sábado, 2 de febrero de 2013

El arte de amar, de Erich Fromm

1.
Como contamos en otro lugar (pero repetimos por pertinencia absoluta y por impunidad), un profesor mío dijo en relación con este libro que hoy está muy desprestigiado escribir sobre el amor en forma de ensayo o estudio, relegado a materia de autoayuda, y que eso no tiene razón de ser. Que muchos escribieron sobre el amor desde lugares intresantísimos, desde Platón y El banquete (sobre el que nos ocuparemos en una reseña próxima) hasta Fromm y El arte de amar o el capo de Barthes y Fragmentos de un discurso amoroso. Buen punto. Fromm arranca así:
La lectura de este libro defraudará a quien espere fáciles enseñanzas en el arte de amar.
2.
Dicho lo anterior, este libro es un poco de autoayuda. Se supone que es de psicología, pero Fromm es muy, demasiado dictador de su lector. Cuando es descriptivo es brillante, pero por momentos se pone prescriptivo: en esos casos me cayó mal. Aún cuando tuviera razón. Sin embargo, si uno puede leer críticamente y no tragarse todo lo que dice Fromm como si el tipo tuviera la posta, hay unas cuantas ideas sobre el mundo en general que valen la pena de conocer. Y además escribe muy bien, muy ameno, muy para todo público.

3.
Un ejemplo simpático de Fromm siendo prescriptivo (que sirve para ver que, por si alguien dudaba, Ari Paluch vende mucho pero no dice nada nuevo -El arte de amar es de 1956-):
Debo agregar aquí que, así como importa evitar la conversación trivial, importa también evitar las malas compañías. Por malas compañías no entiendo sólo la gente viciosa y destructiva, cuya órbita es venenosa y deprimente. Me refiero también a la compañía de zombies, de seres cuya alma está muerta, aunque su cuerpo siga vivo: a individuos cuyos pensamientos y conversación son triviales; que parlotean en lugar de hablar, y que afirman opiniones que son clisés en lugar de pensar.
4.
Un ejemplo nefasto de Fromm siendo freudiano (cuando él es el que rompió con el campo freudiano por su mecanicismo social):
La desviación homosexual es un fracaso en el logro de esa unión polarizada, y por eso el homosexual sufre e dolor de la separatidad nunca resuelta, fracaso que comparte, sin embargo, con el heterosexual corriente que no puede amar.
Lo curioso es que dos páginas después bardea a Freud en estos términos:
...el extremo patriarcalismo de Freud, que lo llevó a suponer que la sexualidad per se es masculina... 

5.
Dos ejemplos de Fromm siendo romántico (y libertario diría Löwy):
La felicidad del hombre moderno consiste en "divertirse". Divertirse significa la satisfacción de consumir y asimilar artículos, espectáculos, comidas, gente, conferencias, libros, películas -todo se consume, se traga. El mundo es un enorme objeto de nuestro apetito, una gran manzana, una gran botella, un enorme pecho; todos succionamos, los eternamente expectantes, los esperanzados -y los eternamente desilusionados. 
El hombre moderno piensa que pierde algo -tiempo- cuando no actúa con rapidez; sin embargo, no sabe qué hacer con el tiempo que gana -salvo matarlo.  

6.
Es (era) capo Fromm, a pesar de algunas forradas como la del punto 4 que son en realidad producto de las ideas generales de la época. Si quieren saber más, pueden remitirse a mi reseña de El miedo a la libertad. O sino leerlo a él directamente. Se consigue usado ampliamente.

lunes, 28 de enero de 2013

La inocente, de Eric Warnauts y Raives

1.
En las vacaciones, hubo un día que me gasté toda mi plata personal en libros usados. Todas las transacciones eran buen negocio, pero no lo pensé muy bien: todavía quedaban tres semanas de viaje, y yo le estaba agregando a mi mochila unos cuantos millones de kilos de papel, por las dudas, vió. Sin ir más lejos, uno de los que me compré fue el de los Cuentos populares italianos de Italo Calvino, un ejemplar nuevo y probablemente choreado. Son novecientas cuarenta páginas que probablemente nunca lea, pero el precio era increíble. Entre otras cosas, también le compré a un punky que había tirado una manta en un parque, La inocente, de los franceses Warnauts y Raives.


2.
La inocente es una historieta autoconclusiva en cuatro capítulos, ambientada entre la Alemania del fin del nazismo y los primeros años de la Berlín ocupada por los yanquis. La protagonista es esta chica de acá arriba, que al principio del cuento se tiene que hacer pasar por varoncito para poder escapar de un internado para mujeres arias. Mas después, más después, eso queda atrás y la chica pasa a ser otras cosas: militante socialista en la Berlín americanizada, por ejemplo, o novia despechada, o reportera. Es difícil contar la historia porque tiene un comienzo muy fuerte, y después se va deshilachando hasta un final que deja mucho que desear, y los capítulos se la dan de autoconclusivos ellos mismos pero no lo logran ser, y entonces el resultado es una suerte de incoherencia general en la trama. Mariano lo terminó y creyó que nos estaba faltando una continuación. Los dibujos y el color son muy zarpados todo el tiempo, los planos están buenísimos también. En esta página de los autores hay ilustraciones de trabajos más actuales, por si quieren ver.

sábado, 26 de enero de 2013

El Horla/Bola de Sebo, de Guy de Maupassant

1.
¿Saben por qué lo quise leer? No, no fue por Fabián Casas. Por Casas me lo compré, o me lo robé, ya no me acuerdo (Casas tiene un libro que se llama Horla City). Fue por Funny Games, del capo de Michael Haneke. Por lo menos en el subtitulo que me bajé yo de la versión original (la austríaca de 1997), el malo lindo llama al gordo Bola de Sebo. Me parece que fue una licencia del subtitulador, pero como sea, ese fue el motivo.

2.
Guy de Maupassant es un escritor del siglo XIX, amigo de Flaubert, de la buena vida, de la sífilis, de los bigotes y de otras chanchadas. Y estos dos cuentos son los más conocidos del susodicho. "El Horla" es uno de terror/fantasía con un planteo después muy visto pero no en ese entonces sobre un tipo que se va volviendo loco o no a medida que una serie de hechos paranormales ocurren en su casa. Hay una criatura, a la que llama no sabemos por qué "el Horla", que es invisible y que parece querer cagarle la vida. Curiosamente, en el cuento el Horla es algo muy concreto, pero a la vez una de las lecturas más ricas que creo se pueden hacer del cuento es metafórica, tomar al Horla como un signo de la depresión (Casas). Por el lado concreto de monstruitos, a Lovecraft le gustaba el cuento, y a muchos otros más, como lista wikipedia. Está escrito en primera persona, en formato de diario personal. A mí no me pareció la gran cosa.

