que es un poco como el Sanatorio Internacional Berghof en Suiza de La montaña mágica. Y como Hans, por motivos que no revelaremos Udo se va a quedar bastante más tiempo del estipulado en el hotel. Los paralelismos siguen: podríamos decir por ejemplo que el marido de Frau Else es un poco como el gran Pieter Peeperkorn, el hombre postrado y poderoso. Pero eso se me acaba de ocurrir, capaz es mucho. En fin, está buenísima. Léanla.

miércoles, 14 de enero de 2015

Llamadas telefónicas de Roberto Bolaño

1.
La hago corta. Bolaño es el mejor, uno de los cuatro más capos del mundo, todo lo que escribe es bueno, no hay como pifiarle. Y como suele suceder, más garantía de confianza tienen sus libros cuando fueron editados en vida de Roberto: nos asegura que él consdieraba que esos textos eran buenos (o legibles, aunque creo que Bolaño sí sabía que era bueno, no me suena que fuera de esos con falsas modestias). Llamadas telefónicas es un libro de cuentos y se editó por primera vez en 1997.

2.
Hay cuentos con temática estadounidense, hay uno muy argentino. Hay uno que tiene elementos de La pista de hielo. Mis cuentos favoritos fueron los dos con temática rusa ("La nieve" a la cabeza, seguido de "Otro cuento ruso"), y el de la actriz porno, "Joanna Silvestri". Ese me encantó. Es un capo. Todos me gustaron, igual.

sábado, 11 de octubre de 2014

La pista de hielo, de Roberto Bolaño

1.
Como es inevitable, aunque uno sea uno de los cuatro más capos del mundo no se puede tener todos libros igual de capos y en mi ranking personal de su obra y supongo que en el de otros lectores de Bolaño también es difícil que este libro esté en el top tres. Comparado con otros libros, este es peor. Por ejemplo, el final está a años luz de los finales increíbles de otras novelas y de sobre todo varios cuentos. También es posible afirmar, en línea con lo que venimos planteando en otras reseñas de los cuatro más capos del mundo, que Bolaño (como Dostoievsky) es un escritor que mejora, sus libros son entrenamiento para sus próximos libros, y por lo tanto La pista de hielo (1993), tan atrás en la biografía de Roberto, no tiene oportunidades contra sus sucesores. Varios de los recursos de La pista de hielo (siendo el principal el del relato coral, que creo que también está en su primera novela, que leeré próximamente) están más y mejor explotados y hasta subvertidos en Los detectives salvajes (1998). Incluso, una frase hermosa de La pista de hielo está casi igual en Estrella distante:
El helado estaba casi derretido pero igual nos lo tomamos. La vieja agradecía esos detalles pellizcándome el brazo o poniéndome apodos. Para Caridad era como ver una película en el cielo. (La pista de hielo, página 52)
Sin embargo...

2.
...La novela tiene algunas cosas que no encontré en otros libros de Bolaño, modos y recursos que no retomó iguales y que están muy bien. Partimos de la base de que todos los cosos de Bolaño están buenos (menos el cuento "Jim" que es una mierda). La pista de hielo es, hasta este punto de mi lectura, la novela policial más tradicional de este autor. Los personajes recorren arcos argumentales completos y casi no hay -o no hay del todo- cabos sueltos: esa es una flor de novedad. Por otro lado, mientras Remo Morán y Gaspar Heredia son típicos personajes bolañanos más o menos alteregos del autor, el gordo y catalán Enric Rosquelles me pareció un caso completamente atípico -y claro, muy bien logrado-.

3.
A ver Bolaño, hacete un solo:
El aire era tan denso que si alzaba un brazo tenía la sensación de estar penetrando algo vivo, semisólido; el brazo mismo parecía aprisionado por cientos de pulseras de cuero, húmedas y cargadas de electricidad. Si uno adelantaba los dos brazos, como los señalizadores de los portaaviones, tenía la sensación de estar dándole simultáneamente por el culo y por el coño a un delirio atmosférico o a un extraterrestre.


domingo, 22 de junio de 2014

Nocturno de Chile, de Roberto Bolaño

1.
Muchos dicen o escriben que esta es una de las mejores novelas cortas de Roberto, cabeza a cabeza con Estrella distante. Es posible que también sean ambas dos sus novelas más chilenas.

2.
Bolaño no decepciona nunca. No obstante, habiendo ya leído la antedicha, más las dos moles que son Los detectives salvajes y 2666, la que nos ocupa queda un poco abajo en el podio. En tren de polemizar: los acontecimientos o episodios están desconectados ostensiblemente y no tienen repercusiones los unos en los otros (¿o sí?); al episodio de las iglesias y los halcones le falta bastante magia bolañesa (¿dónde está la sensación de inminencia, dónde la sensación de significado oculto que uno siempre sospecha que puede ser sólo sensación pero que también puede ser un hecho -en la que se esconde, por su parte, buena parte del motivo por el que Bolaño es uno de los cuatro más capos del mundo: producir en el lector una sensación que tiene dentro otra sensación?). (Lo asombroso es que no inventó él el mecanismo por el que lo logra -si no que fue Borges -o lo difundió antes-: ¿este escritor existió o es inventado?, etcétera- pero sí que le aportó el elemento visceral, y uno siente que sin esfuerzo, que le salió solo: "Sordel, Sordello, ¿qué Sordello?"); e incluso al episodio tercero no despliega todo su potencial ni mucho menos (el de las clases de marxismo: cabe aclarar que estoy evitando contar las cosas importantes y esta reseña no lleva spoiler alert; si quieren que alguien les cague la trama vayan a la enciclopedia libre que en este caso no demuestra piedad alguna).

