domingo, 26 de enero de 2014

Rompecabezas, de Pablo de Santis y Max Cachimba

1.
Antes de cerrar la biblioteca por el verano, me fijé qué más me podía llevar de la sección de historietas. Éste, no sé cómo, me había pasado desapercibido hasta ahora.


2.
Cuenta la leyenda que en mil novecientos ochenta y pico la revista Fierro hizo un concurso de historieta y ganaron estos dos, por separado: Max Cachimba (en ese entonces sin alias, Juan Pablo González) en dibujo, y Pablo De Santis en guión. Los muchachos de la revista (Juan Sasturain) los pusieron a trabajar juntos de prepo, y a lo largo de la década fueron publicando los trabajos que resultaban de esa yunta. Eso es lo que recopila (una selección de eso, en realidad) este libro Rompecabezas. Me gustó mucho que el libro esté ordenado de manera cronológica, porque es notable el cambio del estilo de los dos en las historietas. Progreso diría yo, aunque sobre estilos blablabla escrito.

3.
Mer tiene un cuaderno fantástico en el que dibuja algunos dibujos en base a dibujos que dibujó otro alguien y que encuentra en historietas que le proveo yo. Por ejemplo, éste es de una viñeta de Cachimba.


martes, 21 de enero de 2014

El Capitán Alatriste, de Arturo Pérez-Reverte, Carlos Giménez y Joan Mundet

1.
Primer título de la saga del capitán Alatriste, yo no vi la película, no leí la novela, sino que me decanté por la versión historieta, de la que ya había leído la segunda historia, sin saber que estaba alterando el curso natural de la narración.

2.
Brevísima sinopsis: Las aventuras del susodicho capitán, en la España del siglo XVII. Alatriste se alquila como matón para un trabajo encargado por nobles enmascarados. Obviamente todo sale mal, y el capitán se tiene que enfrentar con todos a los espadazos. Aventuras, gran género. Aguante Arturo.

lunes, 6 de enero de 2014

Campeón, de Ioshua

1.
Hace poco me compré otro libro de Ioshua, lo leí, no me gustó (nada) y lo bardié en este medio (tan masivo) de comunicación. No lo bardié porque sí, lo bardié con argumentos, que figuran en la reseña correspondiente (acá). Pero igual me sentí mal, y cuando vi este librito (editado muy caseramente en papel común, sin tapas, sin lomo, aunque impreso a color) me lo compré para leerlo, que me guste y resarcirme. Probablemente no vaya a leer otro libro de Ioshua, así que les cuento brevemente la historia con links: Primero leí Pija, birra, faso, todo de poesía, que es buenísimo, y escribí está loa. Después, leí Loma hermosa, que es de cuentos y tiene una tapa brillante (¿photoshop? me parece mucho más capo si no), y que me gustó, aunque menos, como se observa claramente en mi reseña, en la que digo que "lo sigo bancando". Después leí Clasismo homo: el resultado fue el que antes mencionaba.

2.
Campeón es básicamente un libro de poesía, y Ioshua me sigue gustando como poeta. Pero también tiene un texto en prosa (¿un cuento? un relato), intitulado "Golazo al corazón" (el librito tiene una foto de unos futbolistas besándose en la tapa), y más luego otro, intitulado "Los payasos y la pasta de campeón", que también es prosa, pero más bien una arenga, más del orden de los textos que aparecen en Clasismo homo, aunque me gustó más, por menos pretencioso. Los textos en prosa son más flojos. Campeón fue un buen desempate de todas maneras, demuestrome (sic) que el estilo de Ioshua como poeta sigue gustándome.

3.
Para cerrar, paso el chivo que nadie pidió:
Me gusta el título del blog: ... Y AHORA VEO COMO SE SUBEN A UN CABALLO QUE YO DOME. Buena Ioshua. De quién hablará, ¿no? Están Loma hermosa y Campeón on line acá, aparentemente. Fin.

miércoles, 1 de enero de 2014

La mujer sentada, de Copi

1.
Cuando reseñé Los pollos no tienen sillas, exclamé: ¡Espero que publiquen más! Publicaron más.

2.
Acerca del trabajo del señor Raúl "Copi" Damonte Botana no tengo nada que agregar a lo que ya dije en reseñas pasadas. Lo único que voy a agregar es que lamentablemente, entre el primer tomo (Los pollos...) y el segundo (éste), los muchachos del cuenco de plata decidieron cambiar RADICALMENTE el formato del libro (que se mantiene en el tercero, sabiamente intitulado Y yo, ¿por qué no tengo banana?), con lo que no van a quedar lindos uno al lado del otro. He aquí el tipo de problemas pelotudos a los que nos exponemos los coleccionistas y acaparadores de libros y afines y que el lector de este blog no tiene por qué (y debiera no) compartir. Nada más.

