viernes, 23 de mayo de 2014

La muerte de Artemio Cruz, de Carlos Fuentes

1.
Cambié de trabajo, cambió el uso que puedo hacer de mi tiempo frente a las pantallas (aunque no cambió la cantidad de tiempo que pasó frente a las mismas) y por primera vez en la historia de este blog no tengo tiempo para reseñar, casi. Tampoco tengo tiempo para leer, a decir verdad, con lo que mis estadísticas personales de lectura se proyectan como las más bajas de los últimos años. Aquí a la derecha pueden observar cuántos libros leí por año desde 2008, y comprobarán que la tendencia era alcista. Bueno, se viene la crisis de Wall Street de RESISTIRSE ES FÚTIL. En fin, que tardé demasiado en terminar de leer La muerte de Artemio Cruz.

2.
Por qué leí La muerte de Artemio Cruz: A. Porque no había leído nada de Fuentes hasta ahora. B. Porque me fui a México (y volví). C. Porque se murió García Márquez (sí, por eso también). D. Porque es de la colección CLUB Bruguera que colecciono y que intento leer para justificar el gasto y que mi coleccionismo no sea sólo satisfacción consumista, onanista y decorativa. Además me encanta el formato de los libros de la colección esta.

3.
Por qué quería leer a Fuentes: A. Motivos primitivos: en la secundaria hubo un año que en Literatura había que elegir un libro para leer, y una opción era La balsa de piedra, y todos estaban re copados y yo no lo conseguí (y elegí otro, ¿cuál era?). (Importante aclaración: ahora me doy cuenta gracias a la web de que La balsa de piedra es de José Saramago; o sea nada que ver con Carlos Fuentes. Sin embargo, como en mi cabeza La balsa de piedra era de Fuentes, el motivo A sigue siendo igual de válido). B. Motivos recientes: Vi Los Caifanes, con guión de Carlos Fuentes. C. Motivos más recientes: en mi recorrido por librerías de viejo mexicanas me percaté de que Fuentes es, con Paz, uno de los escritores mexicanos más... mexicanos, y me pareció un bache en mi cultura que debía ser rellenado.



4.
Qué me pareció: Bien, gracias por preguntar. Me pareció muy bueno. Me pareció un trabajo de locos también. Me pareció un poco anacrónico el gesto, o sea, no en su momento, sino que escribir un libro así hoy no tendría sentido. Me pareció que Fuentes trata de escribir LA NOVELA MEXICANA (¿lo logró?), o sea una novela total que hable de los mexicanos y de la historia mexicana y todo a la vez. Me pareció asombroso que sea la obra de un pibe de 34 años de edad. Me pareció entretenida y me pareció aburrida, según los momentos. Qué más. Qué más querés. Eso. Fin.

sábado, 12 de abril de 2014

Noche terrible/Tarde de domingo, de Roberto Arlt

1.
Son dos cuentos del Roberto, y están contenidos en uno de esos libritos de la colección Alianza Cien que se consiguen por 7 pesos 7 (no sé la inflación, estarán 10 ahora, hay gran variedad en las librerías frente al San Martín), que al tacto parecen un DNI de los que están por caducar y que por sus dimensiones reducidas califican de libros-para-viajes-sin-mochila y de "libros chiquitos" según la clasificación oficial de mi biblioteca.

2.
"Noche terrible" empieza sorprendentemente con una pajita. El escenario es un zaguán, claro está.
Julia apoya delicadamente una mano en el sexo del hombre.
Resuenan pasos en la vereda y se apartan. Desaparece el transeúnte y él se derrumba verticalmente sobre ella, trabajosamente mantiene entreabierta su ropa; ella lo oprime y lo acerca a su centro y de pronto él eyacula en el aire.
Nótese que "ella lo oprime y lo acerca a su centro" significa que lo pajea. Qué maestro.

lunes, 7 de abril de 2014

El evangelio según Clark Kent, de Richard Viqueira

1.
En México nos compramos unos cuantos libritos de teatro de la editorial Paso de Gato. Están buenos porque tienen un formato muy original, que se abre tipo libreta para leer todo como una sola página larga y vertical.

2.
Esta es una obra de 2007 en la que Supermán se encuentra con Jesucristo. También está Luthor (mismo actor que Judas), Magdalena (mismo actor travesti que Luisa), y Clark, que es otro actor que Supermán. Obviamente, todo en tono de comedia de enredos.

3.
Dice el autor en las notas de autor:
El evangelio según Clark Kent es una crítica a toda forma de "historia oficial" que sirva para perpetuar en el poder a grupos hegemónicos, tanto del ambito ideológico, como del económico y religioso. Sanarnos a carcajadas es la única religión que nos queda. Sólo eso o creer en superhéroes o dioses. ¡Dios está muerto, pero también Supermán y Marx! ¿entonces en quién creer?

4.
Debe estar re buena.

sábado, 5 de abril de 2014

El gaucho insufrible, de Roberto Bolaño

1.
Ahorrémonos el aplauso, que va de suyo.

2.
Así como Los detectives salvajes es el libro más mexicano de Bolaño, y Estrella distante y Nocturno de Chile los más chilenos (y Una novelita lumpen el más italiano), El gaucho insufrible es el libro más argentino de todos. Por un lado, por temática: dos de los cuentos centrales ocurren en Argentina. Pero también,y más que nada, por notorias influencias argentinoides. Al mismo tiempo, es el libro más intertextual (por concentración de intertextualidades; por cantidad no podría serlo, pero eso por su extensión, no por otra cosa).

3.
El primer cuento del tomo se llama "Jim" y es el peor cuento de Bolaño que haya leído. Como es muy corto, "Jim" deja la misma impresión que este corto que no es de Haneke sino una parodia pero que muchos compu-espectadores creyeron auténtico. De todos modos, como siempre, me pregunto si el estilo a Bolaño le salía solo o cómo cazzo hacía.