(Algún día tenemos que hablar del hecho de que escribo las reseñas influenciado estilística e inconscientemente por la cosa reseñada, es decir por lo que acabo de leer)

3.
Aparentemente disiento con las interpretaciones generales que se han hecho de esta novela: estoy en desacuerdo con tomar al joven envejecido, al río bordeado por manglares, a los señores Oido y Odiem y a la frase final de la novela como metáforas de algo concreto, porque es la opción más aburrida, así como la más ramplona. Prefiero tomar todos esos elementos como ciertos, y seguir no entendiendo qué carajos (what the fuck). Del mismo modo, hubiera preferido que Sordello no fuera nadie, pero no.

4.
A saber (Recomendaciones de uso): Nocturno de Chile dura 150 páginas con letra grande y no tiene puntos suspensivos. Manejadlo. Probablemente la mejor opción sea un micro de larga distancia o un avión o un día con fiebre (que fue como leí de corrido Estrella distante ahora que me acuerdo).

5.
Se reafirma mi teoría de que 2666 es a Bolaño como Los hermanos Karamazov es a Dosto, favor de dirigirse aquí, punto tres (3), for ferder informeishon.

sábado, 5 de abril de 2014

El gaucho insufrible, de Roberto Bolaño

1.
Ahorrémonos el aplauso, que va de suyo.

2.
Así como Los detectives salvajes es el libro más mexicano de Bolaño, y Estrella distante y Nocturno de Chile los más chilenos (y Una novelita lumpen el más italiano), El gaucho insufrible es el libro más argentino de todos. Por un lado, por temática: dos de los cuentos centrales ocurren en Argentina. Pero también,y más que nada, por notorias influencias argentinoides. Al mismo tiempo, es el libro más intertextual (por concentración de intertextualidades; por cantidad no podría serlo, pero eso por su extensión, no por otra cosa).

3.
El primer cuento del tomo se llama "Jim" y es el peor cuento de Bolaño que haya leído. Como es muy corto, "Jim" deja la misma impresión que este corto que no es de Haneke sino una parodia pero que muchos compu-espectadores creyeron auténtico. De todos modos, como siempre, me pregunto si el estilo a Bolaño le salía solo o cómo cazzo hacía.

3.
El segundo es "El gaucho insufrible" (dedicado a Rodrigo Fresán, a quién mencionamos recientemente en relación con Bolaño en la reseña de 2666). En la contratapa, el anónimo reseñista-publicista de Anagrama menciona respecto de este cuento "los efluvios nada santos de Macedonio Fernández y Gombrowicz". No leí a ninguno de los dos (me avergüenzo), pero me sorprende que mencione a Macedonio y a Gombrowicz antes que a los dos enormes elefantes en la habitación: el elefante ciego, Borges y el elefante tímido, Cortázar. El cuento es prácticamente una versión de "El sur"; los conejos de este cuento recuerdan, y no creo que de casualidad, a los de "Carta a una señorita en París", que dicho sea de paso fue el primer o segundo cuento que leí de Julio allá por mis años de adolescencia y fanatismo cortazariano. También quiero decir sobre "El gaucho insufrible" que me descolocó y encantó a la vez la circunstancia de diciembre de 2001 para la situación de la historia: me hizo sentir muchísimo más cerca de la obra de Bolaño que nada antes nunca. Por cierto: lamentablemente, Bolaño no pudo haber leído El año del desierto por una cuestión biográfica, pero es posible que Pedro Mairal haya leído este cuento; ¿tendrán algo que ver?

4.
Luego sigue "El policía de las ratas": top one. Es un spin-off de un cuento de Kafka. "Josefina la cantora". Puede leerse completo en internet, por ejemplo en este blog de sicotizante diseño.

5.
"El viaje de Álvaro Rousselot" se sitúa en el mundillo literario porteño de los '50, en el porteñismo afrancesado de muchachos como los de la revista Sur (nótese el nombre francentino del héroe) y tanto a mí como al (corroboro ahora) reseñista-publicista de Anagrama nos hizo acordar a Bioy Casares. Es un buen cuento. En relación con la obra anterior de Bolaño (anterior en mi cronología de lecturas) para mí es de la familia de cuentos depresivo-contemplativos como el que se llama "Gómez Palacios", de Putas asesinas.

6.
"Dos cuentos católicos". Ovación de pie con contractura.