domingo, 29 de diciembre de 2013

La multitud errante, de Laura Restrepo

1.
Laura Restrepo es una escritora colombiana contemporánea de la cual yo hasta ahora había leído un sólo título, Delirio, compelido por mi padre; una novela droga, de esas que se leen a las zancadas, cuyo contenido no recuerdo (más que el tagline: un hombre vuelve de un breve viaje de negocios y se encuentra con que su mujer se volvió loca) pero sí la sensación de intensidad que conllevaba. Ganó el premio Alfaguara en 2004. Muy recomendable. También es periodista Laura. Y chavista, veo ahora en Wikipedia. Bien por ella.

2.
Ahora, compelido por el mismo padre, leí esta otra, La multitud errante. Publicada originalmente en 2001, se consigue fácilmente (incluso la vi el otro día en mesa de saldos en avenida Corrientes) porque la sacó La Nación en una colección de esas baratas, de escritoras latinoamericanas, en 2006, y se lee igual de fácil. 101 páginas, capítulos muy cortos. Es la historia de Siete por Tres, un hombre que llega a un refugio para desplazados, y de la narradora (cuya identidad mantendremos en secreto) que se enamora de él. Por lo que puedo concluir de mis dos lecturas, Restrepo es alborotá para narrar en discurso indirecto. La historia de vida de Siete por Tres (que es la historia posible de un desplazado de los tantos que sufren esa realidad en Colombia, de la que poquísimo se divulga en nuestro país y de la que yo me informé cuando tuve que transcribir un programa de televisión colombiano al respecto), contada en pasado a través de otros personajes, se entreteje con el presente de la narración, que es el de ese refugio y el de la vida de la narradora, todo de una manera harto elegante y harto literatura latinoamericana.

3.
Me doy cuenta de que sólo tengo para ofrecer motivos por los que sí garpa leer este libro: La multitud errante es corto, está muy bien escrito, divulga el conflicto de los desplazados (aunque el que no sepa puede pensar que es todo invención, porque es increíble: lamentablemente no es), y es de amor. Aaaaoh.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Shakespeare nunca lo hizo, de Charles Bukowski

1.
El milagro de Navidad, o el nuevo gesto del papa Francisco, se llama: encontré un libro de Bukowski que no había leído. Y que además no es uno de esos libros inéditos que por algo permanecían inéditos. Shakespeare nunca lo hizo es, más bien, uno de esos libros que siempre veía incluido en la lista de obras de Hank, pero que yo nunca había visto con mis propios ojos. Creía que no existía en castellano. Resulta que le recomendé a Roxi que lea algo de Bukowski y para mí sorpresa se compró éste, en una librería, así nomás, como quien no quiere la cosa, como pancho por su casa. Me lo prestó, lo leí.

2.
Shakespeare nunca lo hizo (título original: Shakespeare never did this, o sea "Shakespeare nunca hizo esto"... Para mí hay un problema en la traducción del título, porque "lo" me remite a "eso", no a "esto", aunque es verdad que gramaticalmente está correcto... disquisiciones ñoñas con Ale Schonfeld) es el relato de la gira europea de Bukowski, que viajo en 1978 a Francia y a Alemania para leer en universidades y dar entrevistas, en un momento de su vida en que era más famoso abroad que en los EE.UU.

Me han pedido que escriba un libro sobre el viaje y he dicho que "sí", y para un hombre al que le disgusta viajar, ésa es una tarea infernal. Recordaba cuando Norman Mailer escribió sobre la llegada del hombre a la luna, para la revista Life, creo que era, y recordaba cuánto lo había sentido por él, y entonces pensé en el dinero que le habían dado por hacerlo, y pensé, bueno, sencillamente está consiguiendo pagar el beicon y el alquiler pegándole un puñetazo al viejo reloj del tiempo. Se rumoreaba que le habían dado un millón de dólares por escribir aquello. Yo era más afortunado: estaba escribiendo sin un adelanto y sin el compromiso de que me lo publicaran. Podía caer de lleno sobre mi culo y nadie saldría perjudicado.
3.
Qué decir, me encanta Bukowski. Como a todo el mundo, no me hago el especial. Sí, ya sé, qué bueno que te guste Bukowski.

viernes, 20 de diciembre de 2013

El núcleo del disturbio, de Samanta Schweblin

1.
Hace años, Marina Kogan me recomendó este libro y casi de inmediato lo vi en una mesa de saldos de la calle Corrientes. Creo que a 12 pesos. El título es buenísimo y en la tapa hay unos perritos.