3.
El que sí me pareció la gran cosa es el otro cuento, "Bola de Sebo". De estilo naturalista, se trata de un grupo de personas adineradas -de vieja y nueva alcurnia, o de ninguna- que tratan de rajarse de una zona ocupada de Francia hacia otra libre de germanos durante la guerra franco-prusiana que fue en 1871. Bola de Sebo es una prostituta regordeta que viaja en la diligencia con los otros, hombres y mujeres honrados. Como recién había leído "El Horla", y como me había quedado pregnado lo de Funny Games (que no tenía nada que ver al final), no sé por qué pero creí que lo que iba a pasar en el cuento era que cuando se quedaran sin comida los honrados aristrócratas y comerciantes se la iban a comer a la pobre gordita. Bueno, no.

miércoles, 23 de enero de 2013

Antología de Pablo de Rokha y Locas mujeres de Gabriela Mistral

1.
Una cosa que puedo decir sobre Chile es que le dan mucha bola a la poesía. No de casualidad sus dos premios Nóbel de literatura fueron poetas. Mistral y Neruda son los más conocidos adentro y afuera del país, pero cualquier chileno más o menos leído conoce también los nombres de Nicanor Parra, Enrique Lihn, Stella Corvalán, Vicente Huidobro y Pablo de Rokha. Hice trabajo de campo al respecto. De hecho, un chileno no lector también va a conocer varios de esos nombres, porque en la escuela primaria enseñan que Chile es una tierra de poetas. Será. En Argentina, en la escuela, toda la poesía que se enseña es o bien de prosistas -Borges, Cortázar, etc.- o bien de poetisas -Storni, Pizarnik, Orozco-. O bien de poetas chilenos o uruguayos o españoles. A continuación dos informes para quedar como expertos en poesía chilena y conseguir minitas: primero hablamos de Pablo de Rokha (puntos 2 y 3), y seguidamente de la afamada Gabriela Mistral.

2.
De mi basta incultura sobre poesía chilena formaba parte Pablo de Rokha con holgura y comodidad. Ni nombrar lo había sentido. Pablo de Rokha, seudónimo de Carlos Ignacio Díaz Loyola, Licatén, región del Maule 1894, Santiago, región metropolitana 1968 (suicidio), comunista, surrealista, contracara de Pablo Neruda, enojado, cero cursi, oscuro, telúrico, capo.

P. de Rokha, sacándose la típica foto de los escritores con lupa.
3.
Tiene un libro que se llama Carta Magna del continente (1949), que tiene un texto intitulado "Epopeya de las comidas y las bebidas de Chile (ensueño del infierno)". Es uno de sus más conocidos. Me gustó, pero sus referencias constantes requieren conocimientos gastronómicos previos. También tiene un poema re dark sobre Valparaíso que fue hecho canción. Y también tiene una poesía larga, "Canto del macho anciano", con resonancias sorelianas, que me pareció bacán, la cagó, como dicen acá los chilenos (y es algo bueno, como un "la rompió"), y que en uno de sus párrafos dice:
Ha llegado la hora vestida de pánico
en la cual todas las vidas carecen de sentido, carecen de destino, carecen de estilo y de espada,
carecen de dirección, de voz, carecen
de todo lo rojo y terrible de las empresas o las epopeyas o las vivencias ecuménicas,
que justificarán la existencia como peligro y como suicidio; un mito enorme, equivocado, rupestre, de rumiante
Fue el existir; y restan las chaquetas solas del ágape inexorable, las risas caídas y el arrepentimiento invernal de los exesos,
en aquel entonces antiquísimo con rasgos de santo y de demonio,
cuando yo era hermoso como un toro negro y tenía las mujeres que quería
y un revolver de hombre a la cintura.
Hasta acá Pablo de Rokha.

4.
Gabriela Mistral (nacida Lucila Godoy Alcayaga, en Vicuña, valle del Elqui, en 1889, muerta en Nueva York en 1957, premio Nóbel de literatura 1945, la primera latinoamericana y encima mujer) es en Chile básicamente una prócer. Sin que los personajes se parezcan (en lo más mínimo: ni siglo comparten), el uso simbólico estatal chileno de Mistral es similar al que por lo menos en la tradición mitrista se hizo en Argentina siempre de Sarmiento: hombre/mujer de letras, padre/madre del aula, propugnaron por la educación pública inclusiva, billete de 50 pesos argentinos para uno, billete de 5000 pesos chilenos para la otra. Una diferencia importante es la inserción popular que tiene Mistral y que Sarmiento, si supo tener, no parece tener más. La Mistral en Chile es indiscutible: la quieren izquierdas y derechas, cada cual con su imagen parcial de ella. Eso sí, no le vayas a hablar a los chilenos fachos de la identidad sexual de la Mistral, ni de su relación con su "amiga" Doris Dana.

Estatua con cara de mala de la Mistral en Montegrande, Valle del Elqui.
5.
Leí a la Mistral como quien hace la tarea porque acá en el valle del Elqui todo se llama Gabriela Mistral, cunde su imagen en murales y carteles y estatuas y hasta en los logos de las cosas. Está el mausoleo (donde también yacen los restos de Yin Yin), la casa museo, y yo no la había leído.

6.
El libro que leí (leímos en realidad, con Mariano y en voz alta), Locas mujeres, reúne dos libros: Lagar I, publicado en 1954, y Lagar II, póstumo (1991). Son poesías sobre mujeres, algunas autorreferenciales, otras no ("Antígona", "Electra"...), otra no sabemos. Rima, corrije banda. Es bien clasicota, pero me gustó, o hasta ahí: me pareció bien. Es muy buena con los principios: "Una en mi maté:/yo no la amaba" (de "La otra"). "En el sueño yo no tenía/padre ni madre, gozos ni duelos" ("La desasida"). Ésta es la que más me cabió:
LA BAILARINA

La bailarina ahora está danzando
la danza del perder cuanto tenía.
Deja caer todo lo que ella había,
padres y hermanos, huertos y campiñas,
el rumor de su río, los caminos,
el cuento de su hogar, su propio rostro
y su nombre, y los juegos de su infancia
como quien deja todo lo que tuvo
caer de cuello, de seno y de alma.