7.
Y después siguen, para cerrar el tomo, dos ensayos literarios que fueron conferencias: "Literatura + enfermedad = enfermedad", y "Los mitos de Cthulhu". (Me encantaría verlo a Bolaño leyendo alguno de los dos textos, pero por lo pronto no está en youtube). Son muy conocidos ambos textos. El primero era citado por todo el mundo en los suplementos culturales cuando salieron esas notas sobre Bolaño hace pocos meses por no sé qué aniversario. (Debe haber sido el año pasado, por la década de muerte de Roberto). Está buenísimo, es un poco confuso, está escrito en parágrafos que recuerdan al modo poético y confuso de Walter Benjamin. También me recuerda al amigo George Perec. El segundo texto no es sobre Lovecraft, a pesar de su título: se trata de una suerte de panorama de la literatura en español, en el que Bolaño hace un poco de quilombo y bardea un poco a todo el mundo. Una sola cosa quiero resaltar: Bolaño empieza estableciendo un paralelo entre Pérez Reverte y Vázquez Figueroa. En relación con esto véase: yo, mi reseña a la novela gráfica de Limpieza de sangre, donde establezco una comparación similar. Me siento profundamente legitimado.

miércoles, 19 de marzo de 2014

El doble, de Fiódor Dostoievski

1.
Fiódor es el escritor decimonónico más divertido que hay. Para más alabanzas a Fiódor, diríganse a la etiqueta correspondiente al final de esta reseñita.

2.
Es la primera vez que me encuentro con elementos tan abiertamente fantásticos en la literatura de Fiódor. El argumento de El doble es sencillo y a estas alturas trillado (pero no a aquellas): Yakov Petrovich Goliadkin, un neurótico insoportable y un funcionario menor, quien está orgulloso de su por otro lado mediocre vida, ve cómo todo su mundo -su trabajo, su relaciones sentimental y sociales- se dirige inexorablemente al caño por la aparición de un hombre exactamente igual a él. El doble de Yakov Petrovich Goliadkin hasta lleva el mismo nombre, aunque nadie nunca los confunde, ni se sorprende por el portento, ni nada, salvo el propio duplicado (y el lector). El doble se muestra como un ser infinitamente amable y entregado frente a los demás, pero cuando se encuentra a solas con Goliadkin (y con el lector) hace gala de la mayor porfía, y lentamente lo va volviendo loco (y a nosotros con él... cómo lo cagaríamos a trompadas al doble eh... y a Goliadkin también, claro está).

3.
No sé nada de nada, pero desde este lugar comento: Pareciera como si todo Kafka saliera de El doble. O de El doble y de Bertleby, aunque creo que está confirmado que Kafka nunca leyó Bertleby (y en cambio sí a Dostoievky). (Alguien que me desasne por favor). Por otro lado, como decíamos más arriba, el tema de El doble ha sido trillado ya más explícitamente, por ejemplo en El hombre duplicado de Saramago (que no leí y que está en los cines en este momento con pésimas críticas).

4.
Como siempre, Dostoievsky se lee en dos patadas, y es altamente recomendable para viajes, gripes, depresiones y trámites largos.

viernes, 21 de febrero de 2014

2666, de Roberto Bolaño

1.
Cuando estaba en sexto grado de la escuela primaria, un día le mentí a la maestra. Le dije que había leído El Hobbit, de Tolkien, cuando en realidad recién había leído 10 páginas de "Una tertulia muy inesperada", de las que no había entendido demasiado, y que fueron las únicas que llegué a leer en esa ocasión. Se ve que por algún motivo me quedó esa anécdota en la memoria -la culpa por el libro no leído-, porque sin venir a cuento me acordé de ella ahora que acabo de terminar de leer 2666, de Bolaño, por casi segunda vez. La primera lectura había sido inconculsa y se había desarrollado de la siguiente manera: entre enero y marzo-abril de 2012, transcurrió desde el principio, todo derecho, hasta "La parte de los crímenes", que logré terminar; luego leí el comienzo de "La parte de Archimboldi", a la que llegué agotado, y al poco tiempo abandoné. La segunda lectura fue conclusa, pero parcial: lo que pasó fue que cuando en diciembre pasado quise retomar desde donde había abandonado, no pude conmigo mismo, y para recordar qué sabíamos de Benno von Archimboldi en la parte de los críticos empecé todo de nuevo; una cosa llevó a la otra y a fin de cuentas leí todo otra vez. Excepto por los asesinatos, de la parte de los crímenes. Sabiamente -me congratulo de mi decisión- en esta segunda lectura saltié los párrafos forenses de la cuarta parte, emulando a Adonai, que saltió las puertas de los judíos en Egipto. En vez de una marca de sangre, mis señales eran los principios, casi siempre del tipo de "se encontró el cadáver de", y los finales, casi siempre de la especie de "el caso quedó sin resolver y al poco tiempo se archivó".
El Hobbit lo leí dos años después del primer intento, en primero del secundario.

2.
2666 es lo más. No hay con qué darle. Bien lo dijo Fresán (quien por cierto, hace -sin duda- un cameo en la novela) en éste artículo. Lejos estoy de haber leído todo Bolaño, pero leí mucho y puedo arriesgar que 2666 es EL libro del tipo. Aún más lejos estoy de haber leído toda la literatura universal, pero lo mismo puedo decir que 2666 es una de las mejores novelas del universo. Y lo digo impunemente, porque no hay nada más impune que la crítica literaria amateur.