2.
Cuestión que no lo leía, no lo leía, no lo leía. No sé por qué tardé tanto en querer leerlo: el libro es de esos de tamaño ideal, extensión ideal, letra grande, y además son cuentos así que tiene la ventaja de los cuentos, que es que los empezás y terminás sin tener que hacer grandes esfuerzos por recordar tramas o personajes, porque está todo ahí, autoevidente. Sin ir más lejos, si dejás un cuento por la mitad mucho tiempo, después lo podés empezar de nuevo sin grandes traumatismos. SIN IR MÁS LEJOS, en estos momentos en que escribo esta reseña, casi un mes después de la fecha que aparece consignada acá arriba (que, como siempre en este blog, corresponde a la fecha en que terminé de leer el libro reseñado), estoy leyendo 2666 de Bolaño y me pasó algo no diría terrible, no diría malo, pero sí podría decir traumático (en un sentido no negativo de la palabra, si es que existe y sino también). Resulta que yo empecé a leer 2666 en enero de 2012, y lo seguí leyendo ponele que hasta marzo del mismo año. Cuando terminé "La parte de los asesinatos", como le pasa a muchos lectores de 2666, estaba agotado. Igual llegué a leer la mitad de "La parte de Archimboldi", pero ahí me quedé. Ahora lo retomé (con vistas a mi futuro próximo viaje a México) pero al llegar a cierto punto de la parte de Archimboldi quise recordar qué sabíamos de Archimboldi en la primera parte del libro, "La parte de los críticos". Y me enganché, lo estoy leyendo de nuevo desde el principio. Ya estoy en "La parte de Amalfitano". Mi plan es saltearme los asesinatos de "La parte de los asesinatos".

3.
¿De qué estábamos hablando? De Samanta Schweblin. Merced a mi tara mental, que incluye una ley de cupos mental, siempre me alegra que se agregue un nombre femenino a la columna de nombres de acá a la derecha (nótese que pienso en términos de la columna de la derecha, y no por ejemplo en términos de "leer a una escritora mujer", a eso me refiero con mi tara mental. Otro día los invito a reflexionar -o a leerme reflexionar- acerca de cómo el desarrollo de este blog modificó y modifica mis hábitos de lectura). Si esta página permitiera agregar descriptores internos, me gustaría poder fijarme qué porcentaje de representación femenina hay en este blog. No debe ser muy alto. De Samanta Schweblin sabemos, a priori, que es mujer, que es joven, y que asistió al famoso taller literario de Diego Paszkowski. A posteriori, que nació en 1978 y que con El núcleo del disturbio ganó el premio del Fondo Nacional de las Artes y el Haroldo Conti. Bien por ella. Además, tiene otro libro, Pájaros en la boca, muy traducido.

4.
Me pareció desparejo, el libro. Algunos cuentos me gustaron mucho, mucho. "La pegajosa baba de un sueño de revolución" me gustó mucho. Hace algo increíble en este cuento: el protagonista es plural, pero el cuento actúa como si el protagonista fuera individual. Una operación similar hace en otro cuento que pongo en el top tres del libro: "Más ratas que gatos". Aunque no es exactamente igual: acá el protagonismo es múltiple. La Schweblin logra el protagonismo social. Gran cuento ese también. Y en tercer puesto, banco profundamente el cuento que se llama "El momento", en el que Vian y Sartre son personajes emplazados en la Patagonia. Ahora bien, sin dejar de reconocer que están muy bien escritos (y muy bien corregidos, alla taller literario), otros cuentos no me interesaron tanto. Y lo digo por el mismo factor que en otras críticas se menciona como lo mejor de la Schweblin: el molde Cortázar, el molde Bioy Casares de cuento fantástico. Sin dejar de ser muy buena, "El destinatario" o "Mismo lugar" entran más en esa matriz que ya conocemos pero no son "El cielo boca arriba" ni "Axolotl" ni La invención de Morel. Así que me interesaron menos, nada más. El que menos me gustó, sorprendentemente, es el que da título al tomo (porque contiene la frase que termina con "el núcleo del disturbio"): "La pesada valija de Benavides". Me pareció que desde la sorpresa en adelante, el cuento ya estaba contado.