3.
El segundo es "El gaucho insufrible" (dedicado a Rodrigo Fresán, a quién mencionamos recientemente en relación con Bolaño en la reseña de 2666). En la contratapa, el anónimo reseñista-publicista de Anagrama menciona respecto de este cuento "los efluvios nada santos de Macedonio Fernández y Gombrowicz". No leí a ninguno de los dos (me avergüenzo), pero me sorprende que mencione a Macedonio y a Gombrowicz antes que a los dos enormes elefantes en la habitación: el elefante ciego, Borges y el elefante tímido, Cortázar. El cuento es prácticamente una versión de "El sur"; los conejos de este cuento recuerdan, y no creo que de casualidad, a los de "Carta a una señorita en París", que dicho sea de paso fue el primer o segundo cuento que leí de Julio allá por mis años de adolescencia y fanatismo cortazariano. También quiero decir sobre "El gaucho insufrible" que me descolocó y encantó a la vez la circunstancia de diciembre de 2001 para la situación de la historia: me hizo sentir muchísimo más cerca de la obra de Bolaño que nada antes nunca. Por cierto: lamentablemente, Bolaño no pudo haber leído El año del desierto por una cuestión biográfica, pero es posible que Pedro Mairal haya leído este cuento; ¿tendrán algo que ver?

4.
Luego sigue "El policía de las ratas": top one. Es un spin-off de un cuento de Kafka. "Josefina la cantora". Puede leerse completo en internet, por ejemplo en este blog de sicotizante diseño.

5.
"El viaje de Álvaro Rousselot" se sitúa en el mundillo literario porteño de los '50, en el porteñismo afrancesado de muchachos como los de la revista Sur (nótese el nombre francentino del héroe) y tanto a mí como al (corroboro ahora) reseñista-publicista de Anagrama nos hizo acordar a Bioy Casares. Es un buen cuento. En relación con la obra anterior de Bolaño (anterior en mi cronología de lecturas) para mí es de la familia de cuentos depresivo-contemplativos como el que se llama "Gómez Palacios", de Putas asesinas.

6.
"Dos cuentos católicos". Ovación de pie con contractura.

7.
Y después siguen, para cerrar el tomo, dos ensayos literarios que fueron conferencias: "Literatura + enfermedad = enfermedad", y "Los mitos de Cthulhu". (Me encantaría verlo a Bolaño leyendo alguno de los dos textos, pero por lo pronto no está en youtube). Son muy conocidos ambos textos. El primero era citado por todo el mundo en los suplementos culturales cuando salieron esas notas sobre Bolaño hace pocos meses por no sé qué aniversario. (Debe haber sido el año pasado, por la década de muerte de Roberto). Está buenísimo, es un poco confuso, está escrito en parágrafos que recuerdan al modo poético y confuso de Walter Benjamin. También me recuerda al amigo George Perec. El segundo texto no es sobre Lovecraft, a pesar de su título: se trata de una suerte de panorama de la literatura en español, en el que Bolaño hace un poco de quilombo y bardea un poco a todo el mundo. Una sola cosa quiero resaltar: Bolaño empieza estableciendo un paralelo entre Pérez Reverte y Vázquez Figueroa. En relación con esto véase: yo, mi reseña a la novela gráfica de Limpieza de sangre, donde establezco una comparación similar. Me siento profundamente legitimado.

sábado, 29 de marzo de 2014

Proximidad del amor, de Tracey Emin

1.
Tracey Emin es una artista británica que forma parte de los llamados Young British Artists, unos muchachos que aparecen en los noventa, el más famoso de los cuales es Damien Hirst -el del tiburón embalsamado y la calavera con diamantes-. En verano de 2013 hubo una exposición de la Emin en el MALBA. Se llamaba How it feels y consistía en una serie de videos, que para mí son cortometrajes de acá a la China pero que en el marco de un museo se presentan como videoarte (¿cuál es la diferencia? ¿el museo?). Los videos, como sea, están buenísimos. El que más me gustó es éste, que por otro lado es el único que encuentro en la red y que lamentablemente no está subtitulado (el relato lo es todo en este caso).



2.
En la misma movida, el museo y la editorial Mansalva sacaron este libro, que es una compilación de notas de la columna semanal de la Emin en el diario The Independent, de Londres: My life in a column. La verdad es la siguiente: a pesar de que a Vicky, que le prestó el libro a Mariano, y al propio Mariano (a través de quién lo leí yo), el libro les pareció requete lindo, a mí no se me movió un pelo. Yo creo que los motivos de mi desencanto fueron estos: a. La traducción me parece malísima. No incorrecta, sino desabrida. Seguro que tiene mucha más onda lo que dice la Emin cuando lo escribe con su slang de británica reventada. Sino vean el video de nuevo y escúchenla. En la traducción del libro se intentó evidentemente trasladar lo arrabalera de la Emin al castellano, pero se perdió la gracia en el camino. Demasiada literalidad. b. Este motivo es puramente subjetivo: No me identifiqué con la Emin, para nada. Hasta me hinché un poco las bolas de que esté tan deprimida siendo tan millonaria y talentosa. Get over it, Tracey. c. Me parece que a los compiladores les costó encontrar las mejores columnas, porque el libro es desparejo. Algunas sí me gustaron mucho, pero en otras es como que Tracey Emin usa su columna semanal para nada de nada. De hecho, lo dice ella misma en el prólogo: "...me daba cuenta cuando había escrito una mala, pero en una columna semanal, algunas no tan buenas pueden imprimirse igual". Bueno, en un libro ese no es un buen criterio.

3.
Excursus final: Mientras estaba la muestra de la Emin en el MALBA, Vicky estaba trabajando de orientadora de sala en ese museo. Su experiencia se está por convertir en una obra de teatro, intitulada Diario de una orientadora de sala, escrita por el dramaturgo contemporáneo Mariano J. Clemente, quien se basó a su vez en el diario en tuiter que Vicky mantuvo a lo largo de su experiencia. La obra promete mil y es de desear que todos los humanos y las humanas puedan ir a verla.

miércoles, 19 de marzo de 2014

El doble, de Fiódor Dostoievski

1.
Fiódor es el escritor decimonónico más divertido que hay. Para más alabanzas a Fiódor, diríganse a la etiqueta correspondiente al final de esta reseñita.

