miércoles, 13 de marzo de 2019

La inocencia, de Marina Yuszczuk

1.
Me enamoré de este libro, un montón. Tendría que haber traído más libros como este a estas vacaciones, me dio todo lo que necesitaba. No lo pude dejar de leer, hubiera querido que fuera mucho más largo. Por qué estoy haciendo todas oraciones divididas por una coma, no sé. 

2.
Marina Y. escribe una novela autobiográfica, habla de su infancia, su juventud, y su vínculo en ese tiempo con "la religión", una secta que mi ignorancia me impide saber si se trata de los Testigos de Jehová, o los Adventistas o de cuál, pero una de esas religiones cristianas protestantes con estrictísimas normas de pertenencia y una fuerte separación entre los propios y los ajenos. Marina escribe de memoria, sin constatar los hechos, porque es ella la que escribe y lo que importa es lo que ella recuerda, o inventa, o quiere contar. El presente de la enunciación aparece y reaparece. En un momento Marina dice: "es espantoso quemar la propia vida en una novela, me está dando muchísima pena, así que a partir de ahora voy a empezar a inventar todo". En otro momento dice: "Estoy cansada de escribir este libro y me falta muchísimo". Adorei.

3.
La novela tiene una libertad formal espectacular, se interrumpe por otros relatos que también son hermosos, que tienen que ver y no a la vez, y que me hicieron acordar al libro de cuentos que leí de Gabriela Bejerman.

4.
También me acordé de César Aira mientras leía, casi traigo una novela de ese sujeto infalible y al final no lo hice, y La inocencia cumplió en mis vacaciones con el rol que hubiera esperado de una novela de Aira. 

5.
Está todo bien con este libro. Léanlo. Es de la editorial rosarina muy bonita Ivan Rosado.

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