5.
Estuvo bien leer a la Schweblin. En su página oficial se pueden leer algunos cuentos de sus dos libros, chek it aut.

martes, 17 de diciembre de 2013

Los hombres te han hecho mal, de Ernesto Mallo

1.
Bueno, viene pegada de la anterior. Esta es la tercera entrega de las aventuras y desventuras del comisario Lascano, ahora ex-comisario. Esta novela es más larga y más oscura que las dos anteriores. Dos elementos se mantienen incolumnes: el propio comisario Lascano, héroe argentino; y su historia de amor desencontrado con Eva Napolitano (¿ese era el apellido? chequear). Hay por ahí un personaje que había aparecido en Crimen pero no en Delincuente: el juez Marraco. Por lo demás, la novela está poblada por personajes nuevos, en un caso también nuevo y, como sucede en las dos novelas anteriores, autoconclusivo. Esta vez, una mujer de la high le pide a Lascano que averigüe qué pasó con su hija, asesinada hace muchos años, y con su nieta, desaparecida desde entonces. Todo parece estar vinculado con una red de trata de mujeres, que opera en Mar del Plata. No digo más.

2.
Digo más oscura por el tema. Mientras el tema del primero es el de los grupos de tareas de la dictadura (que se podría considerar histórico), y el del segundo es, en parte, el de los chorros organizados (mucho más liviano que los otros dos), el tema de la trata no sólo es presente, sino que es una de las cosas más terribles que pasan hoy en día. Las historias de pibas secuestradas con mentiras o por la fuerza para prostituirlas contra su voluntad, me parecen de un nivel de violencia absoluto. Se me hace sólo comparable con una cosa como el tráfico de esclavos de siglos pasados. Bueno, así que está eso. Y digo más larga por una cuestión objetiva, pero ni ahí me pareció "larga": es tan droga como las demás. Así que vuelvo a recomendar.

3.
El final del libro es el final de la saga: gran final de saga, Ernesto. Y me refiero al final final. ¿Lo habrá sabido desde siempre? I am looking forward to leer otros libros suyos.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Delincuente argentino, de Ernesto Mallo

1.
¡Mierda! ¡Qué final! Posta, no me lo esperaba ni ahí. Tremendo.

2.
Este libro es la segunda parte de Crimen en el barrio del Once, y ésta reseña es la segunda parte de su reseña correspondiente. [Con voz nasal]: "En el capítulo anterior", yo me pregunté si el libro que acababa de terminar tenía continuación, porque su final era abierto, pero a la vez no, pero a la vez... Y como cierre decía (yo, en mi reseña): "¿Habrá secuela? No encuentro nada en Internet. El título da a entender eso, pero puede ser un engaña pichanga. Espero que haya. Ernesto si estás leyendo esto respondeme que me muero". Bueno, sucedió, me respondió Ernesto en persona (virtual; véanse comentarios a la reseña suprascripta). Acto seguido, hice que la biblioteca en la que laboro comprara los dos libros siguientes protagonizados por el comisario Lascano: Delincuente argentino y Los hombres te han hecho mal. Acabo de terminar el segundo y me dispongo a comenzar el tercero.

3.
Delincuente argentino (AKA El policía descalzo de la plaza San Martín en la edición española) retoma la historia de Crimen en el barrio del Once (AKA La aguja en el pajar) en donde nos dejó (en vilo), sólo que algunos años después. Merced a la magia de la literatura, Lascano estuvo el último tiempo (aparentemente más de un año) recluido en una casa segura, recuperándose de las secuelas de su enfrentamiento final con uno o unos que no les digo para no espoilearles las cosas, y recién ahora se asoma a la nueva realidad argentina: democracia, alfonsinismo, yupis, primeros intentos de juicios a milicos y búsqueda de los desaparecidos y sus hijos. Me llamó la atención el salto temporal. No me acuerdo si está explicitado o fue mi imaginación, pero la novela primera se me hizo toda que era a comienzos de la dictadura, '77 o '78, y ésta sí no está explicitada pero seguro no es apenas asume Alfonsín, sino un poco más entrado el período, será '84 por lo menos. Pero en fin, quizás me equivoco, y sino, ahí está la magia de la literatura, tanto o más poderosa que la magia del cine (y también más difícil de invocar). La historia relata un nuevo caso del comisario Lascano, completamente independiente del caso Biterman, y en ese sentido se puede leer como una novela aparte. Sin embargo, todos o casi todos los personajes que nos quedaron vivos tienen continuidad en esta novela. Y sobre todo, continúa la historia de amor entre el Perro y Eva, que es el verdadero hilo conductor de la trilogía y la razón por la que sugiero perentoriamente leer los tres libros en orden (y también es lo que más me gusta).

