martes, 5 de marzo de 2019

Stoner, de John Williams

1.
Es, efectivamente, como dicen las frases hiperbólicas de periodistas en tapa contratapa portada y solapas, una obra maestra. La novela inventa la biografía de William Stoner, un yanqui que nace a fin del siglo XIX en una granja, y que muere unos años después de la Segunda Guerra Mundial, en un hospital, sin épica. Toda la novela carece de épica, en un sentido buscado: a Stoner no le pasan muchas cosas, más bien le pasan pocas y puntuales, y el experimento de John Williams (el escritor norteamericano con el nombre más genérico del mundo) parece ser lograr la totalidad que siempre buscan los yanquis -la gran novela americana- recortada en un tipo a quien las cosas le pasan por adentro. El resumen es simple: Stoner es el hijo único de una pareja de toscos granjeros -a quienes no puedo evitar imaginarme cómo los del famoso cuadro del gótico estadounidense- que a los 18 migra a la vecina ciudad de Columbia para asistir a la novedosa carrera de agronomía. Nevertheless (nunca menos), algo le ocurre: conoce la literatura. Desde entonces dedica su vida a la literatura, dentro de la universidad. Hace una modesta carrera como profesor, escribe un libro, da clases. En un momento se enamora, se casa, el matrimonio va mal, tiene una hija. Se hace dos amigos, uno muere. Se hace un enemigo en la universidad. Les estoy espoileando todo, pero en realidad no importa. Lo grosso de esta novela droga es que, sin espamentos, cada episodio en la vida anodina de William Stoner se vuelve para los lectores de alto impacto, lleno de suspenso. Eso se logra por dos métodos, me parece, o dos recursos: la empatía total con Stoner, y un manejo magistral -creo que ahí está lo que vuelve a la novela una obra maestra- del ritmo de la narración. Pasan años, pero a veces pasan días y a veces minutos. Debía ser amante de los capos rusos tipo el más capo Fédor Dostóievski este John Williams. También debía ser amante, o envidioso, capaz no le gustaba pero usa recursos parecidos y es de la misma época y país, de mi amigo premio novel capo total este de Las uvas de la ira que no recuerdo ahora como se llama. Y ahora sí recuerdo, se llama John Steinbeck. Bueno, eso. La novela es re droga y es muy linda, el final es genial y no tengo nada más que decir sobre esto.

2.
Ah, sí, una cosa más para contar: esta novela es un rescate, como sucedió con por ejemplo La conspiración de los idiotas, una novela publicada sin éxito en su momento, republicada ahora setenta años después y convertida en un best seller.

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