3.
Como saben, los cuatro más capos del mundo son (y seguimos con la impunidad) Bolaño, Dostoievski, Bukowski y Cortázar. Entonces, en tren de comparar, 2666 es a Bolaño como Los hermanos Karamazov es a Dostoievski. Ambas novelas son la última novela del autor, ambas parecen reunir los temas recurrentes, ambas novelas son monumentales. (Ambas las leí de vacaciones). (Pregunta para la reflexión: ¿entonces Los detectives salvajes es a Bolaño como Crimen y castigo a Dosto? Aún no leí Crimen y castigo). Igualmente, 2666 es a Bolaño como Pulp es a Bukowski: es la última y es la mejor. Cortázar no tiene su 2666, porque El libro de Manuel es muy inferior a Rayuela, que a su vez se parece más a Los detectives que a 2666.

4.
El año pasado se cumplieron diez años de la muerte de Bolaño, y en los medios culturales salieron muchas notitas. Me acuerdo que en una se hablaba del mito Bolaño en EE.UU.: parece que allá inventaron un Bolaño que les gusta más, que escribía así porque era heroinómano, trolo y etcéteras. Una gilada. La nota de Jonathan Letham (premio nacional en EEUU, uno de esos autores inflados por Ophra e incluso por Obama) para el New York Times goza de una increíble falta de veracidad biográfica. Primero, dice que Bolaño murió (a sus 50) de una enfermedad que pudo haber sido originada por el uso de heroína cuando joven: primera vez que leo eso. Después dice que los últimos diez años de su vida se dedicó a escribir vorazmente (cierto), acechado por la pobreza (not, por lo menos los últimos años de su vida eso ya no es cierto). Después insiste con la heroína ("the low truths he knew as rebel, exile, addict": la verdad que el sabía en tanto rebelde, exiliado, adicto"... ¿whaaaat?). Más allá de estas cuestiones, cuando habla del libro, lo que dice Letham es interesante. Obviamente, son todos elogios. Me llamó mucho la atención la referencia a Cortázar: 
Bolaño has been, because of his bookishness, compared to Jorge Luis Borges. But from the evidence of a prose always immediate, spare, rapturous and drifting, always cosmopolitan and enchanted, the Bolaño boom should be taken as immediate cause for a revival of the neglected master Julio Cortázar. (Cortázar’s name appears in “2666,” but then it may seem that every human name appears there and that Bolaño’s book is reading your mind as you read it. 
Bolaño ha sido, debido a su -¿libresquisimo? ¿meta-literaturidad? algo así-, comparado con JLB. Pero, frente a la evidencia de una prosa siempre inmediata, libre, extática y a la deriva, siempre cosmopolita y encantada, el boom Bolaño debería funcionar más bien como una causa inmediata para un revival del olvidado maestro Julio Cortázar. (El nombre de Cortázar aparece en 2666, pero igualmente pareciera que cada nombre humano aparece en 2666, y que el libro de Bolaño te lee la mente mientras lo leés).
Después Letham se mete a reseñar cada parte por separado. A "La parte de los crímenes" y su mecanismo la compara con Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, de Murakami. Todavía no la leí, la está leyendo Marian y la tengo en gatera hace años. 

5.
En Breves apuntes de autoayuda, Casas dice que a "La parte de Amalfitano" le falta "una horneada más". Mmmh. Puede ser. Mi parte favorita es la de Fate. Sería una excelente película.

6.
En la página 779, la diputada Azucena Esquivel Plata refiere un diálogo que tuvo con Loya, detective privado, del siguiente modo:
En México uno puede estar más o menos muerto, me contestó muy seriamente. Lo miré con ganas de abofetearlo. Qué tipo tan frío y reservado era ése. No, le dije casi silabeando, ni en México ni en ninguna otra parte del mundo alguien puede estar más o menos muerto. Deje de hablar como si fuera un guía turístico. O mi amiga está viva, y entonces quiero que la encuentre, o mi amiga está muerta, y entonces quiero a sus asesinos. Loya sonrió. ¿De qué se ríe?, le pregunté. Me ha hecho gracia lo del guía turístico, dijo. Estoy harta de los mexicanos que hablan y se comportan como si todo esto fuera Pedro Páramo, dije. Es que tal vez lo sea, dijo Loya. No, no lo es, se lo puedo, asegurar, dije yo.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Shakespeare nunca lo hizo, de Charles Bukowski

1.
El milagro de Navidad, o el nuevo gesto del papa Francisco, se llama: encontré un libro de Bukowski que no había leído. Y que además no es uno de esos libros inéditos que por algo permanecían inéditos. Shakespeare nunca lo hizo es, más bien, uno de esos libros que siempre veía incluido en la lista de obras de Hank, pero que yo nunca había visto con mis propios ojos. Creía que no existía en castellano. Resulta que le recomendé a Roxi que lea algo de Bukowski y para mí sorpresa se compró éste, en una librería, así nomás, como quien no quiere la cosa, como pancho por su casa. Me lo prestó, lo leí.

2.
Shakespeare nunca lo hizo (título original: Shakespeare never did this, o sea "Shakespeare nunca hizo esto"... Para mí hay un problema en la traducción del título, porque "lo" me remite a "eso", no a "esto", aunque es verdad que gramaticalmente está correcto... disquisiciones ñoñas con Ale Schonfeld) es el relato de la gira europea de Bukowski, que viajo en 1978 a Francia y a Alemania para leer en universidades y dar entrevistas, en un momento de su vida en que era más famoso abroad que en los EE.UU.

