jueves, 23 de enero de 2025

Tato, de Carlos Ulanovsky y Tato Bores

 1.

Dícese de un libro muy voluminoso y muy pesado, impreso divino en papel ilustración, lleno de fotos y cositas, un absurdo de la industria editorial. Igual lo leí entero. Lo dejé en el baño y entre caca y caca, de septiembre a enero lo fui consultando hasta su consumación. Mis respetos para Carlos Ulanovsky, al que le pidieron evidentemente una inusitada cantidad de caracteres y no ofender a nadie, y que logró a pesar de todo hacer un producto muy digno.

2.

Tato es una biografía del Actor Cómico de la Nación, que incluye a su vez el boceto de una autobiografía que el propio Tato empezó a escribir en el último año de su vida, cuando estaba enfermo y desempleado. No tiene mucho valor en sí, ese texto: cuenta sus comienzos a las apuradas y después usa muchas páginas para pelearse con Alejandro Romay y con las autoridades de Canal 13 y Telefé, que lo cagaron con un contrato y le soltaron la mano. Pero no deja de ser Tato en primera persona y meter algunos chistes buenos. El grueso del volumen (y es muy grueso) consiste en una verdadera biografía por Ulanovsky, con muchos testimonios de la familia Borenstein y otros allegados y colaboradores. Resulta a pesar de todo insatisfactoria, por dos motivos: es muy claramente una biografía autorizada por la familia gorila del cómico, y entonces hay muy poca polémica; y casi no hay fragmentos de guiones, monólogos, descripciones de sketches, que es lo que me hubiera gustado encontrarme en un libro sobre Tato de semejante envergadura.

3.

Me salió 3000 pesos en septiembre de 2024 en un negocio de antigüedades. Demasiado barato, me lo tenía que comprar.



sábado, 18 de enero de 2025

Un poquito tarada, de Dani Umpi

 1.

Ay, Dani. Leí este librazo en las vacaciones, en la playa, arrullado por las olas, las 4x4 y el merequetengue, y después se lo presté a Darío. Por eso nunca lo reseñé. Y acá estamos, casi un año después, haciendo memoria. Me acuerdo que me encantó. Me acuerdo que me pareció la mejor novela de Dani Umpi, un señor que tiene muy buenas novelas en su haber. De hecho, esta era la única que no había leído, la más larga, la más ambiciosa. Es la más ambiciosa y es también la mejor. Abarca varios países, varios temas, varios tonos, varios tiempos. Podría hacer este ejercicio surrealista de recordar/inventar la trama. A ver: 

2.

Creo que hay una chica, que vive en Brasil con su abuela -se me viene mientras lo escribo- pero no es brasilera: es argentina, conurbana, y por algo cambió de vida. Es un poquito tarada, pero tiene (o cree tener) una suerte de telepatía, de instinto de vampiresa. Le gustan los trolos. Es bastante trola. Ah, ahí me estoy acordando. Se hace una amiga: una cheta total. Pero en realidad es un plan, la cheta total es la medio hermana, la hija de su padre abandónico, y ella se está infiltrando en su casa. Esto está pasando: de verdad me está viniendo la novela a la mente mientras escribo esto. ¿Lo estaré inventando? Por otro lado, está el pasado, en varios tiempos. Un pasado remoto, donde ella vivía con sus padres en Punta del Este, él era ¿encargado de un casino?, YA ESTÁ, no es la media hermana la brasilerita. Era así: el padre en Punta del Este tiene un affair con una brasileña, que es la madre de la brasilerita. Y deja a la protagonista y a su madre por la brasileña y la brasileñita. Después pasan otras cosas que no les cuento. Y hay otro tiempo, en el conurbano bonaerese, el inmediato anterior al del comienzo de la novela en Brasil, donde ella es ¿flogger? ¿rolinga? ¿dark? De una tribu urbana es. Y tiene una amiga, mejor amiga, amante, todo eso. Y algo se rompe. 

2.

Y después hay un tiempo más, en Bolivia, pero voy a dejar de espoilearles la novela que está buenísima, es complejísima, rebuscadísima y divertidísima. Muy gay. Muy fiestera. Esotérica. Mágica. Y también prosáica. Medio los Javis, diríamos hoy, pero los Javis llegaron después, Dani Umpi está antes, es el alfa y el omega, y también alguna letra griega que esté en el medio del alfabeto. 

3.