2.
Es la primera vez que me encuentro con elementos tan abiertamente fantásticos en la literatura de Fiódor. El argumento de El doble es sencillo y a estas alturas trillado (pero no a aquellas): Yakov Petrovich Goliadkin, un neurótico insoportable y un funcionario menor, quien está orgulloso de su por otro lado mediocre vida, ve cómo todo su mundo -su trabajo, su relaciones sentimental y sociales- se dirige inexorablemente al caño por la aparición de un hombre exactamente igual a él. El doble de Yakov Petrovich Goliadkin hasta lleva el mismo nombre, aunque nadie nunca los confunde, ni se sorprende por el portento, ni nada, salvo el propio duplicado (y el lector). El doble se muestra como un ser infinitamente amable y entregado frente a los demás, pero cuando se encuentra a solas con Goliadkin (y con el lector) hace gala de la mayor porfía, y lentamente lo va volviendo loco (y a nosotros con él... cómo lo cagaríamos a trompadas al doble eh... y a Goliadkin también, claro está).

3.
No sé nada de nada, pero desde este lugar comento: Pareciera como si todo Kafka saliera de El doble. O de El doble y de Bertleby, aunque creo que está confirmado que Kafka nunca leyó Bertleby (y en cambio sí a Dostoievky). (Alguien que me desasne por favor). Por otro lado, como decíamos más arriba, el tema de El doble ha sido trillado ya más explícitamente, por ejemplo en El hombre duplicado de Saramago (que no leí y que está en los cines en este momento con pésimas críticas).

4.
Como siempre, Dostoievsky se lee en dos patadas, y es altamente recomendable para viajes, gripes, depresiones y trámites largos.

martes, 18 de marzo de 2014

Bad Boy, de Frank Miller y Simon Bisley



1.
Bad Boy es una historieta autoconclusiva con guión de Frank Miller (Sin City, 300) de 1997.

2.
Es como el capítulo de Black Mirror ese de la mina a la que quieren cazar (S02E02). Eso es todo lo que tengo para decir sobre esto.


lunes, 17 de marzo de 2014

El traductor, de Salvador Benesdra

1.
Muchas veces, cuando me siento a hacer este blog, lo primero que hago es entrar a un buscador en línea (adivinen cuál... ¡sí, exacto, Altavista!) y buscar otras reseñas, de otros humanos, para ver qué es lo que ya se dijo al respecto del libro que corresponda. En este caso la muestra es bastante chica, más abajo les dejo los links, por si quieren hacer sus tesis doctorales sobre la obra de Benesdra (son dos libros, ah re vagos, ah re). Leídas las reseñas, me muevo hacia la siguiente reflexión:

SOBRE LA CRÍTICA LITERARIA Y LA RESEÑA EN INTERNET

¿Por qué alguien decide espoilear una novela? Ocurre mucho con los libros "serios", y sus reseñas "serias": como si el hecho de ser literariamente "serias" (siempre con comillas) anulara la sorpresa y sus efectos: el disfrute de la sorpresa del lector, o el deber moral de no cagarle a ese lector esa sorpresa. A ver si me explico: a lo mejor, el reseñista cree que el lector de literatura "seria" no está interesado en la trama de la novela que está leyendo, sino sólo en su cualidad de "seria", de "profunda", etc. Seguro que con George R. R. Martin a nadie se le ocurriría espoilear nada. Sin embargo, de cinco reseñas que leí, tres te espoilean alegremente la trama de El traductor, revelando acontecimientos que suceden recién pasadas las 300 páginas. Entre las reseñas caga-trama, incluimos dos de la Revista Ñ, o sea que aparecieron también en papel, y una de la Revista Anfibia, una muy prestigiosa revista online. El de El traductor es un caso, pero hay otros. A mí me subleva. En La novela luminosa, Levrero plantea algo como esto sobre un prólogo de, creo, Ignacio Echeverría, a su novela, creo, La ciudad (era una de las tres de la Trilogía Involuntaria). Cuántas veces nos ha pasado de leer un prólogo que te cuenta lo que estás por leer. Horrible. A un amigo le pasó con una edición crítica de Rayuela, en cuyo prólogo se hablaba alegremente del devenir de Rocamadour, bebé Rocamadour, terroncito de azúcar, etc., y también del devenir de la relación Lucía-Horacio... En fin, en un punto fue su culpa, no hay que leer el prólogo de una edición crítica; pero también, ¿por qué no lo ponen al final, josdeputa? Yo creo que es por esto que digo más arriba: la consideración de que al lector "serio" de literatura "seria" no le importa, o no debiera importarle, el factor sorpresa.

2.
El traductor (regalo de cumple de Inventario Cine, gracias chicos por tanto) es una novela del año '95, que tiene casi 700 páginas, en cuyas ídem se nos cuentan las aventuras y desventuras de Ricardo Zevi, un traductor en planta permanente en una editorial de izquierda que se halla en pleno proceso de traición de sus supuestos ideales tras la caída de la URSS, el fin de la historia fukuyamiano, el menemato, la flexibilización laboral y la mar en coche. Ricardo Zevi, además de traductor, es un ser en la búsqueda de la felicidad, empecinado en encontrarla (a la felicidad) en Romina, joven adventista salteña. Toda la novela transcurre desapaciblemente por esos dos ejes que correrían paralelos y sin tocarse si no fuera por Ricardo Zevi y su muy endeble situación anímica. No digo más.

3.
Las referencias literarias, explícitas e implícitas, abundan. Yo me quedé con una, porque justo cuando la encontré en mi lectura venía pensando en que el estilo de Benesdra me hacía acordar a, y es Flores robadas en los jardines de Quilmes, del muy mal visto (por motivos no literarios) Jorge Asís. (Y digo esa porque es la única que le leí, pero por ejemplo Soifer habla de Asís y su Diario de la Argentina y de Benesdra y la novela que nos ocupa en esta nota). Hay algo muy ese libro en este: el realismo, el porteñismo, el relato detallado de un levante y del tira y afloje en una relación con una mujer, a la que además se mira (Zevi la mira, Benesdra por extensión, igual que Asís y su Rodolfo Zalim -ahí hay otra coincidencia, el personaje alterego ¡con Z!-) de forma súper ultra exterior. 