En el filo del día y el solsticio
baila riendo su cabal despojo.
Lo que avientan sus brazos es el mundo
que ama y detesta, que sonríe y mata,
la tierra puesta a vendimia de sangre
la noche de los hartos que no duermen
y la dentera del que no ha posada.

Sin nombre, raza ni credo, desnuda
de todo y de sí misma, da su entrega,
hermosa y pura, de pies voladores.
Sacudida como árbol y en el centro
de la tornada, vuelta testimonio.

No está danzando el vuelo de albatroses
salpicados de sal y juegos de olas;
tampoco el alzamiento y la derrota
de los cañaverales fustigados.
Tampoco el viento agitador de velas,
ni la sonrisa de las altas hierbas.

El nombre no le den de su bautismo.
Se soltò de su casta y de su carne
sumiò la canturía de su sangre
y la balada de su adolescencia.

Sin saberlo le echamos nuestras vidas
como una roja veste envenenada
y baila así mordida de serpientes
que alácritas y libres la repechan,
y la dejan caer en estandarte
vencido o en guirnalda hecha pedazos.

Sonámbula, mudada en lo que odia,
sigue danzando sin saberse ajena
sus muecas aventando y recogiendo
jadeadora de nuestro jadeo,
cortando el aire que no la refresca
única y torbellino, vil y pura.

Somos nosotros su jadeado pecho,
su palidez exangüe, el loco grito
tirado hacia el poniente y el levante
la roja calentura de sus venas,
el olvido del Dios de sus infancias.
Zarpado mural de mosaico con la Gaby Mistral flasheando en Pisco Elqui.

7.
Resulta que G.M. enterró en Montegrande, valle del Elqui, una botella con un poema inédito para que quien lo encontrara lo difundiera y publicara. Todos sabían dónde estaba, pero no lo sacaban a la luz. En 2010 el alcalde de la municipalidad, por el bicentenario chileno, y para enaltecer su gestión, armó un evento con el fin de desenterrar públicamente la cosa. Tendrían que haber tomado recaudos para sacar un papel a la luz tras cincuenta años, pero no lo hicieron: neoliberalismo, circo. Pónganse en la situación porque paso a presente del indicativo: El papel se resquebraja en las manos del alcalde, que se sorprende a la vez por el fenómeno mencionado y por el contenido del texto: Gabriela no enterró un poema, sino un mensaje a las autoridades de Montegrande para que, en ese lugar, se construyeran juegos infantiles. El final de la historia es neoliberal también: con un presupuesto asquerosamente inflado, los licitantes construyeron unos juegos de madera que deber haber estado buenísimos al momento de su inauguración pero que ahora están, todos, rotos. El papel permanece oculto de la luz y ya nadie lo puede ver. Por lo menos, así me lo contaron los elquinos.

martes, 22 de enero de 2013

El Gran Gigante Bonachón, de Roald Dahl

1.
Conseguí este libro del autor de Matilda, Charly y la fábrica de chocolates, Las brujas, El Superzorro, Boy y ectéteras a tan sólo 10 pesos argentinos, en un puesto a la calle en Santiago. Usado, ajado, con algo escrito con birome en la contratapa y sin una punta de la tapa. Hecho mierda, digamos. Igual es una ganga.

2.
El título (en inglés The BFG, que vienen a ser siglas por Big Friendly Giant) no es uno de los más conocidos del autor en la actualidad, derrocado por los Charlys y las Matildas y hasta los animalitos de Fantastic Mister Fox, pero sí que lo fue en su momento. Hubo una película, del '88, con el típico estilo de animación de la época. Está entera -en inglés y por partes- en youtube.

3.
Dahl siempre me gusta por un par de motivos ideológicos y de estilo: A) no toma a los chicos por boludos, y sin embargo tampoco los toma por adultos. B) con pocos elementos narrativos arma historias muy originales y posibilitadas de ramificaciones inesperadas. c) es ateo, es irrespetuoso de la autoridad, escribe en contra del consumismo y eso que la época no era aún lo que sería. Por todo esto, me sorprendió que en El Gran Gigante Bonachón aparecieran positivamente signadas dos instituciones tan detestables como la Reina de Inglaterra y el ejército británico. Si bien también se ríe de ciertos aspectos de los milicos y pone a dos generales cagones en escena, la solución del problema que asola a los niños del mundo es bélica. Y en cuanto a la realeza, también pone a un mayordomo de palacio como el personaje del que burlarse por anacrónico, pero la Reina es un dechado de bondad. Lo del ejército se explica en que Dahl mismo fue aviador durante la 2ª Guerra Mundial, pero lo del amor a la Reina no sé. Me llamó la atención, no sé qué más decir. El libro en sí está tan bueno y es tan entretenido como todos los otros.

lunes, 21 de enero de 2013

Los amores difíciles, de Italo Calvino

1.
La inspección exhaustiva de la librería de usados que está frente a la bicisenda de Billinghurst y Paraguay me dio por resultado este hallazgo maravilloso: Los amores difíciles, de Italo Calvino, en una edición de Tusquets que trae además dos cuentos largos bajo el título común de La vida difícil: "La hormiga argentina" y "La nube de smog". Ambos cuentos se consiguen hoy por separado, en edición carísimas de Siruela de la colección Calvino (o biblioteca Calvino, no sé cómo es) como novelas cortas. Así que podríamos decir que encontré tres libros en uno, y a 50 pesos. Gol. Paso a reseñar todo como si fueran (que lo son) tres cosas distintas.

2.
Los amores difíciles es un libro que incluye cuentos de Calvino de entre 1949 y 1967 que tienen por comunes denominadores los títulos, los temas, y un poco los procedimiento narrativo. Los títulos: "La aventura de un soldado", "La aventura de una mujer casada", "La aventura de un poeta", etcétera. Y los temas: el amor, o más bien sus periferias, las cosas que son casi amor. El casi amor. La palabra aventura es muy importante. La verdad es que Calvino es un maestro y todos los cuentos están buenos, pero algunos son mejores. Mis favoritos fueron la aventura de la bañista, la del lector, y la del matrimonio. Y por supuesto, la que cierra el corpus y quizás la más conocida (yo lo había leído para la facultad), la aventura de un automovilista. En cuanto al modo, Calvino hace la de la minucia, la descripción detallada de movimientos, y es un modo que claramente remite a la forma (neurótica) en que piensa la gente (creo) cuando se trata del tema del que se tratan estos cuentazos.