4.
Esta también me gustó mucho. Quizás un poco menos que la anterior, pero igual mucho. El azar tiene un lugar mayor en esta historia. Y hay por lo menos una punta que se deshilacha. Pero en fin, la leen y la charlamos. El equipo de Resistirse es fútil ya se encuentra elaborando la tercera reseña de la serie. Permanezcan alertas.

sábado, 30 de noviembre de 2013

Mi vida sin tí, de Miju Lee

1.
Miju Lee es una coreana que se fue a vivir a Barcelona. Es diseñadora gráfica creo. Esta es su foto de perfil:


Miju Lee dibujó y escribió un librito muy chiquito que tiene Sonia en exposición en su biblioteca y que se intitula Mi vida sin tí. Consiste en una serie de situaciones ilustradas, en las que Miju sufre su soltería y su soledad. Es muy lulu porque escribe en un español muy imperfecto, y porque está todo dibujado así


y así

"No pasa nada, vengo para ver la peli" / "(No! Aún me queda postre!)"

y así.

"Mi vida está inestable" / "¡Mi vida está a punto de hundirse! HELP!"

2.
En un punto la empezás a putiar a Miju, porque si efectivamente hubiera estado TAN sola y efectivamente no conociera a NADIE, no hubiera publicado un libro en una editorial de Barcelona (Belleza Infinita). También la putiás por querer un novio rubio. Y también la putiás por tener tantos deseos de conocer a alguien para tener una relación de dependencia total (es lo que parece por lo desesperada, aunque también puede ser que la exageración sea parte de la idea del libro, y no lo que le pasa a ella en realidad). 

3. 
Es muy lindo el librito. Si lo ven en alguna librería lo pueden leer de dorapas junto al anaquel que es un toque y vale la pena. Besi.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Una línea, de Ayax Barnes

1. 
No lo iba a reseñar, porque lo leí a las apuradas en una parrilla, rodeado de gente (lo saqué de la mochila de Lercha, la señorita maestra, y lo leí de un saque). Pero cuando busqué en Internet me di cuenta de que este Barnes es el ilustrador de la primera edición de Un elefante ocupa mucho espacio (1975) que es la que leí (me leyeron) de pequeño y aún conservo. Y que además, es el ilustrador de un montón de otros libros de cuentos que leí o me leyeron de pequeño. Así que sólo voy a compartir el link de otra página, donde hay imágenes de Barnes. Esta es la página. Y acá hay una biografía. Y a continuación les dejo una de las ilustraciones del "Cuento gigante" (el que habla del gigante de ojos azules que amaba a una mujer pequeña), del mencionado libro de Elsa Bornemann. Siempre me pareció fabuloso este dibujo (es una página completa). Me sigue pareciendo. 


miércoles, 27 de noviembre de 2013

Clasismo homo, de Ioshua

1.
Lamento lo que voy a decir, pero el libro es una cagada. Se supone que es un libro-manifiesto, o una colección de manifiestos publicados por Ioshua en diferentes lados, sobre el -por él llamado- clasismo homo. Los problemas son varios: primero y principal, la palabra clasismo está mal usada. Incluso, en la entrevista hecha a Ioshua por el editor, que forma parte del libro, el entrevistador intenta acercar una descripción clasista del concepto de clasismo homo, y Ioshua la rechaza. Es como que eligió usar la palabra clasismo, que es muy fuerte, sólo porque le sonaba bien. Todo el concepto de Ioshua es que el Estado y la sociedad no tienen que opinar nada de nada, ni por sí ni por no, acerca de la sexualidad de las personas. Ni matrimonio igualitario, ni nada. Me parece una pavada. Pero, al margen, digamos que es una posición válida: no tiene nada que ver con el clasismo. Hay como unas tímidas referencias a la relación entre ser homosexual y ser pobre, que es para donde yo pensé que se iba a ir; era eso o plantear a los homosexuales como una clase explotada (difícil pero planteable), pero no, no arranca para ningún lado. En otros órdenes de cosas, todos los textos contenidos en el libro son más o menos iguales, sumamente retóricos, y no aportan nada a la discusión. Me sorprende, negativamente. Para tirar una de arena, sigo y seguiré ponderando Pija birra faso como uno de los mejores y más auténticos libros de poesía argentina que haya leído.

viernes, 22 de noviembre de 2013

La mafia del hidrógeno, de A. Salcedo

1.
Para que vean que no miento cuando digo que quiero procurarme y leer un libro determinado (viene de aquí). No sólo me lo compré, sino que además una mala mujer me cagó cinco pesos al vendérmelo en el CCM. 

2.
Poesía de ciencia ficción. Ya me predispusiste bien con eso solo. Un poema: 

II
La cabina estaba en llamas
“Capitán, la cabina está en llamas”
dijo la voz de la nave
Afuera, la velocidad era verdad
pero dentro, la cabina estaba en llamas
“Capitán, fuego en el sector 1”
El sistema de sobreoxigenación no funcionaba.
La temperatura rozaba el millón de ºK.
No era una simple combustión ígnea.
El capitán observaba a través de la ventana,
a sabiendas de la instantánea muerte
que hubiese significado acercarse
a un agente de la Mafia.
La cabina estaba en llamas.
“Capitán, sugiero evacuación absoluta”
Afuera el tiempo era puro
pero dentro la cabina estaba en llamas.

