martes, 6 de octubre de 2015

Opendoor, de Iosi Havilio

1.
Yo quería leer algo de Iosi Havilio. Y a todos les veía Paraísos en las bibliotecas, pero cuando se los pedía, me decían "Tenés que leer primero Opendoor", y no lo tenían, así que no me llevaba nada. Cuando encontré Opendoor, Malena me dijo "Tenés que leer 76", el de Félix Bruzzone, y como no tenía lugar para los dos me llevé sólo ese. Y así, el universo conspiraba para que yo no leyera a Iosi Havilio, hasta que finalmente lo vencí. Vencí al universo. Ustedes qué hicieron, ¿eh?

2.
Una veterinaria visita la localidad bonaerense de Open Door para ver a un caballo que está en las últimas. De regreso en Buenos Aires, sale de paseo con su novia, una mujer muy conflictuada, y la pierde. Una cosa lleva a la otra, y la veterinaria termina cortando los pocos hilos que tiene con la urbe y recalando en Open Door, en la casa del dueño del caballo. Desde ahí, viaje horizontal ciudad-campo y viaje vertical de la razón a la locura de nuestra protagonista, que conocerá otros hombres, otras mujeres, otras drogas. Gran manejo de climas, gran manejo del ritmo (en un momento la novela se vuelve realmente vertiginosa: la imagen de una persona que se come el revoque de la pared es espeluznante y muy interesante al mismo tiempo), y gran manejo de la calentura. Hay una escena de sexo entre dos mujeres (hay varias, pero una en particular) que me calentó fuerte en un colectivo, y no es algo que me hubiera pasado antes: que me calentara una escena de sexo entre mujeres, encima leída. Que me haya producido tal efecto me hace pensar que Iosi es un gran escritor.

3.
Casualmente, terminé de leer esta novela y empecé a leer Bajar es lo peor, de Mariana Enriquez, un libro de los años noventa que reseñaré dentro de poco. Además de otras cosas en común más tangenciales, muy loco que las dos empiecen en La Boca, Caminito, el Riachuelo y el puente transbordador. Loco además porque últimamente estuve trabajando mucho por ahí, justo mientras leía estos dos libros. También me hizo acordar a Electrónica, de Enzo Maqueira: las dos protagonistas se me hacen mujeres parecidas.

4.
Muy buena novela. Recomiendo ampliamente.

No hay comentarios: