1.
Magrio y Marcos escribieron esta novela, según contaron en la presentación, como un cadáver exquisito de capítulos: sin planteo previo, respondiéndose el uno al otro por vía postal virtual, en plena pandemia. Teniendo la data se me hacía al principio muy difícil no querer adivinar quién estaba escribiendo en cada caso (en algunos casos estoy seguro). También dijeron en la misma presentación que la novela tardaba 40 páginas en arrancar. Yo creo que tarda un poco más, pero es verdad que eventualmente arranca y se acelera. Buena lectura, la pase muy bien. Siempre a favor de las novelas con capítulos breves que te permites disfrutarla en el Throne.
2.
La novela cuenta con:
- una imprudente cantidad de chistes, que juegan a favor y en contra de la novela;
- una importante cantidad de tramas, que hacen peligrar la estructura (pero no colapsa);
- un buen nivel meta, de lo mejor del asunto;
- un protagonista tipo Shinji, que no me terminó de gustar (o era muy boludo, o hacía disquisiciones filosóficas; lo escribieron muy inteligente para lo boludo que debía ser);
- un personaje, narrador eventual, que sólo conoce la primera persona (nice);
- cacofonías con el videojuego (de los mismos autores) Ciudad Anómala de Buenos Aires;
- unos dibujos INCREÍBLES de Andrés Toledo Margalef;
- una besha factura, admirable sobre todo en su carácter de autoedición.
3.
Se lo compran a los autores, chiflándoles. Miren, prueben.
No hay comentarios:
Publicar un comentario