Más poemas de este libro en la página de nulu bonsai

miércoles, 20 de noviembre de 2013

La historia de mi máquina de escribir, de Paul Auster y Sam Messer


1.
Paul Auster eructa y le publican el efluvio. Este librito (64 p.) es en realidad más de Sam Messer (pintor, ilustrador) que de Auster.  El motivo real de publicación del coso son las pinturas y los dibujos que hizo Messer con el tema de la máquina de escribir de Auster y retratos del escritor, y los textos inanes e intrascendentes de Auster acompañan a éstos, y no son más que la excusa de publicación. En fin, se lee en una sentada (en el inodoro) y el ARTE "está gut", como dice un profesor que es un gomazo. Ejemplos:


martes, 19 de noviembre de 2013

Los perros románticos + Tres, de Roberto Bolaño


1.
Me acuerdo que lo compramos en unas vacaciones hace unos dos años ya en ese lugar jipi de Córdoba, y lo empecé a leer en la combi que te llevaba del pueblo al camping pero me detuve por miedo a terminármelo demasiado rápido. Y después lo colgué, estuvo dos años en la pila de los libros en estado de lectura actual
-que es lo mismo que decir estado de lectura en suspenso-, cuando lo agarraba para leer un poquito no entendía nada porque es un libro para leer con envión, hay que entrar en un clima -como pasa casi siempre con la poesía- y entonces lo volvía a colgar. Recién agarré y me forcé a leer todo lo que me quedaba de corrido: la pasé joya. Así que, aprendan de mis errores y léanlo todo junto, de una vez, y después quédense así, quietos, como hibernando, para ahorrar energías.

2.
Roberto Bolaño se mantiene en el podio de los más capos del mundo, y nadie lo sacará nunca de allí. Clap clap. Hace poco salieron notas sobre su persona por un aniversario, en Ñ y en Radar, y muchas eran una garcha. Ya hay gente que escribe sobre Bolaño en plan de desmitificarlo, de plantear una mirada crítica: pavadas. Para llamar la atención. Es bardear sólo porque te parece que todos deben ser bardeados un poco. No acuerdo. Bolaño corazón.

3.
Lo leí en esa edición semi independiente uruguaya que se consigue muy fácilmente y que no se si no es la única. Linda letra.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Velcro y yo, de Martín Rejtman


1.
Los remito a la reseña de acá abajo (salteando una). Leí Tres cuentos, me encantó, quise leer de inmediato el único libro que no había leído del capo de Martín Rejtman y acá estoy. Lo leí, me encantó. Este es un libro que salió originalmente en 1996, y se reeditó en 2011. Es muy noventoso en sus temas y alusiones. Se lee en dos patadas también. LEANLO. CORRAN A CONSEGUIRLO. Ah re.

martes, 5 de noviembre de 2013

Me verás volver, de Celso Lunghi


1.
¿Por qué todos los personajes, TODOS, "hunden" la mano en el picaporte? Qué raro.

2.
La novela está bien, es entretenida, es SUGERENTE... no da miedo, pero sí presenta algunas imágenes inquietantes. Y se lee en un periquete. O sea, droga es. Pero tiene mil problemas. MIL. Supongo que le dieron el premio por lo original, por lo joven del autor (igual Mairal era joven cuando ganó el premio Carlín con Sabrina Love y le rompe el toor), por ser el primer y único tipo que menciona a Beatriz Guido como influencia suya, y por lo ecléctico. Supongo eso para no suponer que no había un proyecto más a la altura. Todo bien igual con Celso eh. Lo recomiendo, a pesar de lo que digo. Pero me resultó predecible. Y no me gusta el título, que hace referencia directa a Soda Stereo sin tener nada que ver. En fin.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Tres cuentos, de Martín Rejtman


