domingo, 20 de junio de 2010

Loco afán, de Pedro Lemebel

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Ay Pedrito
Mi jefe me contó que cuando estaban haciendo la serie de biografías para Canal Encuentro "Maestra Vida", uno de los personajes chilenos a los que quisieron entrevistar fue a Pedro Lemebel. Mi jefe (Tolca) y Hernán (el productor) se leyeron los libros, estudiaron su vida y eso, arreglaron la cita y fueron a Santiago. Se reunieron con Pedrito y éste les dijo que arreglaran todo para filmar con él con su agente. Les dio el nombre y apellido de una mujer, no sé cuál era, pónganle que Pepita Lachofa. Y se fue. Tolca y Hernán habían ido con un camarógrafo y nada más, la serie tenía poco presupuesto y tenían pocos días en Chile, y los equipos ya alquilados de antemano. Tolca y Hernán se ponen a tratar de ubicar a esta Pepita Lachofa y no aparece por ningún lado. Finalmente deciden volver a comunicarse con Lemebel. Lemebel le grita a Tolca por el teléfono: "¡Si supieran quién soy yo, sabrían que Pepita Lachofa se murió de sida en los ochenta!". Pepita Lachofa era la amiga de Lemebel en los ochenta, evidentemente. El tipo no les dio la entrevista. Tolca y Hernán se tuvieron que volver a Buenos Aires con las manos vacías. El camarógrafo filmó Avatar en 3D, era James Cameron. El programa terminó siendo sobre Gabriela Mistral. En Chile hubo un terremoto. Y todos vivieron felices por siempre.

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Loco Afán es un libro de cuentos o crónicas que giran en torno al tema del sida. Algunos están buenos, otros son una puta garcha, varios son demasiado parecidos entre sí. Está bueno algo que dice en un texto
El sida vende y se consume en la oferta de la chapita, el póster, el desfile de modas a beneficio, la adhesión de las estrellas (...) Este tema da para instalar un supermall, donde las producciones sidáticas se vendan como pan caliente. Los miles de libros (incluyendo éste)(...)
También hay un concepto interesante, que se repite en varios textos, sobre la exportación yanqui de un modelo de homosexual (bien macho y yuppie y ario) que no tiene que ver con la imagen de la homosexualidad latinoamericana (para Lemebel), más travesti. Ah, también es un libro travesti pero eso es algo con lo que va Lemebel por el mundo.
Pero aquí en el Village, en la placita frente al Bar Stonewall, abunda esa potencia masculina que da pánico, que te empequeñece como una mosquita latina parada en este barrio del sexo rubio.


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Lo más mejor de todo muy mejor muy bueno buenísimo gosembumps es Hablo por mi diferencia. Es un discurso que Lemebel presentó en forma de intervención en una asamblea de la izquierda chilena. Está en Internet, ahora lo pongo como punto 4 para que lo lean porque está muy bueno. Eso es lo mejor del libro, que ahora salió con la colección Anagrama de Pág/12 a 9 pesos así que es fácil de conseguir. De todos modos yo no lo recomiendo, es muy desparejo. Además, no me parece bien su visión torturada del ser homosexual, su constante victimización. Pero si nunca leíse a Lemebel es una experiencia interesante: el tipo escribe con una prosa muy particular. Tengo miedo torero me gustó mucho más y sí Oslo recomiendo.

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Manifiesto (Hablo por mi diferencia), de Pedro Lemebel