3.
"La hormiga argentina" (1952) cuenta el cuento de una joven familia (marido, mujer y bebé) que se mudan a una casa vieja en un nuevo barrio, y nomás llegar descubren una imponderable invasión de hormigas argentinas, especie ficticia, ficticiamente adjudicada al país latinoamericano indicado por el adjetivo gentilicio en cuestión. El marido habla con los vecinos, que también padecen la infestación, y cada uno tiene un método diferente para intentar, siempre inútilmente, combatirla. Finalmente aparece el Estado, sospechoso. Me dio la impresión cuando leía el cuento que Calvino, quien necesariamente tiene que haber leído a Cortázar, hace referencia con el título y la nacionalidad de las hormigas a "Casa tomada", como si "La hormiga argentina" fuera la versión italiana de ese otro cuento. A lo mejor tengo razón, a lo mejor no, seguro que es un buen tema para hacer una ponencia en una jornada de literatura y quizás alguien ya la hizo y si no, sirvansé.

3b.
(En una sencilla búsqueda de gooooogle me entero de que la especie existe y es efectivamente muy invasora.  Mi hipótesis de trabajo de literatura se mantiene firme, pero debe ser capaz de absorber el dato de la biología y usar muchos condicionales). (También descubro que el cuento se puede leer entero en internet).

4.
"La nube de smog" (1958) me pareció un cuento -o más bien novela corta, no sólo por su extensión lo digo sino también por su estructura- excepcional, creo que fue lo que más me gustó de todo el libro. Está lleno de capas de sentido, podríamos hacer exégesis a lo chancho: no lo haremos. Dice Calvino:
«La nube de smog es un relato continuamente tentado por convertirse en algo distinto: ensayo sociológico o diario íntimo; pero ante esas tentaciones [el autor] consigue oponer siempre su táctica defensiva, a base de gags cómicos y de encogerse de hombros, lo que le permite permanecer suspendido en ese clima que le es tan propio, entre transfiguración simbólica, actualidad extraída de lo real, desahogos de humor y poema en prosa. Imagen e ideograma del mundo al que tenemos que hacer frente es el smog, la niebla humosa y cargada de detritos químicos de las ciudades industriales. Cada uno de sus personajes tiene su propia manera de contraponerse a ella. En medio de ellos, el anónimo protagonista parece rechazar toda ilusoria evasión y toda transposición ideal, y se obstina en mirar las cosas como son, en mirar sin apartar nunca la vista. Si algo él se espera, es únicamente de aquello que ve, una imagen que contraponer a otra imagen; y el relato se cierra sin asegurarnos que la haya encontrado, limitándose a no excluir que sea posible encontrarla.»
5.
A todo esto, Los amores difíciles incluye un prólogo biográfico escrito por el propio Calvino pero haciéndose pasar por alguien más. Y la traducción del italiano de todo esto es de Aurora Bernárdez, nuestra esposa de Cortázar favorita. Una verdadera fiesta.

sábado, 19 de enero de 2013

El orden del discurso, de Michel Foucault

1.
Me lo traje de vacaciones no por masoquismo sino porque lo pedí prestado un día y nunca lo leí, y entonces pensé que si lo cargaba en la mochila me obligaba a leerlo. Estuvo bien pensado: el silencio de micro era una instancia adecuada para concentrarse en la prosa de este hijo de puta y entenderle algo.

2.
Lo quise leer por si hablaba sobre el orden (en el sentido de la disposición o la clasificación) pero no, habla más bien sobre el discurso y esas cosas foucaultianas de que la verdad la construye el poder y que los curas y los médicos son todos giles. Es Foucault, no es sencillo, no lo lean por placer.

jueves, 17 de enero de 2013

Flores robadas en los jardines de Quilmes, de Jorge Asís

1.
Estaba en la biblio de Acevedo, me lo venían recomendando perentoriamente, lo empecé, no entendía la onda, pero me gustaba lo enrevesado del vocabulario. Después me aburrió, pero seguí leyendo porque estoy de viaje. Después me copó, leí un párrafo en voz alta. Después me aburrí y la quedé. Y hoy decidí terminarlo, porque estoy de viaje, y leí las últimas ciento cincuenta páginas de corrido. Y adivinen qué: me insolé.

2.
Hablemos del prejuicio sobre leer a Jorge Asís: lo tenía, ya no lo tengo. Por un lado, porque el turco Asís puede ser un lo que sea (secretario menemista en este caso) y un buen novelista a la vez. Por el otro, porque cuando escribió Flores... (75-78) era meramente periodista (de Clarín).

3.
Sinopsis: Rodolfo Zalim se encuentra con Samantha enfrente del Museo Social, Corrientes y Callao, en, creo, 1978. Se sientan a charlar en un cantero del Obelisco. De forma dispersa y entrecruzada, Asís/Zalim cuenta entonces toda la vida de Samantha y de Rodolfo, salta de la primera a la tercera persona con asombrosa puntería, habla mucho de coger y dice guarangadas y palabras del lunfardo y del habla de nuestros padres como afilar y pinchar, habla un poco de política (mal) y de la idiosincrasia argentina, y de los sesentas y de los setentas, en tono paródico triste. En un momento dice "¡Si vos [blabla], me hago peronista!" (ja). Los mejores capítulos son los de la balanza de camiones y los autoconclusivos.

4.
Flores robadas en los jardines de Quilmes me pareció una novela interesante, muy bien escrita y todo, pero no es mi tipo. Demasiado costumbrista, demasiado pegada a hechos reales intrascendentes, o por lo menos esa impresión me dio. Sí me gustó lo que tiene de cortazariana (quizás estoy siendo por demás generoso). Sin embargo (never Deleuze), es seguro una novela grossa para otros, a quienes, sin saber quiénes son, chicos y chicas sepan disculpar, os la recomiendo.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Una noche con Sabrina Love, de Pedro Mairal

1.
Así como está la frase benjaminiana de que un hombre que se suicida a los 40 años es, en cada segundo de su vida, un hombre que se suicida a los 40 años, podríamos decir que Pedro Mairal es, para mí, en cada segundo de su vida, el hombre que escribe El año del desierto. Compro Una noche con Sabrina Love, su primera novela, siete años anterior a El año del desierto, de prepo, con un libro recién terminado en la mano, porque me lo encuentro en una mesa de ofertas y usados. En este solemne acto venzo la resistencia que me generan el sello Clarín y la foto de Cecilia Roth en la tapa -no tengo problema con Cecilia, por el contrario, pero me molestan las imágenes de películas en las tapas de los libros que son anteriores a las mismas-. La película la vi hace añares y por suerte no recuerdo más que una sinopsis de una línea en el estilo de las de la cartelera del mencionado Clarín, que podría ser "Un chico de pueblo cumple el sueño de pasar una noche con la mujer de sus fantasías" o algo por el estilo. Sin embargo, me resulta imposible imaginar a los protagonistas como deben ser: ella no deja de ser la Roth y él no deja de ser Cabré. Aunque en la película sea Tomás Fonzi: por desgracia, se me aparece Nicolás Cabré.