Me acabo de acordar que hay un país más, otro lugar del periplo. Sí, es un librazo.

domingo, 12 de enero de 2025

Diario de la guerra del cerdo, de Adolfo Bioy Casares

1.

Buenos Aires, 1969. En el transcurso de dos semanas, el jovato protagonista Isidoro Vidal sobrevive a "la guerra del cerdo", una suerte de cacería de viejos llevada adelante por "los jóvenes" (también llamados "los Jóvenes Turcos") ante la indiferencia del conjunto, como si de judíos y nazis se tratara en la Alemania anterior a las Leyes de Núremberg. La idea de la novela es, por supuesto, formidable. Por algo tiene su fama y trascendencia. Y Bioy es bueno en lo que es bueno. Sin embargo, de las novelas suyas que leí es la que menos me gustó. Amplío:

2.

La novela es mejor mientras más misteriosa, o sea, es mejor al comienzo. Y también es mejor mientras más se ocupa de lo verdaderamente importante de la historia: la tendencia humana (o argentina) a la negación. Los personajes se dedican constantemente a bajarle el precio a lo que está pasando, aunque se trate de asesinatos gratuitos en plena calle. Como si fuera lejano, no fuera con ellos, ya pasara, fueran travesuras de unos locos sueltos. Todo muy argentino. Lo mejor es que los personajes, un grupo de viejos jubilados que se juntan a tomar sol en la plaza, buscan autoconvencerse de su juventud para mitigar el miedo, en lugar de discutir la arbitrariedad de "la guerra al cerdo". Creo que esa parte es la más interesante del asunto. Y también es interesante la idea del líder (Farrell le puso, qué sutil), de los Jóvenes Turcos, la ideología contra los viejos. 

3.

Hay un diálogo, brillante, en el que los personajes siempre están cambiando de tema o hablando solos aunque estén en grupo. Mejor página de la novela. La busco, no la encuentro, les juro que existe, prosigo.

4.

Lo peor: por un lado, la resolución, incoherente (¿todo se termina sólo, por qué?) y por el otro, que la novela misma pareciera por momentos entrar en el proceso de negación en el que están sus personajes. Se convierte en una especie de novela de amor que a la vez parece una consumación de fantasías bioycasarísticas (el viejo al que lo siguen persiguiendo las mujeres jóvenes). La gravedad de los hechos (¡a un viejo lo tiran desde la tribuna del Monumental en pleno partido!) se disuelve en la nada. ¿Y el protagonista está preocupado por ponerla, mientras le matan a los amigos?

5.

Hay una película sobre la novela, de Torre Nilsson, con guión de Beatriz Guido, el susodicho director y uno más -y dirección de sonido del Bebe Kamin, después no conozco a nadie más ni del elenco ni del equipo-. Es de 1975 y está entera en YouTube en una calidad bastante buena. Habiéndola visto, opino que es, como película, pésima; como adaptación, demasiado literal. Incluye desnudo femenino gratuito (increíblemente gratuito), actuaciones mediocres, y una escena en el Museo de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia que la emparenta exóticamente con El aura de Bielinsky. Por fuera del documento de época -hay algunos exteriores- no reviste interés alguno.

jueves, 9 de enero de 2025

Literatura infantil, de Alejandro Zambra

 1.

Lo último que había leído de Zambra, autor de sinuoso recorrido en este blog, es la monumental ópera magna Poeta chileno. En la comparativa este libro que igual esta muy lindo y me gustó, sale perdiendo. Por qué comparar, ¿no? Bueno, porque es del mismo autor, de la misma editorial, de la misma colección, y hace un juego parecido con el título. Recién leía la solapa del libro y pensaba qué difícil poner títulos buenos: Zambra lo hace genial. Cuestión que Literatura infantil me gustó y lo disfruté, pero es un poco desparejo. Gonzalo, que igual me lo regaló por nuestro aniversoncio, lo criticaba junto a mí -que lo iba leyendo en la playa de Dunamar- diciendo cosas como que a veces los escritores tienen que cumplir con un contrato, o que a veces juntan textos que tenían escritos (y agregaba no estar criticando con esas observaciones, anoto su objeción). Capaz algo de lo primero hay, de lo segundo no parece, porque si bien el libro es desparejo y disperso -ensayos, cuentos, mezclas de las dos, temas varios- está bien planteado que lo que unifica todo es su nueva paternidad, y su revisitación de la hijitud. O sea, es disperso a propósito. Desparejo en cambio creo que es involuntariamente.

2.