4.
Casualmente, el día que terminé de leer El traductor vi Ese oscuro objeto del deseo, de Luis Buñuel. Insértese aquí una comparación.

5.
El traductor es una novela buenísima. En el prólogo, Gandolfo dice que es una de las mejores novelas argentinas desde 1810, y puede que tenga razón. Pero no es para todo el mundo. No es universalmente recomendable, ni siquiera entre quienes leen profusamente. Creo que hay que coparse con ciertas temáticas (política, sindicalismo, la historia de los '90 que la novela evoca) para poder pasar algunos largos pasajes con hidalguía. Pero sí es muy -muy- recomendable específicamente. Yo ya sé a quiénes se la quiero prestar.

6.
Reseñas de El traductor sin spoiler alert:



Reseñas de El traductor con spoiler alert:

 (no leer si no leíste primero el libro)



viernes, 21 de febrero de 2014

2666, de Roberto Bolaño

1.
Cuando estaba en sexto grado de la escuela primaria, un día le mentí a la maestra. Le dije que había leído El Hobbit, de Tolkien, cuando en realidad recién había leído 10 páginas de "Una tertulia muy inesperada", de las que no había entendido demasiado, y que fueron las únicas que llegué a leer en esa ocasión. Se ve que por algún motivo me quedó esa anécdota en la memoria -la culpa por el libro no leído-, porque sin venir a cuento me acordé de ella ahora que acabo de terminar de leer 2666, de Bolaño, por casi segunda vez. La primera lectura había sido inconculsa y se había desarrollado de la siguiente manera: entre enero y marzo-abril de 2012, transcurrió desde el principio, todo derecho, hasta "La parte de los crímenes", que logré terminar; luego leí el comienzo de "La parte de Archimboldi", a la que llegué agotado, y al poco tiempo abandoné. La segunda lectura fue conclusa, pero parcial: lo que pasó fue que cuando en diciembre pasado quise retomar desde donde había abandonado, no pude conmigo mismo, y para recordar qué sabíamos de Benno von Archimboldi en la parte de los críticos empecé todo de nuevo; una cosa llevó a la otra y a fin de cuentas leí todo otra vez. Excepto por los asesinatos, de la parte de los crímenes. Sabiamente -me congratulo de mi decisión- en esta segunda lectura saltié los párrafos forenses de la cuarta parte, emulando a Adonai, que saltió las puertas de los judíos en Egipto. En vez de una marca de sangre, mis señales eran los principios, casi siempre del tipo de "se encontró el cadáver de", y los finales, casi siempre de la especie de "el caso quedó sin resolver y al poco tiempo se archivó".
El Hobbit lo leí dos años después del primer intento, en primero del secundario.

2.
2666 es lo más. No hay con qué darle. Bien lo dijo Fresán (quien por cierto, hace -sin duda- un cameo en la novela) en éste artículo. Lejos estoy de haber leído todo Bolaño, pero leí mucho y puedo arriesgar que 2666 es EL libro del tipo. Aún más lejos estoy de haber leído toda la literatura universal, pero lo mismo puedo decir que 2666 es una de las mejores novelas del universo. Y lo digo impunemente, porque no hay nada más impune que la crítica literaria amateur.

3.
Como saben, los cuatro más capos del mundo son (y seguimos con la impunidad) Bolaño, Dostoievski, Bukowski y Cortázar. Entonces, en tren de comparar, 2666 es a Bolaño como Los hermanos Karamazov es a Dostoievski. Ambas novelas son la última novela del autor, ambas parecen reunir los temas recurrentes, ambas novelas son monumentales. (Ambas las leí de vacaciones). (Pregunta para la reflexión: ¿entonces Los detectives salvajes es a Bolaño como Crimen y castigo a Dosto? Aún no leí Crimen y castigo). Igualmente, 2666 es a Bolaño como Pulp es a Bukowski: es la última y es la mejor. Cortázar no tiene su 2666, porque El libro de Manuel es muy inferior a Rayuela, que a su vez se parece más a Los detectives que a 2666.

4.
El año pasado se cumplieron diez años de la muerte de Bolaño, y en los medios culturales salieron muchas notitas. Me acuerdo que en una se hablaba del mito Bolaño en EE.UU.: parece que allá inventaron un Bolaño que les gusta más, que escribía así porque era heroinómano, trolo y etcéteras. Una gilada. La nota de Jonathan Letham (premio nacional en EEUU, uno de esos autores inflados por Ophra e incluso por Obama) para el New York Times goza de una increíble falta de veracidad biográfica. Primero, dice que Bolaño murió (a sus 50) de una enfermedad que pudo haber sido originada por el uso de heroína cuando joven: primera vez que leo eso. Después dice que los últimos diez años de su vida se dedicó a escribir vorazmente (cierto), acechado por la pobreza (not, por lo menos los últimos años de su vida eso ya no es cierto). Después insiste con la heroína ("the low truths he knew as rebel, exile, addict": la verdad que el sabía en tanto rebelde, exiliado, adicto"... ¿whaaaat?). Más allá de estas cuestiones, cuando habla del libro, lo que dice Letham es interesante. Obviamente, son todos elogios. Me llamó mucho la atención la referencia a Cortázar: 
Bolaño has been, because of his bookishness, compared to Jorge Luis Borges. But from the evidence of a prose always immediate, spare, rapturous and drifting, always cosmopolitan and enchanted, the Bolaño boom should be taken as immediate cause for a revival of the neglected master Julio Cortázar. (Cortázar’s name appears in “2666,” but then it may seem that every human name appears there and that Bolaño’s book is reading your mind as you read it. 
Bolaño ha sido, debido a su -¿libresquisimo? ¿meta-literaturidad? algo así-, comparado con JLB. Pero, frente a la evidencia de una prosa siempre inmediata, libre, extática y a la deriva, siempre cosmopolita y encantada, el boom Bolaño debería funcionar más bien como una causa inmediata para un revival del olvidado maestro Julio Cortázar. (El nombre de Cortázar aparece en 2666, pero igualmente pareciera que cada nombre humano aparece en 2666, y que el libro de Bolaño te lee la mente mientras lo leés).
Después Letham se mete a reseñar cada parte por separado. A "La parte de los crímenes" y su mecanismo la compara con Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, de Murakami. Todavía no la leí, la está leyendo Marian y la tengo en gatera hace años. 

