Metodología de la dispersión, de Alejandro Chuca

 1.

Es un lulu total este Ale Chuca. Al final del libro y de los agradecimientos agarra y entra a Fb y le dedica el libro al azar a dos amigos desconocidos en nombre de todos los que alguna vez le tiramos buena onda en redes, lo que eventualmente produjo que existiera el libro en papel que recién terminé de leer en el baño que es donde leo casi todos los libros, experiencia que recientemente mejoré con un banquito para dejar los libros directamente frente al Juego de Tronos.

2.

Quizás lo tengan por su gran hitazo de 2018: "Poema para mi querido vecino que llamó a metrogas y nos cortaron el a gas a todos y ahora no vamos a tener gas por meses y meses, mi querido vecino". Yo creo que por ese texto llegué a su perfil, y de ahí a pre-comprar el libro en pre-venta. Siguiendo con la luleza, el propio Chuca se allegó a mi puerta -como a las de todxs los demás pre-compradores- durante ese momento estricto de la pandemia que ya estamos empezando a olvidar para hacer entrega de mi ejemplar firmado, que recién hace unos días por fin comencé a leer.

3.

Metodología de la dispersión pertenece a la colección Zona Breve que también acoge a Besar una puerta de la Tarcic o a Yo soy esta tormenta de Gael Policano Rossi AKA Astromostra, todxs autorxs nacidos a la luz de la Internet. Y en consecuencia tienen algo de la fluidez en la lectura que tiene un muro de facebook. El de Chuca me estaba gustando tanto que con la lectura in medias res fui a comprar otro ejemplar para regalar a Macha que además de ser sociólogo cumplió años en el Día de lxs Trabajadorxs. 

4.

En fin. Como yo de poesía no sé nada les dejo por acá una entrevista a Chuca que me pareció linda y por acá el hitazo dedicado al vecino que llamó a Metrogas .

De qué hablo cuando hablo de correr, de Haruki Murakami

 1.

Nunca en mi vida había leído un libro más AMENO. ¿Cómo se puede ser tan ameno? Es el adjetivo que mejor le cuaja.

2.

Al principio creí que, escondido detrás de un libro sobre correr, había un libro sobre escribir al estilo del de Stephen King. Pero no, es sobre correr. Tiene algunas secciones de algunos capítulos en los que habla de su método de escritura, que si el libro fuera mío hubiera subrayado enteras, pero representan un porcentaje muy pequeño de las 230 páginas. Más que nada cuenta su vida como corredor de maratones y ultramaratones, como triatlonista, las dificultades para prepararse y las satisfacciones de llegar a la meta. Parece poco para un libro pero se la banca bien. Además tiene fotitos de un pequeño Murakami ochentoso corriendo en Grecia.

3.

A este libro, sin dudas, le corresponde la bella etiqueta de "autoayuda para intelectuales". 

Basura, de Carlos Trillo y Juan Giménez

 1.

Carlos Trillo es posiblemente el primer nombre de guionista que conocí, cuando leí Cíbersix con edad o interés suficiente para entender por qué muchas historietas tienen dos autores. Desde entonces, lo quiero y lo banco, aunque no sé mucho de su biografía, ni qué cara tenía (falleció hace no tanto) ni cuál es exactamente su obra. En la actual encarnación de la Revista Fierro virtual estuvieron publicando una tira que originalmente habrá salido en la Fierro primera época y que me pareció suprema, Los enigmas del PAMI, con guion de Trillo y dibujos de Breccia padre. 

2.

Basura es una historieta que también salió por entregas en la primera y ochentosa revista Fierro, versión en castellano y en líneas (blanco y negro) de un título que había sido publicado primero en Europa y EEUU en colores. No fue ni la primera ni la última publicación internacional de Trillo (recordemos que Cíbersix, igual que muchos títulos de Robin Wood, existió más tiempo por su publicación foránea que por la nacional), ni tampoco la de Juan Giménez, grosso dibujante de cómics de ciencia ficción y el segundo colaborador más importante de Alejandro Jodorowsky en estas lides, justo detrás o después del prócer francés Jean Giraud alias Moebius. Basura cuenta un futuro distópico, uno que viene después de nuestro presente distópico, y tiene un trabajo de ilustración tan complejo que me hizo doler la cabeza. Fue reeditado hace poco por Loco Rabia y Belerofonte en una colección de clásicos que ya suma muchos números y está pipí cucú. 

Magia blanca, de Simon Hanselmann

 1.

Al mundo de Megg, Mogg, Werewolf Jones y el pobre Owl me lo presentó Dani por Instagram y por un tiempo fue lo mejor que tenía en esa red social del infierno. Leí libros enteros en los posteos de esta persona de origen australiano, hasta que me pareció que no daba, que se merecía, correspondía, lo mejor era que la leyera en papel, hecho de un árbol muerto. Así que me compré el único título que por ahora está editado por una editorial argentina (en realidad dos), gracias Hotel de las Ideas y Loco Rabia, de verdad, ojalá puedan editar todos y se hagan millonarios.

Cuidado con el coco, de Gabicoco

 1.

Fui a la presentación y me lo compré sin mucha data y con el milagro mediante de no haber leído ninguna de las historietas en su lugar de origen, la Internet. Es por ahora el libro que más me gustó de editorial Paradojas y eso es todo lo que quiero decir.

 

Un cabo suelto, de Dennis Cooper

 1.

Lo empecé y lo terminé hoy, hace mucho que no me pasaba con un libro (tiene 143 páginas). No sé si es  indicativo de un libro necesariamente bueno, pero sí atrapante. 

2.

Por otro lado el motor de lectura es el morbo. No sé si es indicativo de un libro necesariamente malo, pero sí que juega sucio.

3.

Se sintió un poco como leer Menos que cero de Bret Easton Ellis, pero escrito una década después. Se alude a la masacre de Columbine, a Marilyn Manson, incluso la trama tiene relación con eso. Hace mucho que no leía este tipo de literatura: frases cortas, personajes que dicen mucho "no sé" y "no importa" y miran el vacío, muchas elipsis (la acción sucede casi siempre en los blancos activos, los segmentos de los que se componen los cinco capítulos retoman la acción después de que suceda lo importante). En una época me cansé de este tipo de literatura y ahora estuvo bien, la leí con más distancia que la que tenía cuando los personajes estaban más cerca de mi edad.