domingo, 27 de marzo de 2011

Lo que queda de Auschwitz, de Giorgio Agamben

1.
(...) Mis resentimientos existen para que el delito se convierta en una realidad moral para el criminal, para que quede enfrentado a la verdad de su delito(...) El sentido natural del tiempo tiene efectivamente sus raíces en el proceso fisiológico de cicatrización de las heridas y ha entrado a formar parte de la representación social de la realidad. Precisamente por este motivo, tiene un carácter no sólo extramoral, sino antimoral. Es un derecho y un privilegio del ser humano no mostrarse de acuerdo con todo acontecimiento natural, y, en consecuencia, tampoco con la curación biológica provocada por el tiempo. Lo pasado, pasado está: esta expresión es tan verdadera como contraria a la moral y al espíritu... El hombre moral exige la suspensión del tiempo; en nuestro caso, clavando al malhechor en su fechoría.
(De Un intelectual en Auschwitz, de Jean Améry, citado en Lo que queda de Auschwitz).

2. Agamben es un filósofo italiano contemporáneo (vivo y produciendo). Lo que queda de Auschwitz: El archivo y el testigo (Homo Sacer III) es parte de esta trilogía Homo Sacer en la que el autor intenta demostrar que toda la obra jurídica que se desprende del derecho romano llegando hasta nuestros días considera al hombre como nuda vida, lo que aparentemente significa algo así como "pura vida", "vida y punto", o, en uruguayo, "vida y ta": esto sería la vida considerada como algo que comparten tanto una persona como un insecto, es decir que es una definición del hombre que no incluye las particularidades de los hombres como creadores de -esas mismas leyes, por ejemplo. Esto se los cuento basándome en Internet: en Lo que queda de Auschwitz no se explicita esto nunca y ahora que lo busco en la red de redes lo veo. Se puede relacionar, claro: pero de todas maneras no es el tema del libro y nunca aparece la definición de Homo Sacer en él.

3. El libro estudia principalmente la obra de Levi. Son fuentes Si esto es un hombre, La tregua, Los hundidos y los salvados, un libro que se llama Entrevistas y conversaciones y dos de poesía. Lo que Agamben busca en estas fuentes (y en otras muchas, textos filosóficos de otros autores y testimonios sobre el Holocausto) es, en principio, analizar la figura del testigo.
En un campo, una de las razones que pueden impulsar a un deportado a sobrevivir es convertirse en un testigo.
Para estudiar esto, Agamben apela a una serie de operaciones. Algunas son puramente etimológicas: un embole y en algunos casos una huevada. La etimología permite un rango muy amplio de interpretaciones. Quiero aclarar, por si alguno no me conoce, que no soy un estudiante de filosofía, estudio historia, no leí una gran cantidad de libros de filosofía y mis opiniones van a estar viciadas por esto (y no por lo otro).

4. También cabe aclarar que me allegué a Giorgio como lector de Levi y de literatura holocáustica en general (para más datos ver las reseñas etiquetadas "literatura holocáustica"). Por eso voy a decir que para muchos de los temas de los que habla Agamben, es mejor leer directamente a Levi, en particular en Los hundidos y los salvados. Agamben aporta al cruzar a Levi con otros autores, pero las cuestiones más concluyentes ya están en Los hundidos y los salvados. En muchos aspectos, Lo que queda de Auschwitz (o lo que más me interesó de él) funciona como una serie de comentarios a ese libro. Es así acerca de los temas de dos capítulos del libro de Agamben: el de los "musulmanes" de los campos de concentración (que no son quienes profesan el islamismo sino quienes entran en un estado de total indiferencia y entrega inconsciente a la muerte, según la jerga particular de los campos) y el de la vergüenza de la víctima y del sobreviviente. En particular acerca del segundo, las reflexiones de Agamben me parecieron menos claras y por ende menos verdaderas que las de Levi.

5. Tema palabra Holocausto, que yo en esta reseña estuve escribiendo siempre con mayúscula. Por si alguno no lo sabe aún, probablemente alguno habrá, la palabra "holocausto" es bíblica y se refiere a los sacrificios religiosos de animales que los judíos hacen en la biblia. Es la traducción de la palabra "shoá", así es como aparece en hebreo. Estoy de acuerdo con Agamben en esto:
La formación de un eufemismo, en cuanto supone la sustitución de la expresión propia de algo de lo que no se quiere, en realidad, oír hablar, por una expresión atenuada o alterada, lleva consigo siempre una cierta ambigüedad. Pero, en este caso, la ambigüedad va demasiado lejos. Incluso los judíos se sirven de un eufemismo para indicar el exterminio. Se trata del término shoá, que significa "devastación, catástrofe"(...)
También es cierto que el haberse impuesto una palabra de orden religioso como eufemismo para el exterminio de los judíos europeos (como lo prefiere llamar Hillberg) se vincula con la idea de lo ocurrido en los campos de exterminio como lo inenarrable, lo indecible, aquello que justifica los planos largos de silencio en el famoso documental que no vi ni quiero ver Shoá. Y acá también estoy con Giorgio:
Decir que Auschwitz es "indecible" o "incomprensible" equivale a euphemeîn, a adorarle en silencio, como se hace con un dios; es decir, significa, a pesar de las intenciones que puedan tenerse, contribuir a su gloria.
Never deleuze, yo no quiero volverme tan loco, yo no quiero vestirme de rojo. No me voy a martirizar por usar el término holocausto, ni voy a volver sobre mis pasos en esta reseña para corregir casa una de las veces que lo puse así y encima con mayúsculas. A esta altura el sentido de holocausto es el de referirse a la masacre de judíos y otras minorías en el territorio ocupado por los alemanes nazis y casi ya no el de la biblia. Querer dejar de decir holocausto es, salvando las distancias, como querer erradicar la palabra alumno del vocabulario: ya no tiene el sentido etimológico (sin luz), significa lo que significa. Yo le digo NO al extremismo etimológico.

6. La cita que puse al principio es lo mejor del libro. No me digan que no es buenísima. Posta que venía embolandome bastante y llegué ahí (página 105) y dije, ahora sí, ésto solo garpa el libro. Tendría que leer a Amery ahora.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Horla City y otros, de Fabián Casas

y 1 y 2 y 3 y. Fabián Casas es, de los contemporáneos, uno de los más capos. Por ahora. Horla City es un libro que compila todos los libros de poesía de Casas hasta la fecha (Tuca, El Salmón, Oda, El spleen de Boedo, El hombre de overol) y al final le suma uno nuevo, Horla City, además de un pequeño texto en prosa en el que habla del budismo de Boedo y de otros tópicos ya tratados en sus cuentos de Los Lemmings y otros. El libro vale mucho la pena, sobre todo para quien no haya leído nada de la poesía de Casas, porque los primeros son increíbles. En particular Oda y El spleen de Boedo, tienen algunas cosas impDesionantes. Horla City me pareció que estaba muy por debajo. Es muy posible que a Casas le pase como a esos músicos o esas bandas que después de un trayecto ascendente de discos uno mejor que el otro llegan a una cima y empiezan a descender hasta que se amesetan. Capaz no, ojalá que no. También es posible que el reconocimiento lo haya empeorado como escritor. No sé, son especulaciones. Igual lo voy a bancar, como sigo bancando a esas bandas y esos músicos que ya hicieron sus méritos y que siguen trabajando, going steady. Como sea, Horla City y otros se lee de una sentada y te deja medio tarado y bastante arriba, con ganas de regalárselo a una pareja de recién casados o a un amigo depresivo o algo así.

martes, 22 de febrero de 2011

El mundo de Homero, de Pierre Vidal-Naquet

1. Éste es un libro que tuve que leer para Historia Antigua II (Clásica) cuando la cursé y lo releí ahora para preparar el final que no dí y que supuestamente, si los hados me son favorables, daré en julio. Me lo compré porque cuando empecé a leer la fotocopia me di cuenta de que era muy lindo. Después sucedió que se lo presté a Dani para que lo leyera, porque era muy lindo, y el jopende lo llevó a la escuela y de alguna manera lo trajo destrozado. Dice que le patearon la mochila, que había quedado en el piso. Mmmh. No importa.



2. Vidal-Naquet es un muchacho francés, judío, hijo de víctimas del nazismo. En este caso eso es anecdótico, porque vamos a hablar de historia antigua; no lo sería si estuviéramos reseñando algo de la otra mitad de su producción literaria, en la que estudia el tema de la memoria (Los asesinos de la memoria y Los judíos, la memoria y el presente son sus libros más conocidos).

3. Ahora sí, El mundo de Homero. No, no es sobre los Simpsons. Es sobre la Ilíada y la Odisea. Tiene un prólogo, en cuyo último párrafo Pierre (el vitricida) dice:
En este libro, quisiera compartir con ustedes, lectores de todas las edades, la felicidad que me han brindado y aún me brindan estas dos epopeyas, al relatar ciertos episodios, situándolos, desde luego, en su contexto tanto en el espacio como en el tiempo. Habré logrado mi objetivo si, después de leer este libro, ustedes sienten deseos de sumergirse en el texto íntegro, sea en traducción o, mejor aún, en el original.
Conmigo logrólo: Las dos veces, después de leer El mundo de Homero sentí deseos de sumergirme en el texto íntegro. Claro que después abrí la Ilíada, leí el principio ("Canta, oh diosa, la cólera del Pélida Aquileo"), y acto seguido sentí deseos de emergerirme, temeroso de ahogarme en un bostezo de embole. Pierre hace a Homero verse mucho más emocionante de lo que es. (La edición de la Ilíada que intenté empezar es la de Losada, que está en dos tomos. ¿Alguno de mis lectores leyó -y disfrutó- la Ilíada y quiere recomendarme ediciones?)

5. Después, los capítulos toman distintos ejes transversales desde los que analizan los dos poemas en relación con la historia de los griegos; los temas son los títulos de los capítulos: "Pequeña historia de dos poemas", "la historia y la geografía", "Ciudad de los hombres, ciudad de los dioses" (sobre la relación entre hombres y dioses en los poemas), "Hombres, mujeres, jóvenes, viejos", etcétera. Como bien dice el prólogo, está escrito como para "todas las edades" (por eso se lo había prestado a mi hermano púber) de una forma muy amena y alejada de la prosa mierdera que suelen usar los historiadores.

6. ¡Tiene fotitos! Como ésta:



Es una vasija ática de más o menos el año 490 a. C. que representa la escena de Ulises y las sirenas. Porque las sirenas son mitad mujeres mitad pájaros, no mitad peces.

7. Y acá aprovecho para contarles algo que no está en el libro pero yo pensaba que sí porque lo aprendí leyendo para este examen y es lo siguiente: Resulta que en la Ilíada, en algunas batallas, a los héroes les agarra (o les sucede, o hacen, o tienen, no sé cuál sería el verbo correcto) algo que se llama aristeia. Aristeia es un momento de "excelencia" (aristo significa mejor) en la batalla, en la que el héroe le da para adelante y mata a todos los que se le cruzan, en un rush de violencia invencible. Alguna vez voy a escribir un ensayo acerca de cómo se puede trazar una línea en la cultura de la Humanidad vinculando la aristeia de los héroes homéricos con las matanzas solistas de moros del Cid Campeador y luego, saltando al siglo XX, también con el Increíble Hulk, la estrellita del Super Mario y del Sonic, la poción mágica de Ásterix, los supersaiayines de Dragon Ball y muchos etcéteras que tengo que pensar.

viernes, 11 de febrero de 2011

Teatro reunido, de Manuel Puig

1.
Y bien sí, RESISTIRSE ES FUTIL continúa su tenaz y sobre todo silencioso proceso absorcivo (?) sin amilanarse (o sea, sin hacerse de Milán o del Milan). Seguimos con los libros que leí en Uruguay, porque leí muchos libros en Uruguay, qué intelectual, qué fachero, cuánta onda.

2.
Cinco obras cinco tiene el Teatro reunido de Manuel Puig, más un muy buen prólogo de Jorge Dubatti. De las cinco, no me gustaron todas por igual, de hecho una diría que no me gustó. Paso a detallar.

3.
El beso de la mujer araña. Es la adaptación teatral de la novela homónima, la adaptó el propio Puig. Yo la novela no la leí, tampoco había visto la película y no tenía idea de nada. Es una obviedad elogiar El beso de la mujer araña, porque ya lo hicieron muchos: sólo me queda asentir y expresar mi acuerdo con todos ellos. Se lee en una sentada, recomiendo hacerlo así. Brevemente para los ignaros: Valentín y Molina comparten celda en una cárcel argentina. Valentín es un preso político. Molina está preso por corrupción de menores. Molina es homosexual, quiere ser mujer, guarda sentimientos hacia Valentín. Molina le cuenta a Valentín una película: El beso de la mujer araña. Y ta, después sigue. Algunos de los recursos dramáticos y de las cosas de puesta que propone son muy moderrrrrrnos (el estreno de la versión teatral fue en 1981 en España), como por ejemplo el hecho de que si aparecen otros personajes es sólo como voces en off, y las escenas en off transcurren a la vez que otras silentes en el escenario.

4.
Bajo un manto de estrellas es la que no me gustó. Ta, no me gustó, me pareció medio mersa. No tiene sentido que la cuente, pero eso, me pareció que Puig está para más.

5.
Misterio del ramo de rosas es la que más me gustó, me gustó tanto como El beso.... La leí unos meses antes que el resto del libro, así que no sé qué me hubiera parecido de haberla leído con el conjunto. (Porque cambia, c'est pas le même chose). Hay dos personajes: una vieja internada por depresión, y su nueva enfermera, una mujer también grande pero más joven que la paciente. Los personajes se llaman así: Paciente y Enfermera. La Paciente está deprimida porque murió su nieto, el único de sus parientes al que quería, en un accidente; y no quiere comer. La Enfermera es la enésima que intenta el trabajo. Ambas tienen secretos y detrás del vínculo de confianza que se genera entre ellas, se gesta una traición. (Aoh! Pará un cacho!). Los momentos oníricos remiten a los de Kartún. Todo el texto está buenísimo y claramente es una obra que sólo pueden hacer grandes actrices o queda mal. Si algún día hay una puesta la voy a ir a ver.

6.
Tiste golondrina macho. Dos pulgares arriba. Una historia tremenda y muy macabra que empieza con la siguiente didascalia: Escenario, iluminación y actuación deberían crear una atmósfera de cuento de hadas.

7.
Un espía en mi corazón es el texto para un musical que nunca se hizo, un proyecto que tenía Puig con Renata Schussheim. Entre las otras es más floja. Tiene algunos buenos chistes. Seguramente si hubiera sido llevada a la realidad, con la escenografía gigante que planea el texto y a todo culo, hubiera estado genial, pero el texto solo no es de lo más brillante.