2.
Como sospeché, la novela está buenísima. En el año en que le dieron el premio, los jurados eran Guillermo Cabrera Infante, Augusto Roa Bastos y Adolfo Bioy Casares (hoy todos muertos). Qué zarpado que te premien esos sujetos. Bioy dice: "Empecé a leer tu novela y no me pude desprender de ella". Bueno, es bastante adictiva. Pero lo más importante es que es una novela muy inteligente. La estructura es clásica y es perfecta. Los episodios, es decir, cada una de las situaciones que van apareciendo en la historia (al margen de los capítulos) están excelentemente pensados. Lo único que le podría criticar en forma negativa son algunas cosas que me parecieron raras por cómo están escritas, como por ejemplo esta frase: "Él siguió tomando cerveza, incrédulo del encuentro reciente", y que suman pretención a una novela que no es pretenciosa y de hecho destaca por su sencillez. Sólo esas cosas delatan la edad: Mairal tenía 24 cuando ganó el premio (capo). Esas cosas, y la capacidad esa de evocar emociones que tienen que ver con el fin de la adolescencia y que uno va perdiendo.

3.
Entre otras partes, me gustó esto:
Daniel se acordó de cuando miraba televisión con su abuela. Él cambiaba tan seguido de canal, que ella mezclaba los hilos narrativos de las distintas películas y tejía su propia historia, que tenía la virtud de ser siempre feliz, porque cuando, después de estar un rato frente a la pantalla, aparecía una escena de risas o de abrazos o declaraciones de amor, ella se levantaba y decía "qué lindo como terminó", dejándolo a Daniel perplejo, preguntándose cómo habría sido la historia que había armado su abuela. 

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Gordo, de Sagrado Sebakis


martes, 18 de diciembre de 2012

Choque de reyes, de George R. R. Martin

1.
Es como dice Joni, la serie es una mierda. (Estamos hablando de la serie de HBO Juego de tronos, éste libro corresponde a la segunda temporada). El descubrimiento del hecho es subjetivo: pasa a ser una mierda cuando uno lee las novelas. Pero el hecho en sí es objetivo: la serie es una mierda. Lo sospeché cuando la empecé a ver, y después se me pasó y me volví adicto. Pero, también siguiendo a Joni en esto, es cierto que lo que tiene la serie que la hace tan buena son los giros en la trama, que son esos sí los del libro. Pero por fuera de la trama, en la serie hay: una escena de sexo injustificada por capítulo sólo para mostrar tetas y algún pito (que le quitan mucha seriedad a la serie, anque le sumen tetas y pitos), diálogos bastante nabos salvo cuando los calcan del libro, personajes humanos y a veces facheros por demás (por ejemplo Tyrion, que debería ser un monstruo, es el enano más fachero de la TV). Y principalmente NO HAY enormes masas humanas, violaciones, mutilaciones, ojos de colores raros (otra vez: Tyrion debiera tener cada ojo de colores diferentes). ETCÉTERA. Además, en el libro Danerys tiene 15 años: no es un dato menor.

2.
Es posible suponer que la serie está simplificada por tres motivos: A) guita, B) estupidez supuesta de los espectadores y C) estupidez llana de los guionistas y/o productores. A) Guita: las decisiones estás tomadas con el objetivo de ganarlo, o de no gastarla tanto. Los sueños de lobo y esas cosas debían ser carísimas, agregar un castillo (Aguasdulces) debía irse de presupuesto, etc. Y además la simplificación de los argumentos debe estar orientada por motivos de fórmula de guión televisivo, tema del que los muchachos de HBO obviamente saben, y que nos lleva al punto B) estupidez supuesta de los espectadores, que conduce al supuesto de que "si seguimos agregando personajes la gente se va a confundir" (por ejemplo, poner a Tywin a hacer lo que en el libro corresponde a Roose Bolton).

3.
Las diferencias entre este libro II y la segunda temporada de la serie empiezan a ser muy importantes para el final del libro, tanto que no sé cómo van a hacer para acercar después una cosa a la otra. Voy a citar a Joni una tercera vez: igual espero que G. G. se deje de pelotudear con la serie y escriba los dos libros que faltan.

4.
Dejando de lado el tema televisivo, Choque de reyes. Está buenísimo. No sé qué más puedo decir. Léanlo. Prestado, que está careli.


lunes, 17 de diciembre de 2012

Pigmalión, de George Bernard Shaw

1.
Reseña desprolija e irresponsable listos ya: Pigmalión es una obra de teatro de George Bernard Shaw, un señor con una barba del que siempre se citan frases sin que sepamos de dónde las sacan.


2.
La obra es de 1912 y el argumento es muy conocido: una chica pobre que habla muy mal es convertida en una dama de la alta sociedad merced a una apuesta entre burgueses. El nombre de la obra es por un mito griego. El mismo argumento de la obra de Shaw se puede encontrar después muchas veces reciclado en otras cosas que ahora no me acuerdo (¿en George de la selva?).

3.
El tema y la trama son eminentemente positivistas: los dos burgueses son científicos, lingüistas que usan máquinas y hacen experimentos, y la florista pobre aprende a ser una dama de la high society gracias a la educación y a la ciencia. Primer mensaje: la ciencia todo lo puede. G. B. Shaw era además algo así como de izquierda (para la época y el lugar) así que hay un segundo mensaje, que está inscripto en la sinopsis: cualquiera puede alcanzar cualquier posición con la educación adecuada. Ahora bien, me sorprendieron mucho otras dos posturas del autor que se ven en la obra y de las que no tenía conocimiento. Por un lado, los burgueses científicos no son los héroes de la historia, más bien son unos chotos, y la crítica a la clase burguesa así como a la clase aristocrática son muy marcadas. Por el otro, y siempre me sorprendo de esto en las obras decimonónicas o que pegan en el palo: hay como un feminismo -como el de las obras de Ibsen pero más leve- muy felicitable. 

