martes, 13 de abril de 2021

El periodista deportivo, de Richard Ford

1.

Me gustó mucho mucho, aunque también en un momento no pude con su ritmo parsimonioso y lo colgué. En suma no tardé tanto, lo empecé en diciembre o enero y lo terminé hoy, pero con dos meses en el medio de no tocarlo, abajito de la pila de la mesa de luz había quedado, lo que habla de la esperanza que tienen esos libros que parece que nunca van a ser terminados pero al final lo logran. A veces pienso en los libros como si fueran los juguetes de Toy Story y fueran ellos los que quieren que los lean.

2.

Lo que me lleva a pensar, ¿qué hay detrás de la idea, humana, de que los objetos "desean" un objetivo que es a la vez la razón para la que fueron creados por humanos? Cristianismo. Seguramente de indole calvinista. Toy Story como una fábula cristiana sobre el destino. Saludos.

3.

Esta novela fue publicada en 1986 y cuenta, en poco menos de 400 páginas, en un código full realista y en primera persona, un fin de semana (el de Pascua) en la vida de Frank Bascombe, periodista deportivo (The Sportswriter es el título original), ex escritor, divorciado, padre de tres hijos, uno de ellos fallecido pocos años atrás. El relato comienza en la madrugada del viernes, en el cementerio, con la visita anual a la tumba del hijo junto a la ex, y termina el domingo a la noche, después de una serie de recorridos, viajes y eventos que mientras la lees no parecen tantos pero después te das cuenta que implicaron grandes desplazamientos geográficos, emocionales y espirituales. Quizás lo interesante de la novela sea eso: tiene una estructura clásica de viaje iniciático, con transformación del personaje y toda la bola, pero está oculta, disimulada entre hamburguesas y disquisiciones sobre el amor y chiquitaje vario. Es una de esas novelas que actúan después, con efecto retardado sobre el lector. Parece que es muy famosa y que el escritor es de esos siempre mencionados entre los posibles candidatos al Nobel que nunca lo ganan. El personaje Frank Bascombe, además, protagonizó otros tres libros del autor: Independence Day (1996), The Lay of the Land (traducida como Acción de gracias, 2006) y Let Me Be Frank With You (2014). Y esto es todo lo que tengo para decir sobre esto.

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