8.
La edición es muy linda (muy) y el prólogo, como decía al comienzo, está muy bueno. Yo lo leí después de todo, porque los prologuistas de las antologías tiene la costumbre de mierda de adelantarte argumentos y a veces finales de las cosas que uno está por leer. No me acuerdo si es el caso, pero sí recomiendo leer el prólogo al final porque Dubatti es bastante específico con el lenguaje (es crítico de teatro y teórico también, da clases en Puán de cosas en la carrera de Artes) y leyéndolo antes no queda otra que creerle, mientras que si uno lo lee al final lo puede considerar con criterio personal.

domingo, 30 de enero de 2011

La tregua, de Primo Levi

La reseña de La tregua de Primo Levi se fusionó con la de Si esto es un hombre por motivos operativos. Remitirse por favor a la reseña suprascripta. Lo relativo a La tregua comienza a partir del punto 8.

Si no, hacé clic acá y listo. Pero sos un pajero, sabelo.

jueves, 27 de enero de 2011

Si esto es un hombre y La tregua, de Primo Levi

1.
El 11 de abril de 1987 se murió Primo Levi. Cayó por el hueco de las escaleras del edifició en el que vivía en Turín. Hoy que escribo esto es 11 de abril de 2011, justo. Efeméride. Se supone que se tiró, en realidad, aunque no se sabe. La muerte de Primo Levi no es importante porque sí o por morbo: nos resulta importante porque, si fue en efecto un suicidio, toda su obra incorpora ese hecho como desenlace de un combate que Levi estuvo dando desde que logró regresar a su hogar materno después de Auschwitz. Una lucha contra lo inenarrable, un combate por sacar afuera, volver literatura y experiencia transmisible lo inefable para que no lo comiera por adentro.

2.
Primo Levi nació en Turín, al norte de Italia, en 1919, al comienzo de la posguerra, y creció con el fascismo en el poder. Se recibió de químico en 1941, con la guerra ya recontra avanzada. En 1944 intentó junto a unos amigos unirse a los partisanos en los bosques. Fueron descubiertos y detenidos. Levi fue identificado como judío y entregado a los nazis, quienes lo subieron a un tren junto a otros 650 judíos turineses, con destino al complejo de campos de concentración de Auschwitz. Cuando le pasó eso tenía mi edad.

3.
Si esto es un hombre, después de una presentación y un poema que abren el libro, empieza con estas líneas :
Me había capturado la Milicia fascista el 13 de diciembre de 1943. Tenía veinticuatro años, poco juicio, ninguna experiencia, y una inclinación decidida, favorecida por el régimen de segregación al que estaba reducido desde hacía cuatro años por las leyes raciales, a vivir en un mundo poco real, poblado por educados fantasmas cartesianos, sinceras amistades masculinas y lánguidas amistades femeninas. Cultivaba un sentido de la rebelión moderado y abstracto.
La novela narra en primera persona los 10 meses que sobrevivió Levi en Auschwitz, desde esa captura hasta la llegada del ejército ruso y la "liberación" del campo. En la presentación, dice que él tuvo la suerte de ser capturado en un momento en que los nazis, por escacez de mano de obra, habían decidido alargar la vida útil de sus prisioneros/esclavos. Más tarde otro hecho le salvaría la vida: unos meses después de su llegada, las autoridades del campo decidieron crear un Kommando químico y Levi quedó seleccionado entre los prisioneros con estudios en química para formar parte del mismo. Esto le permitió dejar de trabajar a la intemperie como la mayoría de los Häftlinge (prisioneros: mucho de lo que es el vocabulario propio del campo en el libro está en alemán) para pasar a estar en un laboratorio, en unas condiciones infinitamente mejores en comparación. Finalmente la caída del campo lo encuentra postrado en una cama (obviamente compartida) en la enfermería, y ésto lo vuelve a salvar: antes de abandonar el campo los SS se habían llevado a todos los prisioneros "sanos" (es decir, que pueden caminar) a lo que se conocieron como las marchas de la muerte. Hasta acá el relato resumido, los núcleos principales de los diez meses de Primo Levi en Auschwitz. Sin embargo, como es obvio, los núcleos no son lo más importante de la novela. Si esto es un hombre es, antes que una novela, un increíble e imprescindible testimonio/documento de lo que fue la vida cotidiana de los Häftlinge dentro del complejo de campos de concentración y exterminio más grande que los nazis llegaron a establecer, lo que es lo mismo que decir la industria de matar más grande (por compleja) que la humanidad haya construido. (Sí, hasta ahora). (Sí, la bomba atómica es un tema aparte). (Voy a usar el punto 4 para ampliar la idea ésta y después volvemos a la literatura).

4.
Para los estudiosos del tema puede resultar un cliché, pero sin duda una de las principales particularidades históricas del exterminio nazi, una de las razones de su lugar aparentemente excesivo en la memoria activa de Occidente en comparación al ocupado por otros genocidios (en los museos, las fundaciones, los libros, las películas, su incorporación en los planes de estudio, etc.; todo esto con o sin el adjetivo judío) tiene que ver con que en Auschwitz (como sinécdoque de todos los campos del genocidio nazi) lo que se creó fue una industria, una maquina con cadena de montaje para el asesinato de seres humanos previamente deshumanizados. La racionalidad más tajante al servicio de la irracionalidad más nefasta, lo que se termina de evidenciar en el aumento de velocidad del exterminio cuanto más cerca se encontraban los ejércitos aliados, o en las marchas de la muerte. En el Museo Yad Va Shem de Jerusalén hay una maqueta de las cámaras de gas que muestra muy claramente este concepto de la producción en cadena. Esta es la mejor foto de la maqueta que pude conseguir en Internet (gracias Melu):





5.
Decía, antes de la disgreción. Primo Levi empezó a escribir Si esto es un hombre, increíblemente, estando dentro del Lager (campo en alemán), cuando tuvo acceso a papel y lápiz en el laboratorio del Kommando químico. Lo desarrolló en el año siguiente a su regreso a casa y desde entonces intentó publicarlo, con dificultades, porque en los '50 nadie quería oir hablar de Aushwitz. Con la reapertura del público hacia el tema el libro cobró notoriedad, llegando a convertirse en lectura obligatoria en todos los secundarios de Italia. Probablemente sea el testimonio literario más paradigmático sobre el Holocausto. Los capítulos del libro guardan una apariencia de cronología, aunque en realidad el ir y venir es constante entre diferentes momentos del período del campo y el momento de la escritura, en el presente de Primo Levi. Una de las características más destacables es la de la precisión expositiva, una pretención de objetividad. Levi dice que nunca pensó que se convertiría en escritor (de hecho, después del fin de la guerra consiguió un trabajo de químico en una fábrica y trabajó de eso hasta su vejez), y algo de eso hay en Si esto es un hombre (que no ya en sus novelas posteriores), la intención de exponer hechos, datos y situaciones, si bien no engañando sobre una supuesta objetividad del autor, sí intentando no enturbiecer el relato con adjetivos o juicios que perfectamente puede hacer el lector por su propia cuenta. La novela de un químico. Es increíble la maestría literaria lograda con esta premisa, seguramente causada por ella más que a su pesar. Estamos hablando de una precisión capaz de transmitir sensaciones y situaciones que en realidad sólo se pueden experimentar, como el hambre, o el frío.