5.
En Breves apuntes de autoayuda, Casas dice que a "La parte de Amalfitano" le falta "una horneada más". Mmmh. Puede ser. Mi parte favorita es la de Fate. Sería una excelente película.

6.
En la página 779, la diputada Azucena Esquivel Plata refiere un diálogo que tuvo con Loya, detective privado, del siguiente modo:
En México uno puede estar más o menos muerto, me contestó muy seriamente. Lo miré con ganas de abofetearlo. Qué tipo tan frío y reservado era ése. No, le dije casi silabeando, ni en México ni en ninguna otra parte del mundo alguien puede estar más o menos muerto. Deje de hablar como si fuera un guía turístico. O mi amiga está viva, y entonces quiero que la encuentre, o mi amiga está muerta, y entonces quiero a sus asesinos. Loya sonrió. ¿De qué se ríe?, le pregunté. Me ha hecho gracia lo del guía turístico, dijo. Estoy harta de los mexicanos que hablan y se comportan como si todo esto fuera Pedro Páramo, dije. Es que tal vez lo sea, dijo Loya. No, no lo es, se lo puedo, asegurar, dije yo.

jueves, 13 de febrero de 2014

Metamaus, de Art Spiegelman

1.
Maus es una de las novelas (gráficas) más importantes y más mejores que haya leído nunca, y siempre me sorprendo cuando alguien no la conoce. Obviamente, mucha gente no conoce y ni siquiera oyó hablar de Maus, y menos de Art Spiegelman. Yo leí Maus de chico, como a los 12 calculo, y después una y otra vez en esos años en que releía las historietas sin parar (las de mi papá -los Asterix, los Lucky Luck, las Tintín, las de Robin Wood...- y las nuestras -las Dragon Ball de Planeta Agostini, las Ranma 1/2 de Ivrea...-). De mis lecturas juveniles me acuerdo que me impactaba sobre todo cuando, en medio del libro habitado por ratones, aparecía inserto el breve cómic Prisionero en el Planeta Infierno, que no sólo es protagonizado por personajes humanos sino que además incluye una fotografía de Art con su madre. La historieta era impactante de por sí (hay una madre que se suicida, en un cuadrito la vemos muerta en la bañera), pero creo que mayor era la impresión que me causaba la irrupción del rostro humano en el verosímil ratonil.

 

2.
De qué va Maus: Art Spiegelman entrevista a su padre, Vladek Spiegelman, como insumo para su proyecto de hacer una historieta que cuente la historia de vida del susodicho. El susodicho, por su parte, fue prisionero y es sobreviviente del campo de concentración de Auschwitz. Maus es entonces una historieta sobre la historia del holocausto, y una historieta sobre hacer una historieta, y una historieta sobre la relación entre un padre y un hijo que se llevan bastante mal y que tienen entre ambos la presencia fantasma de una madre suicida. A todo esto, los judíos son representados como ratones, los alemanes como gatos, los polacos como cerdos, los yanquis como perros, los franceses como ranas, etc. Se publicó en Estados Unidos entre 1980 y 1991 en una tal revista Raw, editada por el autor, y después en dos tomos traducidos a un chingo de idiomas. Y ganó el Pulitzer. 


3.
Ahora bien, el libro que leí en esta ocasión no es Maus, sino Metamaus. Como su nombre lo indica, Metamaus es un libro sobre Maus. Por algún error en la Matrix, el coso de tapa dura y páginas a todo color, con DVD incorporado, se conseguía en librerías a 120 pesos (whaaaat) y como un nabo me lo perdí, ya no creo que se consiga. El grueso del libro es una larga entrevista de una señora Hillary Chute a Art Spiegelman, enfocada en tres grandes preguntas que se descomponen en otras tantas: ¿por qué el holocausto?, ¿por qué ratones? y ¿por qué un cómic?. A partir de estos ejes, Spiegelman habla de la su vida, de su padre, de las conversaciones que grabó para el libro y de la investigación para documentarse correctamente, de las reprecusiones, y etcétera. Todo adobado con muchas muchas ilustraciones, que incluyen bocetos, páginas descartadas, otras historietas suyas, algunas realizadas ad hoc, fotos, imágenes ajenas que funcionaron como referencias para el trabajo, entre otras cosas. El libro también contiene tres breves entrevistas a la mujer de Spiegelman (que también es un personaje de Maus) y a sus dos hijos, y al final de las entrevistas, en hoja de otro color, una serie de anexos que debo confesar que, contra mi propia normativa, no leí: la desgrabación de las entrevistas a Vladek en las que se basó Maus, una investigación de Art contemporánea a Maus en la que entrevistó a mujeres que habían conocido a Anja (la madre) en los campos de concentración nazis, una cronología de Maus y un índice analítico. Es exclusivamente un libro para fans de Maus, y no tiene sentido leerlo sin antes leer la obra original, pero una vez superado eso, es también, independientemente, un libro muy interesante sobre la memoria del holocausto, sobre la producción artística "basada en hechos reales", e incluso sobre el dibujo en particular.




lunes, 27 de enero de 2014

Un tal Daneri, de Carlos Trillo y Alberto Breccia

1.
No me gusta mucho Alberto Breccia, perdón. Sí me gusta mucho Carlos Trillo, en cambio. Estas historietas breves y autoconclusivas son el primer trabajo en colaboración de estos dos autores (dibujo y guión, respectivamente), y las leí porque cayeron en mis manos más o menos casualmente. No sé dónde se publicaron originalmente, en los '70, pero ahora están compiladas íntegramente en una edición de Doedytores. En todas ellas, Daneri (¿un detective?) camina por Mataderos de noche, con las manos en los bolsillos, inmiscuyéndose en casos turbios en los que siempre el destino (por definición) es fatal. Están buenísimas, qué sé yo, a mí no me conmueven mucho.

domingo, 26 de enero de 2014

Rompecabezas, de Pablo de Santis y Max Cachimba

1.
Antes de cerrar la biblioteca por el verano, me fijé qué más me podía llevar de la sección de historietas. Éste, no sé cómo, me había pasado desapercibido hasta ahora.


