jueves, 3 de diciembre de 2015

Kryptonita, de Leonardo Oyola

1.
Justo cuando estaba por salir la película (se estrena hoy), mi papá me dice por wasap que si paso por su casa me lleve un libro que me deja en la mesa que se llama Kryptonita. Hace tiempo traía ganas de leerlo, pero el precio en librerías es un despropósito (250 pesos, un libro de 220 páginas con letra gigante y ese papel malísimo que trasparenta y hace que se ven las letras de la página de atrás, no da. Mondadori en general tiene esa relación de mierda precio/calidad). Así que joya.

2.
A veces pongo la etiqueta "droga" (que identifica a los libros de lectura adictiva) haciendo un poco de trampa, o más bien ampliando el criterio. O sea, hace poco le puse droga a Historia del siglo XX, cualquiera. MOMENTO DE LA AUTOCRÍTICA DEL BLOG: Al principio del blog, droga eran esos libros que no podés dejar de leer pero en serio, que querés leer en vez de ver una serie cuando te vas a acostar, por ejemplo. Stieg Larsen, George Martin, los de Mallo, etc. Después lo amplié a libros que se leen fácil, más que con ansias, como el de Hobsbowm que podríamos decir que es droga si en el mundo sólo existieran libros de historia (Dios no lo permita). Todo esto para decir que Kryptonita SÍ ES DROGA y que prometo volver al criterio restringido original.

3.
Kryptonita es la octava novela de un argentino que se llama Leonardo Oyola y, como ya es de público conocimiento, presenta en exclusiva a Nafta Súper, superhéroe delincuente de Isidro Casanova, y a sus amigos Lady Di, Ráfaga, Faisán, Juan Raro, Federico y la Cuñataí Güirá, todos ellos versiones acriolladas de Supermán, la Mujer Maravilla, Flash, Linterna Verde, el Detective Marciano, Batman y la Chica Halcón (a esta última debo reconocer que no la tenía, y que recién después de terminar de leer la novela y googlear reseñas descubro quién es). O sea: los protagonistas de Krytonita vendrían a ser una versión villera de La Liga de la Justicia, AKA Los Superamigos, es decir los astros del universo DC. Creo que a esta altura de las circunstancias no hacía falta aclararlo, pero por las dudas. También leyendo reseñas y notas de periódico me entero de que hay una línea de cómics de DC que se llama Elsewhere, cuya propuesta consiste en plantar a los superhéroes (creo que a Supermán en particular) en espacios otros que los biensabidos Estados Unidos (qué hubiera pasado si la nave moisés de Kal El hubiera caído en Ucrania, por ejemplo), y que por ende Kryptonita es un Elsewhere en Isidro Casanova. Parece ser además que Kryptonita está plagado de citas menos conspicuas y más nerds que las que uno, lector bastante nerd en mi caso pero bastante ajeno al mundo de los superhéroes yanquis, puede llegar a decodificar. Lo bueno es que no importa nada de esto para disfrutar la novela, porque la historia no es una excusa para hacer chistes nerds, sino más bien lo contrario, los chistes o citas nerds son un plus a una historia muy bien contada y muy atrapante que paso a resumir:

4.
Un nochero, médico de guardia que trabaja de cubrir a otros médicos que debieran estar de guardia en el hospital público Paroissien, recibe, casi al final de un turno de 72 hora, dos problemas consecutivos: un "pibe chorro" casi muerto al que la policía no quiere que atienda, seguido de la banda de Nafta Súper, que trae a su líder en crítico estado de salud. Los superheroes, perseguidos por la justicia, toman el hospital y se parapetan a la espera de la salida del Sol, que, están seguros, revivirá al Hombre del Mañana. En esa situación de asedio, jalonada por intervenciones de los villanos que van rodeando el edificio, los miembros de la banda van contándole al médico nochero y a la enfermera Nilda distintos episodios de la vida de Nafta Súper. Todos sabemos que antes de que salga el Sol, se dará el enfrentamiento, y lo esperamos con ansias. Gran acierto de narración colocar como protagonista (o narrador testigo, como decían en clase de Lengua) a un hombre común. También gran acierto la estructura de Western del fuerte asediado. Y muy gran acierto que la mayor parte de la narración la lleve adelante Lady Di, la Mujer Maravilla trans, que acerca una novela que en principio se parecería más a otras del género bonaerense fantástico como El campito de Juan Diego Incardona -y ahora no se me ocurren más, pero hay-, a La Virgen Cabeza, de Gabriela Cabezón Cámara, creando una combinación muy interesante que hace dialogar el libro con otras literaturas además de la intertextualidad con el Universo DC.

5.
Dicen que la película peca de buscar respetar el libro al pie de la letra. Me encanta. Ojalá que sea igual. Después les cuento.



6.
Postscriptum: Vi la película. No está buena. El trailer vende humo. La parte del Paroissien está calcada del libro -excepto lo del diablo amarillo, que no está-, pero los flashbacks que son la carne del asunto están resumidos a su mínima expresión, con lo que la película son planos de los personajes charlando, con mucho paneo boludo y graves problemas de ritmo. Una pena. La música está buena. Lautaro Delgado también.

1 comentario:

ericz dijo...

Que plaga las hojas transparentes. Mondadori fabrica los libros como el orto. Desde el papel hasta el tamaño, los márgenes, el pegado.

Che, el libro me pareció muy flojo.