Me gustó más la segunda parte, con los cuentos que son francamente cuentos, que al primera. El de Jennifer Zambra es buenísimo. El de los garabatos también. El ensayo del fútbol es mejor cuando es un cuento.

martes, 7 de enero de 2025

Ubik, de Philip K. Dick

 1.

Cuarto libro que leo y reseño en este coso del autor estadounidense Felipe Kindred Pito. El primero lo leí en 2010 (El hombre en el castillo), el segundo en 2015 (Fluyan mis lágrimas, dijo el policía), entre el tercero (Sueñan los androides...) y este cuarto pasó en cambio solamente poco más de un año, porque sucede que quise ponerme a leer la biografía sobre Dick que escribió Emmanuel Carrère (Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos), y el francés conchesumare te cuenta las tramas de las novelas enteras, y Dick es muy de las sorpresas. Así que decidí leer algunas más antes de que el forro de Carrère me las espoiliara. Este (Ubik) lo conseguí prestado de Maijo, muchas gracias amiga.

2.

Recién ahora escribiendo esto me doy cuenta que el título de la biografía de Carrère sale de una frase de Ubik.

3.

Ahora bien, yendo a la novela propiamente dicha, es un rollo, como dicen los españoles. Bastante enrevesada, rebuscada y aburrida. Tiene DEMASIADAS ideas juntas: en este futuro (que es 1992, la novela es de fines de los '60) hay psíquicos, empresas que ofrecen los servicios de los susodichos psíquicos, empresas que ofrecen combatirlos (como si fueran empresas de desinfección y exterminio), pero además hay empresas que mantienen en semi-vida a la gente que muere (o casi muere), todas las cosas -las puertas, los artefactos- hablan y piden plata para cumplir sus funciones... tal vez el hilo conductor sea el capitalismo. Sin embargo, me quedo corto, porque además de estar todas esas ideas en juego, tenemos que mencionar la idea del Ubik, de la que no se puede adelantar nada, y tenemos el poder de la Patricia Conley, que puede reescribir el pasado (o algo así), y tenemos un viaje a 1939, del que mejor no explicar acá nada pero que en el momento de la lectura resulta, como decía más arriba, un rollo. En fin, no me gustó mucho. Espero que me la explique Carrère.

4.

P.D.: La idea que me fascinó en El año del desierto de Pedro Mairal hace tantos años, la de que la ciudad y sus cosas tuvieran una progresiva regresión a sus formas anteriores, salió evidentemente de Ubik, porque es la misma tal cual, aunque me pareció mucho mejor ejecutada en la de Mairal.

sábado, 4 de enero de 2025

Todo fue glitter, de Sol Bembibre

 1.

Arranqué el año panza arriba, leyendo junto a una pileta en Sierra de la Ventana la ópera prima de Sol Bembibre, este librito precioso autogestionado, autoeditado y auto publicado por la autora con un poco de la ayuda de varias personas (es un auto que es más un colectivo). En la dedicatoria me puso: "seguro te vas a sentir cómodo en esta aventura lésbico-dramática-futurista", y así fue.

2.

Sin embargo, ocurrió que lo empecé a leer y me olvidé de una de las palabras de esa dedicatoria: la palabra "futurista". Entonces me puse a leerlo como un lesbodrama nomás, un lesbodrama latino y posmoderno, atravesado por las redes sociales y el transfeminismo de la cuarta ola, con mucho humor, bien anclado en el presente. Venía pisteando como un campeón. Y como estaba de vacaciones y me traje muchos libros, iba leyéndolo entremezclados con los capítulos más farragosos de otra novela, Ubik (1969), del estadounidense muerto Felipe Ka Pito, también conocido como Philip K. Dick. No va que a la realidad le gustan las simetrías y los leves anacronismos, como dijo una vez un gorila ciego que nunca ganó un Nóbel, y de golpe y porrazo la novela de Sol se me dickizó en la cara: la realidad se empezó a confundir, repetir, alterar; la protagonista y yo empezamos a preguntarnos qué de lo que estábamos sintiendo era cierto, ¿esto no acaba de pasar? ¿qué está sucediendo? ¡AAAAAH! gritamos, y la bañera lesbiana de la pileta de Sierra de la Ventana me preguntó si estaba bien. Sí, sí, perdón, me asusté. Está todo bien. ¿O no?

3.

Cuestión que la pasé muy bien con Todo fue glitter. Mucho mejor que con el rollo de Dick, la verdad. Hay humor, amor, sexo, y escenas con caca. La consiguen acá.