2.
Cuenta la leyenda que en mil novecientos ochenta y pico la revista Fierro hizo un concurso de historieta y ganaron estos dos, por separado: Max Cachimba (en ese entonces sin alias, Juan Pablo González) en dibujo, y Pablo De Santis en guión. Los muchachos de la revista (Juan Sasturain) los pusieron a trabajar juntos de prepo, y a lo largo de la década fueron publicando los trabajos que resultaban de esa yunta. Eso es lo que recopila (una selección de eso, en realidad) este libro Rompecabezas. Me gustó mucho que el libro esté ordenado de manera cronológica, porque es notable el cambio del estilo de los dos en las historietas. Progreso diría yo, aunque sobre estilos blablabla escrito.

3.
Mer tiene un cuaderno fantástico en el que dibuja algunos dibujos en base a dibujos que dibujó otro alguien y que encuentra en historietas que le proveo yo. Por ejemplo, éste es de una viñeta de Cachimba.


martes, 21 de enero de 2014

El Capitán Alatriste, de Arturo Pérez-Reverte, Carlos Giménez y Joan Mundet

1.
Primer título de la saga del capitán Alatriste, yo no vi la película, no leí la novela, sino que me decanté por la versión historieta, de la que ya había leído la segunda historia, sin saber que estaba alterando el curso natural de la narración.

2.
Brevísima sinopsis: Las aventuras del susodicho capitán, en la España del siglo XVII. Alatriste se alquila como matón para un trabajo encargado por nobles enmascarados. Obviamente todo sale mal, y el capitán se tiene que enfrentar con todos a los espadazos. Aventuras, gran género. Aguante Arturo.

lunes, 6 de enero de 2014

Campeón, de Ioshua

1.
Hace poco me compré otro libro de Ioshua, lo leí, no me gustó (nada) y lo bardié en este medio (tan masivo) de comunicación. No lo bardié porque sí, lo bardié con argumentos, que figuran en la reseña correspondiente (acá). Pero igual me sentí mal, y cuando vi este librito (editado muy caseramente en papel común, sin tapas, sin lomo, aunque impreso a color) me lo compré para leerlo, que me guste y resarcirme. Probablemente no vaya a leer otro libro de Ioshua, así que les cuento brevemente la historia con links: Primero leí Pija, birra, faso, todo de poesía, que es buenísimo, y escribí está loa. Después, leí Loma hermosa, que es de cuentos y tiene una tapa brillante (¿photoshop? me parece mucho más capo si no), y que me gustó, aunque menos, como se observa claramente en mi reseña, en la que digo que "lo sigo bancando". Después leí Clasismo homo: el resultado fue el que antes mencionaba.

2.
Campeón es básicamente un libro de poesía, y Ioshua me sigue gustando como poeta. Pero también tiene un texto en prosa (¿un cuento? un relato), intitulado "Golazo al corazón" (el librito tiene una foto de unos futbolistas besándose en la tapa), y más luego otro, intitulado "Los payasos y la pasta de campeón", que también es prosa, pero más bien una arenga, más del orden de los textos que aparecen en Clasismo homo, aunque me gustó más, por menos pretencioso. Los textos en prosa son más flojos. Campeón fue un buen desempate de todas maneras, demuestrome (sic) que el estilo de Ioshua como poeta sigue gustándome.

3.
Para cerrar, paso el chivo que nadie pidió:
Me gusta el título del blog: ... Y AHORA VEO COMO SE SUBEN A UN CABALLO QUE YO DOME. Buena Ioshua. De quién hablará, ¿no? Están Loma hermosa y Campeón on line acá, aparentemente. Fin.

miércoles, 1 de enero de 2014

La mujer sentada, de Copi

1.
Cuando reseñé Los pollos no tienen sillas, exclamé: ¡Espero que publiquen más! Publicaron más.

2.
Acerca del trabajo del señor Raúl "Copi" Damonte Botana no tengo nada que agregar a lo que ya dije en reseñas pasadas. Lo único que voy a agregar es que lamentablemente, entre el primer tomo (Los pollos...) y el segundo (éste), los muchachos del cuenco de plata decidieron cambiar RADICALMENTE el formato del libro (que se mantiene en el tercero, sabiamente intitulado Y yo, ¿por qué no tengo banana?), con lo que no van a quedar lindos uno al lado del otro. He aquí el tipo de problemas pelotudos a los que nos exponemos los coleccionistas y acaparadores de libros y afines y que el lector de este blog no tiene por qué (y debiera no) compartir. Nada más.

domingo, 29 de diciembre de 2013

La multitud errante, de Laura Restrepo

1.
Laura Restrepo es una escritora colombiana contemporánea de la cual yo hasta ahora había leído un sólo título, Delirio, compelido por mi padre; una novela droga, de esas que se leen a las zancadas, cuyo contenido no recuerdo (más que el tagline: un hombre vuelve de un breve viaje de negocios y se encuentra con que su mujer se volvió loca) pero sí la sensación de intensidad que conllevaba. Ganó el premio Alfaguara en 2004. Muy recomendable. También es periodista Laura. Y chavista, veo ahora en Wikipedia. Bien por ella.

2.
Ahora, compelido por el mismo padre, leí esta otra, La multitud errante. Publicada originalmente en 2001, se consigue fácilmente (incluso la vi el otro día en mesa de saldos en avenida Corrientes) porque la sacó La Nación en una colección de esas baratas, de escritoras latinoamericanas, en 2006, y se lee igual de fácil. 101 páginas, capítulos muy cortos. Es la historia de Siete por Tres, un hombre que llega a un refugio para desplazados, y de la narradora (cuya identidad mantendremos en secreto) que se enamora de él. Por lo que puedo concluir de mis dos lecturas, Restrepo es alborotá para narrar en discurso indirecto. La historia de vida de Siete por Tres (que es la historia posible de un desplazado de los tantos que sufren esa realidad en Colombia, de la que poquísimo se divulga en nuestro país y de la que yo me informé cuando tuve que transcribir un programa de televisión colombiano al respecto), contada en pasado a través de otros personajes, se entreteje con el presente de la narración, que es el de ese refugio y el de la vida de la narradora, todo de una manera harto elegante y harto literatura latinoamericana.