6.
Levi explica en varias partes y de más de un modo por qué tiene que escribir Sí esto es un hombre. Las causas son varias, aunque siempre es la misma. Giorgio Agamben va a analizar que Levi escribe porque tiene que testimoniar por aquellos que no pueden hacerlo, pero eso lo veremos dentro de algunas reseñas cuando me toque escribir sobre su libro Lo que queda de Auschwitz. Yo creo que Levi escribe porque tiene que exteriorizar el horror, como una forma de sobrevivir: exactamente igual que lo que explica Jorge Semprún en La escritura o la vida. Y esta necesidad en Levi se relaciona íntimamente con una idea, que se repite tanto en Si esto es un hombre como al final de La tregua: la de que no le van a creer, y que en ese descreimiento se recrudecería el horror. Acá estoy asociando libremente dos partes de Levi (y a partir de lo que recuerdo, puede ser que no sea exacto sino mis sensaciones de lectura). En una cuenta que tanto él como "todos" en Auschwitz sueñan con que en sus casas no les van a creer, que la idea del retorno se une a la de que no van a poder contar lo que están viviendo. Y otra es la de la pesadilla, en la que está comiendo con su familia, en un lugar verde y feliz y tano, hasta que la situación se evidencia una farsa, él nunca salió del Lager, y lo despierta el vocablo polaco que significa A despertarse y que escuchaba todas las mañanas en Auschwitz. Junto las dos partes en mi cabeza como si fueran una sola, como si el mensaje fuera que la única forma de seguir estando libre, estando fuera del Lager, la única forma de no ser un Häftling es contar, escribir, enseñar.

7.
Creo que todas las ediciones de Si esto es un hombre incluyen al final un apéndice en el que Levi contesta preguntas que frecuentemente se repiten en las charlas que él da en escuelas secundarias de su país con chicos que previamente leyeron su novela. Es muy interesante también. Yo que soy un capo de los boludos me compré una vez en una librería de Miramoishe (por 5 pesos) un libro que decía llamarse Entrevista a mí mismo, de Primo Levi. Era eso. Me re cagaron.

8.
A continuación vendrá la reseña de La tregua, segunda novela de la llamada Trilogía de Auschwitz de Primo Levi. Lo digo acá y ahora, en la transición entre reseñas: Ambas novelas son increíbles, por forma y por contenido, altamente recomendables e ineludibles para el estudio del tema; sin embargo, Si esto es un hombre es una patada en las pelotas, por lo menos para aquellos que por uno u otro motivo vayan a empatizar o sentirse identificados con Levi y las víctimas del nazismo que él describe y recuerda. (Me refiero a, por ejemplo, los que tengan parientes que hayan pasado por ello, etcétera). En cambio, La tregua empieza en donde termina la otra, con la llegada de los rusos y la liberación, y culmina cuando Levi llega a su casa en Turín casi un año después. El contraste es enorme, porque si bien el personaje (Primo Levi) carga con la experiencia de Auschwitz, está regresando a su casa, es libre. Es una novela muy esperanzadora, eso es. Y a continuación entonces, la reseña de La tregua, de Primo Levi.

9.
Otra diferencia entre las dos novelas es que mientras la primera fue escrita inmediatamente después de Auschwitz, la segunda fue escrita y publicada muchos años después, en los '60 (y la tercera que aún no leí, Los hundidos y los salvados en la segunda mitad de los '70). A lo mejor, se me ocurre ahora, haya algo en el ritmo de la novela que denote el paso de los años y el alejamiento temporal del hecho narrado. Como decía más arriba, la historia es la de Primo Levi y un grupo de italianos que tras la liberación por parte del ejército ruso viven un año sometidos a la ineficacia de la burocracia soviética que los lleva, muy lentamente, a sus hogares o lo que queda de ellos. El tema de la burocracia es importantísimo porque, asombrosamente y a causa de errores y olvidos, el recorrido de los sobrevivientes italianos de Auschwitz a Turín fue este:



(para ver en tamaño mayor, clic acá)

Es absurdo e inverosimil pero así fue: tras cuidados en campos de refugiados que funcionaban también como hospitales, los sobrevivientes fueron subidos a un tren que dio vueltas como perdido, o estuvo detenido meses en lugares, hasta que casi un año más tarde emprendió el camino correcto. Pero eso no es lo más increíble, en mi opinión.

10.
Lo más increíble en mi opinión es que un Estado (la URSS) se haya hecho cargo de tal cantidad de refugiados, de cuidarlos y mantenerlos por casi un año y de llevarlos a sus países (porque el caso italiano no es el único). Me parece increíble sobretodo por como es la situación de los refugiados hoy en día en el mundo, con los Estados pasándose la pelota. Lo que pasaba hace tan solo qué, 60 años, 65 años, hoy es impensable. No me acuerdo las magnitudes pero estamos hablando de MUCHAS personas que no estaban en sus hogares al final de la guerra. Y lo peor, ya que estamos en este tipo de reflexiones, es que es impensable que un Estado se haga resonsable de las vidas de ciudadanos de otro Estado pero no es impensable que haya una guerra o un genocidio, lejos está de ser impensable. De hecho pasa todo el tiempo. Darfur es un buen ejemplo de lo que estoy diciendo. Muchos países presentan ayuda pero todos se hacen cargo de refugiados hasta ahí nomás, y hace tiempo que están peleando por sacarse de encima a los que en el momento aceptaron. Israel es uno de esos países que aceptó refugiados y ahora los quiere devolver. Lo mismo pasa con Egipto y los palestinos, por ejemplo. Y todos los ejemplos que se me ocurren son de Medio Oriente pero debe haber muchos ejemplos más. Yo ojo, no es que en el '45 era la panacea para los refugiados: son conocidas las historias donde los judíos sobrevivientes son rechazados por países varios, barcos a los que no se permite ni entrar a los puertos porque vienen cargados de pobres hubo y evidentemente habrá. Pero volviendo a la historia de La tregua, este es el caso contrario. Y es hermoso, es una hermosa historia.

11.
La novela ofrece un motivo de interés suplementario, y es el retrato del pueblo ruso. La mayor parte del periplo de Levi y su tren ocurrió por las estepas infinitas de Rusia, y el retrato que Levi hace, con su estilo ya caracterizado de escritor químico poeta italiano, del pueblo ruso, es maravilloso. Así lo digo, como el cursi de Horacio Ferrer: es maravilloso.

12.
La guerra no terminó cuando los nazis huyeron de Auschwitz sino unos meses después, y por lo tanto parte de La tregua transcurre durante el final de la guerra, si bien los alemanes ya estaban en franca retirada. Uno de los momentos más emocionantes del libro es sin duda cuando efectivamente los aliados ganan la guerra, cómo recibe la noticia los rusos y los judíos que van con Levi en su travesía. Pero el mejor capítulo, el más emocionante es uno que está por el final y se llama "El teatro". Es increíble, vale por toda la novela y por muchas novelas más. Lloré, de más está decirlo.