4.
Después del último acto, hay un epílogo en prosa. Me pareció muy capo de parte de GBS eso de terminar la historia en prosa en ese epílogo que, o bien queda fuera de una eventual puesta de la obra, o bien  debe ser adaptado, traspuesto, a texto dramático por cada eventual director. Motivos para que la lean: es divertida, se consigue barata, y forma parte de lo que se suele llamar "cultura general" (?). Fin.

martes, 4 de diciembre de 2012

Los orígenes del pensamiento griego, de Jean-Pierre Vernant

1.
En la batalla del Yo contra el Ello por preparar y rendir una materia que cursé en 2008 y que se me está por vencer, sin rendirme a los pies de las miles de mejores cosas para hacer que nos depara un diciembre como éste, me encuentro en la biblioteca de casa con éste librito finito, simpático, azul, naranja, y bibliográficamente obligatorio, que no sé por qué Mariano poseía, y visto y considerando que la regla dicta reseñar en este blog todo aquello que tenga lomo, procedo.

2.
Una cita muy bonita:
Heródoto, al mencionar, después de cada relato de batalla, los nombres de las ciudades y los individuos que se mostraron más valientes en Platea, da la palma, entre los espartanos, a Aristódamo: el hombre que formaba parte de los trescientos lacedemonios que habían defendido las Termópilas; sólo él había regresado sano y salvo; ansioso de lavar el oprobio que los espartanos atribuían a aquella supervivencia, buscó y encontró la muerte en Platea, realizando admirables hazañas. Pero no fue él a quien los espartanos otorgaron, con el premio al valor, los honores fúnebres tributados a los mejores; le negaron la aristeia porque, combatiendo furiosamente, como un enajenado por la lyssa, había abandonado su puesto.

3.
El primer libro de Vernant, éste, se publicó originalmente en 1962, cuando hacía muy poco que se había descifrado finalmente el lineal B micénico. La edición de Paidós Studio del '92 (con reediciones hasta estos años) incluye un necesario prólogo del '87 del propio autor con algunos comentarios a la obra en base a los progresos en las prospecciones arqueológicas, a las nuevas teorías que fueron surgiendo y etcétera. De todos modos, el núcleo de la obra se mantiene actual y vigente y las salvedades hechas en el prólogo son sólo del tipo "sí, pero". La tesis de Vernant podría resumirse así: en la Grecia de las polis surgió el primer pensamiento racional, las primeras ideas sobre la naturaleza que eran ajenas a mitos y dioses, y ésto fue posible porque primero hubo un cambio político, el del fin de las monarquías y de las economías palaciegas y el del desarrollo de las polis y de las concepciones igualitarias, que permitieron pensar a los fenomes naturales alejados de un orden jerárquico donde todo sucede por gracia de un dios soberano (Zeus) y cercanos a un orden "horizontal" (esa palabra la pongo yo) donde las relaciones entre los fenomenos son de reciprocidad. Cito:
Por lo demás, este equilibrio de poderes dista mucho de ser estático; oculta oposiciones, es el resultado de conflictos. Por riguroso turno, cada potencia, sucesivamente, domina, adueñándose del poder y luego retrocede, para cederlo en la proporción en que antes había avanzado. En el universo, en la sucesión de las estaciones, en el cuerpo humano, un ciclo regular hace pasar así la supremacía de uno a otro...
4.
Hay mucha gente a la que le gusta la historia y la filosofía clásica más que a mí: es probable que esa gente disfrute este libro más que yo. De todas maneras, a nosotros los que no sólo no disfrutamos sino que además sufrimos tratando de entender si los minios son los minoicos o los micénicos o ninguno de los dos, si espartiatas y espartanos es lo mismo, nos digo que dentro de todo el libro es pasible de ser disfrutado igual. Mucho más que otros sobre temas varios de historia clásica que me estoy viendo en la circunstancia de tener que leer. A los que no gustan de la historia de ninguna manera los felicito por haber llegado hasta este punto de la reseña y les mando a todos un cordial salú.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Maintenant, seguido de crónicas y testimonios, de Arthur Cravan

1.
Fabian Avenarius Lloyd, luego conocido como Arthur Cravan: boxeador, contrabandista, dandy, poeta, crítico de arte, performer antes de los performers y dadá antes de los dadá. Y sobrino de Oscar Wilde. Nace en 1887 en Suiza, desaparece misteriosamente en México en 1918. Se sabe que intentaba llegar clandestinamente a Buenos Aires. Hay muchas reseñas y material en Internet, empezando por wikipedia, obviamente.


2.
Entre 1912 y 1915 Cravan escribió, publicó y vendió en las calles de París lo que hoy llamaríamos un fanzine, con el título de Maintenant. Son cinco números, unos más largos y otros menos, que incluyen tanto poesía como crónica, narrativa y crítica de arte (el texto "La exposición de los independientes", en el que se dedica a insultar a todos los pintores de la mencionada exposición, es el más divertido de todos, junto con el cuento "¡Oscar Wilde está vivo!)", y cuyos artículos firmados por varios nombres son en realidad todos de Cravan. El libro de la editorial argentina Caja Negra recopila los cinco números de Maintenant, traducidos por Mariano Dupont (que también prologa), y lo más lindo es que mantiene la estética de las portadas originales y además incluye imágenes facsimilares de las ilustraciones que aparecían en la revista y de las publicidades, en francés. Maintenant, seguido de crónicas y testimonios trae además una buena cantidad de apéndices sobre el personaje: notas de diarios en las que se menciona a Cravan, testimonios de otros personajes históricos que lo conocieron (desde los Picabia, André Breton y Marcel Duchamp hasta León Trotsky) y una cronología de su vida con muy buenas fotos.

3.
El libro está muy bueno sobre todo porque el personaje es interesantísimo. La poesía no me gustó tanto, pero sí lo que es más prosísitico. Además la edición es muy bonita, con los números de página a los costados y todo. Y miren que churro Cravan:


sábado, 1 de diciembre de 2012

Tango-Charter, de Copi y Riccardo Reim

1.
Otro de la fiebre Copi, pero de los injustificados. Mansalva (que edita cosas muy buenas y cosas muy malas pero todo muy lindo) y Santiago Arcos (una editorial que me cae bien a priori: es el de la librería de enfrente de Puán) se asociaron y sacaron esta obra de teatro que el autor uruguayo/argentino/francés co-escribió con un director italiano de nombre Riccardo Reim en 1980. La edición es como todas las de Mansalva, pero para inflar el carácter de "curiosidad" del libro (e inflar el precio) lo hicieron unos cuantos centímetros más grande. Absurdo es que entre tapa y tapa las páginas tienen los márgenes más grandes de tu vida. También es absurdamente mala la calidad de impresión de las ilustraciones de Copi y Reim (seguramente tenga que ver con la calidad de los originales). Y la obra no es la gran cosa tampoco. Todo me lleva a pensar que el hecho de que se haya descubierto el manuscrito de la obra sólo recientemente (véase ésta nota del traductor del libro) llevó a sobredimensionarla. De ser por mí (es un decir) la hubiera incluido sencillamente como una más en alguna de las obras completas que se están editando por estos días.