Me han pedido que escriba un libro sobre el viaje y he dicho que "sí", y para un hombre al que le disgusta viajar, ésa es una tarea infernal. Recordaba cuando Norman Mailer escribió sobre la llegada del hombre a la luna, para la revista Life, creo que era, y recordaba cuánto lo había sentido por él, y entonces pensé en el dinero que le habían dado por hacerlo, y pensé, bueno, sencillamente está consiguiendo pagar el beicon y el alquiler pegándole un puñetazo al viejo reloj del tiempo. Se rumoreaba que le habían dado un millón de dólares por escribir aquello. Yo era más afortunado: estaba escribiendo sin un adelanto y sin el compromiso de que me lo publicaran. Podía caer de lleno sobre mi culo y nadie saldría perjudicado.
3.
Qué decir, me encanta Bukowski. Como a todo el mundo, no me hago el especial. Sí, ya sé, qué bueno que te guste Bukowski.

martes, 19 de noviembre de 2013

Los perros románticos + Tres, de Roberto Bolaño


1.
Me acuerdo que lo compramos en unas vacaciones hace unos dos años ya en ese lugar jipi de Córdoba, y lo empecé a leer en la combi que te llevaba del pueblo al camping pero me detuve por miedo a terminármelo demasiado rápido. Y después lo colgué, estuvo dos años en la pila de los libros en estado de lectura actual
-que es lo mismo que decir estado de lectura en suspenso-, cuando lo agarraba para leer un poquito no entendía nada porque es un libro para leer con envión, hay que entrar en un clima -como pasa casi siempre con la poesía- y entonces lo volvía a colgar. Recién agarré y me forcé a leer todo lo que me quedaba de corrido: la pasé joya. Así que, aprendan de mis errores y léanlo todo junto, de una vez, y después quédense así, quietos, como hibernando, para ahorrar energías.

2.
Roberto Bolaño se mantiene en el podio de los más capos del mundo, y nadie lo sacará nunca de allí. Clap clap. Hace poco salieron notas sobre su persona por un aniversario, en Ñ y en Radar, y muchas eran una garcha. Ya hay gente que escribe sobre Bolaño en plan de desmitificarlo, de plantear una mirada crítica: pavadas. Para llamar la atención. Es bardear sólo porque te parece que todos deben ser bardeados un poco. No acuerdo. Bolaño corazón.

3.
Lo leí en esa edición semi independiente uruguaya que se consigue muy fácilmente y que no se si no es la única. Linda letra.

sábado, 22 de septiembre de 2012

La confesión de Stavroguin, de Fédor Dostoievski

Toda situación afrentosa, desmedidamente humillante, 
repulsiva y, ante todo, grotesca en la que me haya encontrado en mi vida, 
me ha inspirado siempre, además de una rabia sin límites, un deleite increíble.

1.
¿Alguno vio recientemente La naranja mecánica? ¿O Apocalypse Now? La primera es de 1971 y la segunda de 1979, pero las dos son películas que parecen recién estrenadas. Hay gente muy capaz (y muy capa) que puede hacer eso de crear algo atemporal. Clásicos, que le dicen. Con Dostoievski pasa eso. Contra lo que muchos pueden suponer, sus libros son tan enviciantes como el último ladrillo best seller fantástico, policial o soft-porn para mamás. Aunque toda su obra fue escrita entre mediados y finales del siglo XIX, parece que hubiera sido escrita ayer, y yo aún diría más, parece haber sido escrita mañana.

(No, no exagero).

2.
Mi recomendación para quien quiera empezar a leer a nuestro amigo Fédor es que empiece por el que tenga más mano. Seguro que algún título encuentra en su biblioteca y todos son buenos. Si me exigen especificidad, diré que por extensión y efectismo (y porque se consigue en millones de ediciones) El jugador es una excelente opción para entrarle. Memorias del subsuelo es otra.

3.
De todos modos, estamos hablando de Dostoievski porque este año ediciones Corregidor publicó una pequeña "novedad" dostoievskiana, a la que vale la pena prestarle atención. Se trata de un pequeño volumen (75 páginas) preparado por Ricardo Piglia, que incluye tres textos. Por un lado, el del título,  La confesión de Stavroguin, es un capítulo perdido/rechazado/censurado de una de las obras más importantes del ruso, Los demonios (o Los endemoniados, según la traducción), pero que a la vez se lee como un relato autoconclusivo de cuya trama preferimos no revelar demasiado. La historia del texto es interesante: en 1871, plena publicación periódica de Los demonios en El Mensajero Ruso, el editor de Dostoievski le impide incluir el episodio de La confesión... por motivos que se pueden suponer de moral o de imagen. Dostoievski y su editor pelean, la publicación de Los demonios se interrumpe por un año y el propio autor se ocupa de difundirlo por canales alternativos. Sin embargo, cuando Fédor Dostoievski finalmente tiene la potestad de publicar su libro como le de la gana, excluye de motu propio el capítulo de la polémica... [Música de misterio]

4.
 El libro se completa con un ensayo de György Lukács que se presenta como prólogo y se titula "Dostoievski", y una nota previa de Juan Carlos Martini Real que narra los avatares de La confesión de Stavroguin. Todo el asunto está prolijamente editado y cabe en el bolsillo de la dama y la cartera del caballero. Aproveche.