13.
Este libro lo leí en tres días si parar cuando me fui de viaje al Uruguay con la genia de Maia Minovich, propietaria de la Biblioteca Minovich. Fue una gran decisión llevarlo, aunque en realidad lo empecé a leer apenas terminé de leer el anterior. El otro lo leí durante más tiempo, porque como ya dije, es más difícil. La tregua lo empecé en el Buquebús, ahí fue donde leí el principio que es lo más jodido porque todavía sigue en Auschwitz y la muerte no termina con la huida de los SS; y después el resto lo leí tomando sucesivos cafés instantáneos en las dos primeras noches de nuestra estadía en el camping más amistoso de todo el lejano Oriente. Entonces como decía, cuando leí "El teatro" lloré, sentado en una reposera y con el dubón puesto en un camping de Balizas.

14.
Bueno, suficiente. El libro es lo más. Y el otro también. Ya, se entendió. Volveremos a hablar de Levi cuando reseñe el de Agamben y más adelante cuando me decida a leer la tercera parte de la trilogía. Y este sí fue el gran regreso de RESISTIRSE ES FUTIL en este año de cfk 2011. Muchas gracias.

viernes, 21 de enero de 2011

Esa mujer, de Rodolfo Walsh

1. Reúne tres cuentos. El primero es el del título, seguramente uno de los cuentos más famosos de Walsh. El protagonista es un periodista que se entrevista con un milico y trata de averiguar qué se hizo del cadáver embalsamado de Eva Perón. Es corto, no le sobran palabras. Los personajes se manejan con sobreentendidos y el lector tiene que ir llenando los silencios. El coronel está loco. "¡Está parada!- grita el coronel -¡La enterré parada, como Facundo, porque era un macho!".

2. El segundo se llama "Nota al pie". La idea es sencilla. Otero era el jefe de León. León se mata. La policía llama a Otero a reconocer el cadáver. León le dejó a Otero una carta de suicida. Mientras el cuento sigue, al pie de página se desarrolla la carta del muerto. A medida que el cuento avanza, la carta va copando el espacio.

3. "La máquina del bien y del mal" me gustó muchísimo. Es corto. No se los cuento. Capaz en el futuro lo copio para ponerlo acá: no lo encontré en la red. Una cosa digo nomás: me dio la impresión de que buena parte de Dolina sale de acá.

Seudónimos de la muerte, de Gonzalo Millán


1. Librito de poesías que me compré por recomendación de Cucurto en una FLIA. Juntó polvo en la cabecera de la cama por mucho tiempo. Un día no me podía dormir y leí mucho; entre todo, leí éste, y el de Walsh que será reseñado a continuación.

2. Millán es un poeta chileno que nació en 1947 y que hubo de exiliarse en un momento. Vivió en Canadá y en otro país. Murió en 2006. Seudónimos de la muerte compila poesía escrita entre 1973 y 1983, y habla más que nada del exilio.

3. A continuación, dos poemas. Del primero tengo para decir que de haber existido INSISTO HELECHO, tendría que haber sido incluido. Del segundo tengo para decir que me pareció el más lulu. Transcribo, y ahí se termina todo.

HELECHOS

Me contó: algunos
compañeros crecen
por entre las rejas
y a la calle salen
de la alcantarilla
como helechos.

SALUDOS

Mi querido quirquincho,
mi cóndor y guanaco.
Saludos les mandan
alces y renos,
el oso polar
y la ardilla voladora.


jueves, 20 de enero de 2011

Escoria, de Irvine Welsh

1.
El resumen del argumento: El policía Bruce Robertson se droga y tiene sexo con mujeres desesperadas y/o pagas; hace abuso de poder; se escabia; le hace jodas macabras a su "amigo" Bladesey; come cosas asquerosas llenas de aceite; y sobre todo, se rasca el culo. Literalmente, le pica el culo y también el ongli. Tiene un zarpullido repugnante. Claro que hay un caso que resolver, alguien mató al hijo negro de un diplomático negro con un martillo y hay que saber quién. Pero a Robertson no le interesa el caso, no le gustan los negros, es un hijo de puta y lo único que quiere es cagarle la vida a los demás: cojerse a las mujeres de los demás, ese tipo de cosas. También quiere cagar a la lombriz solitaria que le está creciendo en los intestinos. Robertson es una genialidad de personaje, repugnante y retorcido. Me hace acordar a Ignatius Reilly, aunque Ignatius es un amor en realidad, y Robertson querés que se muera todo el tiempo.

2.
Así como en Trainspotting Welsh inventó lo de contar todo desde muchos personajes diferentes (hasta volverte loco), en Escoria el hallazgo está en los monólogos de la lombriz solitaria, en vivo desde los intestinos de Robertson y literalmente tapando la voz del protagonista con una especie de marco tubular que se superpone al texto de la novela. Al principio son páginas y páginas en las que sólo dice la palabra "comer", una y otra vez, y a medida que avanza la novela la lombriz va ganando conciencia y comienza a plantearse dilemas existenciales. Es muy bueno.

3.
Es sabido que el problema principal con los libros de Welsh es que las traducciones de Anagrama son españolísimas. En Escoria el problema es más grave que en Trainspotting, porque mientras en aquella tenés muchos personajes que se turnan para ser narrador protagonista (y hablan con más o menos slang), en ésta el protagonista es uno solo (casi) y hay que leerlo hablar en lunfardo/slang gallego todo el tiempo. La explicación es sencilla: Welsh escribe (en inglés) usando mucho slang de Edimburgo, tanto que angloparlantes de otras partes tienen problemas para leerlo; en la traducción decidieron resolverlo así. No es una mala decisión, pero al lector argentino se le puede hacer muy denso. El libro tiene muchas notas al pie de página que son aclaraciones del traductor.

4.
El final está buenísimo.

5.
A mí la novela me pareció muy buena y todo. Never Deleuze, sólo me parece recomendable para gente con muchas ganas de sentir asco (léase con J, ajco).

miércoles, 5 de enero de 2011

El mundo como supermercado, de Michel Houellebecq



1.
Sabrá tu novia que leemos Houellebecq
que dejaste mis llaves en el auto de ella
Sabrá tu novia que leemos Houellebecq
con quién estabas la vez que te llamábamos

2.
Houellebecq Houellebecq Houellebecq
Houellebecq Houellebecq Houellebecq

3.
El mundo como supermercado compila artículos publicados en revistas, entrevistas que le hicieron y también algo de poesía que el muchacho escribió para una performance de otro chabón, y alguna cosa más. Hace poco mi papá leyó Las partículas elementales y me decía que disfrutó mucho leyéndolo, cada vez que se sentaba a leer. A mí me pasa lo mismo con Michu. Es que escribe muy bien. Al final de cada párrafo tengo ganas de soplar una cornetita de cumpleaños, aunque el tipo esté diciendo que todos vamos a morir impotentes mientras enormes estructuras de concreto se yerguen sobre la faz de la tierra. En El mundo como supermercado lo más disfrutable es la prosa, sobretodo cuando el tema del que trata es muy ajeno a uno.