1.
Aparentemente, fue hace mucho que leí los otros libros de Martín Rejtman, Literatura y otros cuentos y Rapado. No aparecen reseñados acá, y este acá ya tiene unos seis años -los mismos que mi trabajo en la biblioteca, mmh-. Hace mucho también fue que con los chicos fuimos fanáticos de Silvia Prieto y de Los guantes mágicos, y un poco menos enfáticamente de Rapado(Estoy casi seguro de que fue durante los estertores del VHS, o más bien de la era Blockbuster -porque los estertores del VHS en realidad fueron después, cuando sólo quedaban los videoclubes de barrio con viejos VHS, algunos DVDs originales, y temporadas "pirateadas" de series como Lost-. Todavía quedan videoclubes, pero sobreviven gracias a los estudiantes de cine y a los reacios a la Internet, y ya funcionan como locales de culto, un poco como funcionan las comiquerías -en el sentido de que los usan pocas personas con cierta especialización cultural, no sé, profesionales jovatos, o mi tía que mira pelis francesas o iraníes contemporáneas y que igual creo que ya se hace bajar las pelis por mi primo-). Hace menos fue que vi Copacabana, y también la fabulosa Entrenamiento elemental para actores, en la medida en que fueron saliendo. Todo esto para decir que Martín Rejtman es para mí uno de los contemporáneos más capos, lejos, y que lo corroboro en este libro. Es más: lo recuerdo con este libro, porque un poco me había olvidado de lo mucho que me gusta lo que hace y lo capo que me parece. Agarré el libro más porque me pareció que lo iba a leer rápido, a lo droga, porque recordaba su virtud de ser literatura liviana, que por el otro motivo menos particular, más general y abarcativo, de ser re capo. Qué capo.

2.
Es tan capo que hay un montón de cosas de la vida que son "muy Rejtman". Por ejemplo, pensé en un momento, si me roban la bici me voy a sentir en un cuento de Rejtman. (Toco madera y me toco un huevo). O el otro día, cuando fui en un remis al Luna Park y el remisero resultó ser pastor evangélico y no paró nunca de hablar, fue muy Rejtman.

3.
Tres cuentos es el libro que salió este años. Los tres cuentos son muy buenos, y están ordenados en sentido creciente. El primero me gustó mucho, el segundo me gustó más, el tercero es fabuloso, fantástico, magnífico. Sería una gran película de Rejtman, pero necesita mucho presupuesto. En un flash tiene algo de El año del desierto también. O sea no, pero vieron que yo relaciono todo con El año del desierto. Quiero decir que tiene elementos fantásticos -en el sentido del género- y eso me sorprendió en grado sumo. Ahora, AHORA, voy a leer Velcro y yo.

domingo, 20 de octubre de 2013

Una boda en Brownsville, de Isaac Bashevis Singer

1.
Recomendado por mi papá desde siempre, y más reciente por Joni también (que leyó El mago de Lublin, creo), terminé de convencerme de leer a Bashevis Singer por esta contratapa de Juan Forn. Nacido en Polonia, en ese entonces parte del Imperio Ruso, el 14 de julio de 1904, y fenecido en Miami, en ese entonces parte del Imperio Yanqui, el 26 de julio de 1991, el Isaco es famoso por: 
a. Escribir en idish. En su etapa yanqui traducía al inglés él mismo, y las versiones en inglés son las que se tradujeron a otros idiomas como el castellano: es curioso porque son de alguna manera segundas versiones del propio autor. Esto está relatado en la nota de Forn mencionada recién. 
b. Ganar el Nobel en 1978, supongo que motivado por el hecho de escribir en idish, una lengua ahora sí muerta.

2.
Muchos deben haber leído a Bashevis Singer, pero el que seguro lo leyó es Etgar Keret.

3.
El cuento "El ayuno" tiene la fórmula de una película de Lars Von Trier. Te presenta desde cierto lugar (externo) a un hombre religioso que por motivos eminentemente psicológicos está pasando por una etapa de delirio místico. Luego abandona ese lugar, y te mete en el del personaje. Ahora el delirio parece más real, la pretensión del hombre de ayunar más que los santos de la Biblia encuentra un fundamento lógico, aunque persiste el de la locura en primer plano. Hasta que ocurre algo mágico (o una alucinación) (o algo mágico). La lógica que se revela como verdadera no es la moderna, sino la mágica, medieval. Fin. Me gustan mucho esas historias que permiten un gran uatafac (qué carajos, en español), y a la vez bancan la parada del pensamiento premoderno. Y en el caso de Bashevis es mejor porque no es posmo, ¡es antimoderno! y no parece ser una pose. Una comparación entre el mundo de Lars en películas como Anticristo y Contra viento y marea y algunos cuentos de Bashevis Singer da para un paper. Capaz alguna vez lo haga.

4.
Muchos de los cuentos de este libro podrían compartir una antología con los cuentos fantásticos de Bukowski. Por la fórmula de la que hablaba más arriba, y por el humor negro.