5.
Está reseña ha sido confeccionada para el blog de la librería Libros del pasaje y es a la vez la reseña #200 de RESISTIRSE ES FUTIL. ¡iupi!

martes, 10 de abril de 2012

Fragmentos de un cuaderno manchado de vino, de Carlos Bukowski

1. Rapidito e irresponsable. Este libro lleva el subtítulo Relatos y ensayos inéditos (1944-1990) y uno dice, por algo eran inéditos, ¿no? Secretos no son, estaban dispersos en revistas. Este libro contiene lo peorcito que haya leído de este alto capo de la vida. Mucho cuento trillado, mucho relato ya leído, vieron que Bukowski hace muy bien eso de contar varias veces lo mismo en diferentes lugares: bueno, estas son las versiones fallidas de cosas que ya leímos en todo lo que Anagrama editó en el pasado.

2. La contratapa promete una nota sobre un recital de los Rolling Stones como plato fuerte de la compilación. Bueno, se los resumo: no le gustó.

3. Dicho todo lo anterior, de pronto empezamos a encontrar algunas cosas buenas. Están todas concentradas de la página 242 en adelante. El texto "Escoger los caballos: cómo ganar en el hipódromo, o al menos quedarse igual" es algo que no había leído tan así. Claramente no es un cuento: es nada más y nada menos que lo que promete el título. El método Bukowski para ganar a las carreras. Pero escrito por él, obviamente no es una receta. El cuento "Ejercicio" es de los más pornográficos que haya leído del viejo Chinaski y me re cabió. El cuento "Tal como ocurrió" es exactamente un cuento de ciencia ficción: tampoco había leído nada tan exclusivamente sci-fi por Chinaski. Y todos los que siguen me gustaron también. "Conozco al maestro" es de llorar.

sábado, 11 de febrero de 2012

El jugador, de Fiódor Dostoievski

1. Vamos que escribo éste y destrabo un montón de reseñas que ya tengo escritas hace mil pero no puedo publicar.

2. Es que, ¿qué puedo decir de Fiódor? Que es un capo ya lo sabemos, el más capo. Que tiene punch, que termina los capítulos con un suspense del que J. K. Rowling debe haberlo aprendido todo. Que es divertido, contra la opinión popular. Que es popular. Y también todo lo demás que alguna vez haya dicho sobre él.

3. De la novela puedo decir que la leí en tres días. En Madrid. Y que mi edición es de la hermosa colección tapa dura corazón contento de Club Bruguera, la que yo colecciono, valga la válgala.

4. Una familia artistocrática rusa en una ciudad de veraneo a orillas del Rihn. No tienen un peso, tienen que aparentar, esperan impacientemente un telegrama de Rusia que confirme la muerte de la abuela testamentaria. El General, padre de la familia, es el más desesperado: si no recupera su status pierde el amor de su buscona, interpretada por la gran mademoiselle Blanche. El protagónico es del maestro, contratado por la familia para la educación de los niños, enamorado de la madre de sus educandos, nietos del General. No cobra hace meses por la situación, pero se queda por su amor enfermizo y masoquista. Olvidé decir algo central: la ciudad se llama Ruletenburgo, y está plagada de casinos, de los que todos, pero sobretodo el maestro, deben mantenerse alejados. Adivinen: ¿el maestro va al casino?

5. A la mitad de la novela pasa algo tan brillante que te dan ganas de viajar al pasado y darle a Fiódor un Oscar a Mejor Guión, un Nóbel de Química, un Doctorado Honoris Causa de la Universidad de mi Corazón.

sábado, 18 de junio de 2011

Putas asesinas, de Roberto Bolaño

1. Este post está bloqueando el camino de los demás hace demasiado tiempo. Se ve que me da paja escribirlo. Lo resumo así seguimos: Putas asesinas, está buenísimo. Leelo. Me gustaron todos los cuentos menos el que es una lista. El mejor es el del negro que juega al fútbol, "Buba". El otro mejor es el que empieza así:
Tengo una buena y una mala noticia. La buena es que existe vida (o algo parecido) después de la vida. La mala es que Jean-Claude Villeneuve es necrófilo.
Ese se llama "El retorno". Roberto sigue siendo uno de los cuatro más capos del mundo. Fin.

viernes, 1 de abril de 2011

Los hermanos Karamázov, de Fiódor Mijáilovich Dostoievski

1. Quién me manda, ¿no?

2. Cuando estaba en la comuna, allá por el verano boreal del año 2005 (alpaim ve jamesh) en Beer Sheva, lo único que podía hacer era sudar, fumar narguila y leer. Me terminé los libros que me había llevado, después leí los que Joni me mandó por correo, y después leí los de Flor y Shirly en castellano y al final terminó la comuna justo cuando estaba por empezar a leer los libros en portugués de los curitibanos. (Creo que esto ya lo conté en otra reseña). La comuna fue una garcha, los curitibanos me odiaban y yo los odiaba a ellos, en dos meses y medio llovió una sola vez y el calor era insoportable, y además yo me encontraba emocionalmente muy perturbado. No sé si viene al caso pero voy a contar una anécdota. El programa en el que estábamos nos permitía irnos de la ciudad un fin de semana cada tanto. Llegó el primer finde que nos podíamos ir. Cada uno de mis socios comunales se fue yendo y a mí me tocó irme último. Creo que pasé el fin de semana en Yerushalaim. Cuando volví el lunes, Dati (léase Dachi) me dijo "¡Alejandro, você não tiró o lixo e agora um rato entró na casa! ¡UM RATO ENTRÓ NA CASA!". Había una rata en el departamento. Los brasileros compraron una trampa y la atraparon. No llegaba a rata, más bien era una simpática lauchita. David y Gabri la querían ahogar en el inodoro, pero los convencimos de que la llevaran a la calle y la soltaran. Después nos mostraron el video que filmaron con la cámara digital. Le habían prendido fuego.