No soy Pasolini pidiendo explicaciones
No soy Ginsberg expulsado de Cuba
No soy un marica disfrazado de poeta
No necesito disfraz
Aquí está mi cara
Hablo por mi diferencia
Defiendo lo que soy
Y no soy tan raro
Me apesta la injusticia
Y sospecho de esta cueca democrática
Pero no me hable del proletariado
Porque ser pobre y maricón es peor
Hay que ser ácido para soportarlo
Es darle un rodeo a los machitos de la esquina
Es un padre que te odia
Porque al hijo se le dobla la patita
Es tener una madre de manos tajeadas por el cloro
Envejecidas de limpieza
Acunándote de enfermo
Por malas costumbres
Por mala suerte
Como la dictadura
Peor que la dictadura
Porque la dictadura pasa
Y viene la democracia
Y detrasito el socialismo
¿Y entonces?
¿Qué harán con nosotros compañero?
¿Nos amarrarán de las trenzas en fardos
con destino a un sidario cubano?
Nos meterán en algún tren de ninguna parte
Como en el barco del general Ibáñez
Donde aprendimos a nadar
Pero ninguno llegó a la costa
Por eso Valparaíso apagó sus luces rojas
Por eso las casas de caramba
Le brindaron una lágrima negra
A los colizas comidos por las jaibas
Ese año que la Comisión de Derechos Humanos
no recuerda
Por eso compañero le pregunto
¿Existe aún el tren siberiano
de la propaganda reaccionaria?
Ese tren que pasa por sus pupilas
Cuando mi voz se pone demasiado dulce
¿Y usted?
¿Qué hará con ese recuerdo de niños
Pajeándonos y otras cosas
En las vacaciones de Cartagena?
¿El futuro será en blanco y negro?
¿El tiempo en noche y día laboral
sin ambigüedades?
¿No habrá un maricón en alguna esquina
desequilibrando el futuro de su hombre nuevo?
¿Van a dejarnos bordar de pájaros
las banderas de la patria libre?
El fusil se lo dejo a usted
Que tiene la sangre fría
Y no es miedo
El miedo se me fue pasando
De atajar cuchillos
En los sótanos sexuales donde anduve
Y no se sienta agredido
Si le hablo de estas cosas
Y le miro el bulto
No soy hipócrita
¿Acaso las tetas de una mujer
no lo hacen bajar la vista?
¿No cree usted
que solos en la sierra
algo se nos iba a ocurrir?
Aunque después me odie
Por corromper su moral revolucionaria
¿Tiene miedo que se homosexualice la vida?
Y no hablo de meterlo y sacarlo
Y sacarlo y meterlo solamente
Hablo de ternura compañero
Usted no sabe
Cómo cuesta encontrar el amor
En estas condiciones
Usted no sabe
Qué es cargar con esta lepra
La gente guarda las distancias
La gente comprende y dice:
Es marica pero escribe bien
Es marica pero es buen amigo
Súper-buena-onda
Yo no soy buena onda
Yo acepto al mundo
Sin pedirle esa buena onda
Pero igual se ríen
Tengo cicatrices de risas en la espalda
Usted cree que pienso con el poto
Y que al primer parrillazo de la CNI
Lo iba a soltar todo
No sabe que la hombría
Nunca la aprendí en los cuarteles
Mi hombría me la enseñó la noche
Detrás de un poste
Esa hombría de la que usted se jacta
Se la metieron en el regimiento
Un milico asesino
De esos que aún están en el poder
Mi hombría no la recibí del partido
Porque me rechazaron con risitas
Muchas veces
Mi hombría la aprendí participando
En la dura de esos años
Y se rieron de mi voz amariconada
Gritando: Y va a caer, y va a caer
Y aunque usted grita como hombre
No ha conseguido que se vaya
Mi hombría fue la mordaza
No fue ir al estadio
Y agarrarme a combos por el Colo Colo
El fútbol es otra homosexualidad tapada
Como el box, la política y el vino
Mi hombría fue morderme las burlas
Comer rabia para no matar a todo el mundo
Mi hombría es aceptarme diferente
Ser cobarde es mucho más duro
Yo no pongo la otra mejilla
Pongo el culo compañero
Y ésa es mi venganza
Mi hombría espera paciente
Que los machos se hagan viejos
Porque a esta altura del partido
La izquierda tranza su culo lacio
En el parlamento
Mi hombría fue difícil
Por eso a este tren no me subo
Sin saber dónde va
Yo no voy a cambiar por el marxismo
Que me rechazó tantas veces
No necesito cambiar
Soy más subversivo que usted
No voy a cambiar solamente
Porque los pobres y los ricos
A otro perro con ese hueso
Tampoco porque el capitalismo es injusto
En Nueva York los maricas se besan en la calle
Pero esa parte se la dejo a usted
Que tanto le interesa
Que la revolución no se pudra del todo
A usted le doy este mensaje
Y no es por mí
Yo estoy viejo
Y su utopía es para las generaciones futuras
Hay tantos niños que van a nacer
Con una alíta rota
Y yo quiero que vuelen compañero
Que su revolución
Les dé un pedazo de cielo rojo
Para que puedan volar.

NOTA:

Este texto fue leído como intervención en un acto político de la izquierda en septiembre de 1986, en Santiago de Chile.

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