4.
Vale la pena aclarar, dado que este libro ahora salió con la colección de Página 12, que no es un buen libro para que sea el primero que leés de Houellebecq. Más bien hay que leerlo después de ya ser fan, me parece. Para formar parte del club de fans de Houllebecq en Argentina podés escribirme a lamujerqueamaelprotagonista@siempremuere.com

sábado, 1 de enero de 2011

Por una circunstancia que algunos de ustedes conocen, una circunstancia permanente, no tuve ganas ni fuerzas para escribir en Resistirse, ni en ningún lado, nada. Por esa razón la última entrada publicada de este blog es del 31 de diciembre de 2010, y hoy estamos a 14 de marzo del año siguiente. Sin embargo, sí estuve leyendo todo este tiempo; leí bastante de hecho. Y cada vez que terminé un libro, vine y creé una entrada. Porque aunque no tenía ganas de escribir, sabía que iban a volver. Para mí es importante intentar seguir escribiendo.
Ahora las voy a escribir, en estos días.

jueves, 30 de diciembre de 2010

La reina en el palacio de las corrientes de aire, de Stieg Larsson

1. ¿Alguien me puede explicar el título? ¿Quién mierda es la reina, qué garompa es el palacio de las corrientes de aire? ¿Queda cerca del de la papa frita? El título original de la novela en sueco es Luftslottet som sprängdes, el castillo en el aire que fue derribado sería la traducción literal, donde castillo en el aire es una forma de decir sueño irrealizable o algo así. En inglés el título es The Girl Who Kicked the Hornets' Nest, la chica que pateó el nido de avispas. Tiene mucho más sentido como traducción del título original y al mismo tiempo tiene relación con el contenido del libro. Pero en castellano no, tenían que ponerle un título flashero. Posta que si alguien me puede explicar a qué se refiere el título, le estaría agradecido.

2. Terminé de leer la saga Millenium, que empecé a leer hace como seis meses. Impresión general: el primero es muy superior a los dos siguientes. El dato fáctico que lo demuestra es que el primero lo leí en una semana, re drogui, mientras que los otros dos los leí cada uno en más tiempo que el otro. Con el tercero sólo (el que nos convoca), debo haber estado dos o tres meses. Tiene un serio problema para captar la atención del lector. Hasta la página 200 no pasa naranja. De pronto hay como tres asesinatos, un suicidio, y la mar en coche. Pero qué pasa: un capítulo después, todo está planchado de nuevo, aburrido burocrático. Vuelve a hacerse interesante en las últimas 300 páginas. Quitando las últimas 50. (Estamos hablando de un libro de 854 páginas, de bolsillo que le dicen).

3. Del contenido no vamos a hablar, se trata ni más ni menos que de la segunda parte del anterior, si no fuera que sumarían unas 1600 páginas los podrían haber editado juntos. Decepciona el rol del personaje Ronald Niederman, eso sí. Era el villano por excelencia y lo relegaron a un último plano. También se nota que Larsson planeaba seguir con la jodita de Millenium, hay varios personajes-cabo sueltos que podrían ser retomados. En fin, la saga Millenium está buena, como lectura de playa, no tanto de hacer caca. No le va a cambiar la vida a nadie, pero la pueden pasar bien. He dicho.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Vagón fumador: Antología de relatos sobre el tabaco, de Mariano Blatt y Damián Ríos (comp.)

1. Hace no tanto tanto tiempo en una galaxia muy muy lejana dije "Yo no leo antologías". Las personas que me rodeaban pensaron que yo estaba haciendo una declaración de principios, por lo que raudo les explique que me limitaba a enunciar un hecho empírico, sin implicancias morales. Entonces Maru me prestó esta antología. El libro me gustó, en promedio resulta un buen libro, porque a pesar de tener garchas como el cuento de Link, tiene cosas como el de Laiseca que levantan el promedio muy alto. Voy a pasar a hablar de cada cuento, mientras sufro un ataque de coreografía.

2.
- "Noventa días" del chileno Zambra: Habla de que deja de fumar. Mediocre por no decir malo.
- "Stainbarguer" de Sol Prieto, una chica que nació en el '85: Me gustó bastante, es medio largo pero eso está bueno, muy minita, emparentable a cosas que escriben amigas mías que pueden ser muy minitas al escribir si así lo desean. Un poco snob con lo del Nacional Buenos Aires.
- "Apagar" de Daniel Durand, el que es poeta. Yo lo conocía de Vieja de agua, un libro re re lindo. Este cuento me gustó también, es de dejar de fumar, pero con un enfoque original; además el tipo la tiene clara al escribir. Un aplomooooo.
- "Suplicantes. Plaza Catalunya" de María Moreno: yyyy, eeeeh, qué sé yo, está bien, no me voló la cabeza y me lo voy a olvidar además.
- "La comadreja bebé" de Inés Acevedo, otra péndex: me gustó menos que'l de la primera péndex, olvidable as well.
- "Mi prima Histeriqueta" de Alberto Laiseca, el más capo de los contemporáneos argentinos (sí, antes pensaba que ese era Fabián Casas pero ya no). Laiseca es un capo, escribe mejor que todos y se la re banca. El cuento es un delirio, como suele suceder, y el asunto del fumar aparece un montón pero por suerte el cuento no se trata de eso. Tiene frases como estas, por poner dos elegidas a vuelo de pterodáctilo:
Se limitaba a mirarla con cara de Stalin más Hitler dividido todo por dos.
Otra:
Después de formar una montañita de basura, con la mano izquierda debía acercar una palita y con la derecha tomar una de sus tetas y usarla como escoba para meter dentro de la mencionada palita todos los deshechos.

- "Los ojos de tu perro", de Mónica Müller, buen nombre para una escritora. Es un lindo cuento: termina antes de lo que hubiera querido, tirándose a menos.
- "Kirchner, una vida", de Daniel Link. Una garcha ambulante. Recomiendo saltearlo. El chistecito es que empieza con Kirchner en un manicomio, hablando de que 'el campo' lo enloqueció, y a la carilla te dice que está hablando del pintor alemán Kirchner y no de Néstor. La sensación es de que vas a leer un texto opositor de humor al estilo el hijo de Tato que escribe en Clarín, y después queda esa sensación de mierda mientras leés un cuento malo en el que estás todo el tiempo tratando de adivinar si las referencias al pie de página son verdaderas y Link es tan boludo que se cree que escribir un cuento como si fuera un ensayo es copado o si por el contrario Link es tan boludo que se cree que puede poner referencias falsas al pie de página como si no hubieran escrito ya Borges y Bolaño. Me inclino por la primera.
- "Para dejar de fumar" de Hebe Ubhart. A ver, no me lo acuerdo. Ah, es otro de grupo de autoayuda para dejar de fumar, como el de Zambra. Este está mejor que el de Zambra pero no es la gran cosa.
- "Química y tabaco" de Elvio E. Gandolfo. No había leído nada de este señor, y me gustó mucho, puesto número dos del ranking. Destácase el hecho de que el autor no fuma, nunca fumó, y con ese eje escribe el cuento.
- "Marlboro Light" de Mario Bellatín. Muy malo. Para mí que fue así: le llegó un mail invitándolo a escribir para la antología, dijo bueno, se sentó y escribió este cuento de un tirón sin planificar nada, lo mandó y se fue a hacer caca.
- La antología concluye con el poema "Tabaquería" de Fernando Pessoa (bajo el seudónimo de Álvaro de Campos), que juega en otra liga totalmente. O sea, es mucho mejor que todo lo demás pero no hay punto de comparación. Es como del mahashá.

3. Todo esto compilado poooooor: Pizzaría Los Hijos de Puta... No mentira, JAJAJAJAJA que chistoso. Mariano Blatt y Damián Ríos (comp.). Hay un prólogo a cargo de ellos que no agrega nada. No me entraron en las etiquetas pero la verdad es que ser compilador no es un graaan merito. Sobre todo no amerita que te adjudiques un lugar similar al de la autoría, en mi humildísima opinión. Por ejemplo, ¿qué hacen en el lomo? En la tapa bueno, en la postada te lo banco, en la cajita con los datos legales obvio, ¿pero en el lomo por qué? Escucho respuestas. (Sí, yo voy a seguir haciendo de cuenta que tengo lectores. Hago un comentario marginal y termino el artículo. Hoy mientras escribo esto es 31 de diciembre y estoy en la casa de mi primo, en la que empecé este blog por aburrimiento hace dos años y ahora miren en lo que se ha convertido, un lugar para el despliegue de mi deseo coleccionista. Feliz año para todos mis queridos lectores reales y para todos los imaginarios también. Y un saludo especial a vos, lector esporádico.)

viernes, 10 de diciembre de 2010

Cuarteles de invierno, de Osvaldo Soriano

1. Aventuras en la dictadura

Un cantor de tangos y un boxeador veterano llegan a un pueblo bonaerense, contratados para hacer de atracciones durante los festejos cívico-militares con los que las autoridades planean celebrar el orden imperante. El pueblo se llama Colonia Vela. Mientras Rocha, el boxeador, es un grandote buenudo, el cantor Galván tiene ciertos pruritos respecto a los milicos, pero es trabajo. Rocha y Galván se hacen amigos provisoriamente: ambos suponen partir al día siguiente, después de sus respectivas presentaciones. Sin embargo, (obviamente) las cosas no salen como lo esperaban. Galván le niega un autógrafo a la persona equivocada y se hace amigo de la persona equivocada; Rocha se enamora de la persona equivocada; y sin embargo, los amigos no quieren irse sin primero salvar su honor, a cualquier precio. ¡Amor! ¡Acción! ¡Humor! ¡Apremios ilegales! ¡Tango! ¡Dictadura!

2. Fuera de joda

Yo no había leído a Soriano aún, y lo tenía mal categorizado. No sé por qué lo tenía como a uno medio cursi así medio Becquer. Nada que ver. Soriano es uno de los fundadores de Página/12, y entra más en la bolsa de sus amigos Sasturain y Bayer. La novela está muy buena, está escrita de una manera interesante pero fluida y fácil, sin por eso descuidar descripciones consistentes para personajes y lugares. Tiene algo mínimo de banalización del proceso, pero esto es simplemente por el hecho de ser una ficción en un contexto real, cercano y terrible, sobre el cuál casi simpre se escribe/filma/pinta en un tono mucho más lúgubre. Hay una sola parte de la novela en la que se cuela la parte más violenta de la dictadura en la trama, y alcanza para entender que está bien que no sea ese el tono de la historia. A nivel "moral" (perdón, es que estoy estudiando Durkheim), la historia está perfecta, y me permite felicitar la decisión académica de la escuela secundaria en que trabajo de ponerla como bibliografía obligatoria en Lengua de 3er año. Yo por mi parte se la presté a mi hermano menor benjamín de la familia. Esta novela además tiene la siempre positiva característica de que no podés parar: le pondría la etiqueta droga si no la hubiera utilizado ya para obras de mucha menor estofa literaria. Fin, un beso, Ale.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

La fuente, de César Aira

1. Apología de la Biblioteca Maia Minovich

Hace algunos días, la Biblioteca Maia Minovich se me fue volando como una garza en pleno verano. Anunciada pero inesperadamente dejó los anaqueles que supieron darle cobijo tantos años y se marchó en una valija de viaje a un lugar mejor, donde todos los libros podrían estar juntos y ordenados por género y color. La pila de libros que había separado para leer confluyó casi intacta con los demás: los de la facu, los de Anagrama, los copados, los (muchos) de Benedetti, los de Aliza de psicología, los juveniles, los que sí leí (Las brujas de Dahl, el de Enrique Symns, Los vagabundos del Dharma, El horror de Dunwich, por nombrar los que ahora vienen a mi memoria), los demás. Fue un placer y un honor custodiarte, Biblioteca Maia Minovich. Un minuto de aplausos, salvas de artillería, sueltas de globos, palomas y conejos por tí.

2. Mea Culpa

Una y otra vez recaigo en Aira, como un boludo. Sin embargo, esto de cometer varias veces el mismo error tuvo un efecto inesperado. Ahora leer a César Aira se me ha ido legitimando, como costumbre. Sus libros son tan fáciles de leer... ¡y están por todos lados! Posta que la mayoría de la gente a la que puedo saquearle la biblioteca tiene por lo menos uno. Son tan fáciles de leer, decía, que no importa si uno es malo: igual voy a leer otro pa' probar. Además no te enterás si el libro es malo hasta que no llegás al final.

3. La fuente

La Biblioteca Maia Minovich tenía un libro de Aira en efecto: éste. No lo iba a leer pero cuando la migración, Maia me dijo que podía ir pidiéndole prestados los que no había llegado a leer de mi pila en espera (eran muchos) y yo me quedé con dos. El otro es 62/Modelo para armar, me tengo que obligar a leerlo de una vez por todas. Y éste lo agarré más por lo rápido que lo iba a devolver que por otra cosa: de hecho no lo tenía en la pila. La fuente es de los mejores que leí del muchacho de Pringles. Una virtud: tiene final (que no es poco en Aira). Y no es un final de esos que parecen pensados tres páginas antes del mismo, este parece pensado por lo menos treinta antes. Y aunque al principio parece una grasada, la prosa es muuy buena y la idea del narrador omnisciente con opinión sobre las cosas es divertida. Es un narrador que hace muchas reflexiones acerca de lo que pasa en la historia que está contando, sin hacerse cargo de que es el escritor, salvo en una parte. En el punto 4 va la cita. Buenas noches.

4. Una parte

No hablemos de la impotencia, de la fatalidad. Eso también existe, pero no en las novelas.
Es cierto que yo podría morirme hoy mismo, y dejar esta novela inconclusa. No crean ni por un instante que no lo he tenido en cuenta. Hoy mismo, hace un rato, cuando venía para aquí, tambaleándome, helado bajo el sol de febrero, con el corazón flaqueando, a punto de romperse en cualquier momento, no pensaba en otra cosa. Miraba a toda la gente despreocupada, abstraída, el río de carne, las caras, las manos, y pensaba: ¿por qué yo? ¿por qué no ellos? ¡Yo quiero terminar mi novelita, día de sol! ¡Necesito una semana más, cinco días, tres...!

martes, 30 de noviembre de 2010

Me gustaría ser un animal, de Ezequiel Alemian

1. Me gustaría ser un animal aparenta ser un libro de poesía: vieron que los límites de las cosas no están muy marcados ya, y uno no puede aseverar rotundamente nada. La física cuántica, los ACV y esas cosas. En Me gustaría ser un animal muchos textos son relatos, sólo que se confunden en el contexto. Otros no.

2.
La ama de casa

¿Cuántos días puedo pasar sin hablar?
Sin poner la estufa. Sin comer algo caliente. Sin ordenar la casa. Sin escuchar los mensajes que se acumulan en el contestador. ¿Cuántos días más puedo pasar sin coger?
Sin pagar las cuentas de los servicios. Sin retomar los cuadernos. Sin definir mi situación en el trabajo.
¿Cuántos días puedo estar sin pensar? Sin leer los diarios. Sin ducharme. Sin llamar por teléfono a V.
Sin hundirme en la mierda.
Sin hundirme otra vez en la mierda, ¿cuántos días más puedo pasar sin lavarme las manos?
¿Hasta que aprenda a escribir con los dedos, en las paredes?
Malestares hepáticos y forúnculos, mientras tanto, serán capaces de tejer la mentira de esta pose: ¿cuántos días más podré aguantar antes de volver a hundirme en la mierda de las imágenes?
Pose de feto en formol, inmenso, sobre un pedestal de madera oscura, iluminado desde el techo por un riel de spots incandescentes y exhibido a la voracidad del público de martes a domingo, de 13 a 18.

