viernes, 6 de agosto de 2021

Las aventuras de Recontrapoder, de Luis Felipe Noé y Nahuel Rando

 1.

Un libro que me regaló Tuti cuando se volvió a sus pagos patagónicos, y que frente a la propuesta ultra críptica con la que arranca, colgué. Lo dejé sin leer un par de años, raro para una historieta en mi poder. Sonia lo leyó antes que yo, no me acuerdo por qué azares del destino, y me dijo que estaba buenísimo: igual me tomé mi tiempo hasta que le di curso. 

2.

La cosa es algo así: en 1974, Luis Felipe "Yuyo" Noé, joven neofiguracionista de 41 años, escribe una novela y la publica bajo el siguiente título: Códice rompecabezas sobre Recontrapoder en cajón desastre. Como la palabra "códice" indica, la novela tomaba la forma de un relato sagrado, épico, para contar el devenir en clave delirante-psicoanalítica de un sujeto, un argentino, Adrián Nevares, desde que nace hasta que entiende cuál es su lugar en el mundo, o en la historia, o en la lucha de clases o algo así. El libro tenía algunos dibujos de Noé, mucho espíritu de época (peronista, revolucionario, místico en la línea de Jodorowsky y del Don Juan de Castaneda) y final abierto. Desconozco qué repercusiones generó en su momento. Noé tiempo después se exilió y estuvo afuera del país diez años, entre el comienzo de la dictadura y mediados del alfonsinismo. Regresa, sigue pintando y rompiéndola toda, y en los 2000 encara el proyecto de reversionar su novela, pero esta vez como historieta y en tándem con un muy joven dibujante, Nahuel Rando (n. 1980). El resultado se publica en 2003 bajo la mismo sello de Ediciones de la Flor, tapa dura, gran formato y nuevo título, el que vemos suprascripto. 

3.
Parece ser, por lo que leo en esta reseña de Sasturain, que las palabras son prácticamente las mismas. También dice esto: "Son 190 páginas de historietas dibujadas sin red ni previa anestesia que, si se proponían de alguna manera hacer más accesibles las complejidades del original, desde ya cabe advertir que, saludablemente, no lo han logrado". En realidad no es un libro difícil de entender: como dice Sasturain, el tema es el acceso. Una vez que te ponés en ritmo es todo muy fluido, sobre todo si abandonás la pretensión de estar "traduciendo" todo el tiempo las metáforas a ideas llanas y te dejás llevar. La historia es buenísima, pero lo mejor es la parte gráfica, porque lo que hicieron Noé y Rando fue mezclar sus estilos en las páginas, en un mismo lodo todos manoseados, y además ponerle mucha cabeza al diseño de las páginas. 


4.
Lo que sí cambia es el final, porque entre el libro y la historieta ocurrió la dictadura. El final ya no está abierto: a Adrián Nevares lo van a desaparecer. Esto no es espoiler, creo que es una buena manera de entrar a esta aventura: los últimos cuadritos se convierten en foto novela, y Yuyo Noé y Nahuel Rando sostienen el siguiente diálogo: 
Noé:-  Adrián Nevares desapareció durante la dictadura. Fue un tipo que nunca supo lo que es la realidad. 
Rando:- ¿Y qué es la realidad?
Noé:- Donde desapareció Adrián Nevares.


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