1.
Ay, Dani. Leí este librazo en las vacaciones, en la playa, arrullado por las olas, las 4x4 y el merequetengue, y después se lo presté a Darío. Por eso nunca lo reseñé. Y acá estamos, casi un año después, haciendo memoria. Me acuerdo que me encantó. Me acuerdo que me pareció la mejor novela de Dani Umpi, un señor que tiene muy buenas novelas en su haber. De hecho, esta era la única que no había leído, la más larga, la más ambiciosa. Es la más ambiciosa y es también la mejor. Abarca varios países, varios temas, varios tonos, varios tiempos. Podría hacer este ejercicio surrealista de recordar/inventar la trama. A ver:
2.
Creo que hay una chica, que vive en Brasil con su abuela -se me viene mientras lo escribo- pero no es brasilera: es argentina, conurbana, y por algo cambió de vida. Es un poquito tarada, pero tiene (o cree tener) una suerte de telepatía, de instinto de vampiresa. Le gustan los trolos. Es bastante trola. Ah, ahí me estoy acordando. Se hace una amiga: una cheta total. Pero en realidad es un plan, la cheta total es la medio hermana, la hija de su padre abandónico, y ella se está infiltrando en su casa. Esto está pasando: de verdad me está viniendo la novela a la mente mientras escribo esto. ¿Lo estaré inventando? Por otro lado, está el pasado, en varios tiempos. Un pasado remoto, donde ella vivía con sus padres en Punta del Este, él era ¿encargado de un casino?, YA ESTÁ, no es la media hermana la brasilerita. Era así: el padre en Punta del Este tiene un affair con una brasileña, que es la madre de la brasilerita. Y deja a la protagonista y a su madre por la brasileña y la brasileñita. Después pasan otras cosas que no les cuento. Y hay otro tiempo, en el conurbano bonaerese, el inmediato anterior al del comienzo de la novela en Brasil, donde ella es ¿flogger? ¿rolinga? ¿dark? De una tribu urbana es. Y tiene una amiga, mejor amiga, amante, todo eso. Y algo se rompe.
2.
Y después hay un tiempo más, en Bolivia, pero voy a dejar de espoilearles la novela que está buenísima, es complejísima, rebuscadísima y divertidísima. Muy gay. Muy fiestera. Esotérica. Mágica. Y también prosáica. Medio los Javis, diríamos hoy, pero los Javis llegaron después, Dani Umpi está antes, es el alfa y el omega, y también alguna letra griega que esté en el medio del alfabeto.
3.
Me acabo de acordar que hay un país más, otro lugar del periplo. Sí, es un librazo.

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