3.
Me doy cuenta de que sólo tengo para ofrecer motivos por los que sí garpa leer este libro: La multitud errante es corto, está muy bien escrito, divulga el conflicto de los desplazados (aunque el que no sepa puede pensar que es todo invención, porque es increíble: lamentablemente no es), y es de amor. Aaaaoh.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Shakespeare nunca lo hizo, de Charles Bukowski

1.
El milagro de Navidad, o el nuevo gesto del papa Francisco, se llama: encontré un libro de Bukowski que no había leído. Y que además no es uno de esos libros inéditos que por algo permanecían inéditos. Shakespeare nunca lo hizo es, más bien, uno de esos libros que siempre veía incluido en la lista de obras de Hank, pero que yo nunca había visto con mis propios ojos. Creía que no existía en castellano. Resulta que le recomendé a Roxi que lea algo de Bukowski y para mí sorpresa se compró éste, en una librería, así nomás, como quien no quiere la cosa, como pancho por su casa. Me lo prestó, lo leí.

2.
Shakespeare nunca lo hizo (título original: Shakespeare never did this, o sea "Shakespeare nunca hizo esto"... Para mí hay un problema en la traducción del título, porque "lo" me remite a "eso", no a "esto", aunque es verdad que gramaticalmente está correcto... disquisiciones ñoñas con Ale Schonfeld) es el relato de la gira europea de Bukowski, que viajo en 1978 a Francia y a Alemania para leer en universidades y dar entrevistas, en un momento de su vida en que era más famoso abroad que en los EE.UU.

Me han pedido que escriba un libro sobre el viaje y he dicho que "sí", y para un hombre al que le disgusta viajar, ésa es una tarea infernal. Recordaba cuando Norman Mailer escribió sobre la llegada del hombre a la luna, para la revista Life, creo que era, y recordaba cuánto lo había sentido por él, y entonces pensé en el dinero que le habían dado por hacerlo, y pensé, bueno, sencillamente está consiguiendo pagar el beicon y el alquiler pegándole un puñetazo al viejo reloj del tiempo. Se rumoreaba que le habían dado un millón de dólares por escribir aquello. Yo era más afortunado: estaba escribiendo sin un adelanto y sin el compromiso de que me lo publicaran. Podía caer de lleno sobre mi culo y nadie saldría perjudicado.
3.
Qué decir, me encanta Bukowski. Como a todo el mundo, no me hago el especial. Sí, ya sé, qué bueno que te guste Bukowski.

viernes, 20 de diciembre de 2013

El núcleo del disturbio, de Samanta Schweblin

1.
Hace años, Marina Kogan me recomendó este libro y casi de inmediato lo vi en una mesa de saldos de la calle Corrientes. Creo que a 12 pesos. El título es buenísimo y en la tapa hay unos perritos.


2.
Cuestión que no lo leía, no lo leía, no lo leía. No sé por qué tardé tanto en querer leerlo: el libro es de esos de tamaño ideal, extensión ideal, letra grande, y además son cuentos así que tiene la ventaja de los cuentos, que es que los empezás y terminás sin tener que hacer grandes esfuerzos por recordar tramas o personajes, porque está todo ahí, autoevidente. Sin ir más lejos, si dejás un cuento por la mitad mucho tiempo, después lo podés empezar de nuevo sin grandes traumatismos. SIN IR MÁS LEJOS, en estos momentos en que escribo esta reseña, casi un mes después de la fecha que aparece consignada acá arriba (que, como siempre en este blog, corresponde a la fecha en que terminé de leer el libro reseñado), estoy leyendo 2666 de Bolaño y me pasó algo no diría terrible, no diría malo, pero sí podría decir traumático (en un sentido no negativo de la palabra, si es que existe y sino también). Resulta que yo empecé a leer 2666 en enero de 2012, y lo seguí leyendo ponele que hasta marzo del mismo año. Cuando terminé "La parte de los asesinatos", como le pasa a muchos lectores de 2666, estaba agotado. Igual llegué a leer la mitad de "La parte de Archimboldi", pero ahí me quedé. Ahora lo retomé (con vistas a mi futuro próximo viaje a México) pero al llegar a cierto punto de la parte de Archimboldi quise recordar qué sabíamos de Archimboldi en la primera parte del libro, "La parte de los críticos". Y me enganché, lo estoy leyendo de nuevo desde el principio. Ya estoy en "La parte de Amalfitano". Mi plan es saltearme los asesinatos de "La parte de los asesinatos".

3.
¿De qué estábamos hablando? De Samanta Schweblin. Merced a mi tara mental, que incluye una ley de cupos mental, siempre me alegra que se agregue un nombre femenino a la columna de nombres de acá a la derecha (nótese que pienso en términos de la columna de la derecha, y no por ejemplo en términos de "leer a una escritora mujer", a eso me refiero con mi tara mental. Otro día los invito a reflexionar -o a leerme reflexionar- acerca de cómo el desarrollo de este blog modificó y modifica mis hábitos de lectura). Si esta página permitiera agregar descriptores internos, me gustaría poder fijarme qué porcentaje de representación femenina hay en este blog. No debe ser muy alto. De Samanta Schweblin sabemos, a priori, que es mujer, que es joven, y que asistió al famoso taller literario de Diego Paszkowski. A posteriori, que nació en 1978 y que con El núcleo del disturbio ganó el premio del Fondo Nacional de las Artes y el Haroldo Conti. Bien por ella. Además, tiene otro libro, Pájaros en la boca, muy traducido.