3. Uno de los libros que leí en la comuna fue Los demonios, de Fiódor Mijáilovich Dostoievski, en dos tomos traidos de mi casa y cargados hasta entonces cinco meses en una valija. Los demonios se llama también Los endemoniados o Demonios, dependiendo de la traducción. No podría contar ahora el argumento de la novela, ya no lo recuerdo, pero me quedaron muy marcados un par de personajes, la sensación que me producía la lectura, y una escena en particular, en la que un personaje argumenta ontológicamente por qué el suicidio lo convertiría en Dios. Con ese libro, Dostoievski entró a mi podio (más sobre mi podio en esta reseña, desde el punto 2).

4. Después leí Memorias del subsuelo de vacaciones en Villa Gesell. Cope.

5. Este me lo llevé a las vacaciones que Maia Natasha y sho emprendimos este verano. Increíblemente, lo empecé y hasta terminé el primer tomo estando aún en Uruguay. Cuando me reinserté a la rutina de la vida porteña bajé el ritmo de lectura.Leí la última perorata de Aliosha Karamázov algo así como un mes y medio después de haberlo empezado, en un viaje en el 42, escuchando en los auriculares una pieza de Wagner especialmente seleccionada por el místico orden aleatorio de mi ipod.

6. Los hermanos Karamázov es la última novela que escribió Dostoievski, y tengo miedo de haber leído su mejor novela y ya no poder leer más nada de él. Por ejemplo, temo que Crimen y Castigo sea un embole ahora. Según me dicen es muuuucho más densa que esta, como si agarraramos la parte en que Iván Fiodorovich flashea con la culpa y la hiciéramos novela.

7. Tere me dijo el otro día que ella quería leer de Dostoievski "esa novela, la del parricidio". Es esta. Freud escribió Dostoievski y el parricidio. Yo sin embargo, mientras la leía, no la pensé como una novela sobre el parricidio específicamente. Más bien me pareció una novela sobre el ateismo y la religión (cristiana). Es sin duda la novela más cristiana que leí en mi vida (y la mejor novela cristiana también). En wikipedia dice que le gusta al papa Mazinger Benedicto XVI.

8. Sinopsis: Rusia SXIX, Fiódor Pavlovich Karamazov tiene tres hijos (más uno ilegítimo) pero no les da pelota y es malo y lujurioso y un zangano aristócrata. Sus hijos crecen y por distintos motivos se reúnen en el pueblo donde vive el padre. Dimitri es el mayor y tiene una carácter de mierda. Ivan es ateo. Aliosha es aprendiz de monje en el monasterio local y tiene un ídolo, el staret Zosima. El hijo ilegítimo vive en la casa del padre como cocinero. Se llama Smerdiakov (algo así como mierdoso). Dimitri y Fiodor aman a la misma mina. Dimitri está comprometido con otra mina a su vez, que es la mina a la que ama Iván. Aliosha tiene una relación pedofílico-casta con una niña paralítica. Alguien mata a Fiódor Pavlovich. Se enjuicia a Dimitri, pero no sabemos si fue él o en cambio fue Smérdiakov -y este, a su vez, si fue, no sabemos si tuvo la venia de Iván o no la tuvo-. En paralelo, varias historias: muere el staret Zosima pero antes de morir lo expulsa a Aliosha del monasterio, le dice que tiene que vivir en la sociedad abierta porque es su destino. Un hombre ultrajado por Dimitri tiene un hijo moribundo -y una mujer loca, una hija paralítica y una hija mala onda-. Y también está la historia de Kolia Krasotkin, un niño socialista; la de Ivan y sus alucinaciones con el demonio; la vida del staret Zosima antes de volverse monje; el libro que escribe Aliosha sobre las prédicas de Zosima (es un embole)...

9. La novela se divide en doce libros y en mi edición tiene dos tomos y mil y pico de páginas. Mi libro favorito fue "Los niños", protagonizado por Kolia Krasotkin y casi sin relación con la historia de los hermanos Karamazov. Y bueno, eso fue Los hermanos Karamázov de Fiódor Mijáilovich Dostoievski para Super Nintendo y espero que les haya gustado.

lunes, 25 de octubre de 2010

Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: Una introducción, de Jerome David Salinger

1. La Universidad Ale Schonfeld de Magia y Hechicería, por la dignidad que la reviste, nombra en este acto a Jeromo David Salinger miembro honorario de la etiqueta "uno de los cuatro más capos del mundo" (miembro quinto, con carácter retroactivo).