2.
No entendía yo cómo se hacía tanto ruido con cosas como Tango-Charter y que siguiera sin aparecer Los pollos no tienen sillas. Por suerte por fin alguien se avivo (o resolvió lo que estuviera haciendo falta resolver). Las historietas de Copi son de lo suyo lo que más me gusta.

3.
La tapa de Tango-Charter tiene un dibujo de Copi en 3D.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Pizzería Kamikaze y otros relatos, de Etgar Keret

1.
A principio de año reseñé Un hombre sin cabeza para la librería Libros del Pasaje, y contaba lo mucho que me gusta Keret, lo capo que me parece (y lo capo que le pareció a todos los que lo leyeron a instancias mías), lo mucho que lo quiero y eso. Y también contaba que la edición era muy linda, de una casa mexicana de nombre Sexto Piso. Pizzería Kamikaze es otro libro de la misma, mismas características, mismo todo. En este caso algunos de los cuentos los había leído en una edición en inglés que me prestó Agus, como ser el que en la traducción mexicana se llama "El deschavete de Nimrod" (en inglés, "The Nimrod flipout"; yo le hubiera puesto "La piantada de Nimrod" o algo así tanguero). Además de los fabulosos cuentos cortos a los que nos tiene acostumbrados, éste libro trae una especie de novela corta, la que da título al tomo: gran aporte. Ojalá se siga traduciendo todo lo del muchacho. Todavía nos faltan sus historietas.

2.
En mi primera reseña sobre Keret publiqué algunas traducciones mías y otras ajenas de cuentos suyos, si les interesa, es acá.

jueves, 1 de noviembre de 2012

¡Que viva la música! de Andrés Caicedo


1. 
Miraba yo las ruinas de esa casa y me imaginaba allí, con la mayor libertad, familia de dementes, un jovencito de 12 años perdiendo la razón en el empeño de probar la verdad de base de los escritos lovecraftianos...

2.
¡Que viva la música! (1977) es la novela que hizo de caballito de batalla en la incursión comercial que la hoy extinta editorial colombiana Norma desplegó en nuestro mercadillo hace ya cuatro, casi cinco años para introducir a Caicedo en nuestro país. Con prólogo de Fabián Casas (fana del autor, del que habla en uno de sus Ensayos bonsai), tapa linda y psicodélica y MUCHA inserción en la prensa cultural, fue el primero que publicaron justo antes de sacar todos los demás títulos bajo la sub-colección Biblioteca Andrés Caicedo de la colección Verticales de bolsillo. La decisión de empezar por ¡Que viva la música! era obvia: se trata de una de las dos únicas ficciones que Caicedo publicó en vida (la otra es El atravesado), además de la más larga y la más conocida en Colombia (donde, sobre todo en Cali, es un autor del panteón de los jóvenes como acá puede ser Cortázar). Se ve que la incursión tuvo éxito porque mucha gente que conozco tiene este libro, y bastante gente lo leyó (que no es lo mismo). 

3.
Como creo ya haber mencionado en el pasado, tengo un problema personal con las obras póstumas o inéditas que dejan de serlo. Si un autor decide no publicar algo, debe ser porque le parece malo. Hay excepciones: no me creo la de Kafka de decirle a su amigo: "Che Max, amigo, vos que medio que pensás que soy Dios, te doy todo esto pero cuando me muera quemalo eh, no se te ocurra publicarlo". Pero, por ejemplo, Fragmentos de un cuaderno manchado de vino, de Carlitos Bukowski, es una bosta y está claro que no había sido pensado para su publicación (los remito a mi reseña). 

4.
El caso Caicedo es más parecido al de Kafka. El pibe se suicidó a los 25 años. Hacia el final de ¡Que viva la música! hay una frase que también es el título de un documental de su parce Luis Ospina (que se puede ver en Internet acá): "Si dejas obra, muere tranquilo, confiando en unos pocos buenos amigos". Dicho y hecho, después de su muerte sus amigos se encontraron con un baúl lleno de su voluminosa (voluminosísima para un pibe de 25) obra. Es decir, Caicedo la dejó para que la publiquen. Pero de todos modos, por lo menos de lo que leí yo, lo postumo fue por lejos mucho peor que lo publicado. Como que a todo lo falta una pulida. Los remito a la reseña de Angelitos empantanados.

5.
Y ¡Que viva la música! es un golazo. Viene bien desde el principio, aunque hay que acostumbrarse al slang de Cali, en un momento se pone un poquitín denso pero después remonta y después se pone increíble y toda la última sección se zarpa y no lo podés creer y el final final es con escalofríos y todo. Y la música está buenísima. Recomendación: no esperar a terminarlo para googlear los temas de la lista de discografía que hace de apéndice al final del libro.

viernes, 12 de octubre de 2012

Cena con amigos, de Rodolfo Santullo y Marcos Vergara

1.
Cena con amigos es una historieta que se publicó primero por entregas en internet (en www.historietasreales.com.ar), es una sola historia autoconclusiva en 80 páginas blanco y negro editado en papel por Loco Rabia (que Mati me dijo que son de Córdoba pero en la cajita dice Martínez) junto con otra de Montevideo. Siguiendo con la pavada de la novela gráfica, podríamos decir que estamos ante una nouvelle gráfica.

2.
Está buenísima.

3.
En el prólogo Max Aguirre dice dos cosas que quiero refrendar. Una, que los prólogos se leen mejor al final de la lectura general: lo hice. Dos, que "si hubiera un Óscar a la actuación de los personajes de historietas, seguro que alguno de los pibes de Cena... se gana uno". Posta, boló.

miércoles, 10 de octubre de 2012

El miedo a la libertad, de Erich Fromm


...el carácter anal, típico de la clase media europea...