4.
Me pareció desparejo, el libro. Algunos cuentos me gustaron mucho, mucho. "La pegajosa baba de un sueño de revolución" me gustó mucho. Hace algo increíble en este cuento: el protagonista es plural, pero el cuento actúa como si el protagonista fuera individual. Una operación similar hace en otro cuento que pongo en el top tres del libro: "Más ratas que gatos". Aunque no es exactamente igual: acá el protagonismo es múltiple. La Schweblin logra el protagonismo social. Gran cuento ese también. Y en tercer puesto, banco profundamente el cuento que se llama "El momento", en el que Vian y Sartre son personajes emplazados en la Patagonia. Ahora bien, sin dejar de reconocer que están muy bien escritos (y muy bien corregidos, alla taller literario), otros cuentos no me interesaron tanto. Y lo digo por el mismo factor que en otras críticas se menciona como lo mejor de la Schweblin: el molde Cortázar, el molde Bioy Casares de cuento fantástico. Sin dejar de ser muy buena, "El destinatario" o "Mismo lugar" entran más en esa matriz que ya conocemos pero no son "El cielo boca arriba" ni "Axolotl" ni La invención de Morel. Así que me interesaron menos, nada más. El que menos me gustó, sorprendentemente, es el que da título al tomo (porque contiene la frase que termina con "el núcleo del disturbio"): "La pesada valija de Benavides". Me pareció que desde la sorpresa en adelante, el cuento ya estaba contado.

5.
Estuvo bien leer a la Schweblin. En su página oficial se pueden leer algunos cuentos de sus dos libros, chek it aut.

martes, 17 de diciembre de 2013

Los hombres te han hecho mal, de Ernesto Mallo

1.
Bueno, viene pegada de la anterior. Esta es la tercera entrega de las aventuras y desventuras del comisario Lascano, ahora ex-comisario. Esta novela es más larga y más oscura que las dos anteriores. Dos elementos se mantienen incolumnes: el propio comisario Lascano, héroe argentino; y su historia de amor desencontrado con Eva Napolitano (¿ese era el apellido? chequear). Hay por ahí un personaje que había aparecido en Crimen pero no en Delincuente: el juez Marraco. Por lo demás, la novela está poblada por personajes nuevos, en un caso también nuevo y, como sucede en las dos novelas anteriores, autoconclusivo. Esta vez, una mujer de la high le pide a Lascano que averigüe qué pasó con su hija, asesinada hace muchos años, y con su nieta, desaparecida desde entonces. Todo parece estar vinculado con una red de trata de mujeres, que opera en Mar del Plata. No digo más.

2.
Digo más oscura por el tema. Mientras el tema del primero es el de los grupos de tareas de la dictadura (que se podría considerar histórico), y el del segundo es, en parte, el de los chorros organizados (mucho más liviano que los otros dos), el tema de la trata no sólo es presente, sino que es una de las cosas más terribles que pasan hoy en día. Las historias de pibas secuestradas con mentiras o por la fuerza para prostituirlas contra su voluntad, me parecen de un nivel de violencia absoluto. Se me hace sólo comparable con una cosa como el tráfico de esclavos de siglos pasados. Bueno, así que está eso. Y digo más larga por una cuestión objetiva, pero ni ahí me pareció "larga": es tan droga como las demás. Así que vuelvo a recomendar.

3.
El final del libro es el final de la saga: gran final de saga, Ernesto. Y me refiero al final final. ¿Lo habrá sabido desde siempre? I am looking forward to leer otros libros suyos.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Delincuente argentino, de Ernesto Mallo

1.
¡Mierda! ¡Qué final! Posta, no me lo esperaba ni ahí. Tremendo.

2.
Este libro es la segunda parte de Crimen en el barrio del Once, y ésta reseña es la segunda parte de su reseña correspondiente. [Con voz nasal]: "En el capítulo anterior", yo me pregunté si el libro que acababa de terminar tenía continuación, porque su final era abierto, pero a la vez no, pero a la vez... Y como cierre decía (yo, en mi reseña): "¿Habrá secuela? No encuentro nada en Internet. El título da a entender eso, pero puede ser un engaña pichanga. Espero que haya. Ernesto si estás leyendo esto respondeme que me muero". Bueno, sucedió, me respondió Ernesto en persona (virtual; véanse comentarios a la reseña suprascripta). Acto seguido, hice que la biblioteca en la que laboro comprara los dos libros siguientes protagonizados por el comisario Lascano: Delincuente argentino y Los hombres te han hecho mal. Acabo de terminar el segundo y me dispongo a comenzar el tercero.

3.
Delincuente argentino (AKA El policía descalzo de la plaza San Martín en la edición española) retoma la historia de Crimen en el barrio del Once (AKA La aguja en el pajar) en donde nos dejó (en vilo), sólo que algunos años después. Merced a la magia de la literatura, Lascano estuvo el último tiempo (aparentemente más de un año) recluido en una casa segura, recuperándose de las secuelas de su enfrentamiento final con uno o unos que no les digo para no espoilearles las cosas, y recién ahora se asoma a la nueva realidad argentina: democracia, alfonsinismo, yupis, primeros intentos de juicios a milicos y búsqueda de los desaparecidos y sus hijos. Me llamó la atención el salto temporal. No me acuerdo si está explicitado o fue mi imaginación, pero la novela primera se me hizo toda que era a comienzos de la dictadura, '77 o '78, y ésta sí no está explicitada pero seguro no es apenas asume Alfonsín, sino un poco más entrado el período, será '84 por lo menos. Pero en fin, quizás me equivoco, y sino, ahí está la magia de la literatura, tanto o más poderosa que la magia del cine (y también más difícil de invocar). La historia relata un nuevo caso del comisario Lascano, completamente independiente del caso Biterman, y en ese sentido se puede leer como una novela aparte. Sin embargo, todos o casi todos los personajes que nos quedaron vivos tienen continuidad en esta novela. Y sobre todo, continúa la historia de amor entre el Perro y Eva, que es el verdadero hilo conductor de la trilogía y la razón por la que sugiero perentoriamente leer los tres libros en orden (y también es lo que más me gusta).

4.
Esta también me gustó mucho. Quizás un poco menos que la anterior, pero igual mucho. El azar tiene un lugar mayor en esta historia. Y hay por lo menos una punta que se deshilacha. Pero en fin, la leen y la charlamos. El equipo de Resistirse es fútil ya se encuentra elaborando la tercera reseña de la serie. Permanezcan alertas.