2. Con éste, he leído todos los libros de Salinger publicados durante su vida. Me congratulo de no haberlos leído uno detrás del otro y así haber ganado más tiempo de estar leyendo a Salinger. Cuando terminé Seymour: Una introducción, me sentí un poco triste. Ya sólo me queda releer Salinger en idioma original ahora. O leer los cosos post mortem que saquen (se murió en enero pasado). Creo que iba a salir un compendio de artículos que publicó en revistas y que por decisión suya no se habían reeditado hasta ahora.

3. Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: Una introducción es un libro que contiene dos novelas cortas y que así fue publicado originalmente en 1963. La primera (Levantad...) es la mejor de las dos. Buddy Glass va al casamiento de su hermano Seymour pero éste no aparece a la boda. Los invitados son subidos a coches para ir a la casa de la novia, y Buddy se encuentra de pronto en uno de los coches, con un grupo de personas que se convertirá por el resto de la novela en un equipo que debe resolver unido los sencillos pero épicos problemas que se le presentan. A todo esto, Buddy no revela su indentidad de hermano del desertor: escucha pasivamente a la dama de honor de la novia, que se dedica a defenestrar a Seymour citando los sabios comentarios psicológicos de la madre de la novia, para los oídos obsecuentes de su esposo y de la señora Silsburn. Completa el grupo este personaje:
Por primera vez en varios minutos eché una mirada al minúsculo viejecito que tenía el cigarro sin encender. El retraso no parecía afectarle. Su manera de sentarse en el asiento trasero de los coches (coches en movimiento, coches estacionados e incluso, era inevitable imaginarlo, coches saltando de un puente al río) parecía una norma establecida. Era maravillosamente sencillo. Simplemente, había que sentarse muy derecho, manteniendo una distancia de diez o doce centímetros entre la copa del sombrero y el techo, y mirar ferozmente hacia delante, al parabrisas. Si la muerte (que estaba allí fuera todo el tiempo, posiblemente sentada en el capó), si la muerte atravesaba misteriosamente el espejo y entraba en busca de uno, bastaba con ponerse de pie e irse con ella, feroz pero tranquilamente.
Antes de continuar vamos a dedicarle todos juntos un aplauso al quinto miembro de los cuatro más capos del mundo. Ahí va. Muy bien. Podría seguir copiando citas porque es todo genial, pero en realidad es más genial todo en el contesssto, vió. Por ejemplo: el coche queda varado en el tránsito porque un policía corta la calle para esperar la llegada de un desfile "de tropas, o enfermeras, o boy scouts, o lo que fuese". Cabe aclarar que la novela ocurre durante la época de la economía de guerra: las fábricas tienen que producir al máximo por la patria, todos van de uniforme por la vida saludando a sus superiores jerárquicos y recibiendo castigos por llevar mal puesto el sombrero estén donde estén. El propio Buddy Glass es un soldado que está de permiso por el casamiento de su hermano, y el esposo de la dama de honor también es un militar, de mayor rango. El conteßto de la guerra sumado al calor proverbial y obviamente a la forma de escribir de Salinger resultan en la sensación de una ciudad de Nueva York vacía y en el umbral de algo, o más bien en la espera entre un algo y otro algo. Como un limbo, que tal vez sea el limbo entre la normalidad de la paz de preguerra y la normalidad de la paz de posguerra. Esa sensación que el lector percibe, a los personajes parece afectarlos en su comportamiento, aunque de una forma sutil. Tal vez sea una sensación mía nomás, me gustaría que algún otro lector me diera su opinión al respecto. Lo que digo es esto: toda la charla superficial, los comentarios acerca de la vida, parecen estar siendo dichos en una sala de espera. En particular en el coche, cuando esperan que pase el desfile, pero también después en el departamento. Los personajes durante la historia están de hecho entre cosas, en el tránsito entre la boda no concretada y el festejo de la nada misma, así que bueno, eso demuestra que soy un capo.

4. El lomo del libro (Buenos Aires, Editorial Edhasa, 1era edición, 2004, ISBN 950-9009-10-5) dice "Semour: Una introducción", así, sin esa letra que hasta hace no mucho llamábamos "i griega" pero que ahora la RAE denominó "ye". ¡Devuelvan-los-ahorros! ¡Devuelvan-los-ahorros!

5. Seymour: Una introducción me gustó bastante menos. Está bueno, ojo, pero no me rompió la cabeza como las otras cosas de Salinger. El narrador es Buddy Glass, que cuenta en primera persona, desde su adultez de profesor de secundario y escritor, muchos datos biográficos para hacer una semblanza de su hermano suicidado Seymour. Eso es, básicamente. Es divertido. Le falta un nudo igual. En esta novela, y también en Levantad..., hay un momento en que aparece la voz del propio Seymour, transcripta del diario personal del personaje o de cartas mandadas entre los hermanos. Siempre es interesante cuando aparece la vos de Seymour: después de que Buddy Glass/Salinger se encarga de erigirlo en semidios, uno quiere ver cómo hace para sostenerlo en primera persona.

miércoles, 30 de junio de 2010

Nueve cuentos, de Jerome David Salinger

1. Lo leí, te lo recomiendo.

2. Quiero escribir como él.

3. Me parece que es un poco facho.

4. No todos los cuentos son buenos pero todos están escritos como la gran puta.