1.
Erich Fromm (léase "Erij"), mi buen amigo. Lo leí para la facultad. Fromm es conocido principalmente por dos tipos de personas: estudiantes de psicoanálisis y lectores de libros de autoayuda y afines. Los primeros, porque Fromm fue básicamente un psicoanalista y escribió muchos libros importantes sobre el tema. También es un importante autor para la corriente de la psicología social. Los segundos, porque su libro más conocido es El arte de amar, que por título y temática parece uno de Ari Paluch. Obviamente, Erich Fromm no es Ari Paluch. Hablando de éste autor (de Fromm, no de Paluch) un profesor de la facultad decía que el tema del amor está muy desacreditado, o pasado de moda, pero que las reflexiones filosóficas sobre el amor han dado por resultado obras importantísimas desde El banquete de Platón (que estoy en proceso de leer) hasta acá. Por ejemplo, en el siglo XX, además de Fromm: Roland Barthes, Alain Finkielkraut... No leí El arte de amar (está en lista) pero de todos modos en el libro que nos convoca hay (en la página 123 de la 1ª edición de Paidós, 1973) un resumen del pensamiento de Fromm sobre el amor, que paso a transcribir para usted, lector/a.

(MOMENTO PUBLICITARIO: Para aquel que vio la obra de teatro Una materia que mantener fija (o mi prima hermana amor), de Mariano Javier Clemente con asistencia de dirección mía, éste el texto que aparecía. Para el que no la vio: atentos al estreno 2013)


Desde el punto de vista teórico nos encontramos aquí con un error sobre la naturaleza del amor. El amor, en primer lugar, no es algo “causado” por un objeto específico, sino una cualidad que se halla en potencia en una persona y que se actualiza tan sólo cuando es movida por determinado objeto.

El odio es un deseo apasionado de destrucción; el amor es la apasionada afirmación de un objeto; no es un “afecto” sino una tendencia activa y una conexión íntima cuyo fin reside en la felicidad, la expansión y la libertad de su objeto.

Se trata de una disposición que, en principio, puede dirigirse hacia cualquier persona u objeto, incluso uno mismo.

El amor exclusivo es una contradicción en sí.

Evidentemente no es un mero azar el hecho de que una persona determinada se vuelva objeto del amor manifiesto de alguien. Los factores que condicionan tal elección específica son demasiado numerosos y complejos para ser discutidos ahora. Lo importante es, sin embargo, que el amor hacia un objeto especial es tan sólo la actualización y la concentración del amor potencial con respecto a una persona;

no ocurre, como lo pide la concepción romántica del amor, que exista tan sólo una única persona en el mundo a quien se pueda querer, que la gran oportunidad de la vida es poder hallarla, que el amor hacia ella conduzca a negar el amor a todos los demás.

Este tipo de amor, que tan sólo puede ser sentido con relación a una única persona, se revela, en virtud de ese mismo hecho, no ya como amor sino como una unión sadomasoquista.

La afirmación básica contenida en el amor se dirige hacia la persona amada, asumiendo ésta el carácter de encarnación de atributos esencialmente humanos.

El amor hacia una persona implica amor hacia el hombre como tal. Este último tipo de amor no es, como frecuentemente se supone, una abstracción que se origina después de haber conocido el amor hacia una determinada persona, o una generalización de la experiencia sentida con respecto a un objeto específico; por el contrario, se trata de una premisa necesaria, aun cuando, desde el punto de vista genético, se adquiera en el contacto con individuos concretos.

De ello se sigue que mi propio yo, en principio, puede constituir un objeto de amor tanto como otra persona. La afirmación de mi propia vida, felicidad, expansión y libertad están arraigadas en la existencia de la disposición básica y de la capacidad de lograr tal afirmación. Si el individuo la posee, también la posee con respecto a sí mismo; si tan sólo puede amar a los otros, es simplemente incapaz de amar.

2.
BIO FROMM: Nace 1900, Berlín. Padres judíos ortodoxos. Él es ortodoxo hasta sus 26 años de edad, estudia Talmud en Berlín y más tarde en Frankfurt con el rabino de la escuela de Frankfurt Nehemia Nobel. Es sociólogo por la Universidad de Heidelberg ('18-'22). Estudió con Alfred Weber (hermano de Max) y con Karl Jaspers. También estudió psicoanálisis a mediados de los '20 en un sanatorio (no existía la carrera chicos) con Frieda Reichmann (y después se casó con ella, que era 11 años mayor) y después con Hans Sachs, "apóstol" de Freud. (Más tarde rompe con el campo freudiano). Forma parte de la llamada escuela de Frankfurt a principios de los '30. En el '33 asciende Hitler y Fromm se exilia a Génova. En el '34 está ya en Nueva York. En EEUU no tiene mucha popularidad: entre el '41 y el '49 es profesor en una universidad menor (Bennington College, en Vermont). Se afilia al partido socialista yanqui, se enemista con el macartismo, se va a vivir a México. Es profesor en la UNAM. Muere en Suiza en 1980.

3.
El miedo a la libertad (que originalmente se llamó Escape from Freedom, y después pasó a ser Fear) es un libro que Fromm escribió y publicó por primera vez en 1941, cuando la 2ª Guerra Mundial estaba en curso, el Holocausto en ciernes, y el autor desde el exilio se trataba de explicar el fenómeno del nazismo, o más exactamente, el por qué de que los alemanes votaran a los nazis, fueran nazis. En ese sentido es un libro de época, y sirve como fuente histórica. Sin ir más lejos, la edición argentina de Paidós tiene un prólogo de principios de los setenta del gorila de Gino Germani, que trata de acarrear agua del pozo de Fromm para el suyo propio y leer El miedo a la libertad en clave antiperonista. Germani es, como Borges y como José Luis Romero, de los que creen que los obreros de la década peronista estaban "hipnotizados", palabras más, palabras menos.

4.
De qué va El miedo a la libertad: Acá voy a poner un "seguir leyendo", porque me voy a extender. A los que no quieran seguir leyendo, besitos.

martes, 9 de octubre de 2012

Virginia Woolf ataca de nuevo, de Copi

1. Bueeeno. Es un libro muy cortiiito, de Coooopi (del que ya hablamos en repetidas ocasiones, ir a la etiqueta para biografía y esas cosas). Lo leí en una hora, aproximadamente, entre un viaje en bondi y otro en subte. Son siete cuentos y noventa y tres páginas, con ilustraciones del autor. Todos los cuentos son un delirio y están buenos.

2. Es mucho menos pornográfico (en el sentido propio de la palabra) que, por ejemplo, La guerra de las mariquitas (digo, por decir algo).

3. Sin mucho más que comentar:
América era Linda Davis, tal como ella la había soñado en su infancia, una mezcla de Estatua de la Libertad y enana mogólica...