3. Ese es uno de los más transparentes. Hay otros que a mí no me... Este es de los que sí y (...)

4. En fin. En alguna otra ocasión dije que no reseño los libros de poesía que leo, ahora entienden por qué. Decidí, sin embargo, que quería dejar constancia de que leí Me gustaría ser un animal, porque como habrán visto mis innumerables lectores, esto es también un archivo de los libros que voy leyendo, otro instrumento más para satisfacer el perverso deseo que cultiva la faceta coleccionista de mi personalidad. Como el cuaderno en el que voy pegando las entradas de los recitales a los que fui desde 2003.

5. El del título es muy lindo. De hecho, me compré el libro porque me gustaba el título y lo cacofónico de animal con Alemian.

Me gustaría ser un animal

De vez en cuando, cada vez que puedo, cuando ando por la zona y tengo unos minutos libres, más si necesito salir de mí mismo para encontrar cierta afinación con el pulso de los días, como hoy, vuelvo a este bar y escribo: no importa qué.
Nunca importa qué. Esa es una preocupación anterior a la escritura; es la preocupación que divide a la escritura del tiempo.
La escritura es una práctica primitiva, orgánica, integrada sin solución de continuidad en las sociedades sin estado.
La escritura no tiene tumba: es parte del viento y de la arena, eternamente recombinados en el principio de todo lo que existe.
Sociedad sin estado: aquella en que todos escriben, pero nadie lee.
¡Qué forma de ingratitud más necesaria, si el grano hace a la hormiga, alguien baja apresuradamente por el cerro y unas manos pequeñas intentan sostenerlo tirando de su ropa!
Me gustaría ser un animal.
No un elefante, no un delfín, no un oso, no una rana toro, no una pantera oscura, no un antiguo calamar gigante, no un puma.
Me gustaría ser un perro, o un lobo.
Me gustaría ser una loba.
Iría hacia donde fuera mi presa.

Me gustaría ser el chico que acompaña a la loba.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Damas chinas, de Mario Bellatín

1. Esta es la entrada número cien de RESISTIRSE ES FÚTIL. Iupi!

2. To make it quick, Mario Bellatín es uno que no tiene una mano, ya leí con éste tres libros del manco y debo decir que es desparejo: pero va ganando 2 a 1, porque este me gustó mucho, más aún que el primero que leí, que se llama Salón de belleza. (El que no me gustó, nada de nada, es Jacobo el mutante). De este sólo os adelanto el principito: Un médico ginecólogo tiene su propia clínica y una vida económicamente estable. Se acuesta con prostitutas regularmente. Su hija se casó con un sujeto, su hijo anda en algo turbio. El hijo de una paciente le empieza a contar, en la sala de espera, una historia que tiene puntos de contacto con la suya propia.

3. Salió con la colección de P/12 y por ahora es uno de los que más vale la pena.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Cosmética del enemigo, de Amélie Nothomb

1. No me gustó demasiado. Aguante Houellebecq.

2. ¡Sí! ¡Aguante Houelebecq! (ruido de monos)

3. ¡Uaah! (ruido de multitud enardecida incendiando el microcentro) ¡Houellebecq! ¡Houellebecq!

4. Quiero leer Antichrista que un día lo empecé en lo de Paco y estaba mucho más mejor que este. Éste es un largo diálogo entre dos personajes en un aeropuerto. Tiene algo de obra de teatro, claro. Por momentos parece que toma una dirección interesante, pero al final todo me resultó un poco soso, y la resolución una boludez. Por otro lado es cortito y rapidón. Si tuviera que adaptarlo a otro formato (amenazado por la Nothomb con una katana) elegiría la obra de títeres. Los personajes serían interpretados por la rana René y Elmo.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Eva Perón para principiantes, de Nerio Tello y Daniel Santoro

1. Esperaba más de los dibujos de Daniel Santoro, y menos de los textos de Nerio Tello, que no sé quién es. El libro lo compré usado en un puesto de Puán.

2. Lo que tiene de destacable es que en la parte del acto del Luna Park en que Perón conoció a Evita y se enamoró de ella, texto y dibujo se fusionan y por un par de páginas el libro se convierte en historieta (no ya en libro con ilustraciones; sólo queda texto como globo de diálogo).

3. A nivel contenidos el libro está muy bien. Ni Perón ni Evita son presentados como héroes o villanos, y se habla tanto de sus virtudes como de sus defectos con una pretensión de objetividad bastante lograda. Como la Eva es lo más, el retrato la favorece, obviamente. Pero el autor no deja de mencionar ni las boludeces que hizo de pendeja con poder (por ejemplo el boicot a la carrera de Libertad Lamarque) ni las del final de su vida cuando reivindica el fanatismo como el ideal del militante político.

4. Una anécdota re linda que no conocía: La condesa de no sé qué verga viene a la Argentina, interesada en la obra de la Fundación Eva Perón. Cuando ve el hogar para ancianos de Burzaco, la condesa se asombra del lujo, y le pregunta si no será un gasto excesivo. Evita le responde: "El rico, cuando piensa en el pobre, piensa en pobre. Las camas de la residencia son las camas que los pobres tendimos para otros. De repente, somos nosotros los que dormimos en ellas".

4. De lo que me dio muchas ganas el libro este es de leer La razón de mi vida. ¿Quién me lo presta?

martes, 9 de noviembre de 2010

Porrovideo, de Jorge Alfonso

1. Alfonso es uruguayo, imagino que rondará los treinta. Porrovideo es un libro de cuentos escritos por el autor desde el fin de su educación obligatoria en adelante, digamo'. En los distintos cuentos, tenemo' situaciones onda 25 watts ("El aire del barrio", "Subir hasta el cielo"; "Pasando la lengua por la tristeza y tragando" es muy bueno) y sino tenemo' unos de fallidas y bukowskianas experiencias laborales ("Ingeniería de las naranjas salvajes"). Si esto no le convence... yo sabía, por eso le reservé estos que son pa' los que saben: en este ("Cómo se baila en candombe"), el final es buenísimo, hay una negra que baila en patas; este ("Soledad a la manera de Chéjov en los tiempos que corren") genera una tensión muy buena y es muy triste; y este es el mejor ("En busca del elefante blanco"), hay un casamiento, una gorda y unos chicos re outcast.

2. Los cuentos de Porrovideo tienen, me pareció, mucho que ver con los de Villa Celina de Incardona. No en el tono, que es muy diferente. El de Incardona es mucho más ooooooouooouuuuuoooooooo... (como más Night Shyamalan), y también es más político, mientras que el de Alfonso es más chokocrispies. Pero desde el título ya tienen algo en común, y en lo temático, entre la reivindicación implícita del propio pago y el hecho de la juventud, y quizás también el de la clase social.

3. La tapa es re linda mirá:



4. Este libro se lo regalé a Joni en su onomástico, porque me pareció que debía estar bueno en base a esta nota, de A. Soifer.