5.
Voy a leer más de Isaac, seguro, pronto. Me parece un escritor de la san puta. Y me parece que tiene un mundo interesantísimo. Se sale totalmente de las historias de shtetl que me podría haber imaginado hasta ahora. ¿Saben a qué me hizo acordar, por ejemplo? Al cortometraje que se halla al comienzo de la película de los hermanos Cohen, Un hombre serio. Bueno, y a la película en sí. Es una forma del judaísmo yanqui mucho más interesante que la nana Fine o Barbra Streisand. Y hablando de Barbra: la película Yentl está basada en un cuento de Bashevis Singer, contenido en este libro. El cuento está espectacular: es mucho más oscuro, sexual y ambiguo que lo que la película que me mostraron en la primaria jamás podría ser. Me dieron ganas de hacer una versión moderna, sólo para hacerle honor al cuento.

jueves, 17 de octubre de 2013

La novela luminosa, de Jorge Mario Varlotta Levrero


1.
Terminé de leer La novela luminosa y leí la introducción de nuevo. Ahí dice que El discurso vacío y Diario de un canalla son de alguna forma continuaciones de La novela luminosa. ¿Quién me los presta?

2.
Amé. Mucho. Gracias Ceci Ursi por la recomendación. Sin embargo, no creo que todos vayan a amar. El libro que en tapa dice La novela luminosa debería llamarse en realidad Diario de la beca, seguido de La novela luminosa, como las novelitas de Casas. Porque es así: el diario de la beca es la muy mayor parte del libro. El Diario de la beca, sinopsis: En el 2000 a Levrero le dan una beca Guggenhaim para que termine La novela luminosa, que había empezado veinte años antes y nunca había podido completar. Para poner a funcionar la escritura, empieza el diario de la beca. Es un diario, donde escribe cosas cotidianas. Que además, porque el tipo está bastante loco, son pocas y repetitivas: historias relativas a su computadora -y al uso patológico que le da-, a sus alumnos de taller, a su salud, a una paloma muerta en una terraza aledaña. Y también algunas historias relativas a personas: a Chl, una mujer, a su médica, su ex-mujer, algunos amigos. Y en el medio, opiniones sobre literatura, música, la vida. Y de pronto magia. Hay un momento en que el diario de la beca se vuelve tan flashero que pensé que el tipo había convertido su diario en una novela de ficción (propiamente dicha, que de todos modos lo es: el diario tiene trabajo de corrección, lo dice él mismo. El diario lo decidió publicar él.)

3.
La novela luminosa es mucho más corta, y muchas cosas de las que lees ahí las leíste de otra manera en el Diario. Es un encanto, pero no sé cómo se leería sin la lectura previa del Diario (y no puedo saberlo). Supongo que peor. Lo que sí es notable, muy llamativo, es que entre el Diario y La novela parece haber un cambio ideológico. No porque se contradigan, en lo absoluto: sino porque todo lo que descarga en La novela -que no es una novela propiamente dicha sino más bien, como dice él mismo, un artefacto ligado más al género panfletario- parece estar escrito por otra persona, o, mejor dicho, por una persona que tendría otra vida cotidiana y otras reflexiones en su diario, que las que te encontrás, sorprendentemente, en el Diario. Para un lado y para el otro. Sobre todo lo digo con respecto al último de los capítulos, que se titula "Primera Comunión".

4.
Mario Levrero es un gran escritor. Gran. Y tiene una prosa muy pregnante. Igual creí que cuando me tocara escribir esta reseña iba a verme en la situación de estar escribiendo como él, y lamentablemente no está pasando. (Esto es un comentario Levrero: Google no reconoce la palabra "pregnante" y en su lugar me sugiere "repugnante". Tampoco reconoce, y esto siempre me sorprende, la palabra "Google".)

5.
Cierre con frases imperativas: Si ya saben que les gusta Levrero, no dejen de leer La novela luminosa. (En un momento me pregunté: ¿tiene Levrero en Uruguay la importancia que debería? ¿Es La novela luminosa un best seller en Uruguay, o por lo menos en el sentido en que puede serlo Bolaño en algún lado -seguramente en España-? Si son uruguayos, no dejen de leer a Levrero). Si no saben si les gusta Levrero, pero les gustan los diarios, lean La novela luminosa. Si sólo les gustan la novelas propiamente dichas, dejen. Se la van a perder.

6.
Una cosa más. Leí todo el diario sin saber qué aspecto tenía Levrero en la realidad real. En un principio creí que se parecía a uno de esos viejos con obesidad mórbida que se cierran el cinturón a la altura del pecho y se meten la chomba adentro del pantalón, y nunca se cortan las uñas. Más adelante -cuando deja el tono patético con respecto a las mujeres- pensé que debía ser más bien un viejo flacucho pero más o menos entero, con barba pinchuda y actitud nerviosa, como un personaje de South Park. Bueno, no era ninguna de las dos. A los potenciales lectores de La novela luminosa les recomiendo el ejercicio: no busquen la foto, la realidad es bastante más convencional.